CAPÍTULO 32
Capítulo 32 – Su cara oscurecida
Abrió la puerta
Una mujer delgada apareció a la vista.
Jordi se puso de pie y se acercó.
Gloria se volvió para mirar a Jordi y sonrió sarcásticamente: –Es tu amante. Gran sorpresa, ¿eh?
Ángela entrecerró los ojos. Gloria, lo creas o no, tomaré tu lugar y me convertiré en la esposa de
Jordi.
La cara de Jordi se volvió más sombría mientras miraba a Ángela. —¿Por qué estás aquí?
Ángela dijo preocupada: – Acabo de llamar a tu amigo y quería hablar de algo contigo, pero él dijo que estabas de mal humor y viniste aquí. Así que me apresuré aquí por si había algún malentendido entre ustedes. Jordi, Gloria, tened una buena charla, ¿vale?
Gloria se burló: –Eso está fuera de sitio. Jordi se casará contigo pronto, y yo seré su exesposa. Ángela, no seré tan descarada como para robarte a tu hombre.
Jordi lanzó su aura helada sobre todo el sitio.
Gloria solo repitió las palabras que Jordi le había dicho.
Ángela se puso rígida de ira. Eso sonaba más a sarcasmo, ¿pero y qué? Jordi se casaría con ella, y ella seria la Señora Collins. Gloria acaba de entrar y salir de su vida.
Gloria podía adivinar lo que Ángela estaba pensando y de repente trajo un giro en la conversación de
la sorpresa de todos.
–Sin embargo...
Angela parecía confundida por un momento. Gloria se encogió de hombros con las manos
extendidas.
– Quiero un divorcio desesperadamente. Iré con él a la corte cuando él quiera. Y entonces usted puede conseguir su certificado de matrimonio de inmediato. Pero Jordi no va a ir conmigo. ¿Es porque todavía le gusto?
Las manos de Ángela detrás de su espalda se apretaron en puños mientras lograba sonreír.
–Gloria, ¿de qué estás hablando? El Señor Collins y yo solo somos amigos. ¿Por qué te divorcias de
él?
Ángela estaba un poco molesta. ¿Por qué no se divorcia de Gloria?
Gloria puso los ojos en blanco sin decir una palabra.
Al ver esto, Ángela miró a Jordi con una sonrisa suave. Content © copyrighted by .
– Jordi, gracias por cuidar de mí estos días. Te salvé y no me arrepentí de mi decisión. Te pedí que te casaras conmigo porque esta obsesión tenía lo mejor de mí. Mi hermana es tu esposa. Trátenla mejor. No me interpondré entre ustedes dos.
Ángela bajó la cabeza como para esconder su cara triste. Sus labios apretadamente fruncidos temblaban. Parecía que estaba atormentada por la agitación emocional. Se sintió feliz de ver a Gloria y Jordi juntos, pero mientras tanto, jfue una tortura para ella! Estaba montando un buen espectáculo
Jordi parecía serio. – No digas tonterías. No tengo nada que ver con ella, y me divorciaré de ella.
Gloria respiró hondo. – Ya que quieres el divorcio, ilárgate de aquí! ¡Bésala y acurrúcala si quieres, pero no en mi casa!
–¡Gloria! –gruñó Jordi.
–Gloria... – Ángela negó con la cabeza con incredulidad—. ¡Has cambiado mucho!
No mostraban signos de irse. Gloria los miró con una media sonrisa. – Ya que te gusta estar aquí, te dejaré tener la casa en compensación después de que nos divorciemos.
Quédate aquí si quieres, pero tengo que irme.
Gloria cogió su teléfono móvil y marcó un número.
La cara de Jordi se oscureció al ver el número.