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Crónicas de luz y sombra (español)
Capítulo 1: Destinos Cruzados

Capítulo 1: Destinos Cruzados

Capítulo 1: Destinos Cruzados

Escena 1: El secuestro en Celestia

La luz de la luna inunda el salón del Trono en el Palacio de la Luz. Se escuchan suaves cánticos celestial, y el aire vibra con energía pura. En el centro, Liora, una bebé de ojos celestes, reposa en una cuna adornada con motivos de alas y estrellas. Alrededor, los reyes Aurelion y Selene contemplan a su hija mientras los líderes de las razas aliadas les ofrecen regalos.

Aurelion: "Hoy, no solo celebramos el nacimiento de nuestra hija. Celebramos la esperanza, la promesa de un futuro brillante."

Selene (sosteniendo la mano de Aurelion): "Ella será la guía que todos necesitamos. Su luz sanará las cicatrices que la guerra ha dejado en nuestros mundos."

Un hada con cabello iridiscente se acerca a la cuna con un frasco lleno de polvo luminoso.

Hada: "Este polvo contiene el brillo de las estrellas más antiguas. Será su protección en momentos de oscuridad."

Mientras tanto, en un rincón sombrío del salón, Luciferis, disfrazado como un guardián, observa con atención. Sus ojos se fijan en Liora mientras sus pensamientos se convieren en torbellino.

Luciferis (pensando): "Esto no es lo que quería. No vine aquí para lastimar a nadie. Pero si ella vive... será el fin de mi mundo."

Cuando la celebración disminuye y la familia real se retira, Luciferis aprovecha la soledad de la noche. Se desliza silenciosamente hacia la habitación de la princesa, sintiendo la presión de sus acciones pesa sobre él como nunca antes. Al ver a la bebé dormir, una ola de emociones lo invade.

Luciferis: "Lo siento... No debería ser tu destino. Pero la profecía no miente."

Un movimiento rápido, invoca un portal oscuro que envuelve a Liora en sombras. Justo antes de desaparecer, se gira una última vez hacia la cuna vacía.

Luciferis (en un susurro): "Adiós, pequeña luz."

Minutos después, Selene entra a la habitación, siguiendo un impulso. Al ver la cuna vacía, su grito rompe la quietud del palacio.

Selene: "¡No! ¡No puede ser! ¡Mi bebé!"

Aurelion (llegando corriendo): "Selene, ¿qué ocurre? ¿Dónde está Liora?"

Selene se aferra a la cuna, llorando desconsolada.

Selene: "Se la llevaron... Aurelion, nuestra niña... ¡Encuéntrala!"

Aurelion (con furia, mirando al cielo): "¡Convoco a todos los guardianes! No descansaremos hasta traerla de vuelta. ¡Juro que la encontraremos!"

El ambiente en el palacio cambia; lo que antes era luz y júbilo ahora se llena de sombras y desesperación.

Escena 2: La llegada al mundo humano

En el tranquilo pueblo de Hollow Creek, el amanecer comienza  tiñe el cielo con tonos rosados y dorados. Las casas son pequeñas y acogedoras, con chimeneas que todavía emiten humo de la noche anterior. En las escaleras de un viejo orfanato, una luz suave envuelve a una bebé envuelta en una manta decorada con símbolos extraños.

Esa misma mañana, Marianne y Edward, una pareja local que pasea por el pueblo, se detienen al ver algo inusual en las escaleras. Marianne se acerca primero, movidad por la curiosidad

Marianne: "Edward, ¿ves lo que yo veo? ¿Es... un bebé?"

Edward (incrédulo): "¿Quién dejaría a un bebé aquí, en el frío?"

Marianne se agacha para examinar a la niña. Al sostenerla, siente un calor inesperado que contrasta con el aire frío de la mañana.

Marianne (emocionada): "Pero que bebe tan hermosa,mira sus ojos, Edward. Son... como el agua cristalina”

Edward (con cautela): "Marianne, no sabemos de dónde vino. Tal vez alguien la esté buscando."

Marianne (decidida): "¿Y si nadie la busca? No puedo dejarla aquí. Siento que estaba destinada a encontrarnos."

Edward observa a su esposa, que no ha dejado de sonreír desde que tomó a la niña en brazos. Finalmente, asiente.

Edward: "De acuerdo. Pero debemos hablar con el orfanato primero. Si no hay nadie que la reclame... entonces será nuestra."

La pareja entra en el orfanato, donde les informan que no hay registros de la niña. Marianne, emocionada, comienza a hablar con la directora sobre los trámites para adoptarla.

Marianne: "Se llamará Liora. Es un nombre que escuché en un sueño hace años. Significa 'luz', ¿verdad?"

Edward (sonriendo): "Un nombre perfecto para alguien tan especial."

Sin embargo desde lo mas lejos alguien los observaba como se llevaba a la niña en brazos

Escena 3: Flashbacks en Celestia

Mientras que en Celestia, el reino cae en desesperación al no encontrar  a la bebé recien naciada, la atmósfera se volvió sombría. Aurelion y Selene se reunen con el consejo de las razas aliadas, buscando respuestas. El salón, normalmente lleno de luz, ahora está cubierto por una penumbra inquietante.

Aurelion: "¿Cómo es posible que alguien se infiltrara aquí? ¡Mi hija estaba bajo la protección de todos nosotros!"

Elfo Anciano: "Majestad, las defensas del reino no han sido violadas en siglos. Esto... solo pudo ser obra de alguien muy poderoso."

Selene ( dice con voz quebrada): "Eso no me importa. Quiero saber quién lo hizo... y por qué."

Mientras tanto, en sus aposentos privados, Selene sostiene el fragmento de la manta de su hija amada, lleno de amo y recuerdos. Su luz brilla tenuemente mientras murmura una oración.

Selene: "Mi niña... Dondequiera que estés, mi amor, nunca olvides que eres amada. Prometo que haremos lo posible por encontrate y traerte a casa”

Besa y abraza la manta con buscando consuelo

Aurelion (dice con voz firme): “Salgan y busquela en todos los reinos, no regresen hasta sepan el paradero de ella, ella es la esperanza de este mundo”

La noticia de la desapercicón de la niña se esparcio rapido, todas las razas aliadas a el Reino Celestia, buscaron a la niña de pelo dorado y ojos celestes, pero no obtuvieron respuesta alguna, sumiendo así el reino en completa tristeza y sin esperanza alguna

Sin embargo en lo mas profundo de este multiverso, lo más abandonado y solitario, se econtraba un Reino que no habia luz, ni alegria alguna, solo había maldad y odio, se alegraba ante tal noticia y empezaron a crear un plan malvado para inciar un lucha entre los reinos.

Escena 4: La infancia de Liora

En su habitación en Hollow Creek, Liora, de unos seis años, Liora crece bajo el amoroso cuidado de sus padres adoptivos. Conforme crecía la pequeña, muestra una curiosidad inusual y  especial con la naturaleza.

A menudo suele escaparse al bosque que se encuentra cerca de su casa, juega con las ardillas de los arboles, ríe mientras baila con las hojas caidas de los arboles o se queda mirando las estrellas preguntandose de donde viene aquel brillo, que las hace mantiene vivas, que las hace brillar y resaltar a pesar de estar tan lejos

Liora (a Marianne): “¿Por qué las estrellas son tan brillantes?, ¿Crees que alguien vive alli?”

Marianne (riendo): “ Tal vez si, existe una leyenda muy antigua, ¿Quieres que te la cuente?”

La pequeña Liora se dirige  en donde estaba su madre y feliz dijo que si

Marianne (la toma entre brazos y se dirije al cuarto de la pequeña): Cuenta la leyenda que en lo mas alto del cielo existe un reino llamado Celestia, el cual es habitado por los ángeles, dicho reino es el epicentro del equilibrio cósmico. Este reino fue creado por los Primordiales de la luz al inicio de los tiempos. Estos seres eternos canalizaron su poder a el Trono Dorado, una fuente de energía divina capaz de mantener la armonía en todo el multiverso. Durante siglos, los ángeles reinaron Celestia, velando por la paz entre las razas.

Pero una maldición nació de una traición, el hermano del primer del rey de Celestia, Luztherion sucumbió a la tentación de las sombras. Deseaba el poder del Trono no para mantener la paz, sino para doblegar todas las razas bajo su mando. En un acto desesperado, robó un fragmento de la luz dorada y lo unión con oscuridad pura, creando el artefacto prohibido conocido como “El Corazón Sombrío”

Liora (ya en su cama ): ¿Qué tipo de criaturas existian?

Marianne (sonrie al escucharla tan feliz y curiosa): Existian desde hadas, gigantes, sirenas y vampiros, cualquiero tipo de criaturas que te puedas imaginar

Liora (Emocionada): Hasta los unicornios

Marianne: Hasta unicornios, bueno mi luz debes dormir (la arropa)

Liora (Impaciente) : Pero no me has dicho que es el corazón sombrio aun

Marianne (Sonrie): Acuestate y terminare de contarte

La niña se acomoda en su cama esperando ansiosa que su madre continue con la leyenda, pues algo en su alma sentía una conexión en dicha leyenda, aunque ella pensaba que solo se trata de su imaginación

Marianne (Acaricia el rostro de su amada hija): Cuando Luztherion intentó tomar el Trono Dorado, este lo rechazó liberando un destello tan puro que dividio su alma en dos mitades: una luz que se desvaneió, y una sombra que quedó atrapada en el Corazón Sombrío. Antes de desaparecer, Luztherion lanzó una profecía oscura:

"Solo un alma nacida de la luz y las sombras podrá restaurar el equilibrio, pero su sacrificio abrirá el camino hacia una nueva era o la destrucción eterna de Celestia."

Y fue así como el Corazón Sombrió desaparecio del multiverso y hasta el día de hoy nadie sabe en donde esta…

Marianne termino de contar la leyenda pero Liora se habia quedado completamente dormida, su madre le dio un beso en la frente con dulzura, se despidio de ella, Edwar obsevaba tal escena con amor ambos salieron del cuarto de hija

Aunque sus padres intentan darle una vida normal, hay cosas que no pueden explicar. Una vez, cuando Liora estaba enferma, Marianne recuerda cómo la luz del sol parecía entrar directamente en la habitación, calmando a la niña.

Edward: "Nuestra hija es diferente, Marianne. No en un mal sentido... pero lo siento en mi corazón."

Marianne (observando con amor a su hija desde la puerta de la habitación): "Diferente o no, es nuestra hija. Y siempre lo será."

Edward: “Tienes razón siempre sera nuestra hija… tal vez nuestra Liora no sea de las estrellas, pero estoy seguro de que hay algo celestial en ella."

Escena 5: Los sueños de Liora

Liora duerme profundamente bajo las sábanas florales que Marianne le cosió. La luz de la luna entra por la ventana, iluminando los libros y juguetes desordenados que revelan la curiosidad de la niña. Sin embargo, esta noche su sueño es distinto.

En su mente, se encuentra en un paisaje brillante, con prados infinitos y un cielo dorado. En la distancia, un palacio resplandeciente de cristal se alza entre nubes, y una figura etérea de cabello plateado la llama.

Mujer misteriosa: "Liora... mi pequeña. Te hemos estado buscando. Vuelve a casa."

Liora intenta avanzar, pero sus pies parecen estar atados por sombras que se alzan del suelo. Gira la cabeza, sintiendo una presencia oscura detrás de ella. La mujer alada parece alejarse más con cada paso que intenta dar.

Liora (gritando): "¡Espera! ¿Quién eres? ¿Por qué me siento tan triste?"

Las sombras la envuelven, y Liora despierta sobresaltada, con una respiración acelerada. Marianne entra corriendo a su habitación tras escuchar el ruido.

Marianne: "¿Liora? ¿Estás bien, cariño? ¿Tuviste una pesadilla?"

Liora (frotándose los ojos): "Era extraño... Había una señora que quería que fuera con ella. Pero no sé quién era."

Marianne (arrodillándose junto a la cama): "A veces los sueños son solo eso, sueños. Pero estás aquí, en casa, y nada malo puede pasarte."

Marianne la abraza y le canta una suave canción hasta que Liora se calma y vuelve a dormir. Sin embargo, cuando Marianne apaga la luz, no puede ignorar el extraño resplandor que parecía emanar de la niña durante unos segundos antes de desvanecerse.

Marianne (pensando mientras se marcha): "Tal vez Edward tenía razón. Liora es especial... pero, ¿cómo y por qué?"

Escena 6: Un presagio oscuro

Esa misma noche, en el bosque que rodea Hollow Creek, un hombre de aspecto sombrío camina entre los árboles. Sus ropas oscuras parecen absorber la luz de la luna, y sus ojos, rojos como brasas, destellan con intensidad. Es Luciferis, observando desde las sombras la tranquila vida de Liora.

|Se detiene frente a una colina que ofrece una vista clara de la casa de los padres adoptivos de Liora. Sus ojos se entrecierran mientras siente el leve pulso de energía que emite la joven princesa mientras duerme.

Luciferis (en voz baja): "Siempre brillas, incluso cuando no lo intentas. ¿Por qué me torturas de esta manera, Liora? Esto no era lo que quería."

Por un instante, su mirada se suaviza, pero pronto endurece su expresión y aprieta los puños.

Luciferis: "Pero no puedo permitir que recuerdes quién eres. Si lo haces, todo lo que hemos construido en Umbra se desmoronará. No puedo fallar ahora."

Mientras está inmerso en sus pensamientos, siente una presencia inusual. Zyriel, su hermano, atraviesa un portal que se abre entre los árboles. Su armadura de diamante negro brilla con la luz de la luna, y su espada emite un brillo puro. Luciferis retrocede, ocultándose en las sombras.

Zyriel se inclina hacia el suelo, tocando el musgo que aún retiene rastros de la energía de Liora.

Zyriel: "Por fin... La princesa está viva siento su magia en este mundo,(pensativo), ¿Quién la habra traido a este mundo?."

Luciferis lo observa con detenimiento, tratando de contener su respiración. Cuando Zyriel se pone de pie, Luciferis cierra los ojos con frustración.

Luciferis (pensando): "Si Zyriel descubre su paradero ahora, será el fin de mi plan. No debo permitir que la encuentre... incluso si se trata de mi propia familia ."

Luciferis desaparece en un portal oscuro, dejando la escena en silencio, mientras Zyriel se prepara para buscar a la niña en el pueblo.

Escena 7: La niñez de Liora

Una soleada mañana en Hollow Creek. Marianne y Edward están en el jardín trasero, disfrutando de una taza de café mientras observan a Liora, de unos siete años, jugar con el viejo columpio del jardín. El jardín está lleno de flores que Marianne ha cuidado con esmero, y Liora ríe mientras empuja el columpio más alto.

Liora: "¡Mira, mamá! ¡Voy a tocar las nubes!"

Marianne (riendo): "¡No tan alto, pequeña! No queremos que vueles aún."

Edward (en tono juguetón): "Si sigues así, tal vez necesitemos una cuerda más larga."

Liora salta del columpio, aterrizando con gracia, y corre hacia Marianne con los brazos abiertos.

Liora: "¡Mamá, papá! ¿Podemos ir al lago hoy? ¡Quiero buscar piedras brillantes!"

Edward: "¿Otra vez las piedras? Ya tenemos una colección que podría construir una casa."

Liora (con un puchero): "Pero cada una es especial. Igual que tú dices que yo soy especial, ¿no?"

Marianne y Edward intercambian miradas, y Marianne acaricia el cabello blanco  de Liora.

Marianne: "Por supuesto que eres especial, cariño. Pero está bien que algunas cosas sean solo para disfrutar, sin buscarlas siempre."

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Liora (pensativa): "Tal vez... Pero algo me dice que las piedras son importantes. Como si estuvieran esperándome."

Edward sonríe, aunque su mirada se torna ligeramente preocupada.

Edward (en voz baja a Marianne): "Tiene un instinto que no puedo explicar. A veces creo que sabe cosas que nosotros no."

Marianne (murmurando): "Lo sé. Pero no importa lo que pase, siempre será nuestra hija."

Liora (impaciente): ¿Entonces?

Edward (sonrie tomandola entre brazos): “Vayamos a recoger piedras preciosas entonces (La alza y gira con ella en el aire)”

Los tres rien ante la la felicidad y amor que sienten, un amor que con el paso del tiempo se volvería mas fuerte y que sería el impulso de Liora 

Liora: "Los amo papitos (Los abraza con dulzura)"

Se dirigen al lago del bosque, Liora se emociona al encontrar las piedras preciosas que tanto anhelaba encontrar , ese día la tarde se pinto de un rojo intenso como si estuviera anunciado algo o como si los padres de Liora supiera que ella podría ver aquel atardecer. 

Escena 8: Nuevas amistades

Liora a crecido fuerte y gentil, su bondad resalta entre todas las personas del pueblo

Marianne (entra al cuarto): “Cariño es hora de levantarte para ir a la primaria”

Se dirige al amario color amarillo pintado de soles que brillan, saca el uniforme de Liora, la niña de tan solo 10 años se despierta con los animos de descubrie que es la que le espera al ir a la escuela.

Edwar (entra con un ramo de rosas cubriendo el rostro ): “Vengo a entregar personalemente estas rosas a la princesa de esta humilde casa”

Se dirige a la cama de Liora apresurado, incandose sobre el suelo de madera color marron, su madre sorprendida observa la escena tan tierna

Edwar ( se inca a un lado de la cama): “Princesa de cabellos dorados y ojos como el brillo del sol, dime que no es cierto, ( hace una suplica), no es cierto que dejaras el castillo por unas horas que sienten que son como una eternidad sin mi ama niña”

Liora se ríe con ternura al ver a su padre tan sentimental en su primer día de escuela, la linda niña  se coloca a lado de su padre amoroso.

El padre la abraza con ternura,aferrandose y preguntandose en que momento había crecido tanto, en que momento dejo de ser aquella bebé encontrada en la puerta del orfanatorío. La madre al ver aquella escena se hecho a llorar

Marianne (llorando):”Se nos hara tarde para ir a la escuela pero no importa”

Sus padres la aman y ella los ama, el amor que  ella siente por ellos la motiva cada día y el amor que ellos siente por ella los hizo mas fuertes

De camino  a la escuela Liora admiraba los cerezos, en como las hojas de los arboles se desprendian de sus ramas, el carro se estaciona frente a la escuela del pueblo de Hollow Creek

Liora baja del carro con miedo pero a la vez con curiosidad por saber que es lo que le espera

Edward ( feliz la toma de su rostro acariciando la mejilla de una con el pulgar): “Vamos mi pequeña luz, es momento de entrar a la escuela”

Marianne: “No tengas miedo cariño, se que estaras bien, eres valiente”

La maestra sale por Liora animandola a entran a la escuela, la pequeña Liora toma de la mano a su maestra y es así como ambas se dirigen a su salón de clases.

Maestra (le indica): “Sientate en la silla que esta por haya”

Liora feliz se sienta en donde le indico su maestra, observa a su alrededor pero uno niño de cabello oscuro y  de ojos misterioso que parece distante y frío con los demás

Liora, siempre curiosa, decide hablarle a él mientras los demás niños juegan.

Liora: "Hola. Soy Liora. ¿Tienes miedo?"

Lucian (sin mirarla): "No."

Liora: "¿De dónde vienes?"

Lucian (vacilante): "De... un lugar lejano."

Liora: "Eso suena emocionante. ¿Te gustan los columpios? Es mi juego favorito, cuando me subo a él siento que puedo tocar las nueves."

Lucian finalmente levanta la mirada y observa a Liora con curiosidad.

Lucian: "No hablas como los demás. No te importa que no hable mucho."

Liora (sonriendo): "No necesitas hablar para ser interesante. Los silencios también cuentan historias."

Lucian aunque inicialmente es reservado, pronto se relaja. Juntos, comienzan a charlar contandose las cosas que les gusta hacer, descubriendo pequeñas similitudes.

Lucian: "¿Por qué hablas con alguien que ni siquiera conoces?"

Liora: "Porque no me gusta ver a nadie solo. Además, creo que seremos buenos amigos."

Lucian sonríe por primera vez, aunque brevemente.

Escena 9: La niña soñadora

A pesar de que Liora a creicido en un hogar lleno de amor, siempre ha sentido que algo en su interior no encaja completamente con el mundo humano. Siempre ha sido una niña tranquila, alegre, bondadosa. Marianne y Edward, nunca han dejado de mostrarle afecto y siempre se aseguraron de que su amada pequeña este feliz, pero a menudo se preguntaban por qué la niña parecía tan diferente a los demás niños de Hollow Creek.

Liora  como es costumbre pasa horas en el jardín de la casa, entre los arbustos de rosas, soñando despierta con un mundo lejano lleno de luz y colores que no lograba identificar. A veces, incluso podía ver luces doradas danzando en el aire, como destellos que se desvanecían antes de que pudiera tocarlas.

Marianne (observando a Liora desde la ventana): "¿Por qué será que siempre está en su mundo? Es como si... no fuera de aquí."

Marianne siempre ha sentido que hay algo especial en su hija, algo que no puede describir por mas que trata. Aunque Liora es amorosa y dulce, existe una parte de ella que parece estar ausente, como si esperara algo o como si estuviera conectacon un destino diferente al de las demás personas.

Edward (acercándose a Marianne): "Es solo una fase. Todos los niños tienen sus momentos de soledad. Lo importante es que la amamos, y que estamos aquí para ella."

Pero Marianne no podía evitar preocuparse. Ha notado ciertas peculiaridades en Liora que no puede entender completamente. Por ejemplo, la manera en que Liora parecía tranquilizar a los animales o a otras personas cuando estaban nerviosas, simplemente tocándolos o mirando sus ojos con una suavidad infinita.

A veces, incluso, puede sentir una energía cálida que irradia de Liora, una energía que la rodea, como si tuviera algo especial dentro de ella. A menudo, al tocarla, sentía que las manos de su hija emanaban calor, como si estuviera hecha de luz. Pero Marianne nunca preguntó, pensando que quizás era solo la imaginación de una madre preocupada.

Suena la puerta, el padre va a abrirla y encuntra al pequeño Lucian

Lucian (apenado): “Hola señor Edward”

Edward (sonriente y amigable): “Hola pequeño Lucian, ¿Qué te trae por aquí?”

Lucian: “Vengo a jugar con su hija”

Edward: “Esta bien pasa, ella esta en el jardín trasero”

El niño entra corriendo dirijiendose al patio y ve a Liora, bailando con el viento, se sonroja al verla, el como su cabello dorado se mueve con el viento, sus ojos celestes de posan en él,

Liora (feliz de verlo): “Lucian llegaste,(se direge a el corriendo)”

Lucian: “Si”, ( Liora lo abrazo)

Lucian se queda inmovil, pero algo en su interior se calma, lo invade una tranquilidad que nunca lo había invadido, Lucian extrañado de la calma que llego a su alma, la avienta sin darse cuenta

Liora ( se cae): “Yo… (triste)”

Lucian (arrepentido): “No, perdoname Liora, no quise aventarte, solo no estoy acostumbrada a que me abracen”

Se acerca a Liora para ayudarla a levantar, nota que una de sus piernas se raspo al caerse, Lucian se siente mal al ver el daño que le hizo a Liora.

Lucian (avergonzado): “Liora… yo…”

Liora (se pone de pie): “Esta bien, no te preocupes, (le muestra una sonrisa amorosa y  amplia), mejor juguemos”

Lucian extrañado por la reacción de ella, no supo que decir, pero ese día se dio que Liora no tiene un rastro de maldad alguno, noto lo especial que llegara para ser el, el como un abrazo de ella fue sufiente para tranquilizarlo, para calmar esa soledad que el sentía

Escena 10: Desquilibrio entre los reinos

Hace muchos años atrás, antes de que existiera el caos, se encontraba un reino en lo mas alto de las nubes, su nombre era Celestia, este reino es el eje de todo lo que conocemos.

El reino fue creado por los primordiales seres que fueron creados por el Amanecer infinito. Los primordiales de la Luz crearon el Trono Dorado, una fuente divina que sostenía el equilibrio del multiverso. Pero la ambición de uno cambió todo.

El reino de Celestia era conocido por sus cielos infinitos y ángeles resplandicientes, las torres doradas brillan con el amanacer de sol. Pero un día el hermano de Aetherion cegado por su ambición aparecio en el reino

Luztherion (desafinate): "¿Por qué someternos al equilibrio cuando podríamos regirlo todo? No somos esclavos del balance; somos sus amos."

Con un moviemiento, Luztherion robo un fragmento de la luz dorada del trono, los angeles que custodiaban el trono intentaron detenerlo pero todo fue imposible. Con el fragmento en sus manos, lo mezclo con un orbe oscuro, creado el corazón sombrio. La energía que emana del fragmento genero un temblor que hizo que el reino entero se sacuda

Luztherion al intentar usar el Corazón Sombrío para tomar le poder del Trono, pero este es rechazado. Un brillo invadie por completo el rieno.

El Trono Dorado, al ser un símbolo de armonía, no podía ser tomado por la fuerza. La traicion de Luztherion provocó su propia muerte. Su alama fue partida en dos: su luz se devaneció, mientras su oscuridad quedó atrapada en el Corazón Sombrío

Pero eso no fue todo, el universo entero fue marcado, La balanza que existía entre la luz y la sombra fue rota, dejando grietas en los siete reinos. Los vampiros comezaron a cazar sin control, los demonios buscaron expandir su territorio, lo que antes era armonía y felicidad fue remplazda por la guerra

Aunque se dice que aún se puede escuchar la voz de Luztherion resonar en el eco del multiverso repitiendo la profesía que lanzo antes de morir.

"Solo un alma nacida de la luz y las sombras podrá restaurar el equilibrio. Pero ese sacrificio abrirá el camino hacia una nueva era... o la destrucción eterna."

Marianne termina de contar la historia, Liora quien escucha fascinada pero a la vez ligeramente inquieta

Liora (curiosa): ¿Crees que esa alma realmente existe, mamá?"

Marianne (sonriendo con dulzura): "No lo sé, pero creo que el equilibrio siempre encuentra su camino. Ahora, a dormir, mi pequeña curiosa."

Marianne cobija a la pequeña, apaga la lámpara y se retira del cuarto, miestras que el cielo se ve una estrella titilante, como si respondiera a las palabras de Liora

Escena 11: Feria anual

Una mañna soleada en el pueblo de Hollow Creek como todos lo años se coloca en el pueblo la feria anual donde los niños fascinados por las luces parpadeantes por los juegos mecanicaos y los coloridos puestos, las familias del pueblo se reunen a pasar el rato con sus hijos, esposos, y novios.

Liora fascina al verlos las luces les pide a su padre que si la llevan, a lo que ellos le dices que si, mientras caminan al parque de diversiones, la pequeña se emocionaba mas al ver que estaba cerca, esto la hace correr hacia la entrada, su vestido claro ondea con la brisa y sus ojos celestes reflejan la emocion al ver las luces del parque tan cerca. Edwar, sonría con tranquilidad la notar la felicidad de su hija, Marianne no pudo evitar ir detrás su hija con una mezcla de cariño y nostalgia.

Liora al ver el carrusuel decorado con los caballos blancos adornados con flores doradas tomo a su padre de la mano insistente en que se subieran.

Liora (señalando el carruse lleno de luces doradas): ¡Papá, papá!, ¡Quiero subirme ahí!, ¿Podemos, por favor?

Edward (riendo suavemente mientras acaricia la cabeza de Liora): Claro mi pequeña estrella

Mientras el carrusel da vueltas, la pequeña siente un pequeño en su interior, algo inexplicable para su edad

Su madre al verlos juntos en el carrusel, recordaba aquellos momentos en los que iba a la feria anual siendo una joven, saca la camara del bolsillo y toma una foto para guardar aquel recuerdo

Al bajarse del carrusel se dirigen al puesto de dulces. El vendedor, un anciano amable, sonríe al ver a la familia

Vendedor: ¡Buenas noches! ¿Qué les puedo ofrecer?, Hay algodón de azúcar y churros.

Edward (con un tono juguetón, mirando a Liora mientras finge): Mmm.. me prometes compartirme de tu algodón de azúcar conmigo

Liora (haciendo puchero): ¡Papá!, ¡Siempre te lo terminas todo!

Marianne ríe al ver esta dorable escena

Edward (riendo miestras observa los churros): Uno de esos churros gigantes, claro. No quedarme sin energia

Liora (apuntando al algodón de azucar más grande que ve): ¡Ese!

Sacan algunas monedas para pagarle el vendedor. Despues de disfrutar sus dulces Liora se acerca decida a ganar un premio, mientras su madre la observa desde el costado. El vendedor le entrega una pista de balines.

Liora (frunce el ceño, mientras apunta concentrada): ¡Voy a ganar ese premio, mamá! ¡Lo prometo!

Liora da el primer disparoy falla el primer tiro. Vuelve a intentar,y otra vez falla, el blanco no es alcanzado. La frustación invade a la pequeña niña y comienza a notarse en su rostro.

Liora (resoplando): ¡No es justo! ¡Es más dificil de lo que pensaba!

Su padre se ríe suavemente y le da una palmadita en la espalda

Edward: Déjame intentarlo, ¿vale?  Yo tengo más practica

Liora le entrega la pistola a su padre, quien toma una postura tranquila y certera. Con un solo tiro, hace blanco en el objetivo y el vendedor le entrega un enorme oso blanco

Vendedor: ¡ Felicidades! ¡Este es tuyo pequeña!

Liora salta de alegria  y corre con su peluche dando vueltas

Liora (abrazando al oso y sonriedo de oreja a oreja ): ¡Papá, eres el mejor! ¡Lo lograste!

Edward (sonriendo orgulloso): Es todo para ti, pequeña. Pero no olvides que aún me debes un algodón de azúcar.

Liora ríe, abrazando su peluche y caminando junto a su padre. La familia llega a la rueda de la fortuna, y suben a una de las góndolas, que empieza a ascender lentamente. Liora se asoma por la ventana y observa cómo las luces del pueblo se hacen más pequeñas.

Liora (maravillada):¡Miren cómo se ve todo desde aquí arriba! ¡Es increíble!

Edward (mirando con cariño a Liora): Desde aquí todo parece tan pequeño, ¿verdad? Pero recuerda, hija, incluso las cosas pequeñas pueden ser grandes para quien las valora.

El viento sopla suavemente mientras la rueda llega al punto más alto. Liora mira hacia abajo, y por un momento, parece perderse en la vista.

Liora (con una expresión pensativa): Todo es tan hermoso. Es como si este lugar tuviera algo especial.

Edward (sonriendo, tocando su hombro suavemente): Sí, y ahora estás viendo todo con los ojos de alguien que aprecia la belleza, Liora. Cada momento es valioso.

Mientras la rueda comienza a descender, Liora observa cómo las luces de la feria brillan a lo lejos, dando una sensación mágica al lugar.

La familia camina hacia la salida de la feria, el sonido de las risas y las luces de fondo creando una atmósfera alegre. Liora, todavía abrazando su peluche, se detiene por un momento y mira hacia atrás. El viento mueve las luces de las decoraciones con suavidad.

Liora (pensativa, mirando hacia atrás): ¿Papá... mamá... sienten eso? Como si... algo nos estuviera observando.

Edward (volteando a mirarla con cariño):Es solo el viento, mi amor. Las luces se mueven con la brisa. Pero tal vez, solo tal vez... hay algo mágico en este lugar.

Marianne (tomando la mano de Lucía, sonriendo):Y eso es lo que hace que cada recuerdo sea especial, cariño. ¡Vamos, es hora de irnos a casa!

La familia se aleja, riendo y charlando, pero un ligero sentimiento de misterio queda flotando en el aire, mientras la feria se desvanece en la distancia.

Escena 12: La belleza en las pequeñas cosas

El bosque se ilumina suavemente con el amanecer, Liora espera paciente que Lucian llegue a su casa pues Lucian quiere enseñarle su lugar favorito del bosque.

Liora al escuchar que tocan la puerta, corre abrila

Edward: “Tranquila pequeña luz”

Su padre abre la puerta y es el pequeño Lucian quien esta con una sonrisa de oreja a oreja

Lucian: “Hola señor Edwar”

Edward: “Hola pequeño, ¿Cuidaras a la pequeña Liora?!

Lucian: “Si señor, yo…”

Liora toma a Lucian de la mano y empieza a correr con el, Lucian sorprendido decide correr para guiar hacía donde tiene que ir, Liora sigue a Lucian a través de un sendero lleno de flores silvestres y árboles altos.

Lucian (sonriendo): "Este es mi lugar favorito, ¿no es hermoso? Aquí todo parece... en paz."

Liora observa con admiración el claro que Lucian le muestra. En el centro hay un árbol enorme con raíces que forman un pequeño refugio natural. Flores de colores vibrantes cubren el suelo, y una pequeña cascada fluye suavemente hacia un arroyo cristalino.

Liora (maravillada): "Es increíble... Parece un lugar sacado de un cuento de hadas."

Lucian se sienta bajo el árbol y le indica que lo acompañe. Ambos se quedan en silencio por un momento, disfrutando del entorno.

Lucian (reflexivo): "A veces, cuando todo parece caótico, este lugar me recuerda que la verdadera belleza está en las cosas pequeñas. Me gustaría que este fuera nuestro lugar."

Más tarde, en casa, Marianne llama a Liora para mostrarle algo especial. Saca una manta vieja pero cuidadosamente guardada en un baúl.

Marianne (emocionada): "Esta manta estaba contigo cuando te encontramos. No sé de dónde viniste, pero siempre supe que eras especial."

Liora toca la manta, sintiendo una conexión inexplicable con ella.

Liora (susurrando): "¿Quién soy realmente, mamá?"

Marianne (abrazándola): "Eres mi hija. Eso es lo único que importa."

Escena 13: Mitos y Leyendas

Una noche bajo las estrellas estaba Liora, Lucian, y Marianne están sentados junto al fuego mientras Edward comienza a narra una antigua leyenda del pueblo. El crepitar del fuego acompaña sus palabras.

Edward (con voz grave): "Hace mucho tiempo, los Primordiales nacieron del Vacío, creados por una fuerza que ni siquiera los dioses comprenden. Eran guardianes del equilibrio, pero entre ellos surgieron las ambiciones y las rivalidades."

Edward: "De la Luz nacieron la vida y el orden; de la Sombra, la muerte y el cambio. Juntos mantenían el balance, hasta que uno de ellos decidió romper ese equilibrio."

Liora, fascinada, interrumpe.

Liora: "¿Qué pasó con ellos?"

Edward: "Algunos cayeron, otros se dividieron. Pero las profecías dicen que una nueva era llegará, y con ella, un alma pura decidirá el destino del multiverso."

Liora se queda pensativa, sintiendo que las palabras de su padre tienen un peso especial para ella.

Liora (confundida): ¿Eso es todo?

Edward: “Casi nadie sobre ellos pequeña, eso es lo que los hace mas misterios

Lucian callado, envuelto en sus pensamiento mira la fogada que mientras se concentraba el más el fuego aumentana,

Luncias (pensando): “Esta familia me ha tomado conmo un hijo… si tan solo supieran quien soy…”

Edward (Pregunta sonriente): ¿Quién quiere malvaviscos?

Liora corre por la bolsa de malvaviscos, lo pone en un palo de manera y lo coloca en el fuego, meintras ve como se quema el malvaviscso, se le hace agua la boca pero al notar a Lucian tan callado decirle darle el bombón a él

Liora (le da el malvavisco): “Toma Lucian, (sonriente), saber mejor si esta un poco caliente)

Lucian al ver esos hermosos ojos color celestes se ruboriza, sus pensamiento vuelven a hacer un remolino como aquel día en donde la trajo a este mundo, pero esta vez cuestionandose si esta haciendo lo correcto, si lo que esta sintiendo por ella es real o solo esta cumpliendo con el papel de mantener vigilada a Liora

Escena 14: Tradiciones

El pueblo es costumbre de cada año se celebra un festival bajo el cielo lleno de estrellas. Antorchas iluminan las calles mientras los habitantes se reúnen en una plaza central para realizar rituales ancestrales, bailan y cantan.

Marianne: "Es hora de que participes, Liora. Este es un momento especial para nosotros."

Liora vestida de blanco y con una tiara de color oro, un poco timida se une a un círculo de personas que sostienen antorchas. Cada uno hace una ofrenda simbólica al fuego central, agradeciendo por las bendiciones recibidas.

Anciana del Pueblo: "La luz y la sombra nos guían. Honremos el equilibrio que nos da vida."

Liora siente una energía desconocida mientras realiza su ofrenda. Por un momento, el fuego parece responder a su presencia, brillando más intensamente.

Lucian ( en voz baja): "Pareces hecha para esto."

Liora sonríe, sintiéndose aceptada y conectada con la tradición de su pueblo por primera vez

En el centro del circulo aparce una chica baliando, su baile es apasional pero a la vez tranquilo, todo el pueblo comienza a cantar la cancion del pueblo, Liora siente un felicidad al escucharla por primera vez en su vida

Lucian viendo como  Liora a pesar de que ella no sabe  de lugar de origen, su conexión con la naturaleza se hace mas fuerte con el paso del tiempo, lucian temiendo que sus poderes despierten y ella sepa todo, intentara acercase más a ella

Título: "El Amanecer Eterno"

Verso 1

En un tiempo sin final,

cuando la luz quiso brillar,

del Amanecer surgieron tres,

tejiendo mundos que iban a nacer.

Solimara, con su manto estelar,

creó los cielos y el mar,

Aetherion, con fulgor sin par,

protege el equilibrio hasta el final.

Coro

Somos la luz en la oscuridad,

somos la fuerza para luchar.

El destino escrito está,

pero la elección es nuestra al final.

Verso 2

Lumyris guía con sabiduría,

sus alas reflejan la armonía.

Mas una sombra cayó,

Luztherion, su ambición traicionó.

El Corazón Sombrío surgió,

y los reinos en caos se sumergió.

Ahora la esperanza florecerá,

con la luz dorada que nos salvará.

Coro

Somos la luz en la oscuridad,

somos la fuerza para luchar.

El destino escrito está,

pero la elección es nuestra al final.

Puente

Un alma que brilla en soledad,

buscará su verdad más allá.

Entre sombras y fulgor,

encontrará su poder y su amor.

Coro Final

Somos la luz en la oscuridad,

somos la fuerza para luchar.

El destino escrito está,

pero la elección es nuestra al final.

Escena 15: Invasión

El Reino Celestial, ahora sumido en el caos, sus Torres doradas destruidas, y un cielo oscuro que cubre lo que antes era un lugar de luz infinita.

Soldados celestiales que luchan contra una horda de criaturas oscuras. Las puertas de cristal del palacio están resquebrajadas, y un general celestial que da órdenes desesperadas.

General Celestial: "¡Defiendan el Trono Dorado! ¡No podemos permitir que caiga en sus manos!"

Un chico que observa desde las sombras, su mirada fija en el caos. Sus pensamientos son interrumpidos por una figura encapuchada que susurra.

Figura encapuchada: "El desequilibrio se profundiza. La llave ha desaparecido, y el tiempo se agota."

Zyriel (susurrando):"Debo encontrarla. Ella es la única que puede restaurar lo que fue perdido."

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