- ¿Debería levantarme?

Se preguntó a sí mismo al darse cuenta de que lleva la mitad del día en su cama escuchando música y sin mover un solo músculo, únicamente para cambiar la canción que tenía en el momento.

- Nah, la verdad es que de igual forma no hay nada que hacer, a lo mejor sale algo en Netflix.

Desde que Apolo dejo la secundaria ha estado así los últimos 8 meses, nunca pensó en qué hacer con su vida y a este punto ya no tiene la motivación para ver que le entretiene.

- ¡Apolo! - Con un tono de regaño su madre lo llama - Y si en vez de perder el tiempo me ayudas en algo y vas a comprar unas galletas para tu hermano? Sé acabaron desde ayer y sabes cómo se pone sin ellas.

Teniendo que aceptar sin muchas ganas de ello, pasando por no poder sentir sus piernas a marearse al hacer el movimiento rápido, logró levantar de su tan preciada cama. Fue por sus tenis favoritas, de color rojo y altas, una vez se las puso, se puso en marcha a la tienda.

Mientras caminaba por las calles observaba a chicos jugando en una cancha, adolescentes saliendo de la secundaria en un viernes y parejas en el parque y un atardecer precioso y lo ideal de la escena que ante él se mostraba

Diosss... ¡Me veo tan solo alrededor de toda esta gente!

Mientras se decía eso a sí mismo se llenaba de nostalgia y un poco de envidia al ver a tanta gente junta que parece pasarla bien

Aunque la verdad, tuve que haber aprovechado más ese tiempo también...

Apolo de joven siempre fue alguien un poco introvertido, pero de igual forma se esforzaba en encajar con las personas, tuvo un grupo de amigos al cual realmente apreciaba con su alma, aunque al dejar su etapa de adolescente se dio cuenta de que esos dichos amigos prácticamente se olvidaron de él.

Después de comprar las galletas y unas cuantas cosas extra que le pidió su madre, salió de la tienda y se encontró a una cara conocida

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- ¿Pol? – Era Felipe llamándolo por un apodo corto que le solían decir, él era uno de los de su viejo grupo de amigos, de hecho, el único que puede considerar un amigo todavía

- Tanto tiempo jaja, hace mucho que no te veo y como no respondías los mensajes, creía que algo te había pasado, creí toparte desde que comencé a trabajar aquí hace 4 meses, pero hasta ahora te veo, ¿no sales mucho cierto?

Su madre le había contado que Felipe había comenzado a trabajar en la tienda cerca de la casa para poder pagar sus estudios a pesar de ser de una clase alta, dice que quiere ser productivo e independizarse un poco de su familia, claro que a Apolo se le había olvidado todo esto y justo ahora empieza el Turno nocturno de Felipe.

- Eeh, hola, si he estado un poco ocupado y no he tenido mucho tiempo para hacer cosas jaja – Claro que por ocupado quiere decir pasar 12 horas viendo al techo o hacer maratón de la serie o anime de turno – Pero es bueno verte después de este tiempo, ¿cómo han estado los demás?

Por su parte, Apolo intentó buscar trabajos, estudiar algo e incluso practicar algún deporte, pero sentía que nada se le daba bien o no mantenían su atención lo suficiente para dedicarse a ello.

- Pues todos han hecho algo con sus vidas, Manfred está en un equipo de básquet en la U, tiene beca, Julián en el extranjero, Johnny está casi que volviéndose un gamer profesional y yo estoy aquí en esta tienda para independizarme jaja, lo bueno es que a todos nos va bastante bien y normalmente nos reunimos una vez a la semana.

Así que... todos están enfocados en algo...

En ese momento sintió un vacío en todo su pecho, el escuchar como todos sus antiguos amigos estaban haciendo algo con su vida o progresando lo hizo sentirse tan pequeño en comparación, el sentirse olvidado al ver como su mismo amigo habla de cómo todos se reúnen de una forma tan despreocupada mientras él se mantiene en el confinamiento de su cuarto en ese tiempo.

- ¡Me alegro por ustedes! – Fuera de lo que pueda parecer, estas palabras son completamente sinceras, a pesar de que fueran sus amigos únicamente en el pasado, él les tiene un aprecio por todo lo que fueron para él y por todo lo que pasaron, realmente los adora, aunque no pueda demostrárselos ahora.

Después de una charla de temas al azar con su amigo, tuvieron que volver a separar caminos de nuevo, pues ambos tenían algo que hacer.

Parece que fui el único que se quedó atrás... ¿O siempre he estado atrás?

Llenándose de nostalgia, recordando su vida escolar, el cómo todos ya deseaban que quisieran ser de grandes, o en su vida en la secundaria, el cómo todos ya se visualizaban su carrera y en el que se dedicaran.

En cambio, Apolo solo pensaba en ver qué nuevo assassin's creed sacan o que color de pelo tendrá Goku la próxima vez, nunca se preguntó el que hará y eso lo llevo a este momento.

Y si tan solo hubiera sido diferente... no, ¡si tan solo fuera tan simple en un mundo que de verdad fuera interesante! Donde realmente importe algo de lo que haga, que se me dé la oportunidad de hacer las cosas mejor

En un arrebato infantil solo culpo al mundo de no darle algo que realmente le interesara, culpándolo de sus emociones y la soledad en la que se encuentra.

- Entonces llego la hora de que cumplas un destino incierto – dice una voz suave pero desconocida.

En ese momento Apolo estaba dando un caminando, pero al dar un paso todo se oscurece, tan oscuro que es incapaz de ver sus propias manos, es como tener los ojos cerrados, siente como si se cayera, la misma sensación de dar un paso en una escalera y bajar por un peldaño sin enterarse, pero esta vez no hay piso que tocar. Un escalofrío recorre su cuerpo de arriba abajo y al no tocar suelo un pánico se apodera de su cuerpo, su corazón está por reventar.