Pasaron dos semanas desde que el frío empezó a envolver el bosque. El viento helado y las noches gélidas comenzaron a extenderse por todo el territorio donde se encontraban Noa y los demás. Cada día, los vientos se intensificaban, y los árboles dejaban caer sus hojas en un lento y elegante descenso hacia el suelo. Todo esto lo observaba un joven que entrenaba cerca de la cabaña.
Noa estaba decidido a no morir en ese mundo sin antes cumplir la encomienda de la diosa [https://img.wattpad.com/7a3031459d4b08b9b1c0312c899703ce2231e376/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f6b512d6c437054735336667544773d3d2d313437363037313938392e313766363662303932303433653037363535333731303032353830302e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
Noa estaba decidido a no morir en ese mundo sin antes cumplir la encomienda de la diosa. Cada mañana se esforzaba al máximo. Sus piernas y brazos, recuperados del desgaste, estaban ahora fuertes y ágiles, y se había acostumbrado a la vida y las costumbres del anciano y la chica que vivían con él. Por su parte, Keila también había aprovechado el tiempo para aprender todo lo posible. Con la ayuda de Nimue, comenzó a entender cómo expresar sentimientos hacia los demás. Aunque le costó mucho comprender las diferentes expresiones emocionales, su deseo de aprender era grande.
A medida que pasaba el tiempo, ambos jóvenes adquirieron nuevos conocimientos. Sin embargo, Noa sabía que debía prepararse para enfrentar el mundo exterior. No dudó en buscar el consejo del anciano, quien parecía entusiasmado por enseñarle. Un día por la tarde, se sentaron para hablar.
—Noa —empezó el anciano—, has estado en esta cabaña más de diez días. Quiero entregarte esto.
El hombre sacó un libro de una pequeña biblioteca a su lado.
—Este libro te enseñará todo lo que necesitas saber sobre el reino de Tzurue y las deidades que lo habitan.
Noa tomó el libro con una expresión de confusión. Luego, con un tono nervioso, respondió:
—Anciano... no sé leer.
Su vergüenza era evidente. A pesar de todo el tiempo que había pasado allí, nunca había intentado aprender a leer la escritura de ese mundo.
—¿No sabes leer...? Bueno, supongo que no provienes de una familia privilegiada. Me gustaría enseñarte, pero, la verdad, no sé cómo hacerlo. Cuando la pelea de territorios entre los monstruos haya terminado —dijo el anciano, dejando el libro en una mesa cercana—, tendrás que irte con tu hermana. Tal vez en la ciudad encuentres a alguien que pueda enseñarte a leer.
Había cierto descontento en sus palabras, pero su mirada seguía siendo dura y justa.
—S-sí, lo entiendo. Ahora, ¿podrías contarme la historia de este reino? —se acomodó en su asiento—. Quiero saber todo lo posible y estar preparado.
—Supongo que tienes razón, muchacho. Ir a la ciudad es peligroso si no sabes nada sobre ella. Como sabes, fui soldado y he visto cosas horribles que ocurren en la ciudad cuando cae la noche —su voz dejó de ser suave repentinamente—. Ahora, presta atención a lo que te voy a contar, porque es todo lo que sé y espero que te sirva para protegerte a ti y a tu hermana.
Noa asintió, algo intimidado por la rudeza del hombre.
Entonces, el hombre de mediana edad comenzó a narrar la historia del mundo...
—Las antiguas historias narran el poder de nuestras deidades y cómo liberaron al mundo de la oscuridad. De ellas surgieron nuevos reinos y esperanza para todos. Un día, ordenaron construir templos más grandes que cualquier ciudad. Eso fue hace más de doscientos años. Desde que las deidades protectoras del mundo entraron en esos templos, nunca volvieron a salir... jamás —dijo el anciano, tomando un sorbo de agua—. A raíz de esto, el mundo quedó abandonado por los seres que nos enseñaron tantas cosas a los humanos y a otras razas. Ellos dejaron a cargo a sus iglesias y a los reyes, y ese fue el declive para nosotros. Pronto, la maldad de los nobles salió a la luz. Se adueñaron del mundo, y la iglesia no hizo nada ante tanto mal. Esos imbéciles solo se paran frente a los templos para venerar a sus dioses y tratan de llevar a muchos por el mismo camino. Así, todo se pudrió.
Tosió un poco.
—Escucha, muchacho, lo que encontrarás en las ciudades no es más que basura para los plebeyos. Te lo aseguro. Por eso me fui junto a mi esposa lejos de la podredumbre, pero... poco después de que ella dio a luz a mi hija, ella murió. No me sorprende, mi madre también murió por mi nacimiento. A lo que quiero llegar es que si vas a la ciudad, tendrás que luchar por sobrevivir. Y no creas que ir con otra raza te salvará; ellos no lo harán. En este mundo, los humanos plebeyos somos menos que las heces de un animal —suspiró, agotado—. Y jamás veneres a alguna deidad ni sigas a ninguna iglesia. Ellos solo te lavan el cerebro. Pueden parecer amables y puros, pero por dentro son peores que los nobles.
El anciano terminó de hablar, visiblemente cansado. Noa parecía confundido por el repentino cambio de tema, pero no le prestó mucha importancia. Todo lo que el hombre le había dicho le resultaba muy útil. Sin embargo, antes de concluir la conversación, Noa dijo algo que sorprendió al anciano.
—Señor... ¿cree que... —pausó un momento, pensando en lo que iba a decir—, cree que pueda dejar a mi hermana con usted?
—¿Por qué harías algo así, chico? ¿Acaso no quieres a tu hermana? —dijo el anciano, mostrando preocupación.
—No es nada de eso, solo que... con todo lo que me ha contado, creo que es más peligroso que ella vaya conmigo que ir solo, y estoy seguro de que ella estaría mejor aquí —Noa parecía pesar en sus palabras—. Además, parece haberse encariñado con Nimue.
—Bueno... si eso es lo que quieres para tu hermana, supongo que es lo mejor para ella —dijo el anciano, levantándose de su asiento—. Pero deberías hablar de esto con ella. Por mí está bien; ya pude criar a una, no será problema criar a otra.
El hombre salió de la habitación entre carcajadas.
Noa suspiró ante la respuesta del anciano. Ya habían pasado suficientes cosas como para poner en peligro a Keila, pero algo muy dentro de él le suplicaba que no la dejara. Aunque no entendía bien por qué, ver a esa chica de cabello plateado le daba paz y, de alguna manera, le daba fuerza. Aun así, las decisiones estaban por tomarse.
Pasaron los días y ambos aprendieron mucho sobre el mundo y su cultura. Para Noa, era algo nuevo y al mismo tiempo no tan nuevo, ya que el mundo del que provenía no era muy diferente de la Edad Media, salvo por el uso de lo que él podría llamar magia. Estaba ansioso por ver cómo era y cómo se aprendía. Keila, por su parte, disfrutaba de las cosas simples, como comer una fruta. También aprendía con Nimue sobre modales y cómo ser una dama, lo que molestaba un poco a Noa. Sin embargo, comprendió que en este tiempo, las mujeres aún eran menospreciadas. No faltó el día en que intentó enseñarle a Keila cómo dar una patada.
Así, un día, el estruendo de cientos de pisadas alertó a Noa, quien se encontraba entrenando en el bosque. La pelea por territorio había comenzado.
Rápidamente, Noa regresó a la cabaña, alertando al anciano y a las chicas [https://img.wattpad.com/d69d16642312434e15dbe051a90571f222d36720/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f45615a54725570453167352d4c513d3d2d313437363037313938392e313766363662313138623739386638303539333939353938383434392e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
Rápidamente, Noa regresó a la cabaña, alertando al anciano y a las chicas. Todos tomaron lo que habían preparado para viajar al refugio. Salieron de la cabaña, asegurando cada cosa y rociando un líquido que alejaba a las bestias de la cabaña. Se adentraron en el bosque, caminando durante varias horas entre árboles y rocas. La noche caía y aún faltaba un día más de camino, así que decidieron descansar. Armaron una fogata y sacaron los sacos de dormir, que eran simplemente sacos de cuero de animal. La noche transcurría con normalidad; después de un rato hablando entre ellos, las chicas se acostaron cerca de la fogata. Mientras tanto, el anciano y Noa se encargaron de hacer guardia toda la noche. El joven aprovechó la oportunidad para preguntar algo que aún lo intrigaba y que no había podido comentar antes con el hombre.
—Anciano... quiero preguntarle algo —dijo, mirando hacia el cielo estrellado.
—¿Qué cosa? —preguntó el anciano mientras comía algo de carne—. ¿Acaso es sobre el refugio?
—No, no es eso. Solo que hace un tiempo... —pausó, pensando en cómo formular su pregunta—, cuando Keila y yo estábamos perdidos, encontramos un carruaje destrozado. Al parecer, les habían atacado criaturas humanoides horribles que se llevaron a las mujeres del carruaje. Me gustaría saber qué eran esas criaturas.
Noa parecía algo temeroso de hacer la pregunta, ya que no sabía cómo reaccionaría el hombre al saber que no había ayudado a las mujeres.
—Hablas de los perturbados... son criaturas despreciables que secuestran mujeres para reproducirse y luego comérselas —dijo el hombre con algo de odio hacia esas criaturas—. Y deja de sentirte culpable. Hiciste bien en no ayudar a esas mujeres; de lo contrario, tú habrías muerto y a tu hermana le habrían hecho algo peor. Así es la vida —habló con rudeza antes de acostarse—. Ahora vigila. Despiértame si pasa algo.
El hombre se dispuso a dormir. Algo desconcertado por el comportamiento del anciano, Noa respondió con un "está bien" y continuó observando los alrededores, atento a cualquier peligro.
Al día siguiente, continuaron su camino hacia el refugio. Pasaron por muchos lugares que fascinaban a Noa y a Keila. Todo era hermoso visto desde la cima de una montaña; paisajes que Noa jamás pensó ver estaban ahora frente a sus ojos. Era un mundo entero por descubrir... hasta que, cuando ya estaban cerca del refugio, algo llamó la atención de Keila. Ella, jalando de la ropa de Noa, señaló un lugar peculiar.
Un cráter tan grande y profundo se hacía visible desde la lejanía de la montaña [https://img.wattpad.com/58a20a459750bdafe2817b4017357fe2d56e47a3/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f746b746b64706f786f7031512d413d3d2d313437363037313938392e313766363662346464336335653236303136333634393036383132382e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
Un cráter tan grande y profundo se hacía visible desde la lejanía de la montaña. Noa lo miró con curiosidad hasta que le preguntó a Nimue qué era. Ella solo respondió:
—No lo sé, solo te puedo decir que es muy antiguo.
Estas palabras llenaron de emoción a Noa, quien pensaba que podría ser el sitio de la caída de algún meteoro. Esa idea le fascinaba. Poco después, finalmente habían llegado al refugio.
Poco después, finalmente habían llegado al refugio [https://img.wattpad.com/4fb270092a84de69ab27f32fd41e4311f2bf8687/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f75764a647356725a777441786a773d3d2d313437363037313938392e313766363662353537326137623635373832303536373834363938392e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
—Este es el dichoso refugio... —dijo Noa con algo de nerviosismo.
—Si no te gusta, puedes dormir afuera —respondió el anciano con tono rudo y serio.
—Ya te acostumbrarás —dijo Nimue en tono bromista mientras entraba al refugio.
—Es mejor... que nuestra primera casa —dijo Keila con seriedad y sin mostrar mucha emoción.
—(〜 ̄△ ̄)〜 Qué malos... —dijo Noa antes de entrar con todos.
El lugar no era malo por dentro; básicamente consistía en una cueva con varias camas y un lugar que se podría llamar baño. También se notaba que el lugar era frecuentado pocas veces al año. Después de haber dejado sus cosas, Noa salió a dar un vistazo a todo lo que lo rodeaba. Montañas y bosques hasta donde alcanzaba la vista era lo que sus ojos apreciaban. Por primera vez se dio cuenta de lo hermoso que era ver un mundo no contaminado por la avaricia humana. Respirando hondo un aire tan puro, soltó un grito de alegría a los cuatro vientos. La alegría que sentía en ese momento era indescriptible.
Así pasaron muchas cosas en el refugio. Keila aprendió mucho más de parte de Noa, y el anciano y Nimue se sorprendieron por lo mucho que sabía el joven. Él solo usó como excusa: "Son tradiciones de mi pueblo". Los días transcurrieron en la montaña. Noa entrenaba, haciéndose cada vez más fuerte con las enseñanzas del viejo, sin importar cuán lastimado saliera después de cada sesión. Keila también aprendió muchas cosas de Nimue. Ambos apreciaban el tiempo que pasaban con ellos; de alguna manera, era como tener una familia.
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Por otro lado, Noa sabía que esta situación no duraría para siempre. Tenía que irse tarde o temprano para cumplir el mandato de la diosa. Sabía que debía dejar a Keila con ellos, ya que ella correría mucho peligro si viajaba con él. Así que decidió esperar hasta el último día, cuando el anciano dijera que era seguro bajar de la montaña. En ese momento, se lo diría. Estaba totalmente decidido a continuar su viaje solo.
Pronto llegó ese día. Los cuatro bajarían al bosque para regresar a la cabaña. El anciano y Nimue estaban al tanto de la decisión de Noa y también estaban de acuerdo. Alistaron sus cosas y dejaron todo impecable en la cueva. El anciano iría al frente para vigilar y Noa estaría en la retaguardia; ambos protegerían a las chicas de cualquier peligro que pudiera haber quedado en el bosque. Así continuaron descendiendo, cada vez más, hasta que llegaron al bosque. Un olor a sangre estaba presente en toda el área. De vez en cuando se encontraban con los restos de alguna bestia; era evidente que había ocurrido un feroz enfrentamiento. Aun así, no bajaron la guardia y continuaron recorriendo el sendero de árboles. Ya no faltaba mucho para llegar a la cabaña. En un instante, Noa preguntó algo que desconcertó un poco al anciano.
—Viejo, ¿por qué tardamos día y medio en llegar a la montaña si bajamos en menos de 7 horas? —sostenía una espada mellada, aún en guardia.
—Porque me perdí en el camino. Ahí está tu respuesta. Ahora sigue caminando.
—Padre... ¿puedo usar mi arco? —Nimue estaba aburrida de no poder hacer nada.
—Aún no. Tu puntería es como la de un excavador. Solo quédate en el medio y presta atención a tu alrededor —dijo el anciano, quien tenía razón: la puntería de la chica era comparable a la de un topo.
—┐( ̄ヮ ̄)┌ Qué puedo decir, mi hermosura me ciega la vista —continuó caminando, sujetando la mano de Keila. No fue hasta que algo la alertó—. Padre, algo se acerca por el frente
El viejo rápidamente apuntó en dirección al sonido. Algo retorcía los árboles con pisadas fuertes pero inconsistentes, como si la bestia que se acercaba estuviera herida. El anciano y Noa se colocaron al frente, esperando a lo que fuera que se acercara. El chico sentía un miedo inmenso, pero sabía que no podía huir. De repente, ante ellos apareció una criatura de aspecto felino, cubierta de escamas, con un olor a carne podrida y ojos amenazantes que los miraban con ferocidad.
De repente, ante ellos apareció una criatura de aspecto felino, cubierta de escamas, con un olor a carne podrida y ojos amenazantes que los miraban con ferocidad [https://img.wattpad.com/8e3737a4f6ba4edfacf3194c80e577f1a5cfa12a/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f5f36394737394458683755434d673d3d2d313437363037313938392e313766363662356332646434666361393632383935363134343637382e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
—Viejo, ¿qué es esa cosa? —aún sosteniendo la espada, sus brazos no dejaban de sudar y temblar.
—Es un Vermorax. Son peligrosos, pero este parece haber sido afectado por una maldición oscura —respondió el anciano, poniéndose en posición de ataque—. Yo atacaré su cuello, tú distrae a la bestia, Noa.
—¿Qué yo qué?! —Antes de decir más, el viejo avanzó rápidamente en dirección a la bestia.
La pelea había comenzado. El viejo atacaba los puntos débiles de la bestia mientras Noa gritaba y hacía escándalo con el flash de su celular para atraer toda la atención de la criatura. Las chicas se alejaron del campo de batalla para no interferir. Baldric blandía su espada con ferocidad, dando cortadas en las piernas y el cuerpo de la bestia. Esta parecía confundida por los destellos de Noa, y antes de dar el golpe final, el viejo adoptó una postura peculiar contra el suelo, dando un salto rápido y cortando de un solo tajo la cabeza de la bestia. Ese movimiento dejó perplejo a Noa; fue como ver una escena de un anime de acción frente a él. Mientras la cabeza caía al suelo y la sangre se derramaba en un charco, el anciano cayó de rodillas. Al ver esto, Noa corrió apresuradamente a ver si el viejo se encontraba bien.
—¡Viejo! ¿Te encuentras bien? —Noa se inclinó sobre su espada, el anciano parecía estar perdiendo el aliento.
—Sí... sí estoy bien, Noa. Solo que hacer ese ataque gasta mucha energía... demasiada —el hombre respiraba agitadamente; realizar ese tipo de ataque causaba un estrés inmenso en la musculatura, sobre todo en un hombre mayor.
—Viejo, eres increíble. Tienes que enseñarme a hacer eso ( ' ▽')ノ Si lo vas a hacer, ¿verdad? —Noa parecía algo despreocupado, pero luego ayudó al anciano a levantarse.
—Recuerda que tienes que irte, muchacho... —hablaba Baldric con algo de dolor en el cuerpo—. Vamos rápido a la cabaña... Ellos llegarán pronto...
—¿Quiénes llegarán? —Noa sostenía al hombre para que no se cayera.
—Los recolectores —fue lo último que dijo, ya que luego llegaron las chicas, algo preocupadas por el desastre causado.
Noa no entendió a qué se refería con "recolectores", pero no preguntó más, ya que parecía ser un tema serio para Baldric. Así decidieron continuar el camino de regreso a la cabaña. Cuando llegaron, todo era un desorden; al parecer, criaturas pequeñas habían logrado entrar y desordenar todo. Les tocaba limpiar mucho y desechar comida perdida, pero agradecían el poder haber llegado a salvo. Nimue llevó a su padre a descansar mientras Keila y Noa terminaban de limpiar la casa. En ese instante en que se encontraban solos, el chico decidió hablar sobre el tema de viajar solo. Mientras barrían el suelo, sacó el tema a flote.
—K-Keila... Te puedo decir algo, es importante —dejó la escoba a un lado y miró a Keila. Ella parecía entender lo que estaba por decir, aunque su mirada seguía siendo amable.
Ella parecía entender lo que estaba por decir, aunque su mirada seguía siendo amable [https://img.wattpad.com/6d059960276793f4e38c4f68fd3881ca0235ff84/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f4457346376384d794c41793875673d3d2d313437363037313938392e313766363663333661656331353739373233303439363134323539382e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
—Bueno... yo, tengo que continuar mi viaje y no puedo... No quiero ponerte en peligro —las palabras de Noa eran sinceras—. Quiero que te quedes con el viejo y Nimue. A su lado estarás a salvo.
—Está bien... pero prométeme que volverás, prométeme que no me abandonarás —Keila ya hablaba con más fluidez gracias a Nimue, por eso sus palabras reflejaban algo de dolor. Después, antes de que Noa pudiera decir algo más, ella continuó—. Recuerda que... yo aparecí junto a ti, y eso tiene que tener una razón de ser. Además... no quiero ser un estorbo en tu camino.
Esas palabras hicieron pensar a Noa. No obstante, recordó las palabras de la diosa: "Ella es tu fuerza y valentía, pero también tu mayor debilidad." Aun no sabía a qué exactamente se refería con "fuerza y valentía", ni entendía por qué Keila sería su mayor debilidad. Durante todo ese tiempo, no logró comprender nada. Sin embargo, al oír que Keila aceptaba quedarse, fue como si un gran peso hubiera sido retirado de sus hombros. Se sintió aliviado, y justo antes de poder decir algo más, el impacto de una flecha contra las ventanas lo alertó. De la nada, todas las ventanas de la casa se rompieron por el ataque de flechas. Rápidamente gritó:
—¡Abajo todos! —se agachó junto a Keila. Todo se había vuelto tenso de repente. ¿Quién los atacaba? ¿Y por qué?
De pronto, la voz de un hombre sonó desde fuera de la casa.
—¡ANCIANO! ¡Sal de una vez! —gritó el hombre montado en un caballo. Tenía los ojos marrones, la cabellera larga y sucia, y sus vestimentas estaban desgarradas y sucias. Alrededor de él había al menos veinte hombres más, de mal aspecto.
Ante la amenaza, Noa empezaba a ponerse nervioso. Era evidente que esos hombres no tenían buenas intenciones y estaban buscando a Baldric por algún motivo. Incluso dispararon sin temer a herir a alguien. Noa y Keila se mantenían de rodillas, tratando de ocultar su presencia. Después de unos momentos, el viejo llegó arrastrándose junto a Nimue por el suelo, y no podían revelar su ubicación.
—Viejo, ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué nos atacaron? —preguntó Noa, aún asustado.
—Son recolectores... vinieron por los restos de monstruos —respondió el anciano, preocupado.
—Si vinieron por los restos, ¿cuál era la necesidad de atacar? —Noa sujetaba fuertemente la mano de Nimue y Keila.
—Yo... les debo dinero. Pensé que llegarían en cuatro días, pensé que me daría tiempo a huir con las chicas... —el arrepentimiento en sus palabras era evidente, como si no hubiera salvación. Entonces Nimue habló.
—Papá... no podemos huir, tienen la casa rodeada —pausó por un momento—. Tenemos que pelear y ganar. Yo puedo usar mi arco, sé que puedo, papá.
—No lo harás... Ellos quieren dinero. Bastará con que los convenza para que me den más tiempo —Baldric aún mantenía algo de esperanza de poder solucionar todo.
—Viejo, ellos no te perdonarán la deuda... es intentar huir o pelear causando una distracción para poder huir —Noa sabía que en este tipo de situaciones no habría escapatoria. Necesitaban huir lo más pronto posible—. Baldric, ¿crees que podrás correr?
—Claro, aún no soy tan viejo. Solo te pido que protejas a las chicas si algo llegara a pasar —dijo Baldric con una mirada determinada y valiente.
—Estate seguro de eso... viejo —Noa se movió para alcanzar su espada—. Keila, ven por favor, necesito que tú y Nimue se oculten mientras creamos la distracción. Después de que eso pase, corran al bosque, lo más rápido que puedan. Nosotros las seguiremos —agarró de los hombros a Nimue mientras le entregaba unas flechas que había recogido—. Por favor... protégela y protégete —se acercó a Keila y le entregó su celular—. Cuídalo, ¿sí? Ya no le queda mucha batería... pero quiero que lo tengas y que aprendas a usarlo.
El miedo era evidente en los ojos de Noa, pero en ese momento tenía que ser fuerte y valiente.
Keila y Nimue se escondieron en un lugar cercano a la puerta, mientras tanto Noa y el viejo se preparaban para salir. Esta vez, Noa tendría que volver a quitar una vida, ya que sabía perfectamente cómo era ese sentimiento...
Así comenzó... Noa arrojó un jarrón de barro lo más lejos que podía, distrayendo momentáneamente a los hombres. En ese instante, el viejo salió por la puerta con una vara de metal en manos, golpeando fuertemente a los primeros que intentaron atacarlo. Mientras tanto, Noa también salió, pateando a uno de los que atacaban al viejo y clavando su espada en el pecho del atacante. De inmediato, todos los hombres se abalanzaron para atacar bajo una orden de quien parecía ser el líder.
Cuando se veían acorralados, el viejo tomó la misma extraña postura que usó contra la bestia y gritó: "¡Al suelo, NOA!" Lanzando el ataque con la vara de acero, reventó todas las cabezas del grupo de cinco hombres que los atacaban. En ese mismo instante, Noa desde el suelo gritó: "¡Ahora chicas!" Aprovechó la confusión causada por ese ataque para que las chicas corrieran al bosque. Las chicas salieron corriendo ni bien escucharon el grito del joven, adentrándose en el bosque. Lo que no esperaban era que el líder de los bandidos diera una señal muy discreta para capturarlas, algo que no notaron ni el viejo ni Noa.
Todo pasó en cuestión de segundos. Cuando los cuerpos de los decapitados cayeron al suelo, el viejo hizo lo mismo. El uso de ese ataque había causado que su cuerpo colapsara. Noa no perdió el tiempo y levantó al viejo, listo para huir al bosque. Pero no fue hasta que el mismo líder lanzara una flecha a las piernas del chico, haciéndolo caer junto con el viejo.
—¡Carajo! —el dolor y el peso de Baldric no le permitían levantarse—. ¡Viejo, levántate! ¡Tenemos que ir con ellas! —La sangre salía con cada movimiento, pero Noa trataba de levantarse con todas sus fuerzas, hasta que el líder empezó a acercarse.
—Vaya, vaya, vaya, el viejo trató de pelear de nuevo —se acercó a Noa y al viejo, quienes aún estaban tirados en el suelo.
—Vaya, vaya, vaya, el viejo trató de pelear de nuevo —se acercó a Noa y al viejo, quienes aún estaban tirados en el suelo [https://img.wattpad.com/5b6a838c7a0136c7d4ab455cf875b4d854a21927/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f6262784f6d4c757341534d5937673d3d2d313437363037313938392e313766363663343366366536323265313830363937383232373431312e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
—D-Dorian... te dije que te pagaría, ¿qué necesidad había de esto? —respondió Baldric desde el suelo, su cuerpo adormecido por el enorme dolor muscular.
—Anciano... para ti ya no hay tiempo. Además, ahora me debes más por los cinco hombres que mataste —dijo el hombre con una mirada arrogante—. Te mataré y usaré a tu hija como pago. —Miraba fijamente al viejo.
—¡No te atrevas a tocarlas, hijo de perra! —gritó Noa, aun siendo aplastado por el viejo.
De repente, el hombre soltó unas carcajadas.
—Vaya, insulto más creativo. Tranquilo, también te mataré a ti. No seas impaciente. —Dorian se levantó dando instrucciones a sus hombres para que sostuvieran al anciano.
—Dorian, piénsalo por favor, te pagaré, lo juro. Seré tu esclavo... solo deja que él se vaya con las chicas —decía el viejo mientras era levantado de ambos brazos por un par de hombres.
—¡Viejo, no! ¡Suéltalo de una vez! ¡Dijo que te pagaría! ¡Yo le ayudaré! —Noa aún estaba en el suelo, sometido por la pierna de Dorian. No respondía a las súplicas del chico.
—Noa... no pelees. Solo concéde en vivir... y protégelas —Baldric miró a Noa a los ojos, con arrepentimiento y dolor en su mirada.
y protégelas —Baldric miró a Noa a los ojos, con arrepentimiento y dolor en su mirada [https://img.wattpad.com/eab0b5bc3d6b13e5c5f4cdcee7bf1d0881952b25/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f32332d726c335f7849724b5067513d3d2d313437363037313938392e313766363663343938643330623133623436353032383034333436352e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
—Te encargo a Nimue... Noa —dijo el viejo con un susurro débil, su voz llena de pesar.
En ese momento, muchas cosas pasaban por la mente de Baldric, pero no le quedó tiempo para más, ya que segundos después, un tercer hombre le cortó la cabeza. Esta cayó al suelo, el cuerpo se retorció un poco antes de ser soltado por los dos sujetos que lo sostenían. Noa presenció todo esto sin poder haber hecho nada. Solo pudo gritar de desesperación, intentando liberarse de la fuerza de Dorian, pero una de sus piernas seguía sangrando y no podía correr.
—Ya lo viste, muchacho, jamás te endeudes con las personas incorrectas —Dorian dejó de mirar la espalda de Noa.
Noa se arrastró lo más rápido que pudo, agarrando una de las espadas que yacían en el suelo. Después, se abalanzó en un intento de matar al líder, solo logrando cortar una de sus manos. Todo pasó en segundos, pero cuando estaba por volver a atacar, a pesar del dolor, fue interrumpido por un inmenso dolor en todo el cuerpo. Se dio cuenta de lo que pasaba al notar cómo unas cuerdas atravesaban su cuerpo, como si lo estuvieran clavando sin estarlo.
—¡Qué mierda es esto! —intentaba liberarse desesperadamente, pero con cada movimiento las cuerdas se hundían aún más—. ¡AAAAAA!
—Mejor deja de resistirte, muchacho —Dorian agarró su mano del suelo sin importarle la sangre que salía—. Debo reconocer que fuiste rápido, pero no lograste matarme... qué pena. —Acercó su mano cercenada a su muñeca, y de repente unos hilos negros empezaron a salir de la cortadura, uniéndola de nuevo a la muñeca—. No te mataré, tienes potencial de ser un esclavo de pelea, me pagarán bien por ti. —Su voz era sombría, pero no dejaba de sonreír.
—Su voz era sombría, pero no dejaba de sonreír [https://img.wattpad.com/291f0015c9e232bbe2b2550ba14647958f39675a/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f527a676d766a366b397737792d773d3d2d313437363037313938392e313766363663656633636631653135633136303934353832363336352e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
—Maldito... —Noa lo miraba con odio y un dolor inmenso en el corazón.
—Mejor compórtate y tal vez te haga mi sirviente —tocó la cabeza de Noa a modo de burla—. Llévenlo con los demás, tenemos que irnos ahora... y saquen todo lo que puedan de la casa. —Dando esa orden, se alejó de la mirada de Noa para ocuparse de otro asunto.
Noa se sentía destrozado. No pudo hacer nada para salvar a Baldric, y tampoco sabía cómo se liberaría de esos hombres. En ese momento, solo rogaba a su diosa por ayuda, pero parecía no escucharlo ni verlo. Solo podía llorar por el inmenso dolor que sentía mientras era llevado a lo profundo del bosque . . . .