Rique estaba convencido que no había un sonido más hermoso en el mundo que las risas de sus Hermanos. Así fueran carcajadas a sus expensas, él las aceptaría. Ese era el sonido que alegraba su día.
Hoy no era la excepción.
Rique era muy consciente de lo que la mudanza de Ella significaba para sus Hermanos y para él. Hoy era un día que traía memorias de dolores pasados, al igual que amplificaba los temores del futuro. Rique no quería repetir lo que había sucedido hace dos años. No podía. A pesar de que la situación era diferente, el sentimiento no cambiaba. El temor solo aumentaba.
"¿Vas a dejar que Jojo se lo coma todo?", preguntó Ted mientras le ofrecía un pedazo de ponqué.
Rique regresó a la realidad.
"Claro que no", respondió risueño, y comió el trozo de pastel. Ted intentó dar de comer a los demás, lo cuál despertó quejas en Mia. Quejas que Rique podría recitar en sueños.
Uno de los miles de hábitos raros que tenía Ted, era que él amaba alimentar a sus seres queridos. Para desgracia de Mia —y de los oídos de Rique, Johan y Ella—, Ted quería a sus Hermanos demasiado, y pasaba la mayor parte del tiempo con ellos... Y comiendo —aunque esto último sería culpa de Jojo.
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Por un lado, Mia detestaba todo lo que tocara o se acercara a su rostro, Ted, por otro lado, tenía las manos más inquietas e inclusivas del mundo. Ninguna parte del cuerpo era discriminada. Si Ted veía piel, era para acariciarla. En opinión de Rique, brindar comida era el gesto menos extraño de todo lo que hacía Ted para demostrar afecto. Y Johan, en lo personal, adoraba este hábito. ¿Comiendo de a cinco bocados, más lo que Ted le ofrecía? Si no fuera por la despedida de Ella, este probablemente sería el mejor día de su vida. Sin embargo, este gesto de cariño era uno de los actos principales que Mia odiaba, y no se cansaba de repetirlo.
En defensa de ella, Ted tampoco se cansaba de repetirlo. En defensa de él, Mia tiene maneras de expresar amor igual de perturbadoras. ¿En defensa de Rique y sus orejas?
...
Usualmente, los Hermanos restantes se consideran las mayores víctimas de esta escena, puesto que ellos presencian exactamente la misma situación todos los días, infinitas veces al día. Cabe resaltar que ellos se han considerado Hermanos por casi toda su vida.
No obstante, por hoy, Rique estaba feliz de escuchar el mismo guion.
Por primera vez, frente a esta discusión, Rique cerró los ojos en lugar de los oídos. Y dejó entrar el ruido, como nunca antes lo había recibido.