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Capitulo 12: Respeto

Cuando Linway apareció en el centro de Berimastia gracias al dispositivo de teletransportación, se encontró con Billy tirado en él suelo, evidentemente golpeado, y al levantar la mirada, una docena de hombres armados con espadas, lanzas y mazos, vistiendo pesadas armaduras negras, apuntaban a los habitantes de Berimastia con sus armas, incluyendo a Launya, los cuales estaban parados frente a sus hogares, pero ahora sin poderse esconder a causa de la amenaza de los hombres armados.

— ¿Es este ridículo tu lider? — Se burló aquel hombre en pesadas armaduras negras, el cual sostenía un mazo contra la cabeza de Billy

— Linway Chernikov. ¿Y tu quien eres? — Preguntó el joven de vuelta, apretando el puño, con una mirada feroz al notar a Billy, el líder de la aldea herido

— Erron Sanss. El invencible. — Se presentó con una burlezca sonrisa detrás de su casco

— Y dime, Erron Sanss, “El invencible”. ¿Que quieres? — Preguntó Linway de vuelta, en un tono burlón

— Unos putos jotos orejones se están escondiéndose en ESTE territorio. — Explicó sencillamente, con aquella voz grave y amenazante — Sácalos de aquí, o nos vamos a encargar de buscarlos hasta en sus putas bolsitas de canguro, de forma literal. O dentro de sus pulgosos pelos, a fin de cuentas, una pulga no se diferencia de un elfo — Dijo burlándose mientras señalaba a un hombre canguro miembro de la aldea

Linway frunció el ceño ante la actitud de Erron hacia los Feralis, apretó los dientes, con ganas de romperle la cara a aquel hombre, pero teniendo qué contenerse por la responsabilidad que sus acciones significaban.

“No importa la situación. Si dejas que le falten al respeto a tu pueblo, lo volverán a hacer una vez tras otra por culpa de tu ineptitud. No pisotean tu tierra, no pisotean tu honor, no pisotean tus raíces, no pisotean a TU GENTE”

Esta vez, una voz que fusionaba su propio pensamientos con el de sus hermanos se hizo presente para darle seguridad acerca de como actuar. Si agachaba la cabeza y seguía sumisamente sus ordenes, nunca sería digno de el respeto de gente bestia ni gente monstruo.

Linway comenzó a reír de forma burlona durante unos cuantos segundos, causando una mueca de irritación de Erron

— No tengo ni la mas mínima idea acerca de lo que estás hablando pero… ¿Quien te crees que eres? No sé en nombre de quien vienes, pero déjame decirte que aquí ese don nadie no tiene ningún tipo de autoridad — Aclaró Linway, cruzando ambos brazos y viendo a Erron con una mirada de desprecio

— No vine aquí a que me rezongaras, sino a que escucharas mi mensaje. Pero si no piensas escuchar, entonces ¿Por que no empezamos a buscar? — Dijo Erron, comenzando a girar su mazo

— Podrías buscar tus dientes en el piso, si te sirve como premio de consuelo — Contestó Linway, burlándose de el

Erron sonrió a través de su casco, acercándose lentamente hacía Linway — Parece que no sabes con quien estás hablando, pequeño tarado mal educado —

— Estoy hablando con… Marlon Taz “El Invisible” ¿No? — Se burló Linway, dando un paso al frente

— ¿Quieres ganarte la lotería a una lección de vida inolvidable, muchacho? — Amenazó Erron a Linway, parándose frente a el y viéndolo hacía abajo. Linway era alto, pero Erron lo superaba con 15 centímetros

— Hagámoslo así; Un duelo. Si tu pierdes, te largas de aquí con tus niñeros. Y si yo pierdo, encontraré y te traeré a cada uno de los elfos de los que tanto te hablas — Dijo poniendo su frente contra el casco de Erron — La única regla es no usar armas, puedes quedarte tu bonita armadura. Yo no necesito ningúna —

— ¡Jajaja! El no usar armadura se lo reservo a los pendejos que quieren morirse de una apuñalada. Yo no soy tan idiota como para no usar una — Insultó a Linway con una sonrisa mientras soltaba su mazo al suelo— Parece que eres un hombre de acción así que; Hagámoslo. Pero te advierto que no me contendré como con el puto gato ese que está ahí tirado. Además te deseo suerte golpeando mi gruesa armadura de acero forja- —

— ¡Luz! — Gritó Linway de sorpresa, esperando tener la suerte de que su magia menor funcionase sin tener que vociferar largamente aquel conjuro entero

Para su suerte, la magia surgió efecto, y el casco de Erron se iluminó en una deslumbrante luz

— ¡Que mierda! — Gritó Erron confundido y cegado por dentro del casco a causa de que este mismo comenzó a brillar, retrocediendo para llevándose las manos a la nuca para desabrochar su casco y quitárselo… Mientras levantaba su casco, logró divisar el puño de Linway dirigiéndose contra su mandíbula

¡SLAM!

Erron se tambaleó hacía atrás, y enseguida Linway lo tomó de la rodilla y lo jaló con todas sus fuerzas, haciéndolo caer de espaldas al suelo, y después pisoteó su rostro con el talón de su bota.

— ¡Ngh-! ¡Hijo de puta! — Insultó Erron, con la nariz sangrando. Tomó a Linway de el pie, y lo levantó, haciéndolo caer sobre el. Linway intentó levantarse enseguida pero, fue detenido y obligado a retroceder por Erron, el cual le dió un cabezaso.

Ambos se levantaron y se alejaron, posicionándose de nuevo para un segundo choque…

Erron esbozó una sonrisa de violencia inminente, crujiéndose los nudillos y abriendo sus piernas mientras inclinaba el cuerpo hacía el frente…

— Te vas a arrepentir de haberme retado — Amenazó con su voz grave, que dejaba soltar intimidantes rugidos en cada respiración agitada

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Linway adoptó una posición relajada pero bien firme, como esperando el momento perfecto…

“ — ¿Por que usas un estoque y no un mazo, hermano? ¿Es por que eres delgado y pequeño? — Preguntó un adolescente Linway con curiosidad

Konstantino comenzó a reír suavemente, adorando la inocente ignorancia de su hermano — No, Linway. Un estoque requiere de táctica y inteligencia. Debes esperar a que tus enemigos dejen expuestos ciertos puntos para golpearlos con delicadeza, y así hacerlos caer; Pelea inteligente, no fuerte. Pero si al crecer eres fuerte y inteligente, entonces tienes cualquier pelea ganada. Aunque, mi fuerza está en la magia, no en mi cuerpo.—“

Erron se lanzó contra Linway, haciendo resonar cada paso de forma amenazante con el aterrador sonido de las placas de su armadura chocando entre sí

Su puño envuelto en acero se disparó como una lanza contra la cabeza de Linway, pero el se deslizó a un lado, sintiendo el aire rozar su mejilla

“— Una armadura de metal ya es pesada de por si. Pero una armadura pesada entera, de placas, es muy difícil de llevar. Está especializada para los tanques, para aquellos que luchan aguantando flechas, lanzas, y filos delgados en general.

Pero hay una desventaja, Linway. Serás muy lento al usar una. Es por eso que he elegido esta armadura ligera— “

Los recuerdos de los conocimientos de sus hermanos, en este caso, Francois, comenzaban a asediar el pensamiento de Linway, dándole la clave para ganar, pero distrayéndolo ligeramente

— Más lento de lo que esperaba, grandote — Se burló Linway, con una sonrisa confiada

Erron gruñó y giró sobre su eje, lanzándo una patada contra Linway, golpeándolo en las costillas, resonando sus huesos crujiendo, y haciéndolo tambalearse hacía atrás. Linway escupió el aire que en sus pulmones había en ese momento

— Tengo más de esas, por si las quieres, salvaje malparido — Se burló Erron, avanzando de vuelta contra Linway, sin darle oportunidad de reaccionar, lanzó un puñetazo directo a su estómago, el cual apretó sus pulmones los cuales de por si ya no tenían aire

— ¡Ngh-! — Linway se quejó adolorido, y retrocedió rápidamente, intentando recomponerse mientras lograban escucharse sus ahogadas respiraciónes… Entonces apretó los dientes y corrió hacía Erron, el cual retrocedió el puño, preparado para golpear a Linway con su propia fuerza…

Pero cuando Linway entró en el alcance del puñetazo de Erron, se deslizó hacía un costado, y con su bota disparó una patada contra el interior de la rodilla de Erron, haciéndolo caer de cara contra el suelo

— ¡N-No dejaré que te levantes, maldito cerdo! — Gritó Linway, mientras se arrodillaba encima de Erron, para sostenerlo de la cabeza y estampar su rostro varias veces contra el suelo…

Así continuó golpeándolo contra el suelo, pero un gruñido digno de una bestia salió de la boca de su contrincante, y con una increíble fuerza se levantó de el suelo con todo y Linway encima, el cual se sujetó de su cuello, haciéndole una llave — ¡Nyaaghh! — Gritó Erron, saltando y tirándose de espaldas con todo su peso para aplastar a Linway.

Linway sintió como todo su interior se retorcía de dolor al haber golpeado su espalda contra el suelo, siendo aplastado por un pesado y enorme hombre, vistiendo una pesada y enorme armadura… La sangre comenzó a brotar de la boca de Linway, pero no dejó de apretar su brazo en el cuello de Erron con resiliencia, pero entonces Erron apretó su brazo con las dos manos y lo retorció con una fuerza inhumana, así lográndose soltar del agarre de Linway, levantando como si no pesara y lanzándolo contra el suelo frente a el, retrocediendo para recomponerse de su asfixia en respiraciones igual de ahogadas que las de su contrincante, cosa que Linway también hizo…

— Eres gh- más duro… de lo que pareces — admitió Erron, girando su cuello y recuperando el aliento— Pero, agh- eso no será suficiente — Dijo mientras escupía su sangre al suelo

Linway le sonrió de vuelta, limpiándose la sangre de la boca con la manga de su camiseta — No necesito lo suficiente… Ngh- solo… el momento correcto —

Erron avanzó otra vez, esta vez con una serie de golpes rápidos, mucho más precisos que antes aunque se notaba su lentitud a causa del cansancio aue las heridas y la armadura le provocaban. Linway bloqueaba y esquivaba como podía, sus antebrazos se quemaban de dolor por cada impacto absorbido, el cual le dejaba horribles heridas carmesí en la piel, pero aún así nunca bajó la guardia. Ambos se encontraban en un ciclo peligroso: un error de cualquiera significaría la derrota.

Erron lanzó un gancho devastador hacia la mandíbula de Linway, pero Linway, más rápido que nunca, y apostando todas sus fuerzas en ese movimiento, se agachó y lanzó un codazo directo a la garganta de su enemigo, justo en la abertura que había dejado al quitarse el casco.

El impacto fue brutal. Erron se tambaleó hacia atrás, tosiendo de forma entrecortada y tratando de respirar. Pero no cayó. Era demasiado terco para rendirse.

Linway sabía que la oportunidad no se repetiría. Con todo el dolor y la adrenalina recorriendo su cuerpo, se lanzó hacia Erron antes de que pudiera recuperarse del golpe.

Erron levantó los brazos para bloquear, pero Linway ya había calculado su próximo movimiento. Saltó hacia un costado, girando sobre su pierna de nuevo, y propinó una patada giratoria directa a la sien descubierta del guerrero.

El impacto resonó como un trueno. Erron, por fin, perdió el equilibrio y cayó pesadamente al suelo, su cuerpo envuelto en su propia armadura como un coloso derribado.

Linway se tambaleó, exhausto, jadeando por el esfuerzo. Cada músculo de su cuerpo le pedía detenerse, pero no podía permitirse bajar la guardia aún.

Erron intentó moverse, pero su cuerpo no respondió. La respiración pesada y ahogada del guerrero llenaba el aire, pero sus ojos, llenos de furia, “aceptaban” la derrota.

Linway tomó el mazo de Erron del suelo y se colocó sobre el, presionando una bota contra su pecho y apuntando el mazo contra su rostro

— Dije que te irías de aquí con tus soldados. ¿Recuerdas? Dije que buscarías tus dientes en el suelo. — Linway lo miró con una calma peligrosa, la mirada de un hombre que había estado a un paso del abismo y había salido victorioso — Pero dejaré que conserves tus dientes. Quizás eso te enseñe a ser un poco más piadoso —

Los soldados de Erron observaron en silencio, aterrados. Sin su líder en pie, su voluntad de luchar se evaporó. Uno a uno, comenzaron a retroceder y bajar sus armas.

— Llévense a este pedazo de chatarra y váyanse — Ordenó Linway. — No quiero volver verlos en mi pueblo nunca más —

Los soldados obedecieron sin rechistar. Levantar el cuerpo inmóvil de Erron fue un desafío incluso para ellos, pero lo hicieron y desaparecieron rápidamente, llevándose consigo la sombra de su derrota.

Billy se levantó cojeando de el suelo con ayuda de los aldeanos que se reunieron alrededor de ellos — Demonios, niño… Lo hiciste… Sabía que lo lograrías — Reconoció sin aliento

— Yo no estaba tan seguro ja… ja… debes contarme que te pasó, amigo gato… — Aceptó, y entonces cayó de rodillas, haciendo que todos le mirasen con preocupación, pero levantó su puño con determinación y sonrió hacía los presentes

Su vista se vió opacada por el rostro de Launya, posándose frente a el, quien lo tomó de las mejillas suavemente, viéndolo a los ojos, con los suyos propios cristalinos — ¡Linyay! — Lo nombró, con una sonrisa mientras un par de lagrimas se le escapaban de los ojos

— Launya… — Contestó Linway, sintiendo como su conciencia se desvanecía poco a poco, pero sintiendo como su corazón se llenaba de un sentimiento inexplicablemente alegre al ver el rostro de su querida amiga…

Ella era la recompensa y el simbolo: Su sonrisa y su seguridad, la de ella y la de todo el pueblo. El había logrado protegerlos, y con eso, tenía suficiente para dejarse perder entre la oscuridad de su conciencia…

Linway se tambaleó y cayó en el pecho de Launya, inconsciente.

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