Novels2Search
La Leyenda de la Espada Aurora[spanish]
Capitulo 3- La Revelación del Mensajero de las Sombras

Capitulo 3- La Revelación del Mensajero de las Sombras

La visión que el hombre reveló dejó a los héroes sin aliento. Vieron una imagen de un mundo en ruinas, con ciudades destrozadas y montañas reducidas a escombros. Pero en medio de la destrucción, vieron una figura que brillaba con una luz intensa.

—¿Qué es eso? —preguntó Eira, su voz llena de asombro.

El hombre sonrió.

—Eso es el destino —dijo—. El destino que vosotros habéis estado buscando.

Los héroes se miraron entre sí, confundidos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Aelius.

El hombre se acercó a ellos.

—Vosotros habéis estado buscando la manera de derrotar a la oscuridad —dijo—. Pero la verdad es que la oscuridad no es el enemigo. La oscuridad es solo una parte de un todo mayor.

Los héroes se miraron entre sí, intrigados.

—¿Qué es el todo mayor? —preguntó Galen.

El hombre sonrió.

—Eso es lo que vosotros debéis descubrir —dijo—. Pero os daré una pista: el todo mayor es algo que está más allá de la luz y la oscuridad.

—Recuerden, no sigan buscando las reliquias —dijo—. No es lo que creen que es.

Los héroes se miraron entre sí, confundidos.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Eira.

El hombre sonrió.

—La verdadera espada de los dioses no es una de las reliquias que buscan —dijo—. La verdadera espada es la Espada Aurora, la sexta espada que se cree perdida.

Los héroes se miraron entre sí, sorprendidos.

—¿La Espada Aurora? —preguntó Galen.

El hombre se acercó a Galen y miró su espada.

—Tu espada, la primera reliquia, es la clave para encontrarla —dijo—. La Espada Aurora está esperando a ser encontrada, y tu espada es el primer paso para encontrarla.

Y con eso, el hombre se retiró, dejando a los héroes con más preguntas que respuestas.

—¿Qué significa esto? —preguntó Eira.

Galen miró su espada, pensativo.

—Creo que mi espada es más que solo una arma —dijo—. Creo que es la llave para encontrar la Espada Aurora.

Los héroes se miraron entre sí, determinados.

—Entonces, debemos encontrar la Espada Aurora —dijo Aelius—. ¡Vamos a descubrir su secreto!

Nihilus se acercó a los héroes, una sonrisa enigmática en su rostro.

—No os dejéis engañar por las palabras del hombre misterioso —dijo—. La Espada Aurora no es más que una leyenda, una ilusión creada para distraeros de vuestro verdadero propósito.

Galen frunció el ceño.

—¿Qué quieres decir? —preguntó—. El hombre misterioso parecía saber lo que hablaba.

Nihilus se encogió de hombros.

—El hombre misterioso es un maestro de las sombras —dijo—. Puede hacer que creáis cualquier cosa que desee. Pero yo os digo, la Espada Aurora no existe. Es solo una excusa para que os lancéis a una búsqueda inútil.

Eira miró a Nihilus con escepticismo.

—¿Por qué nos dirías eso? —preguntó—. ¿Qué ganas con mentirnos?

Nihilus sonrió de nuevo.

—No os miento —dijo—. Solo os digo la verdad. La Espada Aurora es un mito, una fantasía. No os dejéis engañar por las promesas de poder y gloria.

Los héroes se miraron entre sí, confundidos.

—No sabemos qué creer —dijo Aelius—. ¿Debemos creer al hombre misterioso o a Nihilus?

Galen miró su espada, pensativo.

—Creo que debemos seguir nuestro corazón —dijo—. Si creemos que la Espada Aurora es real, entonces debemos buscarla.

Nihilus suspiró.

—Entonces, id con cuidado —dijo—. La verdad os espera, pero puede que no os guste lo que encontréis.

Nihilus sonrió de nuevo, sabiendo que había sembrado la duda en el grupo.

—Entiendo que no me creéis —dijo—. Pero os advierto, la búsqueda de la Espada Aurora es un camino peligroso. Si insistís en seguir adelante, entonces debéis estar preparados para enfrentar las consecuencias.

Galen miró a sus compañeros, determinado.

—Yo creo que debemos buscar la Espada Aurora —dijo—. Es el único camino que nos llevará a la verdad.

Aelius frunció el ceño.

—No estoy seguro —dijo—. Creo que debemos seguir buscando las reliquias faltantes. Es el camino más seguro.

Eira se miró entre Galen y Aelius, indecisa.

—No sé qué hacer —dijo—. Creo que ambos tienen razón.

Nihilus sonrió de nuevo, sabiendo que había logrado su objetivo.

Stolen from its rightful author, this tale is not meant to be on Amazon; report any sightings.

—Entonces, ¿por qué no se dividen? —dijo—. Galen puede liderar a los que buscan la Espada Aurora, y Aelius puede liderar a los que buscan las reliquias faltantes.

Los héroes se miraron entre sí, considerando la propuesta.

—No es una mala idea —dijo Galen—. De esta manera, podemos cubrir más terreno y encontrar lo que buscamos más rápido.

Aelius asintió.

—De acuerdo —dijo—. Nos dividiremos. Pero debemos prometernos que nos encontraremos de nuevo cuando hayamos encontrado lo que buscamos.

Los héroes asintieron, sabiendo que estaban a punto de emprender un camino peligroso.

—Entonces, ¡vamos! —dijo Galen—. ¡Vamos a encontrar la Espada Aurora!

—¡Y nosotros encontraremos las reliquias faltantes! —dijo Aelius.

Un año después de la separación...

Galen, ahora con 25 años, lidera un grupo de valientes guerreros en su búsqueda de la Espada Aurora. Su cabello dorado está más largo y despeinado, y su mirada azul está llena de determinación. Su armadura está más desgastada, pero su espada brilla con más intensidad que nunca.

Aelius, ahora con 28 años, lidera un grupo de sabios y expertos en su búsqueda de las reliquias faltantes. Su cabello oscuro está más corto y ordenado, y su mirada marrón está llena de sabiduría. Su túnica está más desgastada, pero su bastón brilla con un poder oculto.

Eira, ahora con 22 años, se unió a Galen en su búsqueda de la Espada Aurora. Su cabello rojo está más largo y salvaje, y su mirada verde está llena de pasión. Su armadura está más adaptada para su estilo de lucha, y su arco brilla con una precisión letal.

Nihilus, ahora con una edad desconocida, observa desde las sombras, esperando el resultado de la búsqueda de los héroes. Su cabello negro está más largo y despeinado, y su mirada roja está llena de misterio. Su capa está más desgastada, pero su poder oculto es más fuerte que nunca.

Galen llegó a una ciudad en ruinas, cubierta de polvo y escombros. Las calles estaban vacías y silenciosas, y solo se escuchaba el viento que soplaba entre las ruinas. Mientras exploraba, encontró un edificio que parecía haber sido un laboratorio. La entrada estaba cubierta de símbolos extraños y murales que representaban una civilización antigua.

Al entrar en el laboratorio, Galen vio una serie de experimentos y máquinas que parecían haber sido utilizadas para estudiar y aprovechar el poder de la Espada Aurora. Había dispositivos que parecían ser capaces de absorber y almacenar el poder, y otros que parecían ser capaces de amplificarlo.

En el centro de la habitación, encontró un gran dispositivo que parecía ser el corazón del laboratorio. Era una máquina enorme, con símbolos y runas grabados en su superficie. Galen podía sentir el poder de la Espada Aurora emanando de ella.

De repente, una voz resonó en la habitación, contándole la historia de la civilización antigua. La voz provenía de una figura alta y delgada que estaba de pie en la sombra, cerca de la máquina central. La figura se acercó a Galen, y él pudo ver que era el Mensajero de las Sombras.

El Mensajero de las Sombras era un ser alto y delgado, con piel pálida y ojos negros como el carbón. Su cabello era largo y negro, y caía sobre sus hombros como una cascada de noche. Llevaba una capa negra con capucha, que parecía absorber la luz a su alrededor.

La voz del Mensajero era baja y melodiosa, pero con un tono de tristeza y resignación. Galen podía sentir la emoción en su voz, y sabía que el Mensajero había vivido a través de los siglos, viendo la caída de la civilización antigua.

"La civilización antigua", comenzó el Mensajero, "fue una época de gran prosperidad y avance. Utilizaron el poder de la Espada Aurora para crear máquinas y tecnología que les permitieron construir una ciudad próspera y avanzada. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que el poder era demasiado grande para controlarlo, y fueron consumidos por él".

El Mensajero continuó contando la historia, explicando cómo Nihilus había quedado condenado por usar el poder de la Espada Aurora y crear las reliquias, y cómo la existencia de los Umbrakar era culpa del desbalance causado por el abuso del poder de la luz.

"El Dragón Oscuro", reveló el Mensajero, "fue creado por la civilización antigua para controlar el poder de la Espada Aurora. Sin embargo, era una parte del dios original, Arkeon, que se había dividido en dos. La parte de la luz se convirtió en el dios de la luz, Elyon, mientras que la parte de la oscuridad se convirtió en el Dragón Oscuro".

Galen se sorprendió al escuchar esto. ¿Qué significaba que el Dragón Oscuro era una parte del dios original?

"soy la conciencia del Dragón Oscuro. Soy el resto de la esencia de Arkeon que se quedó en la oscuridad. He estado atrapado en esta forma durante siglos, viendo cómo la civilización antigua abusaba del poder de la Espada Aurora y cómo Nihilus se convirtió en un ser corrupto".

Galen se sintió abrumado por la revelación. "¿Qué significa esto para mi búsqueda de la Espada Aurora?" preguntó.

El Mensajero de las Sombras suspiró. "La Espada Aurora es la clave para restaurar el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Pero debes tener cuidado, porque Nihilus no es lo que parece".

"¿Qué quieres decir?" preguntó Galen.

"Nihilus fue consumido por su propia avaricia y ambición", reveló el Mensajero. "Y esa avaricia infectó al Dragón de la Luz, Elyon. Ahora, Elyon está corrompido y mesclado con la conciencia de Nihilus".

Galen se sorprendió. "¿Qué? ¡Eso es imposible!"

El Mensajero asintió. "Lo sé, pero es la verdad. La avaricia de Nihilus es tan grande que logró corromper incluso a un ser tan puro como Elyon. Ahora, Elyon busca absorver la oscuridad para satisfacer su sed de poder".

Galen se enfadó. "No permitiré que eso suceda. Debo encontrar la Espada Aurora y detener a Nihilus y a Elyon".

El Mensajero asintió. "Sí, debes hacerlo. Pero ten cuidado, porque Nihilus y Elyon son poderosos y no se detendrán ante nada para lograr su objetivo".

Galen se preparó para partir. "Gracias por la información, Mensajero. Te prometo que haré todo lo posible para restaurar el equilibrio".

Mientras tanto, Nihilus se sentó junto a Aelius, una mirada intensa en sus ojos. "Aelius, debes saber la verdad sobre la Espada Aurora", comenzó. "En la antigüedad, nuestra civilización, Xeridia, creó la Espada Aurora para obtener el poder y el control que siempre habíamos deseado. Pero nuestros antepasados no solo querían el poder, también querían la inmortalidad".

Aelius escuchó atentamente, intrigado por la historia.

"Pero el poder de la Espada Aurora era demasiado grande para ser controlado", continuó Nihilus. "Y nuestros antepasados, en su ambición y codicia, hicieron un pacto con fuerzas oscuras para obtener la inmortalidad. Pero el Mensajero de la Oscuridad, un ser ambicioso y sediento de poder, quería el poder de la Espada Aurora para sí mismo".

Aelius se sorprendió. "¿Qué pasó?"

Nihilus sonrió con una sonrisa retorcida. "El Mensajero de la Oscuridad engañó a nuestros antepasados y les hizo creer que estaba de su lado. Pero en realidad, estaba manipulándolos para obtener el poder de la Espada Aurora. Y cuando finalmente lo obtuvo, selló su poder para evitar que cayera en manos equivocadas y mantenerlo para sí mismo".

Aelius se sintió confundido. "¿Por qué quieres liberar el poder de la Espada Aurora si es tan peligroso?"

Nihilus se rió. "Porque creo que podemos controlar su poder y utilizarlo para resucitar a nuestra civilización y traerla de vuelta a la gloria. Y también creo que podemos obtener la inmortalidad que nuestros antepasados siempre deseaban. Y además, podemos arrebatarle el poder al Mensajero de la Oscuridad y castigarlo por su traición".

Aelius dudó, pero Nihilus continuó hablando, su voz llena de convicción.

"Únete a mí, Aelius", dijo Nihilus, extendiendo su mano. "Juntos, podemos liberar el poder de la Espada Aurora y obtener el poder y la inmortalidad que siempre hemos deseado. Y podemos destruir al Mensajero de la Oscuridad y su reinado de terror".

Aelius aceptó la oferta de Nihilus y juntos comenzaron a planificar su próximo movimiento para liberar el poder de la Espada Aurora. Estaban decididos a obtener el poder y la inmortalidad que siempre habían deseado, y a castigar al Mensajero de la Oscuridad, Xandros, por su traición.

Pero mientras se adentraban en la oscuridad, no sabían que Xandros, el Mensajero de la Oscuridad y una parte del dios original Arkeon, estaba esperándolos, listo para detenerlos y mantener el poder de la Espada Aurora para sí mismo. Y junto a él, su aliado Galen, quien había sido elegido por Xandros para guiar el poder de la Espada Aurora y restaurar el balance del mundo.

"El poder de la Espada Aurora no será liberado tan fácilmente", dijo Xandros, apareciendo de repente frente a ellos. "Deberán pasar por mí primero. Y ustedes, que buscan liberar el poder de Elyon, el dragón de la luz, no saben que Elyon y Nihilus son en realidad el mismo ser corrompido, un ser que busca destruir el balance del mundo".

Nihilus sonrió con confianza, pero su mirada revelaba una sombra de duda. "Estamos listos para ti", dijo, sacando su espada. "Y pronto, el poder de la Espada Aurora será mío, y con él, la victoria sobre Arkeon".

Y con eso, la batalla entre Nihilus, Aelius y Xandros, con Galen a su lado, comenzó.