Cuando volvieron al campamento de la policía, el capitán los estaba esperando, no hizo falta más que ver las caras del joven que los había guiado para saber que las cosas no habían salido ni remotamente bien.

El capitán de policías se retira después de una breve explicación de lo sucedido para empezar lo que harían lo mas rápido posible, mientras tanto al grupo les fueron entregadas tres mochilas con suficientes suministros para unos cuantos días, además de lo prometido por uno de los policías a Richard por encargarse de esa extraña criatura.

Después de eso decidieron irse, pues si uno deseaba mantenerse en el campamento y bajo la protección de los policías, debían dar todos los suministros que tenían para su custodia y distribución según lo dispusiera el campamento.

Mientras el grupo de tres se retiraba de la base, Richard estaba muy atento a sus sentidos, pues a diferencia de las veces anteriores que camino por esta ciudad, ahora todos ellos estaban cargando abiertamente una mochila con lo que seguramente eran muchas provisiones, provisiones que podrían valer lo suficiente como para atacarlos a ojos de muchas personas, y ese no era el único riesgo al que estaba prestando atención, pues ya habían visto que los muertos estaban muy ansiosos por dejar de serlo, y salir debajo de los escombros para acabar con ellos o tenerlos como comida.

La caminata del grupo se ralentizó cuando cerca de los límites de la ciudad un grupo de al menos diez personas se interpuso en su camino mientras los empezaban a rodear, casi todos eran hombres que cargaban consigo algunos cuchillos o barras de metal de manera amenazante, Erik y Ariana estaban algo nerviosos por la situación pero Richard ni se inmuto, este había sido un día muy largo y, ninguno de los que estaban frente a él parecía llevar armas de fuego, y eso era suficiente, con un pequeña sprint llegó frente a uno de los que que les cortó el paso y antes que pudiera decir algo lo agarró del pecho aventándolo hacia un lado como si se tratara de alguna clase de muñeco de trapo.

Todos se quedaron en silencio mientras miraban como un hombre adulto era lanzado por los aires y chocaba con otros dos, quienes reaccionaron demasiado tarde para esquivarlo, siendo tirados al piso junto a él sin siquiera poder resistirse a la fuerza del impacto, Richard aprovechó la sorpresa de todos y tomo a otro hombre aventándolo al lado opuesto del primero, dejando a la mitad de quienes lo interrumpieron en el suelo.

La mera demostración de fuerza había hecho que cualquiera se asustara, pero en la noche eso no era lo único que podían ver, el cuerpo de Richard parecía emanar llamas azules, en la oscuridad de la noche Richard ya no parecía un hombre para nadie, parecía un demonio apunto de salir de su cascarón humano, solo esperando una excusa para hacerlo.

Los hombres salieron corriendo con todas sus fuerzas, varios tropezaron y cayeron entre los escombros, pero incluso estando de cuclillas trataban de alejarse de ellos arrastrándose por el piso hasta que lograban ponerse de pie, dejando el camino del grupo libre de nuevo para que pudieran caminar.

Cuando finalmente salieron de la ciudad el ambiente entre estos tres era algo tenso con Ariana y Erik conversando un poco alejados de Richard.

—Esto no tiene nada que ver con esas cosas que vuelven a la vida, no soy un zombie ni nada parecido a lo que sean esas criaturas.

—Hermano, ¿Qué es todo esto? lo que has hecho, no es natural, y que es ese fuego azul que había en tu cuerpo, que es todo esto— Ariana se puso frente a su hermano mientras Erik parecía estar listo para tirarla detrás de él —Solo dime que pasa, solo quiero saber si sigues siendo mi hermano, si sigues siendo tu.

—Después de los terremotos, tormentas y todo lo que haya pasado, desperté en otro lugar, no era este, era otro mundo, el de “Batalla por Nifleir”...

Richard empezó a contarles todo lo que había vivido en el otro mundo, lo que había aprendido de ese lugar y como descubrió que tenía estas nuevas habilidades así como también el pequeño entendimiento que tenía de las mismas.

Mientras contaba su historia también habló del posible trágico final que podría tener ese mundo si sus vagos recuerdos sobre un juego que jugó de joven era algo para confiar, motivo por el cual no sabía si podría regresar a ese lugar, o si siquiera fuera una buena idea hacerlo en primer lugar, ya que incluso con los muertos volviendo a la vida, este lugar resultaba siendo mucho más seguro.

Después de escuchar toda la historia Erik y Ariana se turnaron para hacerle varias preguntas sobre esa historia tan absurda.

—Fue demasiado decir que un dragón anunciando el fin del mundo no me sorprendería— Erik ya ni siquiera trataba de demostrar lo absurdo de la situación mientras estaba sentado en el suelo viendo el puñal que le había entregado Richard anteriormente —Entonces estas diciendo que en ese mundo existen guerreros sobrehumanos gracias a esa aura de batalla, paladines con poder de juramento, magos que dominan los elementos, bárbaros con cuerpos indestructibles y más.

—No lo se, apenas si jugaba ese juego cuando era joven, y allá solo tuve los recuerdos de un caballero, incluso podría haber dragones, titanes, dioses, alienígenas y dinosaurios, sólo que en otro continente o país, lo suficientemente lejos como parque no lo supiera.

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—¿Hermano, la ropa que tienes es de el otro mundo verdad? si puedes volver a ese mundo serás capaz de traer y llevar cosas o personas.

—No escuchaste lo que dije— La voz de Richard era molesta e incluso elevada —El puto mundo esta por ser invadido por una clase de infierno.

—Y en el nuestro hubo un cataclismo que por lo que sabemos pudo ser mundial, seguido de algún raro ser sin nombre diciéndonos que las cosas solo están empezando a irse a la mierda y como prueba de eso los muertos se están levantando nuevamente, y sean lo que sean estoy seguro que nada de eso es natural, por lo que sabemos nuestro mundo podría volverse el mismo infierno, así que al menos quiero saber si puedo elegir en qué infierno sufriré por la eternidad.

Richard se quedó en silencio al escuchar el arrebato de su hermana, y lamentablemente ella tenía razón, ahora ninguno de los dos mundos eran totalmente seguros para él.

—Si vamos a ese mundo, crees que podamos conseguir las habilidades de alguna de esas profesiones, si estos seres salen de los escombros a atacarnos me sentiría más seguro si soy alguna clase de superhéroe.

—Ni siquiera sé cómo es que volví, no sé si pueda regresar, o si sería seguro llevar a alguien.

El grupo se volvió a quedar en silencio, hace mucho que habían dejado de caminar y solo estaban sentados sin saber que hacer realmente más que vigilar por si alguien o algo se les acercaba cada tanto.

Durante ese silencio Richard empezó a buscar entre sus recuerdos todo lo que había pasado hasta ahora y se centró en el momento en el que desapareció del otro mundo para volver a aparecer en este, tratando de entender qué es lo que lo había traído de vuelta, pensando es esto se dio cuenta de algo especial que había ocurrido en ese momento.

Cuando volvió toda su energía se había concentrado en un punto en el centro de su pecho, sintió esto como una revelación y empezó a reunir toda su energía en ese punto por impulso para probar su idea, pero el recuerdo de William apunto de cortarle uno de sus brazos hizo que se detuviera de inmediato, su hermana y Erik seguramente no harían algo tan radical como William, pero desaparecer de improviso en esta situación podría traerle más problemas de los que ya tenía sobre sobre el, y mas aun si era de una manera tan rara, como lo sería desvanecerse en motas de luz.

—Creo que puedo intentar volver, si empiezo a desaparecer en motas de luz supongo que lo he conseguido, así que no se preocupen.

Ariana y Erik se voltearon hacia él pero antes que pudieran preguntar algo, el cuerpo de Richard se empezó a desvanecer entre motas de luz, los rostros de los dos se contorsionaron entre sorpresa y miedo, pero las palabras anteriores de Richard advirtiéndoles de esta situación pudo calmarlos un poco.

Conforme se iba disipando en motas de luz ambos notaron algo especial, en el lugar donde había estado Richard ahora se encontraba lo que parecía ser una esfera de cristal con un tenue brillo azul casi idéntico al que había tenido lo que ahora sabían se llamaba aura de batalla, ambos se quedaron observándola atónitos por un momento hasta que se dieron cuenta que esta dejaba de flotar para empezar a caer lentamente.

Ariana se sobresalto y trató de lanzarse a sostener la esfera de cristal antes que esta cayera al suelo, sin embargo el primero en tomarla fue Erik quien logró estirar su brazo más rápido, tomándola en el aire antes que cayera al suelo.

Con la esfera en las manos de Erik, él y su esposa se miraron durante un tiempo sin saber que hacer, hasta que Erik le pasó la esfera a su esposa.

—¿Ahora tendremos que esperarlo?

—Creo que seria mejor que vayamos yendo hacia donde están mis padres, va a ser un camino largo, además si las cosas empeoran mis padres necesitaran mucha de nuestra ayuda, y si mi hermano regresa supongo que será devuelta a esto— la mirada aun confundida se dirigió a la esfera que había dejado su hermano al desaparecer —y aunque no lo fuera, el seguro iría donde nuestros padres, y ahí nos volveríamos a encontrar.

Erik asintió y luego convenció a su esposa que durmiera un poco mientras él vigilaba los alrededores, después de todo estaba seguro que a menos que el cansancio lo consumiera por completo no podría dormir bien después de todo lo que pasó.

En un pequeño claro en el bosque varias carpas se encontraban juntas y dentro de una de ellas un hombre abrió los ojos de manera repentina, girando rápidamente en el piso y tomando la espada junto a la cual dormía, para salir de la carpa mientras gritaba que todos despertaran.

Una vez fuera de la carpa su espada brillaba en la oscuridad con el brillo de su aura de batalla cubriéndola mientras su postura demostraba lo listo que estaba para soltar su golpe más fuerte contra una imagen que empezaba a materializarse entre puntos de luz, imagen que finalmente se consolidó como Richard.

—Richard más te vale tener una buena explicación, desvanecerse en el aire sin previo aviso es una pésima manera de hacer lo que sea que quieren hacer.

Casi junto con estas palabras varios caballeros en entrenamiento salieron de sus propias carpas, y observaron como William apuntaba al desaparecido Richard con su espada, como si estuviera listado para cortarlo.

—Regrese antes que partieran así que ¿no debe haber problema verdad?

—Falsa alarma muchachos, regresen a sus carpas, yo me encargare de esto— La voz de William fue imponente haciendo que todos se tragaran sus preguntas y empezaran a retroceder —Y todos los que salieron sin sus armas tendrán entrenamiento extra hoy.

Todos los reclutas volvieron rápidamente a las carpas, mientras algunos maldecían por no haber tomado sus armas al salir, dejando únicamente a los dos caballeros afuera.