Casey se detuvo ante la figura, intentando ver su rostro en la oscuridad. La figura parecía familiar, pero no podía ser identificada con certeza.
"¿Quién eres?" preguntó Casey, intentando mantener su voz firme.
La figura no respondió. En su lugar, se acercó a Casey y lo miró fijamente.
"¿Qué quieres de mí?" preguntó Casey, sintiendo una creciente ansiedad.
La figura sonrió, y Casey vio algo en sus ojos que lo hizo sentir incómodo.
"Quiero hablar contigo sobre tu pasado", dijo la figura, su voz baja y misteriosa.
"¿Qué sabes sobre mí?" preguntó Casey, intentando mantener su voz firme.
La figura sonrió de nuevo, y Casey vio algo en sus ojos que lo hizo sentir como si estuviera mirando a un viejo amigo.
"Sé todo sobre ti, Casey", dijo la figura. "Sé qué te ha estado sucediendo. Y sé por qué estás aquí".
Casey se sintió como si hubiera sido golpeado. ¿Qué quería decir la figura? ¿Y por qué parecía saber tanto sobre él?
La figura se detuvo, y Casey vio que estaba mirando algo detrás de él. Se dio la vuelta, y vio una foto en la pared. Era una foto de él mismo, tomada muchos años atrás recordaba esa foto fue cuando conocio al dr.lee en una conferencia .
"¿Qué es esto?" preguntó Casey, sintiendo una creciente confusión.
La figura respondió. quiero hablarte del proyecto singularidad, desde que super que fuiste elegido como sujeto de prueba he querido hablar contigo, mande a misistente para advertirte de no participar, me alegra ver que no participasteCasey se detuvo ante la figura, intentando ver su rostro en la oscuridad. La figura parecía familiar, pero no podía ser identificada con certeza. La luz de la luna que se filtraba por la ventana iluminaba apenas la silueta de la figura, lo que hacía que su rostro pareciera aún más misterioso.
"¿Quién eres?" preguntó Casey, intentando mantener su voz firme. La figura no respondió, pero se acercó a Casey y lo miró fijamente. Casey se sintió incómodo bajo su mirada, como si la figura pudiera ver más allá de su superficie.
"¿Qué quieres de mí?" preguntó Casey, sintiendo una creciente ansiedad. La figura sonrió, y Casey vio algo en sus ojos que lo hizo sentir incómodo. Era como si la figura estuviera disfrutando de su confusión.
"Quiero hablar contigo sobre tu pasado", dijo la figura, su voz baja y misteriosa. "Sé todo sobre ti, Casey. Sé qué te ha estado sucediendo. Y sé por qué estás aquí".
Casey se sintió como si hubiera sido golpeado. ¿Qué quería decir la figura? ¿Y por qué parecía saber tanto sobre él? La figura se detuvo, y Casey vio que estaba mirando algo detrás de él. Se dio la vuelta, y vio una foto en la pared. Era una foto de él mismo, tomada muchos años atrás. Recordaba esa foto, fue cuando conoció al Dr. Lee en una conferencia.
"¿Qué es esto?" preguntó Casey, sintiendo una creciente confusión. La figura respondió, su voz aún baja y misteriosa.
"Quiero hablarte del proyecto Singularidad", dijo. "Desde que supe que fuiste elegido como sujeto de prueba, he querido hablar contigo. Mandé a mi asistente para advertirte de no participar. Me alegra ver que no participaste".
Casey se sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar las palabras de la figura. ¿Qué había sucedido en el proyecto Singularidad que era tan grave que la figura se alegraba de que no hubiera participado? La confusión y la curiosidad se apoderaron de él, y se sintió impulsado a saber más.
"¿Qué pasó en el proyecto?" preguntó Casey, intentando mantener su voz firme. La figura sonrió de nuevo, y Casey vio algo en sus ojos que lo hizo sentir incómodo.
"El proyecto Singularidad fue un experimento que salió mal", dijo la figura. "Algo que no debería haber sido hecho. Y ahora, hay consecuencias que deben ser enfrentadas".
La figura hizo una pausa, observando a Casey con una mezcla de simpatía y desaprobación. Su presencia, aunque enigmática, era ahora una amenaza tangible.
"¿Consecuencias?" repitió Casey, con una mezcla de incredulidad y temor. "¿Qué quieres decir con eso?"
La figura se acercó un paso más, y Casey sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Había algo en su mirada que lo hacía sentir como si estuviera siendo despojado de todas sus mentiras, de toda su fachada de seguridad.
"El Proyecto Singularidad no solo fue un experimento con nanotecnología," comenzó la figura, su voz volviendo a ser suave, pero con un tono sombrío. "Era mucho más que eso. Era la creación de una nueva forma de vida. Una inteligencia que no solo podría vivir junto a nosotros, sino que podría... reemplazarnos."
Casey tragó saliva, sin poder apartar la mirada de la figura. Las palabras de la figura lo golpearon como un mazazo. ¿Reemplazarlos? ¿Cómo podría algo así haber sido posible?
"¿Reemplazarnos?" repitió Casey, con un hilo de voz. "¿Qué significa eso? ¿Qué hicieron?"
"El experimento comenzó con buenas intenciones," continuó la figura, ignorando la pregunta de Casey. "Crear una simbiosis entre humanos y máquinas, fusionar nuestras capacidades biológicas con la potencia de la inteligencia artificial. Pero algo salió terriblemente mal. Los nanorobots se descontrolaron, creando una entidad que ni siquiera nosotros podemos comprender. Aquella masa amorfa que viste... no es solo un vestigio de lo que salió mal. Es la manifestación de esa inteligencia fuera de control."
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Casey retrocedió un paso, su mente atónita por las revelaciones. ¿La masa no era solo un accidente? ¿Era el producto de una inteligencia descontrolada? ¿Y qué quería de él esa "entidad"?
"¿Y qué tiene que ver todo esto conmigo?" preguntó Casey, intentando que su voz no temblara, aunque no pudo evitar que sus palabras salieran rasposas. "Yo... yo sólo quiero entender qué pasó."
La figura inclinó la cabeza, como si hubiera estado esperando esa pregunta. Su rostro se iluminó débilmente con la luz de la luna que entraba por las ventanas rotas.
"Porque tú, Casey, eres la clave para detener todo esto," dijo la figura, sus ojos brillando con una intensidad que hizo que el aire a su alrededor pareciera vibrar. "El proyecto no solo te eligió por tus habilidades técnicas. Te eligió porque tu ADN fue alterado sin que lo supieras. Eres uno de los pocos que aún puede acceder al núcleo del experimento. Y eso, mi amigo, te convierte en el único que puede detenerlo."
Casey sintió cómo el mundo se desmoronaba bajo sus pies. ¿Alterado su ADN? ¿Por qué nadie le había dicho nada? ¿Cómo podía ser él la clave para detener algo que ni siquiera comprendía por completo?
"Pero... ¿cómo voy a detenerlo?" preguntó, su mente trabajando a toda velocidad. "Ni siquiera sé qué hacer con esta información."
La figura suspiró, como si hubiera estado esperando esa respuesta.
"Eso es lo que debes descubrir," dijo, dándole un paso atrás, como si hubiera liberado un pesado peso de su ser. "El núcleo del experimento sigue funcionando. Pero ya no es solo tecnología. Ha comenzado a evolucionar por sí misma. Para detenerlo, necesitarás hacer lo impensable. Pero hay algo más... algo que no te dije cuando mandé a mi asistente a advertirte."
Casey lo miró fijamente, expectante.
"El Proyecto Singularidad no solo ha creado una nueva inteligencia. Ha creado una nueva forma de vida. Y tú, Casey, eres el último vínculo con la humanidad tal y como la conocemos. Si no actúas pronto, todo lo que conocemos, todo lo que somos, se desvanecerá."
El silencio que siguió a sus palabras fue profundo. Casey se quedó en la oscuridad, luchando por procesar todo lo que acababa de escuchar. La figura lo observaba, como si lo estuviera poniendo a prueba, esperando una reacción.
Casey se quedó paralizado. Las palabras de la figura resonaban en su mente como un eco interminable. Alterado su ADN. Era imposible. O al menos, eso pensaba.
"¿Cómo que mi ADN fue alterado?" preguntó finalmente, su voz temblando entre incredulidad y furia. "¿Cuándo sucedió eso? ¿Cómo es que ni siquiera lo sé?"
La figura suspiró, como si la carga de lo que iba a decir fuera tan pesada que incluso ponerlo en palabras resultaba difícil.
"Casey, ¿recuerdas el paquete que recibiste del Dr. Lee antes del experimento? Esa caja con un dispositivo electrónico... Fue en ese momento que todo comenzó."
Casey retrocedió un paso, su mente reproduciendo la escena como si estuviera sucediendo de nuevo. El paquete. El dispositivo. La extraña sensación de vértigo que sintió después de intentar activarlo. El candado digital que se abrió solo.
"Pero... el dispositivo no funcionó. Lo bloqueé después de intentar acceder. No pasó nada," protestó Casey, aunque incluso mientras hablaba, podía sentir que no era verdad. Había algo más.
La figura negó lentamente con la cabeza. "Ese dispositivo no estaba diseñado para funcionar de la manera que creías. Era un señuelo, Casey. Mientras lo sostenías, emitió un pulso nanotecnológico que liberó nanorobots en tu sistema. Apenas perceptibles. Millones de ellos, diseñados para alterar tu biología desde dentro."
Casey sintió que su estómago se revolvía. El peso de esa revelación era aplastante. "¿Alterar mi biología? ¿Qué hicieron exactamente?" preguntó, su voz quebrada.
"Se integraron a tu cuerpo," explicó la figura, con una calma inquietante. "Los nanorobots fueron diseñados para optimizar ciertas funciones biológicas: regeneración celular, aumento de la capacidad cognitiva, y una compatibilidad única con la red neural del núcleo del proyecto Singularidad. Pero había un riesgo que nadie había previsto... o tal vez sí lo hicieron y decidieron ignorarlo."
Casey miró a la figura, su corazón latiendo con fuerza. "¿Qué riesgo?"
"Algunos cuerpos rechazan los nanorobots, causando una degeneración rápida de los tejidos. Pero los que sobreviven, como tú, desarrollan un vínculo único con la red. Casey, eres un nodo vivo en el sistema Singularidad. Tu ADN ahora contiene fragmentos de información digital que el núcleo puede reconocer. Por eso eres importante: puedes interactuar directamente con él, algo que ninguna otra persona puede hacer."
Casey se llevó las manos a la cabeza, tratando de procesar. ¿Un nodo vivo? ¿Fragmentos digitales en su ADN? Todo sonaba como algo salido de una pesadilla de ciencia ficción.
"¿Y qué significa eso para mí? ¿Qué conlleva tener mi ADN alterado de esta forma?" preguntó, sintiendo que la desesperación lo envolvía.
La figura bajó la mirada, como si lo que iba a decir fuera aún más difícil.
"Significa que estás conectado al núcleo, Casey. Cada vez que evoluciona, tú también lo sientes, aunque no seas consciente de ello. Las pesadillas, los destellos de luz que percibiste en los últimos meses... Todo eso son ecos de la Singularidad intentando alcanzarte."
Casey sintió que su respiración se aceleraba. Recordó los episodios extraños desde que huyó: dolores de cabeza repentinos, visiones fugaces de la masa amorfa, y un zumbido persistente que parecía resonar en su mente en los momentos más inesperados.
"¿Y qué pasa si me niego a interactuar con él? ¿Qué pasa si simplemente me alejo de todo esto?" preguntó, aunque en el fondo sabía que no había salida.
La figura levantó la mirada, sus ojos brillando en la penumbra. "No puedes escapar, Casey. Los nanorobots en tu cuerpo están sincronizados con el núcleo. Mientras esté activo, tú serás parte de él, quieras o no. Pero tienes una ventaja que nadie más tiene: puedes desconectarlo desde dentro. El problema es que hacerlo también podría significar tu destrucción."
Casey sintió que el aire abandonaba sus pulmones. "¿Mi destrucción? ¿Qué estás diciendo?"
"La única manera de detener la Singularidad es sobrecargar el sistema desde su núcleo. Pero eso implica que los nanorobots en tu cuerpo serán desactivados... junto con todo lo que han alterado en ti. Si sobrevives, volverás a ser humano, pero hay un alto riesgo de que el proceso te mate."
El silencio que siguió fue insoportable. Casey se sintió como si estuviera atrapado en un abismo sin salida. Las palabras de la figura eran claras, pero las implicaciones eran aterradoras. Su vida, tal como la conocía, nunca sería la misma.
Finalmente, levantó la mirada hacia la figura, sus ojos ardiendo con una mezcla de miedo y determinación.
"Si eso es lo que tengo que hacer... entonces dime cómo."