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Juicio #14

El Oeste de Lyran... una tierra tranquila llena de montañas... También el lugar donde la iglesia, el observatorio de magia y la gran biblioteca se encuentran. Los lugares más importantes del mundo se esconden gracias a grandes y majestuosas montañas a su alrededor. El lugar era como un valle protegido por esas montañas, un lugar donde no cualquiera puede entrar. En una parte, dos montañas eran muy pequeñas para darle la entrada a los que eran capaces de entrar a este majestuoso lugar. Además, el valle tenía como divisiones: la primera, la parte más baja; la segunda, la parte media; y la tercera, la parte más alta.

El observatorio era el que estaba en la tercera. Sus paredes tenían el reflejo del cielo y se podía ver cómo las nubes se movían. Tenía su gigantesco telescopio, que utilizaba magia para flotar sobre la estructura que tenía dos aberturas en la parte de arriba para poder utilizarlo.

Más abajo se encontraba la gran y hermosa iglesia, que era de cuatro pisos y de un color blanco con detalles dorados por fuera y con una gran campana dorada que flotaba encima en una torre. Además, la torre era de un celeste brillante, casi transparente. El sol iluminaba el hermoso pasto del lugar y las grandes ventanas de colores que tenía. Por detrás había una terraza con una puerta de cristal y dos árboles medianos. Se ubicaba frente a ella una cascada subterránea que daba vida a un río que se dirigía hacia la biblioteca, la cual usaba el agua para obtener energía con un molino de agua que flotaba a la derecha de la biblioteca.

La biblioteca era la que estaba hasta abajo. Era totalmente redonda, sin agregar el molino. El edificio tenía dos pisos, el segundo menos ancho que el primero, hecha de madera de roble con un gran tragaluz en el centro y ventanas alrededor de todo el segundo piso.

Encima de la cascada subterránea, observaban dos figuras bastante grandes hacia el horizonte, donde estaban las dos montañas más pequeñas. Luego de ellas, estaba repleto de nubes blancas.

"Rei es un desgraciado, ¿cuánto tiempo más esperaremos...?" dijo un hombre león con una voz muy grave y retumbante. Tenía una gran melena, medía dos metros y medio, de complexión robusta. Sus ojos eran amarillos y usaba un abrigo de cola larga, de un color azul con negro, sin mangas, lo que dejaba ver sus grandes y musculosos brazos. Además, usaba una armadura dorada pálida en su pecho y unos pantalones amplios de color blanco con detalles dorados. Tenía una cicatriz de quemadura en su rostro y en todas sus manos, y entre su cuello, un collar plateado con una insignia dorada que tenía la letra "L". Además, no usaba zapatos, mostrando sus pies iguales a los de un león con grandes garras.

"Conociéndolo, seguramente podría retrasarse incluso un día más" respondió un hombre pulpo con su voz tranquila, fuerte, pausada y respetuosa, con un toque de suavidad y, a veces, burbujeante debido a su máscara con agua totalmente cristalina que dejaba ver su boca con labios oscuros y un poco alargada. Medía dos metros con seis, de complexión robusta. Usaba una chaqueta roja con capucha, que cubría la mitad de sus brazos y torso superior; la chaqueta tenía un agujero mediano de líneas amarillas en su espalda. Usaba una placa de pecho de cuero de color negro y pantalones de compresión negros que marcaban sus piernas robustas. Tenía un cinturón metálico amarillo con una insignia que tenía la letra "R". Usaba unas botas metálicas de color rojo. Sus escleras eran amarillas y no tenía pupilas; sus iris eran circunferencias negras delgadas, visibles solo por su borde. Su piel era roja, con pequeñas manchas de color negro. En su mano derecha tenía un arma de muñeca adaptada a su tamaño, y en su izquierda, un guante largo metálico con una gema amarilla en la palma.

"¿Tú también irás...? ¿Pol? Si no, no entiendo qué haces aquí..." El hombre león observaba a Pol mientras decía sus palabras.

"Por supuesto... Solo que yo seré más discreto. Tú eres impulsivo, Rhorn. Raro que no hayas ido ya a buscarlo" respondió Pol mientras continuaba viendo hacia el horizonte y, con sus palabras, se creaban algunas burbujas en su máscara.

"Jajaja, trato de cambiar..." rió Rhorn mientras recordaba algo.

"Ya veo... Ay no... Ahí viene... con sus cosas raras" dijo al ver a Rei acercándose desde el horizonte encima de un carruaje, mientras Rei tocaba un piano creado por su magia.

El carruaje verde era levantado por la magia verde de Rei. "¡Saludos a todos! ¡Aquí viene el mejor mago de Alahead!" Mientras seguía avanzando, tocaba una melodía alegre y pegadiza. Además, creaba alrededor suyo trompetas y violines con su magia para acompañar su música.

"Ya voy allá... ¡A quitarte de ese... lu... gar! Creíste que te saldrías... con la... tuya, pues ahora una gran ¡sorpresa...! Ve...rás..." cantó de forma confiada y pausada, resonando con cada pausa que hacía y cambiando la melodía, haciéndola más profunda y un poco misteriosa, mientras continuaba acercándose a la iglesia.

"Este tipo sí que está loco" Rhorn estaba consternado al ver a Rei haciendo tal cosa.

Finalmente, el carruaje llegó, aterrizando detrás de Pol y Rhorn. "Buenas... señores, ¿cómo están?" expresó con emoción mientras bajaba del carruaje y se acercaba a ellos.

"¡Estuvimos esperándote casi dos días!" dijo Rhorn con molestia, cruzando sus brazos.

"Pues ahora no me tienen ¡que esperar! Ya estoy aquí..." dijo Rei, abriendo el carruaje y sacando una carpeta llena de páginas y un objeto redondo. Luego se acercó a Pol. "¿Cómo estás, Garden? Escuché que andas con alguien, ¿es humana?" Rei golpeó ligeramente con su codo a Pol luego de preguntar.

"Como sea, Rei... Hay que ir a la sala de reuniones. Alégrate de que no mandaron a matar al chico ayer porque no te presentaste" Pol evadió la pregunta con calma, alejándose de Rei y dirigiéndose a la iglesia.

"Cuando den el veredicto, iré inmediatamente a buscarlo. Veremos qué tan fuerte es tu supuesto discípulo" dijo Rhorn, sonriendo un poco y estirándose.

"No te preocupes, no tendrás que molestarte, pues nadie irá a buscarlo" expresó con confianza mientras entraba a la iglesia con Pol y Rhorn.

"Esa confianza me quiere decir que harás una estupidez" afirmó siguiéndolos por detrás.

"Siempre que entro a este lugar, se siente muy acogedor. El lugar más impenetrable del mundo. Rhorn, ten cuidado, tal vez no te deje entrar" expresó Rei con admiración al ver lo grande y majestuosa que era la iglesia y cómo la luz del sol pasaba por las grandes ventanas, alumbrando el lugar lleno de bancas de una hermosa madera perfecta. Por dentro, había varias partículas de color blanco, y el altar era de una preciosa Gyverna dorada. Las paredes eran totalmente blancas, sin ningún rastro de polvo.

"¿De qué hablas? ¡No tengo malas intenciones!" mencionó antes de entrar a la iglesia.

Rei continuaba caminando junto a Pol. El suelo estaba cubierto de una alfombra roja y sedosa. "Jajaja, lo sé, es una broma".

"Siempre quise comprobar el rumor de que dentro de aquí no se puede usar magia. Gracias a la sacerdotisa, lo logré", comentó Rhorn, admirando el lugar mientras seguía a Rei y a Pol.

Rei hizo un gesto para que Pol se agachara y le susurró: "Pol, mantente atento y cerca de la sala de reuniones".

"¿Por qué?", preguntó, confuso ante el comentario.

"Puede que el sacerdote la destruya toda, pues la sala de reuniones está aparte de la iglesia, así que podrá usar su magia", respondió Rei, mostrando seriedad en su mirada.

"¿Qué harás?".

"Revelaré algunas cosas que fueron escondidas". Rei extendió su brazo con el que sujetaba la carpeta llena de papeles.

"Mira quién se dignó a dar la cara". Cerca de la puerta de la derecha, al final del corredor y de las bancas, apareció una mujer con una gran fila de libros en sus manos.

"¡Gladys! Hace mucho que no te veo, ¡te ves bien!", mencionó alegre con una sonrisa.

"Me alegra verte. Agradece que los convencí para que te esperaran", expresó Gladys con su voz profunda, resonante y con un tono cálido y amigable mientras se acercaba a ellos. Ella era una mujer de piel oscura y cabello afro; sus ojos eran de color miel y medía 173 cm. Usaba una gabardina corta de cuero marrón, estilo steampunk, pantalones jodhpur negros, zapatos de cuero con tacón grueso y unos guantes verde oscuro que cubrían hasta sus muñecas. Tenía unas gafas de protección en su cabello, con lentes intrincados y mecanismos internos; además, tenía en su cuello un mecanismo con una perla marrón que brillaba un poco.

"Muchas gracias, Gladys, te agradezco la ayuda, ¡iré de inmediato!". Rei se fue corriendo a la sala de reuniones.

Gladys detuvo a Rhorn antes de que siguiera a Rei. "Ah, no, tú vienes conmigo, necesito ayuda".

"¿De qué hablas? ¡Tú no me das órdenes!", mencionó un poco molesto, intentando pasar, pero Gladys se quedó viéndolo por un momento y luego se lo llevó igualmente, arrastrándolo de su abrigo.

"¡Pol! Dime, ¿por qué dejo que una humana de 45 años me dé órdenes?", preguntó mientras era arrastrado con sus brazos cruzados.

"Hmmm, tal vez, ¿porque ella tiene siete años más que tú?", respondió Pol a la pregunta luego de tocar su cabeza.

"Puedo asegurarte que cuando ella cumpla los 60 y envejezca, no seguiré sus órdenes. ¡Yo vivo más que ella y maduro antes!", dijo, cruzando sus brazos mientras seguía siendo arrastrado.

"¡Pues no se nota! Y para tu información, nosotros los humanos no envejecemos de golpe al cumplir 60 años, ¡es bastante leve!", mencionó molesta al escuchar el comentario, llevando la fila de libros con una sola mano con gran facilidad.

Rei seguía corriendo por el pasillo hasta que llegó a la entrada de la sala de reuniones, pero antes de entrar, escuchó una discusión entre una mujer y el sacerdote Krief.

"¡Cómo te atreves a cambiar mi ley! Ahora todos los paladines serán holgazanes porque no tendrán que hacer nada para mantener su rango", gritó el sacerdote Krief.

"Ellos decidieron ser lo que son, no cualquiera puede ser uno. Su ley simplemente hace que las personas fuertes no quieran ser paladines. Usted los sobreexplota con esa ley, pensando que tienen que hacer millones de cosas donde quiera que estén para no perder su rango", mencionó la mujer con un tono respetuoso, controlando un poco su molestia.

"Solo los capaces, responsables, fuertes y los que saben qué significa ser uno pueden ser paladines. ¡No es un juego de niños!", replicó el sacerdote.

"¡No tiene justificación! De por sí, ser paladín es muy difícil y, si dice eso, ¿por qué no puso una ley para los caballeros también?".

"¡Tus palabras son puras estupideces, no eres más que una niña, sacerdotisa! Reducirles la cuota no ayudará en nada", el sacerdote golpeó lo que parecía ser una mesa.

"Los más fuertes pierden el tiempo haciendo cosas que los caballeros pueden hacer y los caballeros pierden sus vidas peleando con criminales que no pueden vencer". Luego de las palabras de la sacerdotisa, un sonido fuerte de un golpe en una mesa se escuchó, deteniéndolos a ambos.

"¡Tranquilícense!", dijo un hombre. "La decisión fue tomada, el tiempo dirá si nos equivocamos", añadió una mujer.

Luego de escuchar esto, Rei respiró hondo y abrió la puerta un poco fuerte, haciendo que lo rodearan listones verdes con su magia. "¡Lamento haberlos hecho esperar! Ya finalmente he llegado", dijo entrando con confianza, extendiendo su mano y bajando su cabeza.

El lugar era bastante espacioso. A la derecha, izquierda y frente de Rei había unos asientos altos, además de una mesa alta blanca que parecía un pilar. También había una escalera en la parte de atrás de los asientos. A la izquierda, había tres ventanas largas con un marco plateado. A la izquierda y derecha de Rei, estaban sentadas seis personas en cada lado, vestían una túnica blanca con una cruz dorada en el pecho, además se mantenían de pie (estos eran llamados líderes, quienes ayudaban en la toma de decisiones, además de organizar y enlistar a los caballeros y futuros paladines).

"Tardó mucho, Rei. Lo citamos ayer, no hoy", dijo la sacerdotisa con una voz fuerte, autoritaria y decidida. Su cabello era blanco y largo, bastante ordenado con algunos mechones entrelazados. Sus ojos eran anaranjados; medía 188 cm y tenía 26 años. Usaba una túnica blanca con negro que dejaba descubiertos sus hombros; tenía un lazo dorado anaranjado que parecía escarchado en su cintura y un collarín negro que cubría todo su cuello. Además, usaba una capa que, desde la parte trasera, era blanca, pero al mirarla desde el frente, la capa era dorada anaranjada escarchada. Usaba unos botines negros altos ajustados al pie y la pierna con una suela dorada anaranjada escarchada. También llevaba dos aretes con una cruz pequeña. "Pueden tomar asiento todos". Ella subió a los asientos que estaban frente a Rei. Arriba, ya estaba el sacerdote Krief con Edgar a su derecha, y en medio de esta mesa había un asiento vacío entre el sacerdote y la sacerdotisa.

"Hmm... ¿Y mi... asiento?", preguntó Rei, buscando su asiento por todas partes luego de absorber los listones que creó. La sala era bastante amplia, con paredes blancas y ventanas largas en la pared de la derecha.

"No tiene, por venir tarde", respondió rápidamente, dándole a Rei una sonrisa mientras tocaba su cabeza. Él también sonrió, pero el sacerdote puso su mirada en ella y, al instante, la sacerdotisa cubrió su boca con su puño y aclaró su garganta. "Comenzaremos con esto de una vez. Paladín Rei Fordesthmans... dígame, ¿por qué no dijo la verdad acerca de que Louis A. Keeper era un demonio? Y ¿por qué escondió que su magia era de lava? ¿Acaso es una persona peligrosa a la cual debemos mantener en vigilancia extrema?", preguntó de manera respetuosa y concreta, tomando una hoja que tenía en la mesa.

"Una cosa antes de todo... El rey Mathius se pregunta para qué se afilió con ustedes, pues no ha recibido ninguno de los beneficios a pesar de que sus paladines han prestado sus servicios. Usted misma puede ir al reino y verá que sigue igual que cuando no estaba afiliado", mencionó Rei de manera irónica, con sus brazos detrás de su cabeza.

La sacerdotisa puso su mirada en el sacerdote y él simplemente la ignoró.

"Sacerdotisa, primero, Louis es un humano mitad demonio, que es como ustedes le dicen a esa raza. Ahora, yo preferí no decir su verdadera raza debido al evidente rechazo que iba a surgir por el sacerdote. Segundo, escondí la verdad de su magia por la misma razón. El sacerdote no lo hubiera aceptado... Es más, creo que... No, estoy seguro de que lo hubiera mandado a matar". Rei fue interrumpido por el sacerdote al escuchar sus últimas palabras.

"¡Parece que tú nunca cambias! ¡Siempre serás un altanero y creído!" expresó molesto el sacerdote, con su voz grave y áspera, con un ligero temblor de cinismo.

"Sacerdote... no me interrumpa, por favor, y tenga cuidado con lo que me dice", respondió Rei con seriedad y confianza, tronando los dedos de su mano derecha al presionarlos con fuerza.

El sacerdote se levantó furioso de su asiento. "¡¿Cómo?! ¡Me faltas al respeto!".

"¡Sacerdote! Siéntese. Y Rei... No haga más comentarios así y prosiga", dijo la sacerdotisa, quien se levantó también, poniendo orden en el lugar mientras los líderes murmuraban.

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"Louis es un chico entrenado por mí mismo. No fui para nada suave con él, a pesar de su tragedia". Rei se tronaba cada dedo de los seis que tenía en cada mano mientras continuaba hablando.

"¿De qué tragedia hablas?" preguntó uno de los líderes que estaban a la izquierda.

"¿¡Acaso importa!?" comentó el sacerdote, golpeando la mesa.

"Claro que importa. Háblanos de esta... tragedia". La sacerdotisa golpeó levemente la mesa con su mirada en el sacerdote.

Rei creó una mesa y un asiento con su magia, puso la carpeta llena de papeles y luego sacó de su bolso un dispositivo redondo que parecía un comunicador antiguo, pues tenía un aspecto bastante desgastado. "Ustedes creen que el primer desastre mágico fue hace cinco años en el reino Mordigan... Pero no, el primer desastre mágico fue hace seis años en el reino de Alahead. Como ustedes saben, cuando una persona no despierta su magia a los diez años es porque no tiene o porque se está acumulando su magia. Louis fue la primera víctima de este fenómeno. A sus doce años despertó su magia de lava, la cual causó un desastre en el reino de Alahead. Muchas personas murieron, incluyendo su padre, quien se sacrificó para ponerle el collar que yo fabriqué con la espada celeste de mi padre. Este collar evitó que la magia de Louis siguiera descontrolada y que dejara de quitarle la vida. Ese fue el método que usé para detener algo como esto". Al terminar, tomó asiento y comenzó a seleccionar los papeles de la carpeta.

"Puras idioteces, no tiene nada de relevante", pensó el sacerdote mientras miraba a Rei con desprecio desde lo alto de su asiento.

"Increíble, ¿será verdad?" preguntó una de los líderes, que era una mujer de cabello corto de color rojo. Sus ojos eran cafés y tenía aretes con forma de cruz.

"Es la magia celeste, tiene que ser", respondió otro líder que estaba al lado de la mujer. Este usaba un gorro blanco y sus ojos eran grises.

"El chico puede que sea peligroso igualmente", agregó otro, quien discutía con los demás líderes a la derecha de Rei. Este usaba lentes de un marco negro, su cabello estaba muy arreglado y era de color café, igual que sus ojos.

"Hasta ahora no ha ocasionado nada. De hecho, ayudó a capturar a muchos prisioneros en Ystir, además de que ayudó cuando el escudo de los agricultores cayó. En el mismo video lo vemos peleando contra tres criminales, y se ha mantenido como un repartidor en este mismo reino", mencionó uno de los líderes a la izquierda de Rei. Su cabello era largo, peinado para atrás y de color amarillo, además de tener ojos azules.

"Además, podría ser un buen elemento por si... él vuelve. Tiene potencial y debe ser aprovechado", replicó una líder mujer de cabello rosa. Sus uñas estaban pintadas de un color rosa grisáceo y sus ojos eran oscuros.

"Pero podría destruir un reino completamente, igual que Trownlian", añadió otro que también usaba un gorro blanco con un broche dorado y estaba a su derecha, además de una máscara blanca con líneas doradas que tapaban su boca y hacían su voz más robótica. Sus ojos eran de un negro brillante.

Luego de que los líderes terminaran su pequeña discusión, Rei continuó: "Cuando todo terminó, yo mismo vi cómo sus mejillas estaban cubiertas de las grietas mágicas, que, como ustedes saben, se producen cuando se acaba tu magia y tú sacrificas tu vida para seguir utilizándola. Pasé seis años entrenándolo duramente, ayudándolo con su trauma y enseñándole cómo ser un verdadero paladín".

"¿Y se supone que nos conmovamos por su historia? Tú mismo lo dices, el chico es una bomba de tiempo que en cualquier momento puede explotar. Ese collar no durará más años", expresó el sacerdote, tratando de esconder el asco que sentía, con un rostro preocupado.

"Habla de la espada de Lion. Creo que subestima mucho la magia celeste, ¿no cree?" mencionó Rei con una sonrisa en su rostro, totalmente retadora.

El sacerdote chirrió sus dientes, y la sacerdotisa dijo: "Igualmente, podría dejar de funcionar y causar una catástrofe".

"Yo mismo me encargaré de él y asumiré la culpa de lo que pase. Soy totalmente responsable de cualquier cosa que él haga, pero les aseguro que eso no pasará. El collar es muy poderoso. Puedo asegurarles que él será un gran paladín. Él está más que consciente de lo que un mal uso de su magia puede provocar y está bien preparado. Se esforzó mucho para llegar donde está", respondió Rei con confianza y seriedad, para luego guiñarle el ojo a la sacerdotisa.

"Sí, sí, yo me haré responsable, jajaja. ¿Con eso solucionará la muerte de varias personas? Es muy peligroso que un demonio como él ande por los reinos. No podemos permitir semejante cosa", expresó el sacerdote, desviando su mirada a todos los sabios y a la sacerdotisa.

"Creo que se equivoca, y hasta usted lo sabe", dijo Rei al notar la jugada del sacerdote.

"Claro que no. Sabemos que iniciaron una guerra contra Alahead por pura diversión. ¡Piénsenlo! Esa raza ha generado demasiados problemas", mencionó el sacerdote con astucia, levantándose para que todos vieran los gestos que hacía con sus manos.

"Esa guerra fue culpa de su rey. Ellos mismos lo mataron cuando se enteraron de que lo hacía por diversión, y el rey Mathius los perdonó", exclamó Rei, copiando la manera en la que movía las manos el sacerdote, como burla.

El sacerdote golpeó la mesa con las palmas de sus manos, interrumpiendo a Rei para decir: "Pero muchos de ellos apoyaban al rey. No creas que no tenemos toda la historia. ¡Estos demonios podrían llevarnos de vuelta a tener miles de exorcistas, como en la edad oscura!".

"Tanto usted como yo sabemos que ellos no son demonios realmente... ¿Acaso alguno de ustedes los han visto haciendo posesiones o catástrofes como la de Clency? Creo que usted sabe muy bien quién fue el que los nombró así y por qué no se quitó ese decreto", respondió, levantándose para pasar cerca de todos los líderes y, por último, quedó frente al sacerdote, viéndolo hacia arriba desde la gran mesa.

"¿Me acusas otra vez de algo?" preguntó molesto, haciendo una mueca de molestia con sus labios.

"¿Qué? ¿Quiere pruebas?" Rei tomó unos papeles que quedaron en la mesa, creando una mano con su magia. "Sacerdote, le encantará esto. Aquí tengo todo lo que usted y su padre hicieron contra esta raza". Rei comenzó a entregar los documentos, creando muchas manos con su magia, que se alargaban para que todos en la sala tuvieran una copia, incluyendo al sacerdote.

El sacerdote leyó el documento y se sorprendió, dando una ligera sonrisa. "Jajaja, por favor, nadie creería esto. Es obvio que es falso".

"Ah, ¿quiere que vayamos a la mejor parte? ¿Qué tal si hablamos de cómo usted no debería tener el cargo de sacerdote?" expresó Rei, sonriendo un poco y creando con su magia la imagen de un hombre. Su rostro y cuerpo eran totalmente como los de un humano, pero parecía tener una especie de caparazón en todo su cuerpo, incluyendo su rostro. "¿Le recuerda algo esto, señor Krei? Tal vez… ¿la calcinación de un reino entero?" expresó Rei, tomando un tono serio y totalmente agresivo.

"¿De qué está hablando? ¡¿Sacerdote?!" preguntó la líder de cabello rosado, alterándose un poco.

"Esto debe ser una broma" mencionó el líder del gorro blanco.

"¡Oiga, conteste! ¿¡De qué está hablando!?" gritó el líder que tenía puesta la máscara blanca con líneas doradas.

"Este maldito... ¿De dónde sacó todo esto?" pensó el sacerdote sin perder la compostura, mirando fijamente a Rei, quien sonreía y lo miraba fijamente también. "Señores, recuerden quién soy... Rei, acusaciones como estas harán que entre a prisión... (O que lo ejecute)".

"Lo sé... (Pero usted será el que vaya a prisión). ¿Quiere hablar de Darren, el primer... mago de lava?" dijo Rei, tomando el comunicador redondo de la mesa y poniendo una grabación. "Escuchen... atentamente".

En la grabación se escuchaba un poco de estática al principio y luego una voz llena de tristeza y miedo, pero con decisión, además de momentos en los que se escuchaba que respiraba con dificultad. "Elio... Ya no puedo más, lo siento... Dile a tu madre que gracias por haberme perdonado y... Te quiero, hijo. Cuídala, por favor".

"¡Darren! No te escondas, jajajaja, ¡dame tu poder! Déjame destrozar ¡este mundo!" gritó una voz muy grave, profunda y catastrófica, con una gran resonancia, tanto que la sala se estremeció y las ventanas se sacudieron. Los lápices y objetos en las mesas de los líderes se movían. Era como un pequeño terremoto y el comunicador comenzó a temblar mucho. Los líderes estaban atónitos, sin palabras, no movían ni un músculo. Y el sacerdote... tenía sus ojos muy abiertos, llenos de miedo.

"Es... Mayestad..." dijo la sacerdotisa, asustada por la grabación. "No estabas jugando cuando me hablaste de esto" pensó la sacerdotisa.

"¡No obtendrás nada!" Luego de estas últimas palabras, una gran explosión fue lo último que sonó y la grabación terminó.

"Rei, ¿dígame de dónde sacó eso?" preguntó la sacerdotisa, levantándose al ver que ningún líder quiso decir algo.

"¡No hasta que termine! ¿Recuerdas a Guelmy? Viejo maldito" dijo Rei, sacando otro comunicador de su bolso. Este era color blanco y estaba un poco sucio.

[Segundo registro de Guelmy Angel] dijo una voz del comunicador. Rei comenzó a simular todo lo que pasaba en la grabación usando su magia y mostrando una versión de Krei más joven y a Guelmy, un hombre con el cabello semi largo, peinado hacia atrás. Usaba un abrigo de piel con mangas que escondían sus manos, pantalones ajustados y llevaba una insignia en su hombro derecho con la letra "M".

"No, Guelmy. Me confirmaron que Mayestad continúa en la grieta. Debemos irnos a la iglesia para comenzar la planificación con los demás" dijo el sacerdote Krei, pero con una voz más joven en la grabación.

"¿Estás seguro?" preguntó Guelmy, quien lucía preocupado, analizando su alrededor.

"Por supuesto...".

[Octavo registro de Guelmy Angel].

"Krei, ¿qué hiciste? ¡Eres un estúpido! Dijiste que te confirmaron que Mayestad estaba en la grieta" dijo Guelmy, furioso, tomando de la camisa a Krei.

"Tenía que hacerlo. Ese demonio de Darren ahora morirá como ¡la basura inmunda que es!" respondió Krei, soltándose del agarre de Guelmy.

"¡Desgraciado! ¡Pudimos ayudar al reino de Trownlian! No creas que no informa..." La grabación terminó luego de un gran sonido de choque.

"Oh, por Dios... Krei..." dijo la sacerdotisa, fijando su mirada en Krei.

"¡¿Qué ves, estúpida?! Es obvio que está manipulada. ¡Piénsalo! Él no tiene acceso a esas grabaciones" gritó Krei, furioso, levantándose de su asiento. Edgar se alejó del sacerdote, asustado por lo que acababa de escuchar.

"¡Claro que no está manipulada, malnacido! Usted es la razón por la que el reino de Trownlian se hizo cenizas. No informó nada en el ataque de Mayestad y, por odio a la raza de Darren, la misma raza que la de Louis..." Rei desapareció toda la simulación que hizo con su magia.

"¡Tú...! ¡Desgraciado, pedazo de basura! ¡Cómo te atreves!" Krief comenzó a irradiar un aura blanca y todos los líderes se levantaron de sus sillas.

"¡Llamen a los paladines que se encuentren aquí! ¡E informen esto al líder supremo!" mencionó el líder de la máscara blanca.

"Por culpa suya, ¡todo mi reino...! ¡Toda mi familia...! ¡Mis amigos!" Rei presionó con fuerza su bolso. Su mirada estaba llena de furia y de sus ojos cayeron algunas lágrimas. "¡Están muertos!".

El sacerdote creó una gran onda expansiva que destruyó las ventanas, agrietó las paredes y empujó a todos los líderes, haciendo que cayeran al suelo. Destrozó gran parte de la mesa en la que estaba y, con su mano derecha, disparó una esfera blanca a Rei. Rei la detuvo extendiendo ambas manos y usando su magia verde, tratando de evitar que esta explotara, cubriéndola con un escudo.

"¡¿Crees que puedes venir aquí y acusarme?! ¡Yo soy Autoridad! ¡YO SOY TODO!" Expresó Krief con furia, comenzando a levitar y a acercarse a Rei con su mano derecha extendida, mientras continuaba creando varias ondas expansivas.

"¡Edgar, haz algo!" Gritó la sacerdotisa, quien se levantó y se mantuvo detrás de la mesa, la cual comenzaba a agrietarse demasiado. Ella extendió su mano y una magia escarchada salió de ella, cubriendo a Edgar y llenándolo de una escarcha negra, roja y verde.

"Magia de tierra... ¡Encarcelamiento total!" Una gran cantidad de tierra cubrió a Krief, pero toda esta fue expulsada a gran velocidad, chocando con las paredes y las mesas. "¡Demonios!"

"Jajajaja, ¡Mira! ¡El gran poder que poseo! ¡No hay nadie como yo! ¡Abominación de la humanidad, desaparece... DE ESTE MUNDO!" Gritó Krief. Su rostro estaba con una gran sonrisa y varias grietas blancas que se iluminaban aparecieron en su rostro. La esfera blanca se hizo más grande. Rei creó varios escudos para evitar que los líderes, la sacerdotisa y Edgar salieran heridos. Incluso el mismo suelo y el techo de la sala fueron cubiertos por esa capa verde. "¡No servirá!"

De pronto, la puerta fue derribada y apareció Pol. "¡¿Qué está pasando?!" Dijo Pol, sorprendido al ver lo que ocurría, cubriéndose con su brazo izquierdo de las ondas expansivas.

"¡Pol... Demuestra que tu reino sí es apto! ¡Mata a este asqueroso ser, redime a tu raza!" Gritó el sacerdote de manera sádica, con su mirada fija en Pol.

Pol frunció el ceño y levantó su mano derecha, la cual emitió una aura rosa y blanca. En un instante, de su arma salió una esfera de energía que, al impactar con Krief, lo lanzó con fuerza contra el muro. La esfera se convirtió en un aro que lo inmovilizó, clavándolo al muro. Pol dio un gran salto hacia él y le dio una patada en el estómago. El golpe fue tan brutal que Krief escupió mucha sangre antes de atravesar toda la pared. Luego, Rei puso un escudo para que Pol no recibiera la explosión.

"¡Maldición, Rei! ¿El líder supremo, dónde está?" Preguntó Pol al no verlo por ninguna parte, mientras ataba a Krief con su magia.

"¡Está en una reunión con los paladines asignados en la grieta del mundo, pero se supone que estaría aquí antes del veredicto!" Respondió la sacerdotisa, quien se miraba muy preocupada por Rei. Sus manos temblaban igual que su voz. "¡Rei! ¡Aléjate de esa cosa!"

"¡Todo estará bien! ¡Gracias!" Dijo Rei con una ligera sonrisa. Luego, hizo que los escudos verdes alrededor de todos se volvieran más gruesos, haciendo que no se pudiera ver nada a través de ellos.

"¡Rei!" Gritó la sacerdotisa, extendiendo su mano cubierta de una magia escarchada de varios colores, antes de que su escudo no la dejara ver nada. Una aura escarchada de color verde rodeó a Rei y todos los escudos se llenaron de esa misma escarcha, incluyendo la que detenía la esfera de magia blanca. Rei puso una gran cantidad de magia verde escarchada alrededor de la esfera de magia blanca y alrededor de él. Luego, dejó de extender sus manos, cubriéndose con ellas el rostro y saltando hacia atrás. Una gran explosión despedazó la entrada a la sala, y Rei salió volando a toda velocidad, atravesando las paredes del lugar y chocando contra una de las montañas que cubrían el valle.

De la gran biblioteca salieron Gladys, Rhorn y otras personas sorprendidas por la explosión.

"¡Es Rei! ¿Qué pasó?" Mencionó Rhorn al verlo a lo lejos. Gladys se subió a su espalda y este corrió a gran velocidad hacia Rei en cuatro patas.

En la sala de reuniones de la iglesia, todos los escudos estaban muy agrietados y comenzaron a desaparecer, dejándolos a todos salir de la sala.

"¡Rei! ¿¡Dónde estás!?" dijo la sacerdotisa, buscándolo por todas partes, para darse cuenta de que Rei salió volando del edificio. "No puede ser... ¡Dime que está bien!" La sacerdotisa corrió por la sala para salir del edificio con Pol a su lado. Todos los líderes comenzaron a salir con dificultad de la sala, muy consternados por lo ocurrido.

"Jajaja... 'suspiro' te gané, anciano... Te gané" dijo Rei viendo el cielo, incrustado en la montaña. Sacó una insignia de su bolso que tenía la letra "T". "Tal vez con esto mi reino, mi familia y mis amigos... me perdonen por no haber estado ahí. Además... creo que cumplí con lo que te dije, Elio... Tu hijo estará bien, es demasiado exigente consigo mismo, pero estará bien... Él aprenderá, pero tendrá que sufrir la realidad de este mundo" Rei se levantó con dificultad y se lanzó de la montaña. Iba en picada, pero con su magia logró detenerse antes de tocar el suelo.

"¡Rei! ¿Estás bien? ¿Qué pasó?" preguntó Gladys, bajándose de Rhorn para que él se pudiera parar en dos patas.

"Ya sabía que causarías problemas. ¿Ahora qué hiciste?" agregó Rhorn, cruzando sus brazos y dando un suspiro de molestia.

"Todo está bien... No se preocupen, ahora sí podremos seguir sin ningún obstáculo" Rei trató de hacerse el fuerte, pero su cuerpo se desplomó, y Rhorn y Gladys trataron de ayudarlo para regresar a la iglesia.

"¿¡Qué fue lo que pasó aquí!?" preguntó un hombre con una voz grave, modesta y tranquila, pero un poco alterada por la situación. Usaba una capucha blanca con varias líneas doradas. Parecía que no tenía rostro, pues lo único que se veía era un aura blanca. Sus manos eran transparentes, pero con una ligera luz blanca que permitía distinguirlas. Llevaba una armadura de Gyverna dorada y estaba bajando de un carruaje blanco que llegaba al lugar volando.

"Líder supremo... Digamos que revelé algo que le hubiera interesado mucho. Oye, tu melena pica un poco" respondió Rei con sus brazos entre los cuellos de Gladys y Rhorn.

"Eres un malagradecido" comentó Rhorn, mirándolo con enojo.

"¡Rei...! Ya volvió" gritó la sacerdotisa, corriendo junto a Pol hacia ellos. Al ver al líder supremo, tuvo un suspiro de sorpresa.

"Sacerdotisa, explíqueme qué pasó, por favor" dijo el líder supremo, acercándose a la sacerdotisa antes de que ella llegara con Rei. Pol agachó la cabeza y luego se acercó a Rei.

"Sí, señor..." respondió la sacerdotisa, observando a Rei preocupada, pero más aliviada al verlo hablar y de pie con los demás a su lado.

Luego de toda la conmoción, todos los líderes, la sacerdotisa y el líder supremo se reunieron en otra sala, ubicada en el cuarto piso. Estaba totalmente cerrada, con una gran mesa redonda de madera blanca para unas 16 personas. En el techo había un gran candelabro de cristal, y el suelo tenía una alfombra blanca. La única puerta en la sala era de madera de color café oscuro, bastante grande, y arriba de ella había un gran cuadro con la imagen de una persona.

"Veo que ninguno tiene palabras para lo que ocurrió... El sacerdote Krief tenía muchos secretos que... La verdad, no quiero siquiera hablar de eso. Simplemente, este hombre será puesto en completo confinamiento mágico. Necesitamos recomendaciones para el siguiente sacerdote, quiero saber a quién tienen en mente" mencionó el líder supremo con mucha decepción. Ninguno de los líderes, ni siquiera la sacerdotisa, mencionaron una palabra. Estaban totalmente desconcertados. "Definitivamente, esto será un tema muy delicado. Deberá mantenerse en completo secreto".

"Sugiero al exorcista Yang Angel como nuevo sacerdote... El hijo de Guelmy Angel y quien me entregó el registro de su padre" mencionó Rei, entrando por la puerta con dificultad para respirar y apoyándose en la puerta para no caer al suelo. Todos pusieron su mirada en él al escuchar su voz.

"Paladín Rei... Debería estar descansando. Recibió la explosión de una carga de magia blanca" dijo el líder supremo, juntando sus manos.

"¡Vámonos, Rei!" murmuró Gladys, quien llegó a buscarlo.

"Espera... Deben considerarlo. Ese chico es muy apto... Diría que es más maduro que yo teniendo 20 años de edad... ¡Se los aseguro!" añadió Rei. Gladys se lo llevó luego de ver cómo el líder supremo le señaló que se lo llevara.

"Bien... Quiero escuchar nombres. ¿Alguna sugerencia, sacerdotisa?" dijo el líder supremo, y todos fijaron su mirada en ella.

"Yo... creo que Yang Angel es un buen candidato. Posee magia blanca también y la ha practicado muchísimo, además de que tiene un sentido de la responsabilidad increíble y... Rei tiene razón, su madurez es maravillosa" la sacerdotisa trató de ser muy clara. Estaba un poco nerviosa debido a que tenía la mirada de todos en ella.

"Hmm... Sacerdotisa, dígame que no lo recomienda solo porque su novio lo recomendó" expresó el líder supremo con sarcasmo.

"¿¡Qué!? ¡No es mi novio! ¡Él es muy viejo para mí! Y..." la sacerdotisa se puso más nerviosa y sus cachetes se ruborizaron mucho.

"Jajajaja, calma, era broma. Yo también escuché de este chico llamado Yang... Nos beneficia mucho tener un jefe con magia blanca... Bueno, ¿qué dicen ustedes? ¿No tienen otra sugerencia?" el líder supremo se recostó en su silla y estiró los brazos.

"Me parece correcto lo que dice, señor. Que uno de los tres jefes de la iglesia tenga magia blanca es muy adecuado" mencionó el líder de la máscara blanca.

"Opino lo mismo, pero hay que hacerle pruebas. Cada líder, incluyendo a los jefes, debería hacer una prueba para ver si es apto" mencionó una líder mujer de avanzada edad. Usaba lentes redondos, su cabello blanco estaba enrollado como una pelota y llevaba una pulsera dorada en su mano izquierda.

"¡Muy buena idea, abuelita! Digo... líder Yamile" el líder supremo se escuchaba muy contento. Luego de decir "abuelita", se aclaró la garganta y continuó. "Ahora... hablemos de Louis A. Keeper... ¿Creen que no ocasionará problemas? ¿Será buena idea darle una oportunidad?".

"Señor... Me parece que este chico es muy capaz, lo he seguido mucho después de que nos enteráramos de su raza. Ha tenido algunos logros en el reino de Ystir y se mantiene correcto hoy en día como repartidor, además de que recibí recomendaciones de Reck Mortz y Mei Teews; paladín y expaladina de Ystir", mencionó el líder de cabello largo y amarillo.

"Después de lo que escuchamos sobre Darren, creo que podríamos darle una oportunidad, pues Darren era de su misma raza y también me puse a ver por curiosidad antes de esta reunión y Darren es abuelo de Louis, señor... Creo que se lo debemos", mencionó un líder que cubría todo su rostro con una máscara blanca de tela, usaba guantes blancos y un sombrero blanco con una cinta de color negro.

"No lo sé... Yo no estoy muy seguro, ¿qué haremos si ocurre algo debido a su magia?", mencionó el líder de la máscara blanca.

"No pasará nada, Rei dijo que su collar lo mantenía bajo control, es magia celeste, no es cualquier cosa", mencionó el líder del gorro blanco.

El líder supremo sacó una tableta holográfica de en medio de la mesa y comenzó a leer sobre lo que se habló en el juicio con más detalle. "Magia celeste, eh... Uy, un desastre mágico... Bueno, ¡podríamos intentarlo! Creo que el chico no la ha tenido para nada fácil... pero tendremos nuestras precauciones. Pongan a unos agentes con magia de agua y hielo a vigilarlo por un mes e informen al paladín Reck Mortz que se mantenga preparado con muchos dispositivos, objetos de hielo y agua, recomendable el alocuar o podrían prestarle el objeto legendario mariorich. Además, quiero que hagan esas pruebas a Yang bastante rápido y claro, tenemos que ver si acepta. Por otra parte, recibí una carta ilegal de Reck que decía que el conde Jens está robándole al reino. Si Krief era una basura total, necesito que Yang empiece a trabajar muy duro para solucionar los problemas que haya causado este hombre... Maldición, parece que sí era una basura, por lo que veo Alahead no ha recibido ningún beneficio, hay que apresurarse. ¡Vamos!", dijo el líder supremo dando algunas vueltas en su silla mientras seguía leyendo la tableta a gran velocidad y comprobando algunas cosas. Al final se detuvo, se levantó de esta y golpeó la mesa levemente para que todos fueran a trabajar. Los líderes y la sacerdotisa se levantaron y salieron por la puerta uno a uno.

"Sacerdotisa... Manténgase atenta con el chico y también... Haga cambios en el correo para que las cartas que vienen de cada reino... no sean tomadas a la ligera", mencionó el líder supremo con seriedad, antes de que la sacerdotisa saliera de la sala, y se sentó nuevamente en su silla. "Otra cosa... ¡A mí me parece que Rei y usted hacen buena pareja!" Al mencionar esto, la sacerdotisa se puso roja y lanzó de sus manos una gran cantidad de magia de escarcha que cubrió toda la sala. Todo era brillante allí, incluyendo al líder supremo, quien brillaba de un color blanco y amarillo. Luego la sacerdotisa salió de la sala un poco molesta, pero luego sonrió mientras seguía ruborizada. "Awww... El amor es tan hermoso... Hola, ¿podrían venir a limpiar la sala de reuniones del cuarto piso?... Gracias", mencionó el líder supremo levantándose de su silla y sacando un comunicador de su bolsillo.

*Reino de Ystir - Agencia PT - Sala de Espera*

"No se mueva, por favor...", mencionó la chica de cabello rosa mientras arreglaba a Louis. La sala estaba con un gran cuadro amarillo detrás de Louis. Este estaba sentado en una silla y frente a él estaba una cámara holográfica profesional.

"Lo lamento mucho... Pensé que sería buena idea, así ustedes hubieran recuperado su puesto de paladín al quitar a Jens del trono", mencionó Louis, tratando de no moverse mientras era arreglado.

"No te preocupes, yo entendí la situación porque lo conozco, pero tú no... Él vino solo, sin ningún paladín, para que no hubiera testigos... Él iba a matarte", dijo Mei con preocupación, desviando su mirada a un lado.

"¿Quieres salir con esa gabardina?" preguntó la chica de cabello rosa luego de terminar de arreglar a Louis.

"Sí, claro. Pero... ahora, ¿cómo quitará a Jens del trono?" preguntó Louis con algunas dudas en su cabeza.

" 'Suspiro' El sacerdote es el encargado de este reino, pero... La única opción es la sacerdotisa, el problema es que no sé cómo contactarla sin que él se dé cuenta... Bueno, algo se me ocurrirá. Lo importante ahora es que hagas este vídeo con Amy", respondió Mei abriendo la puerta para salir de la sala. "Bueno, los dejo, y... sé tú mismo, Louis". Luego de estas palabras, Mei salió de la sala y de pronto un sonido salió de un bolsillo de su pantalón. "Hola, ¿pasó algo?... Qué... Muy bien, prepararé todo." Mei contestó la llamada y de una ligera sorpresa, salió una sonrisa, para luego colgar y tener un suspiro de alivio.

"Muy bien, paladín Louis... ¡Ahora!" dijo Amy preparándose para comenzar la grabación.

Luego de un gran suspiro lleno de decisión, Louis comenzó con sus palabras con una ligera sonrisa en sus labios: "Hola a todos... Disculpen por el miedo o incomodidad que les cause... Soy Louis A. Keeper... Soy un paladín del reino de Alahead... Y soy un humano mitad demonio...".

Fin del capítulo

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