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Soulbound la alianza del destino (español)
CAPÍTULO 2 : La propuesta del espíritu

CAPÍTULO 2 : La propuesta del espíritu

El cielo sobre Kurosaka comenzaba a despejarse lentamente, aunque algunas nubes oscuras aún flotaban sobre la ciudad como un recordatorio de lo que acababa de suceder. Akira caminaba por las calles empapadas, con su mochila al hombro, pero ahora acompañado de una presencia inesperada: **Raijin**, el espíritu del trueno.

A pesar de haber sido electrocutado, su humor no había mejorado. A cada paso que daba, sentía un ligero cosquilleo recorrer sus extremidades. No era doloroso, pero sí muy molesto. Y Raijin, flotando a su lado en su forma de dragón de energía, parecía disfrutar de su incomodidad.

—**Vamos, humano. No te quejes tanto. Esto es solo el comienzo. Pronto aprenderás a controlar mi poder y dejarás de... bueno, electrocutarte.** —dijo Raijin con una sonrisa descarada.

Akira lo fulminó con la mirada, frotándose el brazo que aún soltaba algunas chispas.

—Ah, sí, porque todo el mundo sueña con caminar por ahí como una batería ambulante. Genial, solo falta que me llamen 'Chispa Boy' en la escuela —respondió sarcásticamente.

Raijin soltó una risa profunda.

—**No te preocupes, humano. Si quieres, puedo electrocutar a cualquiera que se burle de ti.**

—Eso no ayuda... —murmuró Akira, sintiéndose derrotado.

Mientras caminaban, Raijin flotaba a su alrededor, lanzando pequeñas descargas al suelo. Los charcos chisporroteaban y las farolas parpadeaban a medida que pasaban. Akira, incapaz de ignorarlo, decidió que era hora de hacer preguntas serias.

—Oye, Raijin —dijo de repente, deteniéndose en una esquina—. ¿Por qué yo? O sea, ¿qué viste en mí? Porque no soy lo que se dice un héroe, ni mucho menos. Apenas puedo aprobar mis exámenes, y mis habilidades de combate... bueno, digamos que mi espada de madera no impresiona a nadie.

Raijin lo miró en silencio durante unos segundos, como si estuviera decidiendo cuánto contarle.

—**Es cierto que no eres el más fuerte ni el más habilidoso, pero los grandes portadores no siempre son los que destacan a primera vista. Tienes algo más importante: una conexión con el mundo de los espíritus que ni siquiera tú comprendes.**

Akira frunció el ceño.

— ¿Conexión con los espíritus? ¿Qué se supone que significa eso?

Raijin bajó un poco la mirada, su forma brillando suavemente en la penumbra de la calle.

—**Verás, no todos los humanos pueden sentir o incluso ver a los espíritus, pero tú siempre has tenido esa sensibilidad. Es como si fueras un faro en el mundo espiritual, y eso es lo que me atrajo hacia ti. Además, hay un peligro inminente... una oscuridad que está tomando fuerza, y necesitas prepararte.**

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Akira se cruzó de brazos, tratando de procesar todo aquello. Aunque la idea de tener poderes era emocionante, las palabras de Raijin no sonaban precisamente tranquilizadoras. Detrás de todo ese sarcasmo y chistes, había un tono de seriedad que no había esperado.

— ¿Qué clase de oscuridad? —preguntó, su tono ahora más serio.

Raijin se detuvo un momento antes de responder, flotando más cerca de Akira.

—**No puedo darte todos los detalles ahora, pero hay una organización que ha comenzado a interferir en el equilibrio de los espíritus y los humanos. Sus objetivos son aún inciertos, pero están reuniendo poderosos Soulbound, espíritus corrompidos que han perdido su verdadero propósito. Si no hacemos algo pronto, esa corrupción se extenderá a ambos mundos.**

Akira se quedó en silencio. La responsabilidad que de repente recaía sobre sus hombros era abrumadora. Apenas había tenido tiempo de similar que ahora compartía su vida con un espíritu del trueno, y ya le estaban hablando de organizaciones oscuras y corrupción.

—Bueno, al menos no suena aburrido —dijo finalmente, forzando una sonrisa—. Pero, ¿por dónde empezamos? ¿Es esto como en los videojuegos donde me das una misión principal o algo así?

Raijin se rió, soltando pequeños destellos eléctricos a su alrededor.

—**Algo así, humano. Primero, necesitas aprender a controlar mi poder. Si no lo haces, te convertirás en una carga más que en un aliado.**

—¡Ah, genial! —exclamó Akira con ironía—. Porque lo que realmente necesitaba en mi vida era más deberes... Bueno, supongo que no tengo opción. ¿Cómo empiezo?

—**Muy sencillo. Debes concentrarte y dejar que la electricidad fluya a través de ti sin resistirte.**

Akira levantó una ceja, claramente confundido.

— ¿Concentrarme? ¿Eso es todo? ¿Como cuando intentas recordar una fórmula de matemáticas?

Raijin rodó los ojos, o al menos hizo un gesto que parecía a eso.

—**No exactamente, pero si esa analogía te sirve, adelante. Solo... relájate y deja que mi energía se sincronice con la tuya.**

Akira respiró hondo. "Relájate", pensó, como si fuera fácil con un dragón eléctrico hablándote en la cabeza. Cerró los ojos y trató de calmarse. Sintió las pequeñas descargas correr por su cuerpo, como hormigas eléctricas en su piel.

Por un momento, sentí una conexión, algo diferente. Su cuerpo ya no se resistía tanto a las chispas que lo recorrían, y aunque seguía sintiéndose raro, no era doloroso. Quizás esto funcionaría después de todo.

—**Eso es, lo estás logrando.** —dijo Raijin en un tono más tranquilo.

Pero, justo cuando Akira pensó que estaba a punto de dominarlo, una descarga mucho más fuerte lo atravesó, haciendo saltar en el aire como un muñeco de trapo.

—¡AHHH! ¡Otra vez no! —gritó mientras sus piernas temblaban incontrolablemente.

Raijin soltó una carcajada.

—**Ups, parece que me emocioné un poco. ¡Mis disculpas, humano!**

Akira se desplomó en el suelo, con el cabello todavía erizado y humo saliendo de su ropa. Levantó una mano temblorosa.

—Sí... "disculpas"... —murmuró con sarcasmo—. Al menos ahora sé que puedo sobrevivir a una sobrecarga.

Mientras intentaba levantarse, Raijin se acercó con una expresión algo más seria.

—**A pesar de los contratiempos, mejorando estás. Pronto dominarás mi poder, Akira. Y cuando llegue el momento, estarás listo para enfrentarte a lo que venga.**

Akira sospechó, pero no pudo evitar sonreír levemente.

—Si logro llegar a mañana sin explotar... tal vez me acostumbre a esto.

Raijin sonó de vuelta, aunque su sonrisa siempre tuvo ese toque de travesura.

—**Oh, sobrevivirás. Aunque... podrías tener más "momentos eléctricos" en el futuro.**

Akira negó con la cabeza, pero sabía que ya no había vuelta atrás. De alguna manera, estaba emocionada por lo que vendría, aunque el viaje estuviera lleno de "choques" inesperados.

### Fin del capítulo 2