- ¡Con más fuerza!
- ¡Si!
Estábamos en una villa de Digimons. Hace unos días que llegamos y fuimos recibidos por los enviados de los tres grandes ángeles, rápidamente nos volvieron a poner al día con la situación. Mientras la batalla de los niños elegidos no paraba de avanzar dejaban aldeas destruidas y terreno desnivelado por dónde pasaban, juro pude sentir la expresión de fastidio debajo de la máscara de ese Angemon.
Los digimon habitantes nos recibieron bien, finalmente quedamos en que tres tamers nos quedaríamos en este pueblo y el resto se irían en grupos de tres a otras zonas dañadas.
Actualmente me encuentro "descansando" del trabajo de reconstrucción, y con eso me refiero a que Nayen me está ayudando a perfeccionar mi combate cuerpo a cuerpo, no era malo pero me faltaba técnica.
Seguí intercambiando golpes con Nayen por unos minutos hasta que un Leomon nos vino a buscar.
- Aún me sorprende que un humano pueda pelear a la par de un digimon
- Hah... Ahh.. No sería el primero
Dije recordando cierto tamer de ropajes rojos. Acompañamos al León de vuelta a la aldea en dónde nos pusimos a almorzar un festín de carne y vegetales asados, cortesía del restaurante local.
- Aaron, después necesitamos tu ayuda para construcción
- Claro. Nayen creo que mejor lo dejamos hasta aquí por hoy jsjs
- ¿Ya te cansaste?
- Un poco...
Con una risa ambos fuimos con los demas a seguir comiendo y hablar, por costumbre me puse a servir la mesa y discutimos lo que hariamos despues.
- Esta aldea ya casi está lista, mañana creo que estaríamos listos para irnos
- Oww... ¿Ya se tienen que ir?
- Eso me temo jsjs, pero puede que volvamos de visita ¿No?
- Ya veremos, lo importante ahora es recuperar el daño causado y restaurar el balance que se pierde a medida que avanza el mal. ¿Ustedes han conseguido evolucionar a sus compañeros?
- Aún no, según lo que me dijeron solo tengo que cuidarlo bien hasta que se dé el momento justo
Alice es la menor de nosotros, recibió su Vital Bracelet cuando cuido de un Gizamon herido y este decidió ser su compañero.
- Yo solo hasta el nivel adult, mi digisoul no es tan fuerte todavía
- Tuve suerte de que el mío solo requiere el pasar de una carta
Dijo Alex, el tercero de nosotros y el mayor, es el compañero del Leomon de antes y tenía un D-Ark en su posesión de color dorado colgando de su cuello, contrastando con su ropa verde y azul.
Alrededor nuestro en la mesa estaban los demas habitantes, todos ellos no pasaban del nivel child a excepción del lider, un Sealsdramon.
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- ¿Ya saben a donde iran despues de terminar acá? Con lo que nos han ayudado no tenemos problema en dejarlos quedarse un poco más
- No se preocupe Sealsdramon, tenemos que seguir andando para contener los daños
- Pero puede que volvamos más adelante, según el mapa esta villa es una buena base para ir a las demás
- ¿Mapa?
Ante la pregunta de Alice saqué mi digivice IC y con presionar un botón un mapa holográfico salió de la pantalla y girando la rueda del centro el aumento se alejó lo suficiente para una vista aérea de la villa, alrededor se encontraban otras 4 estructuras que representaban establecimientos grandes de Digimon.
- ¿Desde cuando los digivice pueden hacer eso?
- Estamos en un mundo hecho de datos, el momento en el pusimos pie acá nuestros digivices se adaptaron para usar esos datos y hacer cosas que no podían en nuestra dimensión
- Sin presumir Alex jsjs
Después de comer y charlar un rato cada uno volvió a su tienda de campaña a descansar, o ese era el plan cuando en medio de la noche un temblor que fue creciendo gradualmente alertó a los locales.
- ¿Ustedes no lo sienten?
- No... ¿Tu si?
Mire al suelo y me concentré en mis pies y la tierra alrededor, por unos segundos pude ver ondas esparcirse desde las afueras de la villa.
- ¿Energía cinética...?
- ¿Dijiste algo?
- No... Nada...
Un zubamon que atendía el restaurante se acercó a nosotros y llamó nuestra atención, indicándonos de donde sentían todos el temblor y efectivamente era la misma dirección de dónde venían las ondas. Subimos a un cerro que estaba de camino y nos instalamos para ver qué es lo que se avecinaba. Nada nos pudo preparar para lo que venía.
- ¿Esos son...?
- No, no solo Digimon... ¿Cómo se colaron tantos acá...?
- Monstruos
- Aaron ¿No son los de tu juego?
- Se ven distintos...
Desde la lejanía una polvadera escondía una estampida de criaturas diversas, pude reconocer algunas pero otras nunca había visto, todas se dirigían rápidamente a la villa. Concentrándome más pude notar algo inusual, un aura negra envolvía a cada una de las bestias, era errática y afilada como si les hiciera daño. Confirme que solo yo veía eso cuando en todo el camino a la aldea nadie lo mencionó.
Dimos la alarma y todos los Digimon evacuaron, a excepción de unos cuantos que se quedaron a pelear a pesar de nuestras protestas, entre ellos los trabajadores del restaurante, una familia de la línea de zubamon y un ludomon. El líder Sealsdramon se paró al lado nuestro de vuelta en la colina, viendo la estampida acercarse más.
- ¿Tienen un plan?
- Por favor díganme que tenemos un plan
- Mientras evacuabamos le pedí a Leomon que pusiera trampas en la trayectoria de las bestias, eso nos comprará tiempo para encargarnos de ellas una a una
- Son demasiadas...
- ¡Tenemos que defender nuestro hogar!
Insisto en que Zubamon y Ludomon debieron quedarse en la zona segura junto a Alice, pero es su decisión.
- Aaron, dijiste que eras un domador de bestias ¿Verdad? ¿Cuántas tienes a tu disposición?
Sip, esa es la identidad que pienso tomar como civil, no puedo esconder a mis compañeros por siempre así que es mejor esto para evitar problemas.
- Solo tres contando a Nayen, pero no somos débiles, también puedo alterar el terreno de combate con cartas portal
De mis bolsillos salieron Teff y Telemachus poniéndose a mis hombros. De mi hammerspace un cinturón especial se equipó a mi, conteniendo una lanzadora estándar de babosas y un deck de cartas. Saque una carta portal común y la arrojé al suelo, un brillo expandiéndose a nuestros pies.
- ¡Telemachus, surge!
Un aullido creó una corriente de viento que anunciaba el surgimiento de un lobo de cinco colas. Lo primero que hizo fue ir a mi y derribarme con su enorme cabeza buscando caricias.
- ¡Ya ya, te sacaré más a menudo lo prometo, solo déjame respirar!
Tomo un minuto que se calmara, después de todo es la primera vez desde que lo tengo que vuelve a su forma normal. Una carga de digisoul después y Youkomon también estaba a mi lado, me subí a lomos de Telemachus y entre todos partimos a interceptar la estampida.