CAPÍTULO 19
Capítulo 19 – ¿Quieres que lo vuelva a amar?
Ángela giró los ojos, fingió no verlos, puso los brazos alrededor del cuello de Jordi y dijo con una sonrisa: –Jordi, estoy bien. Fue solo una pequeña caída. Realmente no tienes que estar tan nervioso. Bájame, puedo caminar sola.
–Déjame hacerte un examen primero. – le dijo Jordi con voz tranquila. Después de eso, se fue con
Ángela en sus brazos, asustado, sin mirar a Jonathan y Gloria que estaban de pie cerca.
Una mirada burlona brilló sobre los ojos de Gloria. Realmente amaba a Ángela. Cada vez que se daba cuenta de ello, se alegraba. Afortunadamente, ella había terminado con sus sentimientos hacia él.
Ángela estaba en coma en aquel entonces y no tenía tal interacción con Jordi. Pero la situación había cambiado. Se despertó y estaba viva y coleando. Necesitaban mostrar que se amaban a menudo. Si Gloria todavía se preocupara por eso como antes, Ángela y Jordi la lastimarían gravemente.
Jonathan estaba mirando a Gloria en ese momento. Al ver que solo había sarcasmo y no tristeza en sus ojos, estaba sorprendido. No preguntó nada, solo sonrió y le dijo.
– Te enviaré de regreso.
Gloria salió de sus pensamientos, y sacudió la cabeza.
– No, tomaré un taxi.
–¿Cómo puedo dejar que vuelvas sola? Un caballero nunca haría eso. Vámonos.-dijo Jonathan con una actitud firme. Gloria frunció un poco el ceño, no obstante, tendrían contacto en el futuro. Si quisiera averiguar su dirección, lo haría tarde o temprano. Ella aceptó su oferta, y salió directamente con él.
–Gracias, Sr. Brown. – le dijo.
Sin embargo, la vida estaba llena de coincidencias. Cuando Gloria llegó al aparcamiento subterráneo, descubrió que el coche de Jordi estaba allí. Vio como metió cuidadosamente a Ángela en el coche. Gloria se rio. ¿Por qué se encontraban una y otra vez? Cuando estaban casados, rara vez había tales coincidencias.
Jonathan miró a Gloria a su lado y dijo en voz baja:
–¿Tal vez yo también debería hacer eso?
–¿Hacer qué? –Gloria giró la cabeza inconscientemente. Los ojos de Jonathan eran imperceptiblemente suaves. Content © copyrighted by .
– Métete en el coche. Es el mejor servicio que puedo ofrecerle a una princesa. –dijo con voz
juguetona. La esquina de la boca de Gloria se movió.
– Tus trucos de coqueteo no funcionarán en una mujer divorciada.
Jonatán levantó una ceja.
– En mi corazón, siempre eres prioridad. Uno debe tratarse con dignidad. — Tenía dos significados. Uno debe amarse a sí mismo, y, uno también debería valorarse a sí mismo.
Gloria sabía que estaba tratando de decirle el segundo significado. Sabía que él le estaba recordando que no tuviera más tratos con Jordi. Pero este era su negocio y nadie más podía tomar la decisión por ella. Ella no hablaba. Jonathan le había abierto la puerta y se subió al coche en silencio.
Tan pronto como Jordi cerró la puerta, lo vio. La ira en sus ojos era más fuerte. Inmediatamente, se subió a su auto sin más.
Los dos coches salieron juntos, como si estuvieran en una carrera. Sin embargo, tomaron diferentes direcciones. Gloria quería acabar con esto, por eso cuando vio una intersección por delante, dijo en un tono plano:
–Giremos en la esquina. – Jonathan entrecerró un poco los ojos.
–¿Tienes miedo? – Gloria giró la cabeza y dijo con una sonrisa:
–¿Quieres que lo vuelva a querer?