La oscuridad la envolvía, opresiva y absoluta, como si no existiera un final a la nada. Sin embargo, una luz tenue comenzó a emerger a la distancia, quebrando la monotonía del vacío. Liora flotaba en aquel espacio infinito, su cabello dorado ondeando como si una brisa inexistente lo meciera. Ante ella, un trono brillante, forjado de luz pura, se alzaba majestuoso, rodeado por destellos dorados que chisporroteaban como estrellas fugaces. El lugar tenía un aire etéreo, como si existiera fuera del tiempo y el espacio.
El corazón de Liora comenzó a latir con fuerza. Había algo en ese trono que le resultaba familiar, pero también inquietante. Dio un paso, aunque no sentía el suelo bajo sus pies. A cada movimiento, las sombras que serpenteaban alrededor del trono se alzaban más altas, retorciéndose como si intentaran reclamarlo.
Liora (murmurando, confundida):"¿Dónde estoy...? ¿Qué es este lugar?"
Antes de que pudiera formular otra pregunta, una figura alada emergió de la luz tras el trono. Su presencia irradiaba una calidez reconfortante, pero también una fuerza abrumadora. Las alas de la figura se desplegaron, llenando el espacio con destellos que parecían desafiar a las sombras. Aunque el rostro de la figura estaba cubierto por un brillo cegador, su silueta era inequívocamente angelical. Extendió una mano hacia Liora, como si la invitara a acercarse.
Figura (susurrando, con un eco que llena el vacío):"Liora... vuelve a casa... el equilibrio depende de ti..."
El eco de aquellas palabras se grabó en su mente, como una verdad que no podía ignorar. Liora sintió un nudo en el estómago mientras intentaba alargar la mano hacia la figura. Pero justo cuando estaba a punto de alcanzarla, las sombras se lanzaron hacia el trono con una violencia inesperada.
El brillo del trono comenzó a apagarse, devorado por las tinieblas. La figura alada bajó su mano lentamente, su luz menguando. Con un último vistazo hacia Liora, desapareció en la oscuridad.
Liora (gritando):"¡No! ¡Espera!"
De repente, las sombras la alcanzaron, envolviéndola como una marea fría y sofocante. Liora luchaba por respirar, su pecho ardiendo con una sensación extraña y poderosa, como si algo dentro de ella estuviera tratando de liberarse. La voz de la figura resonó una última vez, apenas un susurro en la inmensidad.
Figura (en un último eco distante): "Liora... encuentra la luz... antes de que sea demasiado tarde."
Despertó bruscamente, jadeando. Su cuerpo estaba cubierto de un sudor frío, y su respiración era rápida, errática. La tenue luz de la luna se filtraba por las cortinas de su habitación, bañando el espacio en un resplandor plateado. Shadow, sentado sobre la cabecera de la cama, la observaba con ojos brillantes que parecían escrutarla, casi como si entendiera su agitación.
Liora se llevó una mano temblorosa al pecho, tratando de calmar los latidos desbocados de su corazón.
Liora (susurrando): "Fue... solo un sueño... ¿verdad?"
Shadow saltó con gracia al regazo de Liora, frotándose contra ella. Su ronroneo llenó el silencio de la habitación, un sonido que usualmente la calmaba, pero esta vez no era suficiente. Acarició el suave pelaje del gato, buscando consuelo.
Liora (con la voz quebrada):"¿Quién era esa figura? ¿Qué significa 'volver a casa'? ¿Qué equilibrio?"
Miró al techo, su mente enredada en preguntas sin respuesta. Aunque intentaba convencerse de que solo había sido un sueño, la sensación de realidad era demasiado vívida para ignorarla. Su pecho aún ardía levemente, como si las sombras hubieran dejado una huella invisible.
Mientras las estrellas brillaban fuera de la ventana, Liora cerró los ojos. Pero sabía que esa noche no volvería a dormir con tranquilidad.
El sol matutino bañaba la cocina de los Wilde con una luz cálida y serena. Marianne colocó un plato de tostadas frente a Liora, sus movimientos suaves pero atentos. Edward, sentado al otro extremo de la mesa, hojeaba un periódico con gesto tranquilo. Sobre el alféizar de la ventana, Shadow observaba a la familia con la cabeza ladeada, sus ojos amarillos atentos a cada movimiento.
Marianne (sirvió un vaso de jugo, su mirada fija en su hija):”¿Dormiste bien, cariño?, (preguntó con dulzura mientras tomaba asiento), Parecías algo inquieta anoche.
Liora (distraída, mordió su tostada y asintió levemente antes de responder): Tuve otro sueño raro... pero no importa. Estoy bien.
Edward (bajó el periódico lo suficiente como para mirar a su hija por encima del borde, sus cejas levantadas con interés):”¿Otro sueño?,(comentó, su tono curioso), tal vez es porque pasas demasiado tiempo en ese bosque. Deberías descansar más.”
Liora (se encogió de hombros, esbozando una leve sonrisa): Papá, el bosque es el lugar más tranquilo del mundo. No creo que eso cause sueños raros.
Marianne intercambió una mirada cómplice con Edward antes de inclinarse hacia Liora.
Marianne: “Bueno, siempre has tenido una imaginación activa. Pero recuerda, si necesitas hablar de algo, estamos aquí”
Dijo con una sonrisa cálida, mientras le apartaba un mechón de cabello de la cara.
Shadow saltó del alféizar con la agilidad que solo un gato podría tener y se frotó contra las piernas de Liora, reclamando su atención. Ella rió suavemente mientras se agachaba para acariciarlo.
Liora (sonriente): “Parece que alguien también tuvo una noche tranquila”
Comentó, mientras los ojos de Shadow se entrecerraban con satisfacción.
Edward (interrumpiócon una sonrisa irónica): Claro él no tiene sueños extraños. Solo sueña con ratones y con comer todo el día.
Marianne (añadio riendo): Shadow tiene la vida que todos quisiéramos
Liora se unió a las risas de sus padres por un momento antes de mirar el reloj de la pared. Sus ojos se abrieron un poco más al darse cuenta de la hora.
Liora (anunció, levantándose apresuradamente): ¡Tengo que irme! Lucian me está esperando para ir a la escuela
Edward (con una sonrisa que no ocultaba su diversión, cruzó los brazos): “¿Ese chico y tú? ¿Ya son novios?”
El rubor subió rápidamente a las mejillas de Liora. Se detuvo en seco, girándose hacia su padre con una expresión entre avergonzada y alarmada.
Liora: “¿Qué? ¡No, no, no! ¡Lucian y yo no somos novios!, (tartamudeó, agitando las manos), Bueno, ¡me tengo que ir!”
Tomó su mochila y salió apresurada, dejando a Edward y Marianne intercambiando sonrisas divertidas.
Afuera, Lucian estaba a unos pasos de la puerta de Liora, con las manos en los bolsillos y el rostro tranquilo. Liora, sin darse cuenta de su presencia, chocó directamente contra su pecho al salir.
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Liora (dijo rápidamente, llevándose una mano a la frente, avergonzada): “¡Lucian! Perdón, no te había visto”
Lucian la miró con una mezcla de curiosidad y preocupación.
Lucian:”Tranquila. ¿Por qué caminabas tan rápido?”
Liora (respondió con una sonrisa nerviosa): Nada, nada. Es solo que... ya es tarde. Ya sabes cómo son en la escuela con la puntualidad.
El camino hacia la escuela estaba bordeado de árboles cuyos troncos parecían inclinarse ligeramente hacia el sendero, como si escucharan las conversaciones de quienes pasaban. Lucian caminaba al lado de Liora, su paso tranquilo y relajado. Tomó su mano, un gesto que parecía natural, pero que hizo que el corazón de Liora comenzara a latir más rápido.
Lucian (sonriendo): "Bueno, empecemos a caminar entonces."
Liora trató de controlar su respiración, aunque el leve rubor en sus mejillas la traicionaba. Sus ojos cayeron de repente en el brazo de Lucian, notando una cicatriz que cruzaba su piel como si alguien hubiera intentado abrirle un portal con un cuchillo.
Liora (preocupada, deteniéndose ligeramente): "¿Qué pasó en tu brazo?"
La pregunta lo tomó por sorpresa. Lucian tensó su mandíbula y detuvo su andar. Sus ojos se oscurecieron por un instante, como si hubiera retrocedido a un recuerdo que preferiría olvidar. Sin darse cuenta, apretó la mano de Liora, pero al notar su incomodidad, rápidamente suavizó su agarre.
Lucian (pensando, mientras evita mirarla): "Mierda... esa pelea con Aurelion. Esa herida no sanó del todo. ¿Por qué tenía que notar eso ahora?"
Liora lo miraba con curiosidad, sus ojos llenos de genuina preocupación. Lucian sintió que su fachada de calma comenzaba a tambalearse, pero no podía decirle la verdad. No ahora.
Lucian (forzando una sonrisa, su tono casual): "No es nada, solo me lastimé ayudando a mi papá con algo pesado. Ya sabes, torpeza mía."
Liora ladeó la cabeza, como si estuviera evaluando la veracidad de sus palabras. Algo en su tono no terminaba de convencerla, pero decidió no insistir. Aún así, el presentimiento de que no estaba siendo completamente honesto quedó flotando en su mente.
Liora (asintiendo lentamente): "Está bien... pero ten cuidado la próxima vez, ¿sí?"
Lucian solo sonrió y continuaron caminando. Pero el silencio entre ellos no duró mucho.
Liora (recordando, su voz animada): "Por cierto, ¿dónde estuviste el fin de semana? Me pasó algo muy raro, y creo que deberías saberlo."
Lucian arqueó una ceja, alerta por el cambio en su tono. Aunque intentó mantener una expresión neutral, su corazón comenzó a latir con fuerza.
Lucian (preguntando con interés): "¿Raro? ¿Qué fue lo que pasó?"
Liora comenzó a contarle, con entusiasmo y algo de desconcierto, todo lo que había ocurrido en el bosque. Describió al gato que la había guiado, el claro que parecía salido de un sueño y la figura alada con cabello oscuro y ojos dorados que había visto en el estanque.
Lucian escuchaba en silencio, cada palabra encendiendo una alarma en su mente. No le quedaba duda: la figura que Liora había visto era su hermano. ¿Pero por qué Ziryel había buscado a Liora? ¿Qué planeaba hacer?
Lucian (pensando mientras frunce el ceño): "Ziryel... ¿Qué mierda estás tramando? No debería acercarse a ella, y menos ahora."
Liora (mirándolo, entusiasmada): "¿Puedes creerlo? ¡Un gato me llevó hasta allí! Es como si supiera exactamente a dónde debía ir."
Lucian asintió lentamente, todavía procesando la información. No podía permitirse que Liora supiera la verdad, no aún.
Lucian (esforzándose por sonar casual): "Definitivamente suena... inusual. ¿Y qué más pasó? ¿Esa figura alada te dijo algo?"
Liora (negando con la cabeza): "No, desapareció antes de que pudiera hablar con ella. Pero fue tan real, Lucian. No puedo dejar de pensar en ello."
El peso de las palabras de Liora se quedó flotando entre ambos. Lucian intentó cambiar el tema, no queriendo que ella siguiera indagando.
Liora (cambiando de tema, con una sonrisa): "Espero que Zane vaya a la escuela con nosotros."
Lucian (mirándola con curiosidad): "¿Zane? ¿Quién es Zane?"
Liora (sonriendo, recordando): "Un chico que conocí ese mismo día. Al parecer es el dueño de Shadow."
Lucian sintió una ligera incomodidad al escuchar ese nombre. No sabía por qué, pero algo en la mención de Zane le dio una sensación de advertencia. Sin embargo, se limitó a asentir, guardando sus pensamientos para sí mismo.
Mientras continuaban su camino, el aire entre ellos se llenó de emociones no dichas y secretos no revelados, pero el vínculo que los unía parecía fortalecerse a pesar de todo.
El aula estaba llena del sonido de pinceles raspando contra el papel y el suave murmullo de los compañeros de clase discutiendo sus proyectos de arte. Liora, con el cabello recogido en una coleta desordenada, estaba completamente concentrada en el dibujo que tenía frente a ella: un paisaje sencillo con un árbol que se alzaba hacia un cielo lleno de estrellas. A su lado, Lucian fruncía el ceño mientras miraba su propio intento de dibujo, que parecía más un revoltijo caótico que un árbol.
Lucian (murmuró levantando el papel con una expresión de resignación): "Esto parece más un monstruo que un árbol,".
Liora levantó la vista de su trabajo, y al ver el dibujo de Lucian, no pudo evitar reír suavemente. Había algo entrañable en su frustración, y su torpeza con el pincel solo lo hacía más humano, más accesible.
Liora (dijo entre risas): "Bueno, si lo miras con mucha imaginación, podría ser un árbol... muy abstracto."
Lucian (arqueó una ceja, fingiendo indignación): "¿Eso es una forma elegante de decir que no tengo talento para esto?"
Liora (inclinó la cabeza, sonriendo con ternura): "No, es una forma elegante de decir que eres único."
La risa de ambos rompió el ruido de fondo del aula, atrayendo algunas miradas curiosas de sus compañeros. Lucian, animado por el comentario de Liora, intentó retocar el dibujo, pero un trazo torpe con el pincel lo empeoró aún más. Ahora, el "árbol" tenía lo que parecía una pata.
Liora ( dijo mirando su trabajo con una mezcla de diversión y afecto):"No importa cómo quede,lo importante es que lo hiciste con esfuerzo."
Lucian ( replicó con una sonrisa sarcástica): "Claro, esfuerzo... y cero habilidades."
Ambos estallaron en risas nuevamente, pero el aula quedó en silencio repentino cuando la puerta se abrió y un nuevo estudiante apareció en el umbral. Era un chico alto, con ojos dorados que brillaban como monedas bajo la luz fluorescente, y cabello negro que caía en mechones suaves alrededor de su rostro. Su presencia pareció absorber toda la atención de la sala.
Lucian dejó caer el pincel al reconocerlo, su postura relajada endureciéndose en un instante.
Lucian (pensando, su mandíbula apretada mientras su mirada se clavaba en el recién llegado): "¿Pero este idiota qué hace aquí?"
Zane tocó la puerta amablemente, una sonrisa tranquila en su rostro. "
Zane: Disculpe, profesora. ¿Puedo pasar?"
La profesora asintió con un gesto, indicándole que tomara asiento. Mientras Zane caminaba hacia el interior del aula, algunas chicas murmuraban entre ellas, impresionadas por su aspecto. Pero él parecía ajeno a las miradas, enfocando sus ojos directamente en Liora.
Zane (dijo con una voz suave pero clara.):"Hola, chica del bosque. ¿Puedo sentarme a tu lado?"
Liora, sorprendida pero complacida, movió la cabeza afirmativamente.
Liora: "Claro. El es Lucian, mi amigo desde la primaria."
Zane arqueó una ceja, dirigiendo su atención hacia Lucian.
Zane:"¿Con que Lucian? Mucho gusto, dime, ¿desde cuándo vives en este pueblo?"
Dijo con una sonrisa que parecía cortés, pero que Lucian interpretó como burlona
Lucian (cruzando los brazos, respondió con un tono seco): "Desde hace unos siete años."
Zane (pareció intrigado por la respuesta, sus ojos dorados brillando con un interés que Lucian no supo descifrar):"¿Siete años? Eso es interesante."
El aire en el aula pareció volverse más denso. Liora, sentada entre los dos, percibió la tensión que crecía como una cuerda a punto de romperse. Miró a Zane, que mantenía una sonrisa tranquila, y luego a Lucian, cuya mandíbula estaba apretada y sus ojos reflejaban un desafío apenas contenido.
Lucian no apartó la mirada de Zane, su postura rígida y su tono borde rozaban lo hostil. Zane, por otro lado, parecía disfrutar de la incomodidad que había generado, con una sonrisa que rozaba la burla.
Liora (dijo finalmente): "Zane, este es tu lugar"
Señalando una silla junto a ella, tratando de aliviar la atmósfera. Pero su voz tembló ligeramente, delatando su desconcierto ante la situación.
Zane tomó asiento con una inclinación de cabeza, su sonrisa nunca desapareciendo.
Zane (dijo suavemente):"Gracias, chica del bosque, (antes de girarse hacia Lucian una vez más), es bueno conocerte, Lucian."
Lucian respondió con un gruñido apenas audible, volviendo a mirar su dibujo como si fuera lo más importante del mundo en ese momento. Pero su mente era un torbellino de pensamientos.
Lucian:"¿Qué hace este imbécil aquí? ¿Qué quiere de Liora?"
Liora, sin embargo, parecía ajena a las corrientes subterráneas de tensión que fluían entre los dos chicos. Con una sonrisa amable, comenzó a explicarle a Zane el proyecto de arte, mientras Shadow, que había aparecido sigilosamente, observaba desde un rincón como si fuera el único consciente del enfrentamiento invisible entre ambos.