- ¡¡I am a dwarf and I'm diggin a hole!! Dig a dig a hole, dig a dig a hole~
Acompañándome estaba mi pequeño coro siguiendo la canción, menos el Otyugh que parecía no entender, después le enseño jsjs
Llamas doradas flotaban alrededor nuestro como animas, iluminando el camino y revelando los secretos de las minas. No se por qué lo cerraron. ¡Hay metales por todos lados! Si tengo suerte incluso podré encontrar Chrome Digizoid.
Las luces parpadeaban cada vez que creaba un pico de aura negra para extraer los minerales, usar las dos auras al mismo tiempo es casi imposible... Lo mejor que pude lograr fue mantener una pequeña anima dorada mientras minaba una veta de hierro.
- Con todo esto no tendré que comprarle a los viejos careros en mucho tiempo jajaja
Antes de que me diera cuenta había bajado tanto que me era imposible no sudar por el calor, tuve que sacarme la armadura y bastante ropa para poder seguir adelante aunque los demás parecían bastante bien en comparación. Tras cerca de una hora de almacenar minerales y usar analizar con todo lo que brillaba finalmente lo encontré.
- Chrome Digizoid.... Ohohoho~ Las cosas que haré contigo
Con una sonrisa asquerosa y una mirada de preocupación por mi salud mental de parte de Teff acerqué la pequeña anima dorada al afloramiento de mineral. Eran cristales cubicos que sobresalían del suelo y las paredes, cubiertos de venas brillantes que emitían una extraña energía, colocando una mano sobre una de las vetas sentí como la energía era similar a mi digisoul... Ambas son energias digitales, deben tener la misma base.
- Ya tendre suficiente tiempo para investigar cuando vacie este lugar jajaja
Cuando mi pico golpeó una de las grietas llenas de mineral un eco metálico resonó por las cuevas, seguido de un golpe seco al caer un pedazo del mineral al suelo. Cuando recogí el pedazo de metal plateado sentí una vibración inusual en el suelo. Concentrandome en la energía transmitida bajo mis pies pude sentir que venia del fondo de las cuevas, ademas de darme un mapa de las profundidades a un kilometro... Mi cabeza duele.
Memorice la estructura de las cuevas lo mejor que pude antes de apagar mi sexto sentido para ahorrarme la molestia.
- Parece que hay algo abajo... Que dicen ¿Vemos de que se trata?
Solo Telemachus respondió con un asentimiento. Saqué un poco más de Chrome digizoid antes de seguir bajando y llegar a una caverna amplia con agua corriendo por las grietas donde nos sentamos a descansar, encendí algunas linternas y las coloqué en las esquinas del campamento para descansar mi aura. Nota mental, comprar tanques de oxigeno, se está haciendo más escaso a estas profundidades.
- Intestinos de velociprey para ti, comida de babosa para ti y... No tengo nada listo para mi
Resignandome saqué un largo papel de mi hammerspace y revise las cosas comestibles que tenía conmigo, no eran muchas, supongo que averiguare que mas aguanta mi tripa. En una zona despejada saque el cuerpo de un gran monstruo similar a un ave gigante con cornamenta. Con un pedestal y gancho de aura negra lo colgué y deje que se desangrara mientras tanto, el líquido rojo oscuro cayendo en un balde. Saqué un soporte y una olla de acero con suficiente capacidad para alimentar un grupo mediano, le puse aceite y saltee algunas verduras que tenía conmigo y setas que crecían en las paredes de la caverna, según el sistema son inofensivas o tienen un veneno leve, pero no pueden ser peor que la comida del subsuelo y el mercado negro.
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Corte toda la carne de las piernas y pecho y con un torbellino dorado pique una porción en carne molida, usándola junto a algunas hierbas como relleno para una previamente lavada membrana de intestino.
- Telemachus ¿Quieres lo que queda del pajarraco?
- ¡Woof!
Sacando una carta portal el gran canino volvió a su forma verdadera y comió la carne restante del cadáver en el suelo.
Hice agujeros en las longanizas y aumente la energía calórica alrededor de ellas para que se cocinaran hasta tener un color rojizo tostado. Las piqué y añadí a la olla junto a el resto de carne y bastante agua y sal. La envolví en aura negra para mantener la presión y aumentar el calor.
Nuevamente todos sentimos un temblor, esta vez más fuerte al punto de perder el equilibrio.
Pasó una hora y hice un agujero en la cubierta negra de la olla para liberar la presión y tras unos minutos destape la comida. Una nube con el dulce aroma de carne y setas llenó la caverna, mientras me asomaba a ver la olla sentí el hocico de mi Lumagrowl apoyarse en mi hombro y olfatear con fuerza, a la vez la babosa en mi otro hombro estaba que se lanzaba a ser parte del caldo.
- Contrólense ustedes dos, ya les sirvo
Dije eso, pero estaba babeando y me llevé un cucharón a la boca solo para quemarme la lengua, rápidamente me concentre y absorbí la energía calórica en mi boca para enfriar la comida.... ¡¡Está delicioso!!
Antes de poder servir un plato para cada uno otro temblor se hizo presente, pero a diferencia de las veces anteriores no se detuvo y solo siguió aumentando en intensidad, el sonido de algo arrastrándose por las cuevas hacia nosotros nos puso en alerta. Saqué mi lanzadora y con Teff de munición apunté hacia la cueva de donde sentí una enorme firma de energía digital.
- Huele delicioso... Pensé que me había acabado todos los manjares de esta caverna
- Oh Dios....
Apenas vi una cabeza negra de serpiente asomarse por la cueva le pedí al pequeño Otyugh que fuera a la aldea, si esa cosa sale de acá pondrá a todos en peligro....
- ¿Tu eres el responsable de ese aroma? Un humano... Espero que tengas mejores modales que los últimos que me encontré
- Orochimon
- Así que sabes quien soy... No, sabes que soy pero no me conoces
- ¿Has encontrado a otros humanos antes? ¿Qué pasó con ellos?
- Nada importante, solo digamos que no volverán a molestarme. ¿Qué es esa olla que tienes ahí?
Estaba tan vigilante de su cabeza principal que no noté cuando enrosco su cuerpo alrededor de nosotros, sus cabezas metálicas estirándose y observándonos desde todos los ángulos. Veamos ¿Qué se de Orochimon...? Solo la cabeza negra es real, tiene suficiente fuerza para colapsar la caverna y...
- Es un caldo que hice con cosas que tenía a la mano... Pero le falta un ingrediente. Cuando esté terminado estaré feliz de compartirlo contigo
Lo vi sonreír y juro que sentí las demás cabezas soltar un sonido metálico de satisfacción. Me acerqué a la olla y de un bolsillo saqué una jarra de arcilla sellada con cera, era lo suficientemente grande como para tener que sostenerla a dos manos, con cuidado vertí la mitad del vino color jade en la sopa y revolví lentamente.
- Ese olor... ¿Cuáles son los contenidos de esa jarra?