Mi vida estos 2 ciclos han sido la misma rutina, mi madre sigue yendo trabajar y me deja sola en casa ya que mi hermano nunca se queda a ayudar.
Aunque hoy por suerte mi padre está en casa. Así mi madre por fin, se va con la conciencia tranquila.
También aprendí porque mi madre no aparece en casa muy a menudo, ella es la herrera del pueblo.
Yo pensaba que ese era el trabajo de los legendarios enanos, todos super apasionados con la herrería y la cerveza. Me quedé sorprendida cuando lo escuché, eso explicaría su gran musculatura.
Pero no es solo eso lo que he escuchado. Normalmente ella trabajaría poco, arreglando herramientas, utensilios de cocina, armas de caza, etc. Pero ahora ella tiene una especie de cuota que llegar todos los ciclos, por el hecho de que existen nuevas tensiones entre los países del norte y el nuevo fundado imperio Demoniaco.
Que miedo, encima mi padre está muy estresado porque esto va en aumento, parece ser que puede que el reclutamiento obligatorio empiece en unos ciclos o años.
Está aprovisionando para que podamos aguantar sin él. Tiene miedo que nos ocurra cualquier cosa.
La verdad es que me siento también angustiada porque nunca antes he llegado a presenciar el comienzo de una guerra.
Mi hermano está tranquilo jugando como siempre, es demasiado pequeño para comprender realmente la gravedad de la situación, a veces envidio esa inocencia.
Ahora mismo estoy en los brazos de mi padre quien me mira con ojos melancólicos.
Supongo que ahora quiere aprovechar a estar más tiempo conmigo porque no sabe exactamente qué puede pasar. Se dice, que uno cuando valora más algo es cuando se da cuenta que puede que lo pierde
"Sabes Elva..." Me dice mientras acaricia el pelo.
"Tu nombre es muy importante, la fundadora de nuestra tribu. Se llama como tú ella fue el héroe que nos salvó de la extinción. Pudo mantener nuestro linaje de guerreros a salvo. Quiero, quiero que crezcas, tan fuerte como ella una vez lo fue. En un futuro, Cuida de tu mamá ¿vale?" No sabía que tenía ese pasado. ¿Y tú no eras cazador? bueno pero a mi tampoco me interesa ser una guerrera
Mi padre empieza a sollozar. Tranquilo me cuidaré por mí misma, y también cuidaré de todos cuando crezca, pero espero que tengas cuidado...
"P-pa pa" finjo no saber hablar y digo mis primeras palabras.
Mi padre sonríe y empieza a llorar encima mío.
Pobrecito, espero que estos días se tranquilice un poco.
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Al día siguiente mi madre y yo estamos en el salón de casa pasando el tiempo.
Mi madre está sentada en una silla cosiendo una camisa marrón de mi hermano. Mientras, a mí me ha dejado en el suelo. Está completamente callada y veo que su expresión no es buena, seguro que está preocupada.
Ya han pasado 10 ciclos y he pensado que quizás debería de levantarme y andar.
No sé cuál es la edad media en este mundo en donde los bebés empiezan a andar, pero creo que les alegrará el día, ahora que están tan tensos
Bueno, todo lo que hago lo celebran con alegría así que, para que pensárselo. Ayer por la noche mi padre estuvo restregando a mi madre que mi primera palabra fue papá y no mamá.
Voy a hacerlo, es más cómodo para mí no esconder el hecho que puedo hacerlo.
Me pongo a cuatro patas en el suelo y me mantengo en equilibrio y digo "ma ma" mientras ando hacia ella.
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Me he convertido en toda una actriz de Hollywood, jeje.
Sin embargo mi madre por alguna razón se queda anonadada con las agujas en las manos.
¿Qué pasa si hice algo mal?
"¡¡Cariño!! ¡¡Corre, rápido ven!!" Mi madre grita de repente.
En un momento escucho los pasos rápidos de mi padre a la lejanía, él estaba cortando leña como todas las mañanas, siempre lo hace antes de ir a trabajar.
"¿¡Pasa algo cariño!?" De repente se para y me mira.
¿De verdad es un logro tan importante?
"Está, está andando" dice mi padre mientras se acerca y le salen lagrimas.
"Pa, pa" digo mientras me tambaleó hacia él y luego me coge en sus brazos.
"Cariño, no puedo creer que pueda andar con solo 10 ciclos... Por Torr-Ra nunca había visto algo igual."
"Sí, amor, eso son 10 ciclos antes, ¡Nuestra hija ha dicho su primera palabra y empezó caminar 10 ciclos antes, seguro que es una genia!" Dice mi padre felizmente mientras me abraza a mí y a mi madre.
"¡Seguro que lo es!" mi madre contesta.
"Quizás en un futuro deberíamos de buscarle un tutor, imagina que pueda entrar a la academia de la ciudad cuando sea mayor. ¡Su futuro sería brillante!"
Creo que se están animando más de la cuenta.
"Amor, tengo contactos en la ciudad, ¡cuando pueda iré a hablar con ellos!"
¿Tú no te tienes que ir a la guerra?
La verdad es que, cuando iba al colegio en la tierra de pequeño, la odiaba con todo mi ser. No tenía amigos, mis compañeros de clase me hacían bullying por una razón que nunca entenderé, se reían de mis padres que se murieron a temprana edad, y mis profesores me ignoraban completamente y evitaban meterse en el conflicto.
Mis notas no eran las mejores pero tampoco suspendía todo así que gracias a eso pude entrar y graduarme en una universidad decente.
Prefiero no recordarlo porque no fue una buena etapa de mi vida. Pero, esto me hace recordar lo crueles que pueden llegar a ser los niños. Cómo puede un niño meterse con otro por esa razón. Bajo mi opinión la mayoría de la responsabilidad recae en los padres.
Quizás en esta vida será distinto, prefiero que sea así. Siempre quise tener una vida normal, está puede ser mi oportunidad. Aunque pensándolo muy bien, no sé si puede decir normal, si me hacen bullying esta vez, puede que me explote la cabeza con hechizo. Me da escalofríos de solo pensarlo. Ahora pensándolo mejor no sé si es una buena idea...
Mi madre y padre aún están hablando sobre las posibilidades, así que los dejaré en su rollo y le pediré a mi madre que me abrace ya, que estoy cansada de dar vueltas.
Si, necesito su atención, perdón por tener cerebro de bebe.
Así que me acerco andando tambaleándome hacia mi madre para que haga su trabajo.
Ella en respuesta me coge en sus brazos.
"¡Sabes, Elva, hoy vamos a dar una vuelta, vamos a enseñarles a todos que puedes andar!" Espera, no, que estoy cansada.
"¡Buena idea amor!" Yo prepararé las cosas para ir a la ciudad.
Esta pareja...
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Mi madre y yo bajamos nos acercamos a la aldea. Por lo que veo hoy es un día festivo, nadie está trabajando. Hay muchos aldeanos en el centro de la aldea comiendo delante de una estatua de una persona.
Mi madre muy feliz se dirige a un grupito de mujeres que están chismeando lejos del grupo.
"Buenos días Karla, buenos días Cintia" Mi madre las saluda con una sonrisa en la cara
"Buenos días Alissa" Las dos responden.
Las había visto antes con mi madre a lo lejos mientras miraba por la ventana, aunque nunca de cerca. Ya que nunca podía salir de casa.
Las dos van vestidas con un vestido simple marrones y de mangas blancas.
Karla no tiene nada en especial, lo único es que tiene un lunar muy grande en la ceja de la izquierda y Cintia parece una bruja porque tiene una napia enorme, ¿quizás será una de verdad?
"¿Oh, esa es tu hija que tanto nos has contado Alissa? que mona es ¡ay, mira qué mofletes tiene!" dice Karla mientras me los estira.
"¡A que si! jejeje, sabes, también ha empezado a caminar" lo dice con todo el orgullo del mundo.
"¿En serio? Me estás tomando el pelo mujer, ¿no dijiste que recién tenía 10 ciclos?" dice Karla con una expresión de sorpresa.
"En serio, mira mira." Bueno, aquí vamos, soy la mona de feria. Ya veo cual va a ser mi futuro.
En ese momento, me pongo a andar en círculos medio tambaleandome para que crean solo se andar desde hace poco. Ellas dos se ponen a gritar de emoción.
Sin embargo Cintia ni se inmuta. Tiene la misma expresión seria de antes.
Ella está con los brazos cruzados. No parece ni lo más mínimo sorprendida.
Seré un bebe, pero esto me ha herido el orgullo de bebe que tengo.
Me giro, y me pongo a mirar a Cintia en la cara con la expresión más mona que tengo a mi disposición.
Me mira y sigue con la misma expresión fría de siempre. No retrocede ni lo más mínimo.
Tu lo has querido.
Me dispongo a utilizar mi arma secreta y empiezo a acercarme a ella. Le agarro de la falda y le miró a los ojos. Pongo la misma expresión que tenía antes y suelto las palabras que ponen la guinda al pastel. "c- tia".
Durante 5 segundos hay una guerra de miradas entre ella y yo, se esta aguantando más de lo esperado pero de repente, Cintia retrocede y se agacha.
Me coge en sus brazos y con la misma expresión se queda mirándome.
Mi madre se acerca y le dice. "A que es mona, eh Cintia se parece a mí" señalando a sí misma con un dedo.
Cintia de su parte, parece que ni se ha inmutado, aún no ha dicho una palabra.
Pero instintivamente lo sé.
Esta es mi victoria.