El aire en la sala del Capitán se sentía denso tras la reunión. Whisper Wind rompió el silencio:

—¿Y qué hay de ese chico, Saico? —preguntó, mirando al joven con curiosidad.

—No es un Elemental aún —respondió Ziggy con tono firme, pero sin descartar la posibilidad en su expresión.

—¿Aún? —Reckless levantó una ceja con incredulidad—. Ziggy, no tenemos tiempo para entrenar novatos, y mucho menos para proteger a alguien más débil que nosotros.

—De acuerdo con Reckless —intervino BJ, cruzando los brazos—. No estamos en posición de cargar con un peso innecesario.

Saico apretó los puños, sintiendo cómo la tensión en su pecho crecía con cada palabra. Finalmente, habló:

—No necesito que me protejan. Puedo ser débil ahora, pero encontraré la manera de ayudar.

Ziggy lo observó en silencio, viendo en sus ojos un destello de determinación que le recordaba a sí mismo hace cinco años. Sin embargo, antes de que pudiera responder, una alerta resonó en toda la base.

—¡Intrusos detectados! —la voz robótica de los sistemas de seguridad llenó la sala.

—No puede ser... —murmuró Max mientras Reckless ya avanzaba hacia la salida.

—Ziggy, ¿qué está pasando? —preguntó Saico, intentando mantener la calma.

—Grunts... y algo más —respondió Whisper Wind mientras revisaba el panel holográfico.

—Los LEGATUS no pueden involucrarse —ordenó Ziggy rápidamente, deteniendo a Reckless antes de que avanzara más. Su tono no admitía discusión—. DESTURIOS y VENATOR, esto es suyo.

En cuestión de segundos, los soldados de menor rango ya estaban en marcha. Entre ellos, Jazz y Flow ambos del rango DESTURIOS, y Punk de rango VENATOR.

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—¿Y qué hacemos nosotros? —preguntó Saico, sintiendo que se quedaba atrás.

—Observa —respondió Ziggy, poniéndole una mano en el hombro—. Aprende cómo trabajan los Elementales.

Mientras los DESTURIOS y VENATOR se desplegaban por los pasillos subterráneos de la base, las primeras oleadas de Grunts aparecieron, avanzando con movimientos torpes pero con una fuerza destructiva palpable.

—¡Mantengan la formación! —ordenó Jazz, clavando su espada en el suelo y generando una barrera de tierra que bloqueó el paso de varios enemigos.

Flow, con su espada en llamas, cargó directamente hacia los Grunts, quemando a varios en un giro rápido. Por otro lado, Punk utilizaba ráfagas de agua para desorientar a los enemigos y mantenerlos a raya mientras los demás aseguraban las áreas más vulnerables.

Saico observaba desde un punto elevado junto a Ziggy, maravillado por la coordinación y la fuerza de los Elementales. Sin embargo, algo captó su atención: un rugido más profundo y gutural que resonaba por los pasillos.

—Eso no es un Grunt... —murmuró Whisper Wind, quien ya estaba de vuelta en el panel holográfico.

—ALPHA detectada —confirmó el sistema de la base.

—¡Jazz, Flow, Punk, retrocedan! —ordenó Ziggy a través del comunicador.

Pero antes de que pudieran reagruparse, una bestia ALPHA emergió de las sombras. Era masiva, con una piel gruesa y espinas en su lomo que emitían un brillo extraño. Rugió con furia y cargó directamente contra ellos.

Jazz tomó la iniciativa, levantando una muralla de tierra para detener su avance, pero la ALPHA atravesó la barrera con facilidad. Punk y Flow se lanzaron al ataque coordinado. Mientras Flow quemaba las patas delanteras de la criatura, Punk utilizaba el agua para atacar sus puntos débiles.

—¡No pierdan el ritmo! —gritó Flow, esquivando un golpe de la cola de la bestia.

Mientras tanto, Saico miraba, con las manos apretadas en los bordes del balcón. Algo en él gritaba que debía hacer algo, pero Ziggy lo detuvo nuevamente.

—Aún no es tu momento.

La batalla continuó. La ALPHA era formidable, pero la experiencia y coordinación de los DESTURIOS y VENATORS lograron superarla. Jazz finalmente dio el golpe final, clavando su espada profundamente en el cráneo de la criatura mientras esta intentaba levantarse tras caer al suelo.

—¡Objetivo neutralizado! —anunció Punk, con el pecho agitado por el esfuerzo.

La alarma cesó, y un silencio triunfal llenó la base. Ziggy observó a Saico, quien parecía más decidido que nunca.

—¿Aún quieres unirte? —preguntó Ziggy con una media sonrisa.

—Más que nunca —respondió Saico sin dudar.

Whisper Wind, observando la escena, asintió ligeramente, como si estuviera reconsiderando su posición respecto al chico.

—Entonces prepárate, porque esto fue solo el comienzo —añadió Ziggy mientras los Elementales regresaban a la sala con miradas victoriosas.