Hola, me llamo Jhon soy un joven de 18 años que ha trabajado en diversas áreas, pero mi verdadera pasión y talento se encuentran en la construcción y la arquitectura. Desde muy joven, demostró un gran interés por diseñar y construir estructuras, lo que me llevó a destacarme en este campo a pesar de mi corta edad.
Yo vivia solo en Panamá, ya que mis padres fallecieron en un trágico accidente cuando tenía apenas 14 años. Esta pérdida me obligó a madurar rápidamente ya hacerme carga de sí mismo. A pesar de las dificultades, nunca perdi mi determinación y continuo persiguiendo mi sueño de convertirme en un arquitecto reconocido.
A lo largo de los años, trabajé en varios proyectos de construcción, ganandome una reputación por mi habilidad y dedicación. mi último proyecto fue un edificio de siete pisos, una obra que representaba un gran desafío y una oportunidad para demostrar mi talento.
Sin embargo, durante la construcción de este edificio, sufrió un trágico accidente. Mientras trabajaba en el último piso, perdi el equilibrio y caí al vacío. En mi caída, una varilla de acero me atravesó el estómago, causándome la muerte instantánea.
narrador
Jhon se encontró en una habitación completamente oscura. A medida que avanzaba, la oscuridad comenzaba a disiparse, revelando una tenue luz que iluminaba el espacio. Frente a él, apareció una figura sin rostro, emanando una presencia imponente y serena.
Jhon: ¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú?
Ser sin rostro: Soy Dios. Has llegado aquí porque tu vida en la Tierra ha terminado prematuramente.
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Jhon: ¿Dios? No entiendo… ¿Por qué estoy aquí?
Dios: Has muerto joven, Jhon. Pero tu viaje no termina aquí. Te enviaré a otro mundo. Sin embargo, no podrás ser humano. Serás otro tipo de ser.
Jhon: (confundido) ¿Otro tipo de ser? No importa, lo aceptaré.
Dios: De acuerdo. Te otorgaré una habilidad especial llamada “crecimiento rápido”.
Jhon: (pensando que su cuerpo crecerá más rápido) Está bien, lo acepto.
Dios: Muy bien. Te observaré desde aquí y espero que sobrevivas en tu nueva vida.
Con esas palabras, la luz se intensificó y Jhon sintió cómo su cuerpo era transportado a otro lugar, listo para enfrentar su nuevo destino.
Jhon apareció en una oscura, rodeado de insectos que cueva se movían frenéticamente a su alrededor. El miedo lo invadió y decidió salir de la cueva lo más rápido posible. Una vez afuera, se calmó y comenzó a observar su entorno. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no podía ver sus pies ni su cuerpo, solo dos pinzas frente a él.
Jhon: (pensando) No soy humano… ¿Qué soy?
Confundido y curioso, Jhon buscó la forma de ver su reflejo. Recordó que en medio del bosque y la cueva no había espejos, pero el agua podría servirle. Además, sabía que las reglas de supervivencia dictaban que debía encontrar refugio, agua y alimentos.
Jhon: (decidido) Necesito encontrar un río. En el río hay peces, y podré ver mi reflejo.
Con esa idea en mente, Jhon comenzó a explorar el bosque en busca de un río. Mientras avanzaba, se dio cuenta de que sus nuevas habilidades le permitían moverse con agilidad entre la vegetación. Finalmente, escuchó el sonido del agua corriendo y se dirigió hacia allí.
Al llegar al río, se inclinó sobre el agua y vio su reflejo por primera vez. Lo que vio lo dejó sin palabras: su cuerpo era el de una criatura pequeña, con pinzas y un exoesqueleto negro con una cola, reconoció que era un escorpión negro
Jhon: (sorprendido) Así que esto es lo que soy ahora… Tendré que aprender a vivir con este cuerpo y usar mis nuevas habilidades para sobrevivir.