Durante los meses que pasas en la cueva, te enfocas intensamente en fortalecer tu base. Tu cuerpo se vuelve más resistente, y tu energía espiritual comienza a fluir más libremente, mejorando tu conexión con el Dao del Tiempo de una manera más estable. Cada día sientes que tu comprensión del Dao crece, no solo por la energía que puedes manipular, sino por cómo tu cuerpo y mente se preparan para soportar esa energía.

Mientras te encuentras meditando en el templo, una distorsión espiritual aparece ante ti, como si el mismo espacio fuera alterado. Un Guardián Espiritual, de una raza que nunca habías visto, aparece de repente frente a ti. Su ropa está adornada con símbolos extraños y su aura es extremadamente densa, indicando que se encuentra en un Reino más alto que el tuyo. Él te observa en silencio por un momento.

"Veo que has estado aprovechando este templo... Pero no creas que es un refugio eterno", dice con voz profunda y resonante. "Este lugar tiene un protector, y yo soy ese protector. Has desatado la distorsión del tiempo que perturba la tranquilidad de este templo, y ahora, deberás enfrentarme, debes ser castigado por ir por ese camino."

Sin perder tiempo, te alejas del templo, dejando atrás la distorsión espacial creada por la aparición del protector. A medida que te adentras en los bosques cercanos, un pensamiento persiste en tu mente: aunque el Dao del Tiempo es poderoso y te permite manipular el flujo temporal, tu cultivo base sigue siendo débil. Tu nivel en el 2/10 es bajo, y cada vez que reflexionas sobre el Dao, sientes que el progreso se vuelve más difícil.

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Sabes que sin una mejora continua en tu base de cultivo, tu comprensión del tiempo no podrá avanzar más allá de un punto crítico. El Dao del Tiempo puede llevarte lejos, pero el poder de este dao está intrínsecamente ligado a tu capacidad física y mental para sostenerlo. Si no aumentas tu cultivo base, tu crecimiento en el Dao del Tiempo se ralentizará significativamente, hasta llegar a un estancamiento del que no podrás salir.

Has escapado del protector, pero en el proceso has dejado de aprovechar una oportunidad crucial para mejorar tanto tu cultivo físico como tu comprensión del tiempo. La distorsión del Dao del Tiempo creada por tu huida te hace sentir que el tiempo mismo se va desmoronando un poco más rápido a medida que avanzas, has usado todo tu energía solo en la huida, al parecer el Guardián se conforma con que no vuelvas al templo.

Aunque sigues siendo joven y con un potencial vasto, tu progreso será más lento si no te enfrentas a los retos de mejorar tu base de cultivo. Es hora de considerar otras formas de avanzar, lo único que te reconforta es que al menos pudiste pasar más o menos un año entrenando el dao del tiempo.

En tu caminata, buscas un lugar apartado alejado del bullicio del pueblo y la influencia de otros cultivadores. Encuentras una pequeña cueva en las cercanías de un pueblo, es una mina abandonada. Percibes que es un espacio lo suficientemente alejado como para que no interrumpan tu reclusión pero lo suficientemente cerca para conseguir algo de comida.

Aquí, se concentra en fortalecer su cuerpo y mente a través de la meditación y la práctica de técnicas de respiración. Comienzas con la base del Cultivo, un arte que pocos dominan en el Reino 1/10. Aunque tu conexión con el Dao del Tiempo es potente, sientes que para avanzar, tu cuerpo debe estar a la altura de esa energía, y la meditación se convierte en la clave para mejorar.

Al final del año, tu nivel de cultivo ha subido al 2/10 en su etapa inicial. El progreso ha sido más lento de lo que esperabas, pero la diferencia es clara. Ya no sientes incomodidad al intentar manipular el tiempo, y ahora, puedes manejarlo con mayor confianza. Sin embargo, el Dao sigue siendo misterioso y complejo, y aunque estás mejor preparado para manejarlo, sabes que aún te queda un largo camino.