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XI - Paciente Cero

Después de un tiempo de deliberación sobre qué estaba pasando y si el padre de Erik era o no una amenaza, todos optaron por darle y darse a ellos mismos un oportunidad.

Con las indicaciones de Ariana y la fuerza superior de Richard reacomodaron todos los huesos rotos lo mejor que pudieron, lamentablemente para este último el procedimiento provocó varias laceraciones en el cuerpo del anciano, de las cuales salió sangre negra.

Por suerte tenían una cortina extra que evitó que la mayor parte de la sangre salpicara directamente en Richard.

Cuando colocaron los restos de los huesos en una posición similar a la que debían estar, el cuerpo del anciano empezó a recuperarse a un ritmo mucho más rápido, aunque muy esperanzados por lo que parecía ser la recuperación del anciano, todos aun estaban preocupados por la extrañeza del suceso, por lo que decidieron usar todas las sabanas y cortinas con las cuales habían envuelto el cadáver al traerlo, para inmovilizarlo, además lo ataron cuidadosamente a la puerta sobre la cual lo habían traído.

Durante todo este proceso el más preocupado era Erik, quien los momentos que no ayudaba a atar a su padre lo dedicaba a caminar en círculos y hacer varias preguntas a su esposa sobre cualquier tipo de enfermedad, virus, bacteria o parásito que pudiera provocar este estado, recibiendo la misma respuesta siempre, este era realmente un caso único, o al menos ella nunca había oído hablar de algo remotamente similar.

Cuando terminaron de resguardar el cuerpo Ariana les recordó que debían comer, tal vez sus cuerpos parecían no estar hambrientos en estos momentos, pero esto era solo porque el estrés de la situación hacía que el hambre no fuera realmente algo tan importante, así que bajo su supervisión los tres comieron, pese a no sentir la necesidad de hacerlo, al terminar de comer se dieron cuenta que no tendrían suficientes suministros dentro de poco, por lo que tendrían que regresar a la ciudad y buscar mas, tan pronto como cupieran.

El tiempo pasó y se dieron cuenta que esto podría tomar más de lo que esperaban, así que decidieron turnarse para vigilar el cadáver que parecía querer volver a la vida, así como también por si alguien más se acercaba, y pese a las protestas de Ariana esta guardia se destinó únicamente a Richard y Erik, pues aunque ella podría tener más conocimientos médicos, si el cadáver volvía a la vida como un zombie, el que tenía mejores posibilidades de no salir herido era Richard seguido de Erik y por último Ariana.

Erik tomó la primera guardia mientras que los hermanos aprovecharon un poco de sombra bajo unos pequeños árboles y trataron de descansar, el tiempo de vigilia de Erik se destinó en gran parte a observar el cuerpo envuelto de su padre por alguna señal de movimiento o vida, dándose algunos pequeños descansos para caminar por los alrededores y comprobar si alguien o algún grupo se acercaba a ellos.

Para su suerte aunque vio unas cuantas personas todos se alejaron del lugar cuando lo vieron, también trataba de ver la posición del sol cada tanto, pues se habían dado cuenta que cualquier dispositivo electrónico había dejado de funcionar, y la única manera de calcular la hora que tenía en ese momento era con la posición del sol.

Cuando empezó a sentir que se acercaba el momento de cambiar de turno con Richard pensó en dejarlo dormir sin más, después de todo aunque, ya eran familia, estaban aquí por su padre y este era su responsabilidad, más que la de cualquiera de ellos, mientras pensaba en esto su oído lo alertó de algunos movimientos y forcejeos, al seguir la dirección de estos vio que era su padre, este se estaba empezando a mover, sus movimientos no eran demasiado fuertes, solo parecía estar comprobando su situación actual, pensó en ir hacia él y soltarlo para decirle que todo estaba bien, que un milagro lo había revivido, pero se detuvo al pensar que tal vez ya no era él, y si el como guardia lo liberaba y no podía contenerlo o alertar de su despertar, su esposa y su cuñado serían las siguientes víctimas.

Erick apretó los dientes y soporto este impulso, antes de dirigirse hacia su esposa y su cuñado, para despertarlos advirtiéndoles que su padre parecía haberse despertado, Richard sacó su espada y se colocó en la primera fila al lado de Erik, mientras Ariana se encontraba detrás de ellos, todos acercándose cautelosamente hacia el cadáver reanimado.

—Mi vida, no quiero decir esto, pero es posible que ese ya no sea tu padre, aunque no sea un zombie o una clase de monstruo estuvo muerto el tiempo suficiente como para que el daño cerebral sea irreparable— La voz trataba de ser suave y tranquilizadora —He pensado en esto pero, en el mejor de los casos será como una persona totalmente nueva en el cuerpo de tu padre, sin ningún recuerdo ni rastro de personalidad.

—Lo sé— la voz salió llena de tristeza, cansancio y algo de ira reprimida mientras apretaba fuertemente el cuchillo que Richard le había entregado antes —Con todo esto, incluso podría ser un zombie hambriento, pero al menos tengo que intentarlo, tal vez haya una oportunidad.

El cuerpo se seguía moviendo mientras aún estaba completamente envuelto y atado, Erik se acercó mientras Richard se ponía en una pose de combate listo para abalanzarse hacia adelante y empujar a Erik lejos de lo que bien podría ser un zombie para enfrentarse a el, si es que fuera necesario.

Una vez lo suficientemente cerca Erik tomó un extremo del paño manchado de sangre negra que cubría el rostro de su padre y descubrió su rostro, la primera reacción de este fue cerrar fuertemente los ojos y tratar de apartar la mirada del brillante cielo diurno, esta reacción tan humana pareció liberar algo de tensión en ellos, pero pronto notaron algo diferente, él empezó a olfatear el aire, parecía como una persona que trataba de identificar si hay una pequeña fuga de gas en la cocina, pero el rostro de Erik se frunció, esto era demasiado similar a algo que él solía ver en su trabajo, se parecía demasiado a los obreros que trataban de adivinar solo por el olor que es lo que les enviaron a sus compañeros de almuerzo, esta idea hizo que se le revolviera el estómago, las únicas provisiones que tenían eran galletas empacadas que no deberían tener olor y agua, no había otra fuente de comida cerca, esto más la idea recurrente en su mente que su padre se había convertido en un zombie hizo que levantara el cuchillo listo para defenderse.

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—Papá, soy yo Erik, perdón por atarte, te soltare en un tiempo, pero primero dime como estas, te sientes mal en algún lado, pero dilo sencillo recuerda que yo no soy un doctor.

La voz de Erik trataba de ser alegre y calmada, pero sus movimientos tensos y la pose en la que se encontraba listo para usar el cuchillo, mostraba que no estaba en lo absoluto relajado, pero con todo ello decidió esperar una respuesta, sin embargo no la hubo, el hombre atado poco a poco pareció acostumbrarse a la luz solar y abrió los ojos, sus pupilas eran completamente negras y el resto del ojo estaba cubierto con capilares del mismo color, alzó la cabeza y los observó a los tres, mientras parecía olfatear en su dirección, esto finalmente hizo que todos se estremecieran por un momento.

—Tienes hambre verdad papá, después de todo no has comido en todo un día y el curarte seguro te dejo hambriento, así que prueba esto— Erik sacó una galleta del paquete de galletas, y se empezó a cercar a su padre atado, mientras hacía una seña para que Richard y Ariana no se preocuparan o se acerquen —Son solo algunas galletas, es lo mejor que encontré, pero seguro bastará para calmar un poco tu hambre.

Finalmente avanzó y vio como su padre parecía seguir la galleta con la mirada, lo que lo tranquilizó un poco, mientras su mente le decía que tal vez solo perdió sus recuerdos y personalidad como dijo su esposa, pero no era en lo absoluto un monstruo deseoso de carne humana.

Su padre alzó la cabeza como si quisiera alcanzar la galleta y Erik la dejó caer en su boca desde arriba, cuando lo hizo su padre pareció morder el aire atrapando la galleta, dejando ver que sus dientes habían cambiado, estos eran puntiagudos, muy parecido a los dientes de un tiburón, y parecían estar diseñados para rasgar carne.

Erik trato de ignorar la nueva dentadura de su padre hasta que se dio cuenta, que la mirada de este no había estado en la galleta, sino en su mano, la mano que traía vendada desde ayer cuando se lastimó moviendo escombros, había tragado rápidamente la galleta que dejó caer en su boca solo para empezar a moverse de manera violenta para tratar de alcanzar sus manos, su movimiento era tal que la puerta sobre la cual estaba atado empezó a moverse en el suelo.

—Erik, aléjate, él ya no es tu padre.

La voz de Richard era firme mientras se acercaba lentamente por miedo a que Erik hiciera algo impulsivo debido al estado en el que se encontraba, pero este no se movía.

Cuando Richard estuvo a su lado, lo escucho, Erik estaba ahogando el llanto en su garganta, esta imagen hizo que Richard apretara fuertemente su espada, pues si a sus padres les pasaba lo mismo, no podía imaginarse estando mejor, por lo que alzó su mano vacía para alcanzar a Erik y tirarlo hacia atrás, pero este se volteo hacia él mientras guardaba su cuchillo en la funda antes de mirarlo a los ojos.

—Por favor, al menos que no sufra esta vez.

La voz era muy triste y apagada mientras retrocedía junto a Ariana, quien también tenía lágrimas en los ojos.

Richard se paró frente al cadáver reanimado que cada vez estaba más agitando y parecía moverse con más fuerzas, haciendo que la puerta sobre la que se encontraba se tambaleara en el suelo, pensó en cómo acabaría con algo que parecía haberse regenerado de heridas tan graves, que no creía ser capaz de provocar heridas o daños de la misma magnitud él mismo sin vomitar en el intento, la opción más simple y menos dolorosa seria una rápida decapitación, pero seguía siendo el suegro de su hermana, y había sido una gran persona, no quería que lo enterraran decapitado.

Finalmente levantó su espada y la clavó en el corazón del cadáver, este se agitó violentamente unos instantes mientras Richard giraba su espada para asegurarse que el corazón estuviera lo más destrozado posible, para que no pueda regenerarse, mientras lo hacía sintió un asco visceral por lo que estaba haciendo, y su cerebro le trajo los recuerdos de las veces que había comido corazones de pollo, cerdo, res y otros animales, al sacar la espada del pecho del hombre que había dejado de moverse, tuvo que alejarse para poder calmar las nauseas que tenia y se sentó a un lado sintiéndose sin fuerzas.

Todos permanecieron sin decir nada por un tiempo hasta que Ariana se acercó a Richard.

—Tenemos, tenemos que comprobar que no volverá a revivir, no se que hayas hecho, pero seguro que no era tanto daño como el que tenía antes..

Richard frunció el ceño antes de asentir con la cabeza, y se levantó, sus pasos no eran tan firmes y sentía que se tambaleaba, no era su cuerpo, él no se sentía cansado, pero le parecía que todo pesaba y era más difícil de lo que debería ser, sin embargo siguió a su hermana mientras ella le ordenaba que hiciera varias cosas.

Primero cambió las ataduras del cadáver para asegurarlo firmemente dejando solo un brazo expuesto, sobre el cual hicieron varios cortes de diferentes tamaños y profundidades, después de lo cual Ariana lo guio al lado de Erik, quien parecía algo más calmado, pero su mirada seguía perdida en el horizonte.

Cuando se dieron cuenta Ariana los estaba despertando justo antes que los últimos rayos del sol desaparecieran.

—Esta vez no se está regenerando, parece que solo pasa una vez.

El silencio los invadió con algo de alivio y tristeza casi en la misma medida, Erik se levantó con una expresión firme a pesar de las ojeras que cubrían su rostro antes de mirar a Richard quien se levantó, entre los dos arrastraron y dejaron caer al padre de Erik en el pozo, antes de poner la puerta encima de él y empezar a cubrirlo con tierra hasta tapar el hoyo a la luz de la luna y las estrellas.

—Perdón, por acabar con él.

—Eso ya no era mi padre y él hubiera preferido eso a volverse lo que sea que eso fuera.

El silencio entre los dos se mantuvo hasta que una voz les llamó.

—Sé que ha sido un día muy pesado, pero necesitamos volver rápido a la ciudad, al menos debemos avisarle a la policía sobre esto, no creo que tu padre sea el único al que le este pasando esto.

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