Después de semanas de entrenamiento intensivo, Akira se sintió más conectado con la magia de Umbra que nunca. Podía convocar fuego y sombras con un pensamiento, y manipular el Vacío sin perderse en su interior.

Pero sabía que este era solo el comienzo de su viaje como Bibliotecario.

Un día, mientras estudiaba un antiguo tomo sobre teoría mágica avanzada, Lux y Nyx aparecieron ante él con expresiones solemnes.

"Ha surgido una situación", dijo Lux. "Uno que requiere la atención del Bibliotecario."

Akira cerró el libro, su interés despertado. "¿Qué tipo de situación?"

"Un artefacto poderoso ha sido robado de una de las bóvedas de la biblioteca", explicó Nyx. "El Orbe de las Almas".

"¿Qué es el Orbe de las Almas?", preguntó Akira.

"Un objeto antiguo y peligroso", respondió Lux. "Tiene el poder de atrapar almas y usar su energía para alimentar hechizos oscuros. En las manos equivocadas, podría causar un daño incalculable."

"¿Quién lo robó?"

"Sospechamos de un culto conocido como los Adoradores del Vacío", dijo Nyx. "Han estado activos en Umbra Alta recientemente, predicando sobre el poder del Vacío y atrayendo seguidores."

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"Tu tarea", continuó Lux, "es localizar el Orbe y devolverlo a la biblioteca. Pero ten cuidado. Los Adoradores del Vacío no son adversarios a tomar a la ligera".

Akira ascendió, sintiendo una mezcla de emoción y aprensión. Esta sería su primera misión real como Bibliotecario, una oportunidad de poner a prueba sus nuevas habilidades y conocimientos.

"¿Por dónde empiezo?", preguntó.

"En la sección prohibida de la biblioteca", respondió Nyx, "hay un tomo que contiene información sobre los Adoradores del Vacío y sus rituales. Comienza allí".

Akira se dirigió a la sección prohibida, un área de la biblioteca que hasta ahora había tenido prohibido entrar. Al cruzar el umbral, sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. El aire aquí era más frío, las sombras más profundas, y los libros parecían susurrar secretos oscuros.

Encontró el tomo que buscaba: un volumen negro encuadernado en lo que sospechaba era piel humana. Con manos temblorosas, lo abrió y comenzó a leer.

Lo que descubrió lo horrorizó. Los Adoradores del Vacío no eran simplemente un culto; Eran un grupo de magos renegados que buscaban fusionar sus almas con el Vacío mismo. Creían que al hacerlo, alcanzarían un poder divino y se convertirían en seres superiores.

Y el ritual para lograr esto requería una cantidad masiva de energía de almas... la clase de energía que el Orbe de las Almas podía proporcionar.

Akira cerró el libro, su resolución fortalecida. No podía permitir que los Adoradores del Vacío tuvieran éxito. Las consecuencias serán catastróficas, no solo para Umbra, sino para todos los mundos.

Armado con este nuevo conocimiento, se preparó para embarcarse en su primera misión como Bibliotecario. Sabía que los desafíos por delante serían grandes, pero también lo era su determinación.

Después de todo, había hecho una promesa. Y tenía la intención de cumplirla, sin importar el costo.