Pasados unos 15 minutos desde que tuvieron la conversación sobre su identidad. Lucas vio como el capitán se paraba rápidamente.
Bum!!
Se escuchó un fuerte ruido de fuera de la cabina. Pero luego Adam se volvió a calmar y los miró sonriendo.
—Parece que su tía está ansiosa por verlos.
—¿? —Lucas no entendió qué quiso decir con eso.
Clock!
Se abrió la puerta con un movimiento brusco. Allí Lucas vio a una bonita mujer de cabello negro y ojos violetas como los de su hermana, su vestido revoloteaba en el aire. Al instante notó le gran parecido con su madre. Mas antes de que pudiera decir o hacer algo, todo su cuerpo se elevó en el aire junto con el de Selene.
No era magia de viento, era puro control sobre el maná. «..!!» Su sorpresa no se había calmado cuando llegaron frente a la mujer. Esta de repente levantó los brazos y... los abrazó. Un abrazo fuerte. Si no fueran ascendidos Adeptos sin duda los habría dañado.
—Ja.. ja..
Solo entonces Lucas se dio cuenta de lo áspera que era la respiración de la mujer. Sus brazos temblaban y sus ojos se llenaban de lágrimas mientras los miraba.
—Están... están vivos... están vivos. ¡Están vivos!
Su abrazo se hizo más fuerte y algunas lágrimas cayeron sobre ellos. Lucas y Selene sintieron algo que no habían sentido en mucho mucho tiempo. Calidez. No recordaban esta sensación.
—Ah...
Su hermana no aguantó y se puso a llorar también. Apretó fuerte a su tía. Fueron años muy difíciles. Lucas no siempre era el mejor consolando. A pesar de dar todo para protegerla, su trabajo psicológico se quedaba detrás. Él no lloró, aunque también abrazó a su tía. Por lo visto, sus preocupaciones anteriores eran inútiles.
••
Permanecieron así unos minutos. Finalmente su tía levantó la cabeza y los miró correctamente.
—Ja... Que bueno. ¡Que bueno! Están vivos.
Dijo eso y los bajó. Ahora mirándolos más calmada recomponiéndose.
—Han crecido mucho. ¡Y que lindos son!
Los volvió a abrazar y les dio un beso en la frente a cada uno. Ellos no dijeron nada, todavía no sabían cómo reaccionar a esta situación.
Girando hacia Adam, Celia, que es como se llama su tía le dijo:
—Me los llevo a casa.
Su voz diferente de antes. No hubo petición o permiso.
—Je, adelante. Felicidades por este... bueno, ¿milagro?
—Mm gracias. Enviaré a alguien más tarde.
—No hay necesidad. Está bien. Yo me encargo de todo aquí.
—Muchas gracias otra vez. —Les dio a los hermanos otra mirada, deteniéndose un poco más en Selene—. Vamos a casa mis niños. Hay mucho que celebrar.
Salieron de la cabina y afuera vieron que el número de personas era mayor que antes. Había numerosos soldados vestidos con uniformes violetas con bordados negros. Estaban jadeando un poco.
Uno los miró y dijo:
—..!! Duquesa... ellos.. ellos-
—Sí. Son mis sobrinos.
—..!!!
Se escucharon distintos sonidos provenientes de los guardias. Algunos gritaron, otros abrieron mucho la boca pero no salió nada. Todos no podían creer que los hijos desaparecidos de la heredera mayor aparecieran. La mayoría pensaba que estaban muertos desde hace unos años porque no se hallaba nada sobre ellos. Y muchos eran conscientes de cuanto esfuerzo había puesto la familia Elowen en encontrarlos.
—¡Es un milagro!
—¡Por la diosa Elina, estaban vivos!
—¡Sin dudas la protección de Mir estuvo con ellos!
Todo tipo de exclamaciones sonaron. Este era un evento extremadamente importante después de todo.
—..!! «¿Qué mierda de Mir y Elina?» —Lucas casi maldice en voz alta a los guardias. Estos años no sobrevivieron por la ayuda benéfica de ningún dios. Fueron ellos y Alfred todo el tiempo. Antes de que continuara con su enojo otra voz expresó en su cabeza:
«Lucas, es su manera de celebrar. No lo tomes a mal».
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«Lo sé. No voy a hacer nada. Solo que, es molesto... si un dios nos acompañó. Definitivamente fue el maldito Thanatos».
«... Bueno. Tampoco estás mal».
••
En el camino a casa los hermanos se adaptaron un poco más a la situación. Fueron a pie porque en el apuro Celia no trajo ningún tipo de transporte y podían llegar allá caminando. Selene estaba hablando con su tía y Lucas preguntó:
—Tía, ¿quién era el capitán?
—¿Mm? ¿Adam? ¿Por qué preguntas mi niño?
—Para un capitán de una puerta parece demasiado inteligente. Descubrió todo sobre nosotros muy rápido. —Lucas estaba más seguro ahora de su corazonada. Para que su tía conozca el nombre de un guardia... era capitán y todo eso pero un guardia de una puerta al final.
—Jej. Sí, es normal. Adam es mucho más capaz de lo que ese puesto amerita. —Hizo una pausa. Viendo que el varón era más reservado pensó que sería bueno hablar con él de algo—. Desde hace unas décadas, impuesto por el anterior rey. La familia real pone en algunas posiciones militares bajas o normales a gente que en realidad puede estar en lugares mucho más altos. Esto es principalmente para que nuestros enemigos cometan errores en calcular la verdadera fuerza del reino.
Celia habló francamente con sus sobrinos. Al igual que Adam, ya observó que no eran niños pequeños. Por lo menos no mentalmente. Consideró que podía hablar de este tipo de cosas con ellos. Aunque eso no impediría que jugueteara con ellos cuando tuviera oportunidad.
—Los ataques de los demonios en los últimos tiempos han cambiado, así empezaron estas medidas. Ya no siempre es un asalto frontal hacia los puertos o ciudades. A veces se escabuyen en los reinos y atacan lugares estratégicos como graneros o armerías. O simplemente un lugar al azar para provocar caos. Bueno me fui del tema.
—Volviendo a Adam. Incluso la mayoría de las familias nobles no saben lo fuerte que es en realidad. La nuestra es una de las cinco que sí conoce la existencia de guardias así, se les llama los Guerreros Ereborn. Por supuesto, el salario y recursos de las personas como él es el real, lo que es un secreto.
Lucas asintió al terminar la explicación. Ahora todo tenía sentido «También explica porque fue tan honesto con nosotros».
—Mm ya veo. No sabía que en este reino hicieran cosas de ese tipo. En Voktar es muy distinto.
—De hecho, sí. Ellos protegen al reino ante situaciones inesperadas. Hace unos ocho años. Hubo un ataque de una organización llamada Secta de la Pobredumbre aquí en ciudad Dawn. Y fue un Guerrero Ereborn el que frustró el ataque asegurándose que hubiera pérdidas mínimas, sino las consecuencias de lo que planearon serían terribles. Lamentablemente murió-
—Tía —interrumpió su hermana—. ¿Secta de Pobredumbre? Parece-
—Sí mi niña, son unos locos que adoran a la diosa Dafne. Pero basta de hablar de cosas así. —Los miró dulcemente con una sonrisa—. Espero que sean buenos con su prima, siempre ha querido tener hermanos, o algo similar.
—¿¿Prima?? —Dos voces sonaron al mismo tiempo.
—Jeje sí. Es menor que ustedes, por eso deben cuidarla mucho.
Continuaron caminando hasta que lograron llegar a la gran mansión.
••
Cuando estuvieron a unos 50m vieron unas grandes puertas abiertas de unos 5m con un muro alrededor que se extendía al menos un par de cientos de metros. Las puertas tenían cada una escrito en la parte superior ᛖᛚᛟᚹᛖᚾ, y casi el mismo símbolo del cuervo de plumas moradas. Esta vez poseía tres ojos, dos de ellos rojos y el tercero en su frente completamente negro. Sus alas extendidas.
Mientras se acercaban una extraña sensación emanaba del tercer ojo. «¡Que demonios! ¿Por qué me siento incómodo? Parece como si me estuviera miran-.. no, juzgando. ¿Soy solo yo?»
«A mí también me incomoda». Aclaró Emberlyn.
Lucas miró a Selene y también la vio frunciendo el ceño.
—Mis niños, la puerta tiene un encantamiento para causar incomodidad a los extraños que se acerquen. Sentirán como si los estuvieran juzgando. No se preocupen, cuando entremos pasará. Es algo común en la residencias principales de los nobles. Aunque con diferentes efectos. Es... una forma de demostrar el poder de la casa —explicó su tía.
«¡Maldición! Que molesto. ¿Pero solo nos afecta esto a nosotros? ¿Qué puede hacer con-»
«En realidad. Tú tía lleva desde que nos acercamos expulsando maná. No podía ver para qué era pero debe ser para protegerlos de los efectos de ese tercer ojo».
«Ohh. Ya veo».
—¿Qué magia es esta tía? —dijo su hermana.
—Magia de Espíritu. Con un maestro de sellos bueno o uno normal junto a un mago Afín al Espíritu se puede lograr esto. —Lucas y Selene tardarían en entender lo que su tía consideraba que era un maestro de sellos "bueno" y "normal".
Ya en la entrada, un poco más adaptado a los efectos del maldito ojo prestó más atención al entorno. Entonces vio a una gran cantidad de personas entre guardias, sirvientes. Incluso otros que parecían nobles por su ropa. Pues su tía había enviado a alguien antes para informar. Se veían todo tipo de expresiones en sus caras, sin embargo, la predominante era incredulidad.
El que más se destacaba con diferencia era un hombre joven que lucía en sus 30 con cierto parecido a su tía. Tenía los clásicos ojos morados y el cabello negro. Su aspecto expresaba poder y dignidad. Él sonrió cuando sintió la mirada de Lucas y dijo:
—Bienvenidos a casa. Mis nietos.
—...!!
••
Luego de unas tres horas donde hubo varios tipos de eventos. Desde una fiesta de bienvenida, un banquete, etc. Algunas personas de los nobles de antes intentaron acercarse y entablar conversaciones breves y amistosas con ellos pero fueron retenidos rotundamente por Celia. Con una dulce sonrisa. También se acercaron a un mago y este les lanzó un hechizo para que la puerta no los molestara más.
En ese tiempo conocieron a su abuelo materno y patriarca actual de la familia: Carlos B. Elowen. Su personalidad era una mezcla extraña de cariñoso y recto. Aún así, su tía intentó que no se sintieran agobiados.
••
En la noche. Lucas yacía en la habitación que le habían dado. Estaba al lado de la de su hermana. Celia, después de un tiempo de celebración los dejó solos para que pudieran acostumbrarse al nuevo entorno. Sabiendo que esto no ocurriría pronto.
Tok! Tok!
Sonó la puerta de su cuarto. Él no demoró mucho en responder.
—Adelante.
Click!
La persona que tocó era Celia. Lo miró y dijo:
—¿Cómo estás mi niño?
—Estoy bien tía. No te preocupes. Demasiado bien, de hecho... No esperaba... no esperaba que todo fuera tan fácil al llegar aquí. Se siente... raro.
Ella no dijo nada. A pesar de su urgencia por saber que pasó. No iba a atormentar más a sus sobrinos el primer día. La verdad podría esperar. Lo importante era que ellos estaban sanos y salvos.
—Uff... verás tía todo comenzó-
—¡Espera! Lucas, no necesitas decirme ahora. Puedo esperar —dijo mientras se acercaba y le acariciaba la cabeza—. Lo importante es que están bien. Puedes decirme más adelante.
—No importa. Puedo hacerlo ahora mismo.
—...
—Mira... Todo empezó cuando tenía cinco años. En el mes de junio creo. A principios de mes nuestros padres desaparecieron sin dejar rastro...
Así, Lucas narró como fueron sus últimos cinco años. Sus padres se esfumaron, Alfred el jefe de mayordomos del ducado tuvo que tomar el mando de todo y cuidarlos a ellos. Al principio con algunos esquemas y eventos falsos engañó a los nobles vecinos de la desaparición del Duque y la Duquesa. Pero fue cuestión de tiempo antes de que se descubriera. Luego, todo cambió.
—Sin demora muchos nobles se aliaron para tomar el territorio. —Hizo otra pausa aquí y apretó los puños. Su ira no bajaba sin importar cuanto tiempo pasara—.Debes saber como es el Reino Voktar tía. Aunque preservamos algunos aliados, no duraron mucho. Algunos nos traicionaron, otros se mantuvieron neutrales y solo dos se quedaron a luchar con nosotros. En ese tiempo Alfred decía que no podíamos comunicarnos con ustedes. Lo que no entendí muy bien la razón...
—Siempre ha sido difícil la comunicación entre ambos reinos Lucas. Es algo que el Reino Voktar ha dedicado esfuerzo por lograr con cualquier reino en general... puedes parar si quieres.
—No. Seguiré. Es mejor decir todo ahora.
Prosiguió su narración.
Después de ir perdiendo el territorio, sirvientes, guerreros, todo. No les quedó más remedio que huir. Mas eso estaba lejos de ser fácil. En Voktar hay una ley no escrita: Si acabas con tu enemigo, lo acabas completo. Las persecuciones fueron súper intensas. Los nobles emplearon todo tipo de recursos para encontrarlos. Alfred tuvo que usar los recursos restantes del ducado para que sobrevivieran.
En ese tiempo Lucas y Selene. Que ya habían tenido que pelear. Tal vez por la presión, despertaron sus núcleos de Maná al cumplir los siete años cada uno. Desde ahí, cuando les llegó esa información a los nobles de los perseguidores, las cosas se elevaron a un nuevo nivel.
—Entonces... por casi tres años esa fue nuestra vida. Huir, pelear, huir, pelear. Finalmente... llegamos a la frontera del Reino Voktar con el Reino Cyrus. Ahí...—Esta era la parte más difícil de decir para Lucas—. Nos separamos de Alfred....
—A partir de ahí. Hemos estado viajando solos. Enfrentando y huyendo de los restos de la gente enviada por los nobles. A pesar de ser otro reino todavía habían bastantes. No podíamos usar nunca las puertas warp. Y en varias ocasiones nos salvamos por unos objetos de teletransportación de un solo uso. Los usábamos cuando había alguien demasiado fuerte en el grupo. Uf..
—... Bueno. Eso es todo... Logramos llegar a Arpen y te buscamos.
Se hizo silencio total en la habitación. Celia se esperaba que fuera algo crudo, y todavía la sorprendió. Y eso que Lucas solo se centró mayormente en los hechos que ocurrieron, no en cómo se sintieron ellos.
Muchas cosas coincidían con lo que ella sospechaba. Hace unos años, su hermana, que se comunicaba poco, pues siempre andaba en cosas de investigaciones mágicas, dijo que esta vez se iba a demorar más por algo importante. A partir de ahí pasaron casi dos años sin saber nada de ella. Envió a alguien para ver que pasaba, pero cuando la persona volvió le dijo que toda la zona del duque era una zona de guerra.
Fue ella misma encubierto con un grupo de élites. Y cuando llegaron el territorio ya había sido tomado por nobles circundantes. Le preguntaron "amablemente" a algunos soldados del lugar, y entendieron algo de la situación. Pero nunca supieron nada de sus sobrinos. Lo cual tiene sentido. Ese Alfred los estaba protegiendo, si su grupo hubiera podido encontrarlos. Entonces definitivamente los nobles también pudieran haberlo hecho.
Intentado cambiar de tema, ya que por fin entendió todo, le dijo a Lucas:
—Por cierto, ¿me dijeron que quieres ir a la Escuela Primaria Mir?
—¿Eh? Sí. Quiero convertirme en un maestro de sellos. ¿Hay algún problema con eso tía?
—No te preocupes mi niño. Queda una semana para que empiece el nuevo curso. Yo me encargo de todo.