Era de noche, las sombras dibujaban formas inexplicables sobre las paredes del cuarto mientras jugaba con mis manos. No quería dormir, no tenía ganas y esa parecía una buena diversión. Siempre había escuchado de formas que otres veían, formas de perro, conejo, gatitos...que si pones las manos así, que si las pones asá...en fin, yo no veía nada de eso. Solo sombras que simulaban torpes figuras que más que animalitos eran monstruos de alguna película de terror.
Y pensé que quizá las sombras podían no tener esas formas, y que otres se las inventaban perfectas porque así lo habían aprendido, así se lo habían enseñado les grandes y así como muchas cosas que aprendimos, las creímos como correctas, esto también podría ser consecuencia de lo mismo. Siempre creemos verdades de les adultes que no siempre coinciden con nuestras miradas.
En fin, pensé que mejor era seguir pensando en esas cosas, que por lo menos a mi parecer, eran como a mí se me ocurrían, total, era lo que yo vivía y experimentaba más allá de lo que otres, casi siempre adultes, dijeran que eran correctas o no.
Por ejemplo, yo veo un bosque en la cara de la luna, en mi familia todes ven un perro. O por ejemplo, yo hablo y escribo así, con la “e”, ahora le llaman lenguaje inclusivo, pero la verdad es que lo inventamos con mis amigues cuando Julio decidió ser July.
July cumplía 9, cuando harto del trajecito de príncipe que le ponía su mamá en cada festejo, se desató diciendo –mamá ya no quiero ser príncipe, ahora quiero ser princeso- y lo dijo tan fuerte y tan decidido frente a todes nosotres, que ¡nos quedamos con la boca abierta! La madre empezó a los gritos y le hizo llorar y le obligó a ponerse la horrible capa y corona.
Nosotres queríamos mucho a July, siempre estaba ayudando a todes quienes andaban atrasades en las tareas, nos prestaba la carpeta a escondidas de su mamá, porque no le daban permiso para hacerlo y su papá dejaba que todo lo decidiese ella. Era amigue de todes les marginades, de Susy la de la silla, de Marcos, el chico de Bolivia, de Luca que era marica, hasta de mí que en ese momento solo me tenían como machona, era vago, vague, (o como se diga) para gimnasia, pero une crac en matemática y dibujo.
Bueno, el tema es que ese día, el día que July cumplía los 9, lloró como nunca y nosotres fuimos a abrazarle y a darle el amor que ni su madre, ni su padre, (quien jamás tomaba una decisión), le pudieron dar. Lloramos todes juntes. No fue sorpresa que Julio no fuera Julio, nosotres ya lo sabíamos. La sorpresa, fue que lo dijera en voz alta ante toda su familia! y ese día de festejo, frente a las tías, tíos, abueles, primas y primos...
A los 9 no entendía la importancia de ese acto valiente de July, ahora, a los 11, aprendí lo importante de poder ser quien une quiere ser. Entendí que si no sabes quién sos, es como no haber nacido nunca, es como no ser.
Yo le dije a mi mamá que no iba a ser una nena como ella había imaginado, un año después de ese día del cumple de July.
No me olvido más, di vueltas, arranqué veinte veces "con la cantinela" como dice mi abuela, pero no podía decir ni una palabra. Mientras mi mamá cocinaba y yo lavaba lo que se iba ensuciando, escuchaba a lo lejos las puteadas de mi papá y mi hermano que miraban el partido del clásico estudiantes-gimnasia de La Plata. Le contaba a mi mamá de July, lo feliz que era ahora que su familia más o menos lo aceptaban con su nueva identidad, le contaba de lo difícil que era para Luca ser “gay”, ya que a mi mamá no le gustaba que le dijera marica como a Luca le encantaba nombrarse...y nada, ella refunfuñaba mientras revolvía el tuco. Me decía que no entendía, que no quería hablar sobre eso, que esos chicos necesitaban terapia, que sus familias seguro habían estado muy ausentes...o muy sobre protectoras y cosas como esas...
Y como siempre, cuando no sabía de qué más hablar conmigo, arremetía con la pregunta del millón, y a vos, contame, ¿te gusta algún chico? Y lo que siempre terminaba con un,- no Ma, son todos tontos, salvo mis amigues-, esta vez fue la puerta para largarme a boca de jarro, para decirle, -no me gusta un chico, me gusta una chica, se llama Catalina y se sienta en el banco atrás mío. Es re inteligente, tiene el pelo largo, lacio, y tiene unos brackets transparentes que ni se le notan y que yo no era una nena como todas, era una
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nena diferente que no le gustaban los varones como novios.
Bueno, la cuchara de madera que giraba dejando remolinos en el tuco, de repente se clavó como un puñal en el fondo y la mirada de mi madre se volvió hacia mí con una mirada asesina, mientras me decía con esos labios finitos que se le ponen cuando está furiosa –¿me estas jodiendo?- pendeja de mierda ¿vos me querés cagar la vida?, tomátela y no vuelvas hasta que se me pase.
Me metí en mi cuarto, y no lloré, solo me senté en la cama hecha un nudo, me agarré las rodillas y metí mi cabeza dentro echa una bola. Me aterré y pensé que nunca iba a poder salir de mi cuarto, me imaginaba que al salir, mi madre, mi padre y mi hermano iban a estar ahí esperándome para corregirme, para decirme cual iba a ser mi sentencia; encierro hasta que se me pase, cambio de colegio, terapia, no podía pensar si
tenía razón o no, si estaba bien o mal, solo tenía miedo y me sentía sola, ahí entendí por qué July lo hizo en su cumple, estábamos sus amigues ahí para cuidarlo, para demostrar que nosotres no le íbamos a dejar sole.
Y cuando menos me lo esperaba, mi hermano abre la puerta de golpe, como siempre, sin golpear, y me dice –dijo mamá que vayas a poner la mesa-.No entendía que había pasado, fui a la cocina donde ella acomodaba las fuentes, el tuco por un lado, los ravioles por otro, y sin mirarme, sin decir otra cosa ni levantar la cabeza, me dice –apurate que se enfría.
Comimos en silencio, como siempre, mirando la tele, bailando por un sueño.
Tetas, culos, manotazos, maricas, machos, malas palabras, el partido había terminado y gimnasia había perdido otra vez, nadie estaba de humor. Nadie me dijo nada, mi mamá ni siquiera me miraba. Y bueno, eso fue lo que pasó. Nada. No se habló más. "Y aquí no ha pasado nada", como decía mi papá cada vez que quería cerrar una discusión en la que no iba a cambiar de opinión pero tampoco aceptaba dar batalla. Mi hermano comía y miraba culos y de vez en cuando decía alguna burrada que mi papá festejaba y mi mamá
solo removía los ravioles en el plato, haciéndose la que comía, porque en realidad ella ni come porque no quiere engordar.
Y así fue mi triste acto de ser yo misma. Quedó en la tumba de los silencios de mi madre. Alguna vez, cuando yo estaba charlando con mi prima –amiga, mi mamá me miró espantada como diciendo con sus labios finitos –con tu prima ni se te ocurra: pervertida-y bue, así siguen siendo mis días, viviendo con personas que no me conocen ni quieren hacerlo y que prefieren ver sombras perfectas que nadie ve, pero que parece ser lo que hay que ver cuando las luces se apagan y un reflejo ilumina tus manos.
Con mis amigues es distinto, todes sabemos todo de todes, Catalina ya es un recuerdo de un amor que no pudo ser, pero después de ella estuvo Mónica, la recién llegada del conurbano que la tenía re clara y un día en el recreo me encaró y me dijo, -¿querés que seamos novias? Y chapamos en el baño de la escuela. Fue re lindo y seguimos juntas todavía, nos vemos en la escuela y cada vez que nos rateamos o que hacemos
reunión de equipo. Nuestras familias no saben o no quieren verlo, pero nosotras estamos contentas y caminamos de la mano por la calle y nos damos besos si se nos da la gana.
July se arregló con Susy la chica de la silla y están yendo juntes a bailar zumba con silla de ruedas y todo. Luca también anda noviando, debe ser la primavera ahora que lo pienso, ja. Todes disfrutamos de estar juntes y nos preparamos para terminar la primaria y hacer el viaje a Córdoba.
Como en mi casa no se habló más del asunto, como tampoco se habló cuando a mi hermano lo encontraron fumando marihuana, aquí no ha pasado nada. Se viene mi viaje a Córdoba y el de Bariloche de mi hermano. Todes felices, pero todes desconocides.
Algún día me gustaría que mi familia me conozca, mientras tanto, estoy pensando que en la secundaria voy a participar del centro de estudiantes y voy a ir a las marchas del orgullo y voy a hacer cosas para que otres pibis no se sientan soles.