Esto es tan surrealista, o es el sueño más loco que he tenido, o me he vuelto loca, honestamente, no lo sé; pero seguí a la criatura, porque ¿qué otra opción tenía? Este lugar se está quemando y hay un gigante tratando de matarnos; suena loco, lo sé. En ese momento, veo a la criatura saltar a través de una pared de llamas; creo que va hacia afuera y, sin pensarlo, hago lo mismo; y sí, está afuera.
Lo primero que noto al salir son varias otras estructuras en llamas, así que creo que estoy en un pueblo que se está quemando en una cueva. Supongo esto porque lo que veo, arriesgándome a equivocarme, es que el techo y las paredes exteriores son de roca por todos lados. ¡Qué demonios! ¿Dónde estoy? Pero antes de que pueda seguir mirando, la criatura reptil me agarra el brazo de nuevo, me gruñe y hace más sonidos que son incomprensibles para mí, pero no hay que ser un genio para saber que quiere que la siga.
Vuelvo a ver la estructura de donde salimos en llamas, escucho a ese hombre gritar y el sonido de otros pasos, posiblemente más personas también gritando en un idioma que no entiendo, pero sé que si me quedo, podrían intentar matarme. ¡Mírame! Ya no soy humano, y ni siquiera puedo hablar; simplemente me giro hacia la criatura y la sigo.
La verdad es que no sé cómo puedo moverme con este cuerpo, instinto, miedo, ambos, en realidad no lo sé, pero una cosa es cierta: se siente extraño, estas piernas, esta cosa que cubre mi cara, que debe ser un hocico, y ni hablar de la cola; ¡maldita sea! Todo esto se siente tan extraño, me siento como si estuviera usando un traje; pero supongo que será un tema para pensar con más calma. Por ahora, debo seguir a este lagarto bípedo; supongo que a donde sea que vaya es mejor que aquí.
Sigo a la criatura a través de lo que debe ser un pueblo en llamas, escondiéndonos cada vez que escuchamos algún sonido extraño, y finalmente, llegamos a una pared de roca. La criatura se gira hacia mí y vuelve a hacer esos sonidos; supongo que es algún tipo de lenguaje y señala la parte superior de la pared, donde veo una especie de cueva o grieta. Creo que espera que lleguemos allí, pero ¿cómo espera que lo hagamos? Nunca fue una persona atlética, y mucho menos un escalador; así, sin más, la criatura comienza a escalar; me recuerda a un lagarto que trepa por una pared y, a mitad de camino, me mira y supongo, ¿comienza a hablar? Con esos sonidos, me hace reír un poco; en mi mente, imagino que lo que intentaba decir era: "¡Qué diablos estás haciendo ahí abajo, sube y sígueme!"
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Vale, si él puede, yo también, supongo que usa sus garras para agarrarse y yo tengo esas mismas garras, así que lo intento y para mi sorpresa consigo subir, aunque más lento que el lagarto, ya que cuando vuelvo a mirar hacia arriba, él ya me está esperando en esa grieta. Sin más dilación, sigo subiendo con cautela, este cuerpo es extraño, no puedo dejar de decirlo y casi lo dejo moverse por instinto, lo cual es más extraño aún de por sí, pero por ahora es mejor escapar y luego pensaré en todo esto, es lo único que puedo decirme.
Conseguí, no sé ni cómo, llegar a esa grieta donde la criatura me ayuda a subir. Respiro hondo y veo lo que me habían dicho mis sospechas: un poblado, en una especie de cueva en llamas. La criatura emite otros sonidos hacia el poblado, suena triste, y pensando con un poco de calma, no sé cómo, pero si esto es real, ¡rezo a Dios que no lo sea! Y que tal vez esté soñando o tal vez en coma; pero ¡si no! Salí de un huevo, lo que ya no me hace humano, sino como esa criatura, una especie de criatura reptil bípeda. Al menos camino sobre dos piernas, que es algo, supongo, y ese poblado que queda debe ser su poblado, su gente.
Sus gruñidos y sonidos bajos me hacen suponer que está expresando tristeza; yo sentiría lo mismo si viera arder el lugar donde vivo, lo que me hace pensar que esta criatura es inteligente. No es que lo haya visto con todo lo que ha hecho desde que me salvó, pero ver a algo no humano expresar inteligencia y emociones humanas es extraño; ¡solo lo ves en películas o series de fantasía! Pero el dolor en mi cuerpo me recuerda que, aunque no quiera por el momento, esto es real y tengo que aceptarlo por ahora.