El misterioso y espeluznante hombre dejó perpleja a toda la banda. El solo hecho de mencionar su nombre causó revuelo. —Mi nombre es Aiden—dijo con una inquietante y para nada agradable sonrisa.
Quedaron impactados tras semejante revelación. El único factor en juego que causó miedo en los miembros criminales fue el hecho de que el nombre de “Aiden” fue mencionado por Aedus, refiriéndose a él como la “primera prueba”. La característica principal de la que habló el Dios fue de que era un loco... y viéndolo de cerca, lo parecía y mucho. Casey fue el más afectado de todos, su inquietud era notoria; tenía miedo.
Sin previo aviso, Aiden tomó con fuerza el pequeño brazo de Max, causando un sentimiento de extrañeza en el chico de ojos de colores. Continuando, apretó con mucha más intensidad, lo cual le dolía a Max. Entre dolor, dijo—¡Ah, yamete-kudasai! —el único talento que Max tenía no era luchar, ni hablar, ni nada de eso, sino que era humillarse de las peores formas posibles.
Aunque ello era entendible, debido a que, como tal, Max no estuvo presente en las colosales islas de piedra, lugar donde Aedus dio inició las pruebas. —Bien, bien. Ya puedes soltarme, querido—pidió.
La petición de Max para que lo liberara no tuvo respuesta. Aiden soltó unas pequeñas risas, seguido de unas carcajadas mucho más insanas. La situación solo favorecía la característica de Aedus mencionó momentos atrás... ese hombre estaba loco.
Yacía la esperanza en la pobre alma de Houston, la razón era que él estaba en negación, porque quería que toda la escena que estaba viviendo en ese momento, solo fuera una coincidencia. Y que por el contrario, lo de Aedus no fuera real.
Tan solo en un parpadeo, Aiden jaló bruscamente el brazo que ya tenía agarrado. Max se asustó. Con furia, lo arrojó contra la cabaña abandonada; impactando contra esta. El choque fue tan devastador que los escombros volaron a todas direcciones. Polvo fue desprendido del suelo a causa del ataque. Terror, sorpresa y preocupación... el ambiente acumuló todas esas sensaciones y sentimientos. La banda no sabría cómo reaccionar.
Entre risas, gritó—¡¡¡Yo, Aiden, seré su primera prueba!!! —acto seguido, rió como loco.
—Mierda—dijo Houston. Todas sus esperanzas cayeron en picada. Ya no había dudad... ese hombre es su primera prueba. Aiden iniciaría una frenética batalla contra todos. Era tan fuerte que nadie creyó poder vencerlo; no había salvación. —Sigues tú, barbudo—anunció Aiden.
Tomó marcha y caminó con lentitud para asesinar al “líder” —No te preocupes, morirás rápido. Destrozaré tu estúpida cabeza en un instante—advirtió. Los pasos lentos eran para demostrar superioridad, que no necesitaba ir rápido para cumplir sus objetivos.
Inundado de silencio, el bosque era el escenario de una frenética lucha; Aiden contra 6.
A pesar de la batalla que estaba iniciando, perseveraba el silencio total en ese bosque. El silencio fue opacado por cierta voz heroica que resonó entre los cientos y cientos de árboles. —¡Espera! —la voz de William sonó. Las aves espantadas salieron volando por el ruido que ocasionó el miembro de la banda. Pudo conseguir la atención de Aiden gracias a su grito heroico—¡Tú no atacarás a mis amigos, Aiden! No lo voy a permitir, así que lucharé contra ti porque eres un tipo muy pero muy muy muy malvado... ¿chi? —Toda la maldita banda eran... peculiares por así decirlo. Houston es un deprimente e inútil líder, William hablaba muy extraño y como si tuviera cinco años, Juxs un aburrido que parece desinteresado en cualquier cosa, John callado y Casey un agresivo-cobarde.
Aiden tenía agarrado del traje a Houston, confundido miró a William—¿Quién te crees? No me importa que quieras tú. Hagas lo que hagas yo voy a matar a... —Aiden, sin previo aviso, acababa de ser atacado. Como un maldito rayo, William impactó, en menos de un segundo, el rostro de Aiden solo con su puño; su infame puño. Un puño fue capaz de mandar a volar a su enemigo de un solo golpe. El villano estaba chocando contra decenas de árboles, y como la fuerza del ataque que recibió fue tanta destruyó varios en el proceso. Ya después de unos pocos segundos, Aiden chocó contra el último árbol que sí lo frenó; cayó al suelo.
Por segunda ocasión, la amigable naturaleza de William hizo que se preocupara—¡No puede ser, lo siento mucho, señor Aiden! —una de las características de William, es que hablaba tal cual un doblaje barato de una serie animada. No obstante, fue el único monstruo que estaba a la altura de Aiden.
Antes de que alguien se diera cuenta, Aiden ya corría para vengarse del golpe que le habían propiciado. Sangre brotó de sus labios con un intenso rojo; un indicio de que William logró dañarlo. ¡Pero no era suficiente para derrotarlo! Daría más de sí, tanto Aiden como William.
Sorpresivamente, en la espalda del traje del villano, un bulto se formaba. Parecía que unos tumores de carne aparecían en su espalda. Una nueva habilidad tomó protagonismo... de la espalda de Aiden crecieron carnosas y rojizas extremidades; parecidas a tentáculos. Riendo a carcajadas, exclamó—¡¡Esto será mucho más interesante de lo que pensé!! —por un breve periodo de tiempo, Aiden se perdió de sí mismo. Sintió miedo. ¿Qué pasó para que un sujeto tan agresivo tuviera miedo? La respuesta tenía origen en William.
—¡¡¡Veo que tienes esos ojos de mierda!!! —gritó Aiden
William en una pose de combate listo para la pelea, sonrió. Sus ojos estaban sangrando por una extraña razón. No era lo mismo que pasó antes de conocer a Aedus. Ahora las pupilas de William eran... ¡estrellas! —¡Sí, mis ojos son estrellas y se ven cool! —Soltó una pequeña risa—descubrí estos ojos hoy en la mañana, jiji.
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Los eficaces pasos de Aiden regresaron. Se recuperó del temor al ver esos ojos estrella por parte de su contrincante. Ahora, con ayuda de sus nuevas extremidades, se impulsó. Dio un salto para poder estar en el aire y así poder atacar desde arriba. William se hallaba distraído, no se percató de la impecable patada que estaba a punto de recibir su cabeza. Afortunadamente, se dio cuenta a tiempo, dando un salto lateral a la derecha para esquivarlo.
Para su mala suerte, la patada de Aiden si logró asestarle en su brazo izquierdo. La fuerza de dicha patada fue tanta que molió todos los huesos del brazo de William—¡Auch, eso sí dolió! —se quejó el usuario de los ojos estrella. A pesar de contar con una fractura horrible, William seguía sonriendo con heroísmo.
—Por un momento tus estúpidos ojos me asustaron. Pero tal parece que no los dominas ni un poco—dijo Aiden. Luego, con suavidad, deslizó sus dedos entre el lacio cabello de William. Acto seguido apretó con fuerza su pelo y con una ira infernal, lo lanzó igual que Max; sacándolo de la zona de batalla
Rodando por el suelo, la piel de William estaba recibiendo severos raspones en toda su piel, además del dolor de su brazo roto. Rato después, la inercia hizo que se detuviera.
Nuevamente, Aiden miró a Houston con molestia. Este último estaba de rodillas.—Tuviste suerte, escoria. Ese maldito imbécil de los ojos estrellados intentó salvarte, pero mira donde está ahora... algo mucho peor te espera a ti—amenazó a Houston.
Con determinación, Casey asustado y Juxs sereno, distrajeron a Aiden lanzándole rocas que encontraban en el suelo—¡John, corre y ve a ver al muchacho de los ojos estrella! —dijo Juxs. Siguieron lanzando piedras, molestando así al espeluznante hombre.
John obedeció y se embarcó en la búsqueda de su compañero. Solo debía seguir el rastro de destrucción que dejó a su paso. Siguiendo las pistas, lo encontró tirado en el suelo con repugnantes raspones —Ah, ahí estás—dijo John. Al verlo gimiendo de dolor se acercó para ayudar. No sabía cómo, pero algo intentaría hacer.
—¿Te llamas William?
—Sipi, ese s-soy yo... —una sensación peor que el infierno estaba presente en toda la anatomía de William—John... quiero decir mis ultimas palabras... —puso su mano en el rostro de John—... y quiero que se la digas a los demás...
—Dilas y apúrate—respondió con crueldad; crueldad que notó segundos después. Arrepentido, se retractó de su decir—Bien, dilas, yo les compartiré tus últimas palabras a los otros.
—Bueño, aquí voy... primero que nada... —De la nada, una reconfortante sensación de calidez recorrió el cuerpo entero de William. Con asombro, William sintió como su brazo roto estaba como nuevo—¿ah?... ya... ¡ya me siento mucho mejor! —Exclamó— ¿entonces fuiste tú al que Aedus le dio el poder de curación? ¡eso es increíble! —Sonrió—¡iré a defender al equipo, ya vuelvo! —se fue sin que John pudiera decir una palabra. Segundos pasaron para que regresara otra vez—olvidé algo—dijo. William se acercó a John, que estaba de rodillas, y como si no significara nada, le dio un beso en la frente—gracias por salvarme, John—se fue de nuevo.
De forma exagerada, John se limpió la frente con una cara que emanaba repulsión. Con asco, colocó tierra en su frente para según limpiar las partículas de baba—Detesto la saliva—dijo.
Ahora debía ir con William obligatoriamente, pues descubrieron que él era el curandero de la banda.—Nunca creí que mi día acabaría así—después soltó un suspiro.
Minutos después, William regresó al campo de batalla—¡He vuelto, chicos!—. De inmediato vio como Casey y Juxs eran ahorcados por los tentáculos de Aiden. Ambos trataban de liberarse, pero sin contar con la suficiente fuerza para hacerlo. —¡Miren, Johnsito curó mi brazito! Él es increíble—presumió William, ignorando el hecho de que sus amigos estaban siendo asfixiados hasta la muerte.
Las extremidades restantes de Aiden, al ver a William, fueron con rapidez a atacarlo. Como estaba distraído por estar feliz con su brazo arreglado, no se percató de los ataques. Así que con facilidad, fue atravesado en su abdomen, perforándolo.
El villano nunca paraba de reír—¡tú sí que eres idiota, pudiste atacarme pero por andar en tus juegos logré atravesarte! Ahora, antes de morir quiero que me digas tu nom...
—William—¡Se encontraba detrás de Aiden!
—¿¡Qué!? ¡Pero te atravesé! —dio un giro de 180 grados para ver a William—¿¡cómo rayos sobreviviste!? —En un movimiento desesperado, lanzó los cuerpos de Juxs y Casey para atacar a William. Hecho eso, regresó a su forma original sin tentáculos.
El usuario de los ojos estrella salvó a Juxs tomándolo en el aire. Ahora solo faltaba que alguien salvara a Casey, porque él no podía.
Casey caería al suelo, sin embargo, fue salvado por Houston solo que no a propósito; fue un milagro. Como Houston estaba allí de rodillas estorbando sin hacer nada, Casey chocó contra él, minimizando el daño que podría haber recibido al caer contra el suelo.
Aprovechando la situación, William siguió contra Aiden. Respondió la cuestión que le había realizado—¿Qué cómo sobreviví?... es sencillo. Yo soy mucho más rápido que tú—alardeó. Lo que había pasado fue solo una ilusión. Parecía que había sido atravesado, pero no fue lo que pasó. Cuando el tentáculo estaba a punto de matarlo, él lo esquivó con una velocidad impresionante, superando la velocidad de los tentáculos, y qué, en menos de la mitad de un segundo, ya estuviera detrás de Aiden.
Mientras ellos estaban en el clímax de su conversación, Houston aprovechó para esconderse. —Debo hacer algo—pensó. Preparó un improvisado plan en treinta segundos. Salió del lado contrario de la cabaña. Se asomó y pudo ver a Aiden de espalda. Le tomó un rato armarse de valor... ¡él era el líder, debía hacer algo! —Salvaré a todos—dijo.
Corrió hacia Aiden sin pensar en las consecuencias. El villano escuchó los pasos de Houston, así que hizo crecer un tentáculo y.… atravesó a Houston de una manera muy extraña; fue algo gracioso.
Houston empezó a ganar altura gracias a que la extremidad de Aiden crecía y creía, alzando su cuerpo. Parecía una brocheta.
A las 09:34 AM, Houston acababa de ser protagonista de un ataque mortal.