Al fin, después de un par de días de viaje, habíamos llegado a un lugar seguro. Al menos, un lugar donde podríamos descansar a gusto. Hunter, si bien se veía medio alterado por lo del gusano, parece que el haber encontrado este lugar en medio de la nada le había puesto de buen humor.
La cabaña era no muy grande, pero definitivamente más grande desde la última vez que vine aquí, hace más de dos décadas, el dueño debió expandirla mientras no estaba. Claro, si es que sigue vivo, han pasado 20 años desde la última vez que estuve aquí.
Toqué la puerta principal con Hunter detrás de mí. El sonido que cause al golpear la puerta fue bastante placentero, después de haber estado escuchado mi voz por varios días seguidos, contándole una historia a un bestia molesto de vez en cuando o el silencio estático del desierto.
- "¿Hay alguien en casa?"-Pregunte al aire.
Afortunadamente, mi pregunta fue rápidamente respondida por unos golpeteos provenientes de dentro de la cabaña, como pasos que cada vez se hacían más y más fuertes.
- "Llamaste a este lugar tu "hogar", espero sea más acogedor que ese refugio de palos, no pienso dormir otra vez en una cama construida por ti"- Se quejó Hunter.
- "Cúlpame del dolor de nuca, pero que no sepas acomodarte en una cama improvisada no es mi problema"
- "¡Serás un...!"
La puerta se abrió, y vimos ambos a un señor de pequeña estatura, de piel anaranjada y corrugada, con hendiduras en todo el cuerpo, su cabello tomando las formas de helechos y de un color negro tostado. Vistiendo de ropajes muy sueltos del mismo color de la arena, similar a una toga.
- "Ermm... ¿Spacetime? ¿Eres tú?" -
- "Sí, ese soy yo. Creí nunca volver a verte, Awyn. ¿Podemos pasar?"
- "¡Claro! Después de lo que hiciste por mi hace años, por mi especie, como no te dejaría pasar"
- "Con permiso"
Ambos Hunter y yo entramos a la cabaña mientras Awyn nos recibía con amabilidad.
- "Psst Spacetime, ¿Quién es ese de los ojos verdes?"
- "Su nombre es Awyn, un viejo amigo al que ayudé hace veinte años, ya lo conocerás."
- "Creo que Spacetime ya se me adelantó a presentarme, vamos, tomen asiento"
Nos sentamos en su sala, en las sillas que él mismo había tallado, había varias decoraciones hechas de madera, figuritas de las demás razas del planeta expuestas en una repisa, siendo iluminada por algunas candelas. Increíblemente, estaba mucho más fresco que afuera, cosa que me parecía fuera de lo común por el desierto, seguramente le implementó un sistema de ventilación, nos ofreció un poco de agua para beber e inmediatamente comenzamos a charlar.
- "Veo que renovaste el lugar, Awyn. Está bastante bonito, he de admitir"
- "Agradecido por eso, tuve que volver a subir allá para conseguir más materiales. Al fin reparé aquellas partes donde se inundaba esta choza".
- "Debiste de tener algún progreso con la fórmula en todos estos años, ¿no?, ¿Cómo lo llevas?"
- "Ha sido, un pequeño, pero importante avance, la formula cada vez es más estable y..."
Hunter de repente golpeo la mesa con su mano-garra de bestia, causando un gran estruendo que paro en seco la conversación rajando la mesita de la sala de estar.
- "¿Podrían explicarme de que hablan? No entiendo ni mierda" – exclamó el bestia.
- "Ah... si disculpa que no me haya presentado propiamente, Spacetime medio me introdujo, creí que sería suficiente con eso"
El hombre de tez naranja se levantó de su silla y con su mano izquierda sobre su pecho dijo.
- "Mi nombre es Awyn, el único alquimista de este lado de Küpperniko y soy de la raza de los Grøntsag"-Dijo el hombre de manera amable, viendo a Hunter con curiosidad- "Asumo yo que tú eres uno de los muchos Plys que caen del otro lado del planeta, tuviste suerte de encontrarte a este sujeto."
- "¿Grøntsag? ¿Plys? ¿Qué es eso? ¿Se come? "- Preguntó Hunter-
Le dirigí la palabra inmediatamente a Awyn para evitar confusiones y cosas que podría decir Hunter de mí.
- "Disculpa a Hunter, el sí es un Ply, solo que en su tribu prefieren llamarse "Bestias", Lo rescaté cerca del borde fronterizo de Küpperniko, y se cayó hace dos días. ¿Acaso no, Hunter?
Discretamente, amenacé a Hunter con mi espada, presionando ligeramente el filo de ella contra su piel, lo suficiente como para que lo sintiera y medio le cortara.
- "A que te re... AH... SÍ... SI ES CORRECTO..." -Dijo Hunter forzosamente
- "Hmmm" -dijo Awyn intrigado, quien caminó hacia otra habitación, y regreso a los pocos segundos con un libro en mano- "Nunca había visto a un Ply como tú, Hunter. Debes de venir desde muy lejos".
Awyn se volvió a sentar en su silla y abrió el libro, señalando la ilustración de un Ply. Una criatura peluda de corta estatura, de complexión robusta, casi llegando a ser esfera, sus caras completamente cubiertas de pelo, excepto sus ojos que brillan conforme si hay luz o no.
Comparándolo con Hunter, no hay casi similitudes. Pero Awyn a diferencia de mí, no ha viajado a otros mundos y compara con lo que conoce, ni sabe de la existencia de razas diferentes a las que ya tiene registradas, así que lo mejor es que crea que Hunter es uno de ellos.
- "¿Ves esto?, estos son los que yo llamo Plys, viven en el otro lado del planeta, del otro lado del muro frontera que, si bien no está tan alto ahora, lo estará en un par de días, el cambio de estaciones se adelantó este año." -Dijo Awyn-
Hunter miró el libro con intriga. El libro describía a mínimo detalle como era su pelaje, color, tacto e incluso sabor. Pero lo que más le llamó la atención a Hunter, fue la parte de la "Transición".
- "¿Eso que es...?"- Dijo Hunter
- "Creí que esto era conocimiento general entre Plys. Dice aquí que cuando un Ply cae al otro lado del planeta, ósea aquí, su cuerpo empieza a cambiar drásticamente, el Ply pierde todos su pelaje y su cuerpo se torna lentamente en un Grøntsag, como Spacetime y Yo,".
- "Así es, Awyn. Así es, los Plys caídos se convierten en Grøntsags, una especie de forma de vida parcialmente vegetal, parcialmente animal, y aún no se sabe que causa la transformación. Pero lo que sí sabemos es..."- Dije
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- "Que, si un Grøntsag llegara a escalar hasta volver a tierra de Plys, este se volverá uno con la naturaleza y se convertirá permanentemente en un árbol milenario". -Completó Awyn. – "Y es por eso por lo que estoy aquí, cerca de la frontera, investigando por medio de la alquimia como volver a ser compatibles con el otro lado del planeta, regresando a ser Plys. La fórmula funciona temporalmente, he logrado que dure 5 horas allá arriba, pero no he podido lograr un efecto permanente. Quiero evitar que los que cayeron aquí sean comida de gusanos y de otros peligros de este desierto, como tu Hunter."-
La cara de Hunter se miraba, sería, no enojada... simplemente... sería, como que si algo hubiese recordado.
- "Hey, creo que no le terminé de contar a Hunter la historia de como terminó cayéndose de allá."
- "¡OYE, PERO NO LO PONGAS TAN ASÍ! ME DEJAS COMO QUE SI FUERA UN DESPISTADO"- Exclamó Hunter.
- "Bueno, si lo pones así... talvez."- Le dije.
- "No me importaría escuchar una historia de mi nómada favorito, servirá para relajarme después de pasar tanto tiempo en el laboratorio y en soledad. De todas maneras, todos los de mi especie viven bajo la arena"- Dijo Awyn
- "Hunter, tienes ahí los trozos del gusano que derrotamos, juntos. Con lo mío que guardé creo que es suficiente para que tú cenes, no te preocupes por mí ni Awyn, nosotros los Grøntsag solo necesitamos de agua para subsistir. -Le expresé a Hunter, guiñándole el ojo para que me siguiera el juego - "Veamos... donde me quedé... ¡Ah sí!".
- "Espera, espera... – Me interrumpió Awyn. – "Cuéntamelo todo"-
Awyn se levantó de nuevo y fue rápidamente a traer una pequeña libreta.
- "Esta es una oportunidad única para saber más de esta especie de Ply y de cómo se comportó contigo el brebaje en tu viaje Spacetime. Si me permites."-
De su cabello, follaje, sacó una rama hueca que usó como pluma para escribir.
- "De acuerdo... Verás, todo empezó hace mucho tiempo, como hace cuatro días... ayúdame Hunter."
En un par de horas, le contamos en resumen todo lo que paso anteriormente, adaptando la mayoría de la historia para que él lo entendiera. Se nos hizo bastante noche entre todo lo que tuvo que escribir Awyn, y como adaptábamos todo para que tuviese sentido.
- "Tomó más tiempo de lo que esperaba... creo que será mejor que lo contemos en la mañana, estoy cansado". – Dijo Awyn- "Pueden quedarse en la habitación de arriba, no puedo más. Feliz noche"-
Awyn se fue caminando a su habitación.
- "Feliz noche"- Le dije a Awyn justo antes de que cerrara su puerta, para inmediatamente dirigirle la palabra Hunter. –"Hunter, deberíamos subir, tengo algo que contarte".
Arriba de las escaleras encontramos una habitación bastante amplia, con múltiples camas individuales, su marco hecho de la misma madera que la cabaña, su colchón hecho de ramas incluso más pequeñas. Hunter y yo nos sentamos cada uno en camas diferentes.
- "Eh... no está tan mal, pensaba que iba a estar peor" -Dijo Hunter. – "Fue un maldito martirio contarle todo al tipejo planta ese"
- "Me preocupo por otras cuestiones en este momento, no sé siquiera como le contaremos el final de la historia, si hay que adaptarlo para él."
- "¡Bah!, ¡Que importa! No es que sea cuestión de vida o muerte, no, es más, me iré a dormir. ¡Soluciónalo tú! ¡Ya actué toda la tarde para ti, así que no me molestes!"
Hunter se recostó dándome la espalda; dispuesto a dormir. Decidí ignorarlo y ponerme a trabajar en lo mío con la tenue luz de las velas de la habitación.
- "Sigues siendo el mismo de siempre... pero por más que quiera dejarte, te necesito" – Dije entre dientes, susurrado.
Volví a abrir mi brazalete Moebius en busca de reparar aún más funciones de este, el no tener herramientas como destornilladores, cautín o unas pinzas me ha sido un dolor de cabeza, las funciones más complejas como la localización multiversal estaban dadas por muertas, pero con un poco de esfuerzo, dientes rotos, y dedos adoloridos, podía rescatar una de las últimas funciones básicas del brazalete. Las bitácoras. Pasé aproximadamente tres horas intentando reparar aquel sistema, hasta que finalmente lo logré.
- "Con esto podré ver realmente lo que pasó"- Me dije a mí mismo
- "PODRÍAS CALLARTE DE UNA VEZ, ENTRE LOS COMEJENES Y TUS RUIDOS METÁLICOS, NO SE PUEDE DORMIR A GUSTO"
- "Despiertas justo a tiempo Hunter. Tengo buenas noticias, recuperé mi bitácora de viaje, sé qué pasó exactamente ese día, prepárate para una mejora narrativa, ya no tendré que dar malas descripciones"
- "Como dije, ¡Que me importa!"-
- "Debería importarte mucho, ya que "ella" está aquí"
- "No me digas que... No... imposible"
- "Sí, tu pelea contra la bruja está aquí, así que a menos que quieras que le cuente toda la verdad a Awyn y las cosas humillantes que pasaron después. Será mejor que tú edites esa parte."-
- "Mierda... todo por conservar lo último de honor que me queda. ¡Comienza a contarlo y no perdamos el tiempo!"-
- "Así se habla, Hunter"
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Con todos los conflictos resueltos y yo afuera de la cueva de los reptilianos, recogí el RPGear y lo metí a mi bolsillo. Poco sabia yo que no estaba totalmente desactivado.
Al salir a la superficie, estaba solo, no había nadie más que yo y el viento nocturno de Lydenfrost. Me senté en el graderío a enviar el alma, como la vez pasada.
"Extraño... ¿Tanto tiempo pasé allá abajo?, No puede ser, tiene que haber alguien aquí cerca -Me pregunté.
Pronto, pero no tarde, mi pregunta fue respondida.
"El RPGear está... parpadeando"
Resulta que, el tiempo que pasa en el RPGear es 9 veces mayor que el tiempo que pasa en la realidad, El aparato ese, siguió parpadeando cada vez más rápido, mientras todo mi entorno cambiaba rápidamente, veía como un día pasaba en segundos, como los bestias entraban y salían del coliseo, a supervelocidad, me sentí como un fantasma, un simple espectador observando a los demás, hasta que el aparato cesó de parpadear y el tiempo comenzó a fluir normalmente. Recuerdo haber aparecido sobre un bestia hipopótamo, se molestó conmigo al instante, el fuerte sonido de la multitud del coliseo era aturdidor, para este punto del día ya era hora del torneo de bestias del que mis compañeros hablaron.
"¡BESTIAS PRESENTES AQUÍ! ESTÁN TODOS LISTOOOOOOOOOOOOOOOOOSSS" -Gritó a todo pulmón el anunciador- "DE UN LADO TENEMOS A LA FINALISTA PRODIGIO DE ESTE AÑO, LA BRUJA MISTERIOSA DEL SÉPTIMO ANILLO Y DEL OTRO LADO TENEMOS AL HEREDERO DEL TRONO POR DESCENDENCIA, UN APLAUSO PARA HUNTER WOLF."
Hunter se levantó y desde el salón del rey dijo
"¡Impresionante!, Llegaste hasta acá por tu cuenta, pero vas a necesitar más que eso para llevarte el reinado, tu última prueba será..."
De un salto, se aventó del salón del rey aterrizando fuertemente en la arena para luego él de una manera burlona preguntar.
"¿Y bien? ¿Por qué no les dices a todos aquí como te llamas?, No podemos poner en los libros de historia la paliza que te voy a pegar sin un nombre al cual humillar."
La bruja impactó el suelo con su garra, provocando una onda de choque que dejó en silencio la arena. Un brillo cegador emanó de ella inmediatamente, revelando que ella nunca fue un bestia en primer lugar, si no que, era una humana, de corta estatura y pelirroja, portando un báculo con una gema carmesí incrustada en su punta poco simétrica. Vistiendo de un abrigo de tonos verdes y un vestido de un color azul tan frío como el hielo.
Hunter intentó liquidarla inmediatamente, con un puñetazo dirigido a la cara de la mujer. Pero esta convoco una barrera protectora con su magia que detuvo el golpe.
El público estaba atónito, algunos abucheaban y otros simplemente no podían creer lo que veían, la mujer pelirroja miro a su alrededor, levantó su báculo y se pronunció ante el público y Hunter
"¡No tan animados ahora que ven la verdad, alimañas! Tanto quieren saber mi nombre, escúchenme primero, por años ¡Mi gente ha sufrido ataques de su raza, semana tras semana, mes tras mes, año tras año! Nuestra raza fue esclavizada y consumida por ustedes por cientos de años. ¡Pero es finalmente hora de un cambio! ¡Cuando me proclame la más fuerte de todo este reino, Tú y ustedes horrendos monstruos, se arrepentirán de siquiera haber existido, ¡y serán desterrados de sus tierras, así como ustedes nos desterraron a nosotros los humanos siglos atrás! Alimentaremos a los nuestros con su carne, arroparemos a los nuestros con sus pieles, usaremos sus huesos como mondadientes y decoraremos nuestras paredes con sus cabezas" – Dijo la bruja-
"Respondiendo a su pregunta, ¡Mi nombre es Griezu! ¡Y he venido a derrotarte Hunter Wolf!"
Abucheos e insultos cayeron sobre ella, junto con algunas jarras de madera.
"Mira, engendro, los bestias somos y siempre seremos superiores a su inferior raza, los humanos son tan idiotas que cabe en su pequeña cabeza hueca la posibilidad de vencernos, si tanto te gusta la historia, ve a ver si hay algún humano que alguna vez haya vencido a un bestia ¿eh?"
"No vine a revivir el pasado, vine a forjar el futuro, y si es necesario exterminar a los bestias por un futuro más brillante, que así sea"
Griezu tomó su báculo con ambas manos, apuntando a Hunter, frente al báculo un círculo arcano se había formado. El círculo colapsó en sí mismo y un ataque de luz emergió del báculo, un rayo de luz que impactó contra Hunter.
De entre el polvo y escombros, un brillo verde emergió, iluminando la arena entera, Hunter había sobrevivido el ataque, tenía quemaduras y laceraciones graves por doquier con su mano derecha apoyada en su pecho agarrando la fuente de aquel brillo, un talismán que estaba imbuido de energía de almas, la fuente de su poder.
Ambos Griezu y Hunter se miraron a lo lejos fijamente, el público entero estaba al borde de sus sillas de la emoción, ya que una batalla de alto calibre se aproximaba.