El cultivador, viendo que tu poder ha aumentado, se da cuenta de que ya no puede subestimarse. Con un grito, desata un ataque enérgico contra las bestias, pero se ve claramente cansado por el esfuerzo. Sin embargo, las bestias, al sentir el aumento de tu poder, se enfocan en ti como su nuevo objetivo. Te lanzan un ataque conjunto, y justo cuando te preparas para esquivar, una de ellas salta hacia ti con una velocidad impresionante.

Mientras las bestias espirituales atacan y el cultivador desata su energía en defensa, decides mantener la calma y continuar con tu cultivación. El poder temporal que has ganado te permite mantenerte enfocado, alejándote de los ruidos del combate. Aunque las bestias son fuertes y el cultivador lucha con esfuerzo, no te dejas distraer. Sabes que solo a través de la concentración en tu camino podrás superar los obstáculos más grandes.

El tiempo parece estirarse de manera interminable a medida que la batalla se libra frente a ti. Las bestias, aunque poderosas, no parecen ser capaces de adaptarse a los cambios de ritmo que les impones al distorsionar el flujo del tiempo a tu alrededor, aunque no lo haces de forma directa. En cambio, lo usas para crear desincronización en su percepción, dejándolas más confusas y menos efectivas en sus ataques.

El cultivador, por su parte, parece estar perdiendo terreno. Aunque su habilidad en el Reino de cultivo base de 1/10, el nivel de cultivo del dao temporal 2/10 es considerable, el agotamiento por su lucha continua lo está debilitando. Las bestias, al notar su cansancio, lo atacan con más fiereza. Sin embargo, debido a tu interferencia indirecta, no logran acertar un golpe mortal.

Tu meditación y cultivación en el altar se ven interrumpidas brevemente por la tensión de la batalla, pero al final, tu decisión de permanecer al margen ha dado frutos. Las bestias, incapaces de coordinarse eficientemente debido a las alteraciones temporales, finalmente se dispersan, incapaces de derrotar al cultivador ni de alcanzarte a ti.

Sin embargo, el cultivador, claramente agotado, te lanza una mirada llena de dudas y desconfianza. "¿Por qué no ayudaste? Si hubieras intervenido, quizás hubiésemos podido acabar con ellas de forma más rápida," dice, todavía respirando con dificultad. "Lo que sea, ¿sigues buscando la técnica? O quizás te interesa algo más..."

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Mientras el cultivador se acerca, el altar comienza a emitir una luz más brillante. En su interior, una perla dorada aparece repentinamente. La energía dentro de la cueva se intensifica. Este es el Corazón del Tiempo, un artefacto poderoso que puede potenciar enormemente el control sobre el flujo temporal, pero solo aquellos con una conexión excepcional con el tiempo pueden usarlo sin corromperse.

El cultivador parece haber notado la aparición de la perla y su mirada se oscurece. "Eso... es mío," murmura, antes de girarse hacia ti con expresión severa. "Si quieres algo de aquí, tendrás que derrotarme."

El cultivador observa tu decisión con una mezcla de sorpresa y desdén. Sin embargo, tu desafío es claro, y no hay marcha atrás. Su rostro se endurece, y con un grito, desata un torrente de energía que te golpea con fuerza. A pesar de su agotamiento, su nivel de cultivo sigue siendo impresionante, y puedes sentir la presión de su poder.

"Si quieres la perla, entonces prepárate para demostrar que realmente la mereces", dice, mientras su aura se expande.

Pero tú, con tu dominio sobre el tiempo, no te dejas intimidar. En el mismo instante en que su energía se lanza hacia ti, manipula el flujo temporal a tu alrededor, ralentizando el tiempo para ti mientras el cultivador parece moverse a una velocidad extremadamente lenta. Con un movimiento preciso, invocas tu poder temporal y haces que el cultivador se quede atrapado en una distorsión temporal, sus movimientos comenzando a fallar.

Tu habilidad con el Control Temporal se vuelve clave en esta lucha. La energía que el cultivador desató se ve ralentizada a tal punto que, aunque sigue siendo fuerte, no puede alcanzar la velocidad que necesitas para atacar eficazmente. Te acercas rápidamente y, con una explosión de energía temporal, lo derribas.

El cultivador, atrapado en tu distorsión temporal, no puede hacer nada mientras te apoderas de la Perla del Tiempo. Sientes cómo la energía del artefacto fluye dentro de ti, amplificando tus habilidades. La conexión con el tiempo se hace más sólida, y puedes sentir que has dado un paso significativo hacia una nueva fase en tu cultivación.

Al mismo tiempo, las bestias espirituales, desorientadas por las distorsiones en el tiempo que has causado, pierden el rumbo. Te concentras brevemente y manipular el tiempo para hacer que sus movimientos se ralentizan hasta que no pueden reaccionar, permitiendo que, finalmente, caigan. Con un par de ataques rápidos y precisos, las bestias son derrotadas.

El cultivador, ahora derrotado, cae al suelo. A pesar de su derrota, no muestra signos de ira, solo una expresión de resignación. "Sabía que era arriesgado... pero pensé que podría ganar. Has demostrado ser formidable, niño. Tómate la perla, pero recuerda que... en este mundo, siempre habrá alguien más fuerte que tú."