Cuando Linway y Launya regresaron a la aldea de la felina en Berimastia por la noche, ambos reían y saltaban de felicidad, vociferando su victoría a los cinco vientos...

— ¡Linway! ¿Es cierto aquello que anuncian? —

Aquel hombre de traje y máscara sonriente, se acercó curioso hacía Linway

— ¡Hola, Rush! Así es. Con aquella campana mágica desactivada, ahora los Feralis podrán volver a asentarse en las montañas — Explicó Linway con una amplia sonrisa

Rush le extendió el puño a Linway, el cual lo chocó con el suyo — ¡Bien hecho, Linway! Parece que eres un líder que nunca se queda quieto... Apenas dos días en el pueblo, y ya les haz ayudado tanto. — Rush le reconoció su esfuerzo, dándole unos golpes en el hombro

— Entonces, ¿Que tal? ¿Pensaste mi propuesta? — Preguntó Rush, sacando un mapa perfectamente diseñado con las ubicaciones de montañas, cuevas y minas de Berimastia, mostrándoselo — Hay un montón de minas sin explorar, un montón de minerales sin recojer. Todas ellas le pertenecen a esta gente.

Pero esta gente no podría entender la utilidad y valor de todas esas piedras y metales. Solamente tu lo entiendes, Linway. — Explicó a Linway con detalle mientras señalaba la ubicación de varias entradas a minas sin explorar

Linway se llevó la mano al mentón — Hmmm... Verás, Rush. El problema es que, si te cedo estas tierras para que las uses a tu voluntad, entonces ya no se llamarían "las tierras de la gente libre"... Además, eso sería en caso de que yo te diera acceso a las minas. Pero solamente ganaríamos tu y yo. Lo que a mi me interesa es que ellos ganen. Incluso si el dinero cae en mis manos y lo use para cosas buenas... No quiero ese tipo de gobierno aquí. ¿Que tal si los siguientes gobernantes reciben todo el dinero así como yo lo hice por primera vez, y entonces lo usan para su propio interés mientras dejan a esta gente morirse de hambre? — Expresó Linway con preocupación, evocando las palabras de su hermano Konstantino y su mentor Linway.

— Entiendo perfectamente tu punto, Linway. Pero, eres quien debe tomar la iniciativa y actúar. ¿Que hubiese sido de este problema si tu no desactivabas la campana? A veces el líder debe tomar los riesgos y actuar.

Pero no te preocupes, te daré tu espacio para decidir, además no te pido esclavizar a esta gente o regalarme su terreno, para nada. Solo busco contratar sus servicios. — Explicó con calma, mientras Linway escuchaba atento y Launya les observaba a ambos con curiosidad, sin entender su charla

— Pero en fin... Mira la convocatoria que abrí el día de hoy: Aquellos que me traigan una estatuilla de madera, del tamaño entre unos diez o quince centímetros, recibirán un plato de comida gratis — Dijo mientras le mostraba un cartel con escritos en idioma felino

— Ohhh, que increíble y interesante... Pedazitos de madera tallados a cambio de comida. Eso si que me parece justo haha...

Por cierto, ¿Como es que conseguiste escribir en este idioma? ¿No que no lo entendías? — Preguntó Linway, algo sorprendido

— Compré pergaminos de estos a un precio elevado pero necesarios para este negocio — Dijo Rush, mostrándole papiros enrollados con un lazo — Contienen un conjuro de nivel bajo, llamado "Comprender Idiomas". Es muy útil en estas situaciones, y dura bastante rato — Explicó Rush, y después le extendió uno de los pergaminos — Toma, Linway. Te lo regalo en muestra de agradecimiento por tu comprensión. No pensamos muy diferente...

A fin de cuentas los dos creemos en el potencial de esta gente. Creemos en su valor como seres humanos, y en su inteligencia. Pero tu eres su líder, y sé lo difícil que es para un líder tomar decisiones importantes. — Dijo mientras le sonreía com sinceridad y Linway tomaba el pergamino

— Hmm... Te lo agradezco enormemente, Rush. Nos veremos pronto de nuevo, entonces — Dijo Linway con una sonrisa, estrechándole la mano a Rush.

Y así, Linway acompañó a Launya a su aldea, y comenzó su viaje de vuelta a el castillo Chernikov en solitario.

Al mismo tiempo, Francois y Louisse despertaron en aquellos sillones en la cabaña de Selines

— Francois — Llamó Selines con una voz suave y serena, mientras sostenía su mano y la de su hermano Louisse

— ¿E-Eh? — Confundido, Francois observó a Selines y a sus manos, sintiendo la suavidad y calidez de estas mismas — ¿Que haces? —

— Acelero su sanación — Explicó con una amable expresión — Tengo un don de curandera... Es más efectivo si me encuentro tocando sus manos. Así se recuperan más rápido, pues mi energía sanadora se transfiere a ustedes — Explicó, para después bostezar, con notables ojeras en su rostro, con un aspecto bastante demacrado a comparación el día de ayer

— ¿Y te cuesta tu propia energía, verdad? — Preguntó Francois, y Selines desvió la mirada para asentir.

— Suéltame, no desperdicies tu energía en curar mis moretones, ya estoy acostumbrado. Hazlo con mi hermano, el es el que más lo necesita — Dijo, apartando su mano de Selines

Ella solamente atinó a observarlo unos segundos, pensando en su cabeza lo honorable que era aquel muchacho, y asintió con la cabeza.

Francois se sentó en el sillón, observando a su hermano, esperando a que despertase... Entonces se le vino una idea a la cabeza.

Tomó a sombrita, y se la colocó en el pecho a Louisse. Enseguida, este pareció olfatear, y extendió su mano para tocar el lomo de su mascota — ¡Sombrita! — Gritó levantándose de golpe, dándose un cabezazo con Selines

— ¡Auch! — Se quejó Selines del dolor, soltando a Louisse mientras retrocedía, y después de un segundo sonrió — Haha... Me alegra que ya está recuperado —

Francois rió ligeramente — Vaya, pues parece que si — y entonces le sacudió la mano a Louisse, saludándolo.

— Por un momento creí que estaba muerto... — Confesó Louisse, algo shockeado por la adrenalina del día anterior mientras se frotaba la cara

— Pues si, casi lo haces. Y tu hermano también — Dijo Selines, cruzando los brazos con una expresión de molestia y preocupación a la vez, entonces dirigió una severa mirada a el hermano mayor — Oye, Francois. Pelear no siempre debe implicar que el enemigo o el atacante muera. Pareciera que todas las peleas en las que te metes son a muerte, nunca puedes solucionarla de otra manera. — Regañó a Francois

El hermano mayor bajó la mirada, recordando las palabras de Kronus... "Si sabes que no eres lo suficientemente fuerte como para proteger a tu hermano, ¿Entonces por que lo arrastras hasta la muerte contigo?"

Sin decir ni expresar nada, Francois se levantó, extendiendole la mano a Louisse, para que se parase — Bien, ahora debemos marcharnos. Iré a avisar a Lokuss, el líder de Mostiberio acerca de que acabamos con los doppelganger, y entonces regresaremos al castillo — Explicó su plan, mientras Louisse se levantaba apoyándose de su hermano, y Sombrita se agarraba con las garras de el pecho de Louisse, intentando no caerse

— Te lo agradezco de nuevo, Selines. Si necesitas algo, no dudes en contactarme. — Agradeció Francois a Selines, haciendo una reverencia al inclinarse frente a ella

Selines le puso la mano en el hombro, dándole suaves golpes — No te preocupes, caballero. Pero por favor, si regresas la próxima vez, que no sea moribundo... Aunque, si terminas moribundo, por favor ven conmigo — Expresó con sentimiento en sus palabras

Francois asintió y se quitó aquella espada azulada del cinturón, la misma que Selines le prestó — Toma, Selines. Te agradezco que me la hayas prestado, me fué de mucha utilidad — Agradeció, entregando la espada con ambas de sus manos

— Puedes quedártela, Francois. Pero prometeme que la traerás de vuelta la siguiente vez — Pidió selines a Francois, en una promesa que aseguraba qué el volvería a verla algún día

Francois levantó la mirada, sin comprender el objetivo de las palabras que su interlocutora le expresaba, más sin embargo al ver su mirada llena de una extraña melancolía, decidió no cuestionarla.

— Está bien, Selines. Te traeré la espada de vuelta la próxima vez, lo prometo — Prometió Francois, aunque sin seguir entendiendo el fin de aquella promesa. Lo que sí entendía, era que para Selines debía significar algo muy importante, y eso le bastaba para prometérselo.

Los hermanos se despidieron, y atravesaron Mostiberio por la mañana para avisar que los doppelganger no molestarían más, que ya no tenían razón para desconfiar de la presencia de los Feralis.

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Entonces, retomaron su camino a través de la carretera de tierra, rodeada del pasto verde con un olor tropical y los árboles llenos de vida abrazando el camino.

Cuando los hermanos llegaron a la unión de los caminos, se terminaron encontrando. Louisse y Francois observaron a Linway, el cual estaba lleno de moretones, raspones y sangre seca

— Holi — Saludó Linway mientras sacudía su palma abierta— ¿Por qué esa cara de susto? Y... ¿Apoco ustedes dos habían venido juntos? — Preguntó mientras se mordía el dedo pulgar

— ¿Por qué estás tan herido, Linway? — Preguntó Francois, preocupado por su hermano mayor

— Ah... Casi muero ayer — Dijo con una sonrisa, restandole importancía — Pero sobreviví — Dijo, extendiendo su sonrisa de oreja a oreja, entrecerrando los ojos con alegría

Los tres hermanos se miraron en silencio unos segundos, y entonces se echaron a reír mientras caminaban — Bueno, a nosotros casi nos pasa lo mismo — Confesó Louisse, y enseguida Francois le devolvió una mirada preocupada, abriendo sus ojos como platos.

— ¿Como...? ¿Casi mueren? — Preguntó Linway, Observando a Francois, tomándolo como responsable al ser el hermano mayor

— Bueno... Hicimos algo muy importante, pero sobrevivimos — Respondió Francois rascándose la nuca de forma nerviosa

Linway lo observó con una mirada de recelo, entrecerrando sus ojos, y Francois se quedó expectante de sus palabras — ¡Baah, pues que bueno aue están bien ja ja ja! — Dijo Linway golpeando a Francois en la espalda con la palma de su mano — Ya charlaremos de todo cuando estemos con Konsti — Indicó mentiras caminaban a través de la carretera...

Caminaron una hora más, mientras Linway tomaba a Sombrita y la levantaba por los aires, dándole vueltas, haciéndola volar. Sombrita se diviertía al principio, aunque después se mareó, intentándose soltar, pero Linway continuó y terminó desmayandose. Louisse fulminó a Linway con la mirada por ser tan bruto con su mascota, y Linway solo atinó a reír nerviosamente mientras se echaba a Sombrita entre los brazos para que descansase...

Eventualmente llegaron al castillo, donde Mishka los recibió:

Louisse saludó amablemente a su sirvienta semi-conejo, y continuó su camino a través de el pasillo

Linway abrazó a Mishka y la levantó por el aire — ¡Mishka! Cuanto tiempo sin verte, disculpame por comerme a tus ancestros — Se disculpó con un genuino arrepentimiento, mientras Mishka reía suavemente, agitando sus pies en el aire.

Linway bajó a Mishka, y posteriormente Francois la saludó con una sonrisa y le pidió ayuda para quitarse la armadura.

Después de unos cuarenta minutos en los cuales los hermanos descansaron, dejando su equipo en sus habitaciones para después bañarse y ponerse ropa limpia, pidieron a Mishka qué llamase a su hermano Konstantino y a Cerwyn a la sala de reuniones.

Entonces, Los hermanos se sentaron alrededor de la amplía mesa, esperando por aquellos que faltaban por llegar, y eventualmente estos llegaron, saludando cordialmente y sentándose en las sillas alrededor de la mesa

— Hermanos, Cerwyn, me alegra que estemos todos reunidos de nuevo. Lo suficientemente sanos y salvos — Confesó Konstantino con una ligera sonrisa hacía los presentes — Me enteré un poco de sus recientes hazañas, y debo felicitarlos... Pude haber resolvido esto solo, pero me alegra que todos aquí presentes tomen el pueblo con la misma importancia que yo.

Eso me da el mensaje de que, cuando a cada uno de ustedes les toque representar a él pueblo, podrán sobrellevar los problemas. — Reconoció Konstantino, mientras dirigía una mirada hacía sus hermanos

— Vuestra iniciativa no solamente facilita la resolución de los problemas del pueblo, sino que aumenta la aceptación de los pueblos libres a la familia Chernikov en general, al demostrar que los hijos de Arthyom Chernikov comparten su capacidad de mantener la paz de todos los pueblos al consonante — Dijo mientras sonreía y le dedicaba una mirada a cada uno de los presentes — Cerwyn, quiero agradecerte y reconocerte ser mi mano derecha durante estos cuatro años, tu y yo hemos sido aquellos que velaron por el pueblo todo este tiempo —

Cerwyn le sonrió con su rostro de ciervo, entrecerrando sus profundos ojos negros — No hay de que, Konstantino. Si yo, como representante de los Feralis decidí servir como consejero de Feyralinn, es por que sé que esta familia va por el camino correcto — Reconoció inclinando la cabeza

— Estos días, todos aquí presentes me demostraron que entienden lo que ser un Chernikov significa. El cuidar nuestro a nuestro pueblo... Louisse, cuidando la tierra en la que nuestro pueblo se posa. Linway, guiando al pueblo, y Francois, protegiéndolo. No estás fuera de la ecuación, Cerwyn. Tu también haz expandido nuestras capacidades de entendimiento con tu punto de vista y tu sabiduría. — Dijo señalando con la mano a sus hermanos de forma sutil, dedicándoles una sonrisa

— Konstantino, tú estás fuera tampoco. Tu proteges las costumbres, la tradición, lo que nos hace singulares y libres. Tu proteges todo lo que somos. No por eso te haz ganado el respeto del pueblo — Dijo Linway, incluyendose dentro de el pueblo y reconociendo a su hermano

Konstantino sonrió de vuelta a su hermano, y al momento entró Mishka con una botella de vino y copas, en las que empezó a servir a cada uno de los presentes

— Es por esto que quiero brindar, quiero celebrar nuestra pasión, nuestro compromiso con aquello que está más allá de lo material. — Dijo levantando su copa. Enseguida, un golem de madera, de forma triangular con un par de ruedas como pies, y manos de madera, como si se tratase de una marioneta, entró a el comedor. El golem llevó un enorme plato con un cerdo asado al centro de la mesa, y extendió platos y cubiertos para los presentes

Todos observaron el cerdo relamiéndose, a excepción de Cerwyn, quien observaba las verduras en el emplatado.

— Esta vez podemos comer comida que no fué cazada por nosotros, Sombrita. — Indicó a su gatita, la cual se sentó en una silla especial para ella a un lado de la de Louisse — Pero antes quiero pedirles un favor, hermanos. — Dijo Louisse, alzando la voz en un tono suave y amable

Todos dirigieron su mirada hacía Louisse, con una alegría expectante

— Sé que Cerwyn ya lo practica, así que solamente háganlo ustedes... Junten sus palmas y repitan conmigo — Pidió mientras juntaba sus manos, los hermanos, sin rechistar, siguieron su petición, acompañando sus palabras — A todas las hadas, y a la hermosa tierra, al universo... Gracias por este alimento... Por haberme permitido comer el día de hoy — Louisse hizo una pequeña ceremonia de agradecimiento, la cual sus hermanos y Cerwyn acompañaron repitiendo sus palabras.

— ¡Por el pueblo! — Brindó Linway, levantando su copa

— ¡Por el legado! — Acompañó Konstantino

— ¡Por la libertad! — Se sumó Francois

— ¡Por la paz! — Agregó Cerwyn

— ¡Por la tierra! — Finalizó Louisse

Entonces todos bebieron de sus copas con una amplia felicidad, sirviéndose de el plato grande posteriormente, comenzando así a devorar hambrientos aquel cerdo asado con verduras

— Y bien, Linway ¿Nos cuentas por que venías tan herido, hermanote? — Preguntó Francois curioso, mientras se metía media papa hervida a la boca

Linway, masticaba poco a poco una zanahoria — Si... Pues, ñam... Había un objeto mágico atormentando Berimastia — Explicó, comenzando a buscar entre su mochila y poniendo la campana de unos 12 cm de radio sobre la mesa, con el amuleto encima — Subí las montañas pedregosas y pelee contra un golem para desactivar la campana, y en proceso conseguí este amuleto de el golem —

Los presentes escuchaban atentos, mientras Linway extendía el amuleto frente a Konstantino — Pensé que quizás te serviría para la creación y desarrollo de tus golems — Explicó, mientras guardaba todo de nuevo y continuaba comiendo —Te lo daré al ratito —

Francois explicó su viaje — Pues nosotros tuvimos una misión parecida... Parece que la tensión entre feralis y malakis se debía a que, los malakis creeian que los feralis atraen monstruos. Entonces fuimos a destruir el nido de unos doppelgängers para calmar un poco más las aguas — Contó mientras masticaba un pedazo de carne

— Creo que todos terminamos metiéndonos en aventuras eufóricas haha... Con decirte que hasta Sombrita peleó, Konstantino — Dijo Louisse, extendiéndole un trocito de carne a Sombrita, la cual se lo comió de un bocado

— Además, Francois me salvó de un psicopata llamado... ¿Erron? Tenía una armadura negra. Ese maldito pateó con una fuerza desmedida a Sombrita que ni siquiera pudo levantarse... — Contó a sus hermanos, cambiando su tono poco a poco a uno lleno de coraje

Francois apretó el puño — Ese maldito cobarde. "Erron Sanss" Si lo encuentro de nuevo, lo haré pagar. Solamente alcanzó a golpearme por que yo ya estaba agotado y herido por una pelea contra un doppleganger en la tarde— Exclamó para después morder un gran pedazo de carne y arrancarlo con una silenciosa furia

Los presentes escucharon atentos a Louisse y a Francois. Enseguida, Linway le puso la mano en el hombro a Francois — No estuve ahí, pero se ve en sus miradas que ese hombre era una autentica basura. Recordaremos su nombre ¿Verdad, Konstantino? — Afirmó, dándole una mirada decidida a su hermano mayor pero sin externar uno de sus solos pensamientos

Konstantino asintió con la serenidad tan propia de el, y enseguida un silencio inundó el lugar. Louisse intentó calmarse y desviar el tema para continuar la convivencia:

— Hablando de... ¿Que hiciste tu mientras nosotros andábamos de aventuras? — Preguntó curioso

Konstantino dejó de masticar un momento, y llevó su mano a la copa de vino para beber y pasar su comida...

— Era una de las cosas que quería decirles — Dijo Konstantino con un tono serio — Si bien, Cerwyn y yo podemos hacer todo solos... Esta vez necesitaremos su ayuda. Por lo cual decidimos formar un consejo, formado por todos los presentes — Explicó, dándole otro trago a su copa de vino

Los hermanos y Cerwyn observaron con atención a Konstantino, Francois con honra, Linway con emoción y Louisse con sorpresa, todos reaccionando distinto ante el nuevo deber que les habían encomendado

— Los elfos de- — Apenas y comenzaba a explicarse, una flecha rompió la ventana de la pared a sus espaldas, flotando en el aire, dirigiéndose rápidamente hacía el centro de la mesa y clavándose en ella.

— ¡Konstantino, soy Billy! ¡Berimastia está bajo amenaza, tienes que venir! ¡Usa la flecha de auxilio para teletransportarte!— Un mensaje que inhundó a los hermanos con un mal presentimiento se reprodujo desde la flecha.

— ¿Que? ¿Q-Que es eso? — Preguntó Francois a su hermano mayor asustado por el impacto de la flecha

— Una flecha de auxilio que le di a Billy hace un año, en caso de emergencia. Aquel que agarre la flecha será teletransportado enseguida al lugar desde el cual se lanzó. Iré. — Explicó Konstantino, extendiendo su mano hacia la flecha, pero Linway le tomó de la muñeca rápidamente, deteniéndolo

— Konstantino. ¿Soy parte de el consejo, no? Dejame ir a mi, por favor. — Pidió a su hermano menor, con una voz genuinamente asustada. A pesar de aparentar ser un hombre rudo, se llenó de preocupación por Berimastia, el pueblo al que le tomó tanto cariño en tan solo un par de días, y sobre todo; Por su querida amiga, Launya.

Konstantino le devolvió una mirada estoica a Linway, aunque pensando en sí sería una buena o mala idea. Más sin embargo, Cerwyn le tomó el hombro, haciendo que desviara su mirada a el, y asintió con la cabeza con dedicación... el también le había dado una oportunidad en el pasado y había demostrado ser apto para lidiar con los problemas.

— Bien. — Aceptó Konstantino, asintiendole a Linway con una mirada severa, como intentando hacerle entender la responsabilidad de dejarlo ir implicaría — Confío en ti, Linway —

Linway así mismo, le asintió de vuelta, viendole con decisión, a pesar de su miedo. Y así, dirigió su mano a la flecha y la sostuvo con su puño...