Una pareja se detuvo cerca de una ciudad empezó a armar un campamento para pasar la noche, esto se había vuelto una rutina para ellos, el caminar durante el día, con mucho cuidado de no llamar la atención de ningún grupo grande o de esos extraños monstruos, y durante la noche turnarse para descansar lo mejor que podía mientras se turnaban para vigilar, esto era un muy duro ritmo de vida, hacía tiempo que no dormían realmente bien, pero cargaban con muchos secretos consigo como para poder viajar con alguien que no sea de su entera confianza, y mucho menos con lo loco que se había vuelto el mundo después del cataclismo.
—¿Crees que deberíamos ingresar a la siguiente ciudad mañana?
—No creo que sea buena idea, con el mapa que conseguimos en la anterior ciudad debería ser suficiente para seguir avanzando, además esas cosas han estado empezando a salir de los escombros, y tal vez todas las personas hayan escapado de la ciudad a estas alturas.
—Nunca pensé que quedaríamos tan indefensos, se que el cuerpo humano no está especializado para enfrentarse a otras criaturas de manera directa pero...
—Oye estoy seguro que podría pelear contra un oso— La voz fue animada mientras reflexionaba los brazos.
—Y estoy segura que tendría que vigilarte en cuidados intensivos si lo haces— Una ligera risa salió de ambos mientras estaban comiendo juntos —¿Por qué crees que no funciona ninguna arma?
—Supongo, tal vez sea otra prueba más del cambio, o alguna clase de prohibición divina.
—¿Ahora crees en los dioses?
—Era creyente antes, sólo no tanto, además no creo que él hiciera algo como esto.
La pareja volvió a quedar en silencio en la noche mientras terminaban de comer, luego se prepararon y Ariana fue la que descansaría primero.
Durante la noche Erik vigilaba cuidadosamente los alrededores, y cada poco tiempo se aseguraba que las runas que le habían entregado aún estuvieran en su bolsillo y listas para usarse, ya les había salvado la vida una vez, así que era mejor tenerla a la mano.
Mientras vigilaba escucho algo de movimiento cerca de él, por lo que rápidamente empezó a mirar a su alrededor, poco a poco el ruido empezó a hacerse más fuerte, el ruido era demasiado para que lo hiciera solo un individuo, esto era preocupante así que fue a despertar a su esposa, quien después de despertar tomó rápidamente sus cosas para alejarse.
Juntos empezaron a moverse en dirección opuesta del sonido tratando de ser silenciosos para no llamar la atención, con el tiempo lograron identificar el sonido, este era muy parecido a una pelea de perros, pero nunca había visto una pelea de perros tan larga o tan ruidosa, normalmente estas peleas acababan rápidamente con uno de ellos escapando, esto les dejo una pequeña duda, pero no estaban lo suficientemente interesados en averiguar a qué se debía esto como para arriesgarse.
Los dos siguieron alejándose, sin embargo después de un aullido los sonidos de pelea se detuvieron por un instante, antes de que hubiera una gran agitación, ambos sintieron que la fuente del sonido se acercaba hacia ellos rápidamente, dudaron un segundo pero finalmente decidieron ponerse espalda con espalda para recibir a los perros que seguramente iban tras ellos, pues ellos no podrían correr más rápido que un perro aunque dejarán todo su equipaje.
Comprobaban las runas que tenían guardadas y sujetaron las armas que Richard les había dejado, cuando vieron a un extraño perro salir corriendo hacía ellos y dar un gran salto, Erik reaccionó rápidamente, su sistema nervioso se aceleró al sentir la amenaza e incluso con la oscuridad y la velocidad del ataque pudo ver al perro, parecía alguna raza de pastor, pero lo más resaltante era su cabeza, esta estaba deformada al punto en el que su hocico se había abierto en tres y parecía carecer de ojos, este era claramente un perro que había vuelto de la muerte.
El miedo empezó a abrazar su cuerpo, pese a esto él se movió y recibió al perro con un corte de su espada, logrando aventar al perro hacia un lado con un largo corte, el perro deforme se levantó y se preparó para atacar nuevamente a la pareja, pero detrás de donde había salido el perro salieron un grupo de animales.
La pareja retrocedió asustada mientras sacaban sus runas, pues el número era demasiado grande como para que pudieran lidiar con ellos, sin embargo estos animales los ignoraron y se abalanzaron hacia el perro deforme, el primero en llegar fue un husky quien se aferró fuertemente a su cuello, otros dos perros les mordieron las piernas inmovilizando por completo, unos gatos empezaron a arañarlo y morderlo en el cuerpo, lo único que podía hacer el perro deforme en esta situación era forcejear importante en el piso, poco después llegaron más animales, gallinas y ratas que se acercaron y también atacaron al perro deforme hasta que finalmente este dejó de moverse.
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Esta escena fue tan surrealista que la pareja se quedo quieta tratando de entenderla, este estado sólo terminó cuando todo el grupo de animales se giró hacia ellos y empezó a rodearlos, ambos se maldijeron por no haber escapado mientras los animales mataban al perro monstruoso, y sacaron sus runas, sin embargo antes que las usaran los animales que los habían rodeado empezaron a olfatearlos y mirarlos con cuidado, para finalmente alejarse y volver a centrarse en el perro deforme, al cual le dieron unas cuantas mordidas como si quisieran comprobar que estaba finalmente muerto antes de que uno de los perros más grandes lo mordiera del cuello y empezara a arrastrarlo, llevándolo en dirección de donde habían venido.
La pareja volvió a quedar anonadada por esto, los animales no los habían atacado, casi cualquier cosa viva o no que se encontraron durante su viaje hasta ahora los habría atacado, pero estos animales se fueron sin más después de acabar con el monstruo.
La pareja dudo un tiempo, pero finalmente decidieron seguir a estos curiosos animales, no sin antes tener a la mano todas las runas de ataque que les había dado Richard, como una medida de precaución por si las cosas empezaban a salir mal, ya preparados empezaron a seguir el rastro de estos animales, y conforme avanzaron empezaron a ver más rastros de sangre negra y pelea, hasta que finalmente los alcanzaron solo para quedar sorprendidos, los animales estaban arrastrando consigo a tres seres deformes, dos de ellos eran perros y uno era un gato.
Los animales los vigilaron durante un tiempo cuando se dieron cuenta que eran seguidos, pero finalmente decidieron ignorarlos y seguir avanzando, en su camino encontraron a varias ratas muertas las que fueron llevadas por los pollos, finalmente después de una larga caminata llegaron cerca de la ciudad donde parecían haber varios animales reunidos, entre ellos podía ver algunas serpientes, un par de perros, gatos, ratas, algunas aves e incluso había una tortuga y dos lagartijas lagartija, pero lo más llamativo de todos era un cerdo alrededor de los cuales se reunían todos.
Los animales que regresaron fueron a dejar a los seres deformes en un pequeño montículo, este montículo hizo que la pareja abriera la boca con sorpresa pues era un montículo hecho amontonando los cuerpos de varios de esos aberrantes seres no muertos, según lo que habían visto, eran estos animales, trabajando juntos quienes de alguna manera estaban acabando con un gran número de monstruos y acumulando sus cadáveres.
Su contemplación de la anormal situación fue interrumpida cuando escucharon gruñidos, chillidos y alaridos desde donde venían los animales, rápidamente voltearon hacia el lugar y parecía que el cerdo en el centro de todos los animales de había levantado y miraba hacia los perros, quienes retrocedieron agachando la cabeza y con las orejas hacia atrás, lo que solo hacía que el cerdo pareciera mas molesto haciendo fuertes gruñidos que rápidamente se volvió en uno de dolor haciéndolo tambalearse, para finalmente ver la pila de los deformes.
La pareja estaba perpleja, parte de ellos se negaba a aceptar lo que estaban viendo, y mientras esto ocurría vieron como el cerdo que aún se mantenía en pie volvió a caer dejando salir un quejido de dolor.
—¿Es un cerdo que no quiere volverse uno de esos monstruos?
—¿Crees que podamos ayudarlos con el pergamino curativo?
Ninguno respondió a la pregunta del otro y solo se quedaron en silencio nuevamente hasta que escucharon un chillido enojado del cerdo, y consiguiendo que los perros finalmente empezaran a levantarse de su posición inclinada, ambos creyeron entender lo que esto significaba y después de intercambiar miradas empezaron a acercarse lentamente, sin embargo los animales estaban bajo demasiado estrés en ese momento y al notar su acercamiento les gruñeron agresivamente, casi a punto de abalanzarse, ambos se detuvieron y dejaron lentamente sus armas antes de agacharse y empezar a acercarse lentamente mientras mientras veían hacia el piso.
Sus movimientos eran muy lentos y cuidadosos pero a pesar de eso cada paso que avanzaban alguno de los animales parecía gruñir con fiereza, pero pese a todo lograron acercarse más al grupo de animales, sin embargo sin importar lo que hicieran no podían acercarse al cerdo herido sin conseguir una fuerte reacción negativa de los animales.
—Yo curo— los brazos de Ariana se movían lentamente para señalarse a sí misma —Él enfermo— Los gestos esta vez indicaron al cerdo mientras dejaba caer la cabeza —yo ayuda, a que este bien— Volvió a incorporarse con una sonrisa.
Repitió esta acción varias veces tratando de explicarlo, pero parecía que pese a todo era demasiado pedir a los animales que entendieran lo que decía una persona, cuando estaba a punto de rendirse e intentar ver si la curación a esa distancia sería suficiente un gato saltó frente a ella y empezó a maullar hacia el resto, quienes después de algunos gruñidos se apartaron y algunos incluso salieron corriendo.
Ariana se sorprendió y rápidamente fue donde el cerdo y sacó el pergamino de curación que tenía, lista para activarlo, pero recibió un golpe en su mano, el gato era quien la había detenido, esto la frustro ya que creía que había logrado convencerlos, pero su exasperación se detuvo cuando vio que los animales que se habían ido estaban regresando, trayendo a otros animales heridos y empezaban a juntarlos junto con el gran cerdo y cuando parecía que eran todos el gato le dio otro golpe a Ariana, quien solo pudo sonreír y finalmente rompió el sello del pergamino y lo extendió.
Con el pergamino como centro apareció una tenue esfera de luz verde, y los cuerpos de los animales empezaron a brillar con el mismo tono, el resto de animales empezó a gruñir, pero los animales heridos soltaron pequeños ruidos de alivio y relajación que los hizo detenerse, mientras observaban como todos seguían brillando.