Un zumbido constante y lo suficientemente fuerte para volver loco a cualquiera y un terrible dolor de cabeza; como si me fuera a explotar, fue lo que me regresó la conciencia. Lo primero que noté al abrir los ojos fue un extraño mundo de sombras y visiones borrosas. No podía distinguir el mundo a mí alrededor, pero a medida que recuperaba los sentidos me percate del terrible dolor que aqueja a mi cuerpo aunado a una incesante náusea.
En estas condiciones no era posible que siguiera mi camino así que decidí descansar unos minutos recargada sobre un árbol cercano.
Esto es ciertamente un bosque, pero no es el mismo tipo de vegetación que la que yo recuerdo, el clima y la humedad también son totalmente distintos. El denso follaje oscurecía la luz del sol lo suficiente para evitar que fuera cegada al abrir los ojos, pero incluso eso se sentía diferente.
“coff, coff... ¿Q-Qué está pasando? ¿Es miasma?”
Un imprégnate y sucio olor rodeaba todo el lugar. Si bien el ambiente forestal hacía mucho por mejorar la calidad del aire, era innegable que algo raro estaba pasando aquí.
El miasma parecía provenir de todos lados, no me era posible localizar una posible fuente, ni siquiera era visible a simple vista.
¿Cómo es posible que un bosque permita la entrada de tan contaminante olor? Con muchas preguntas en la cabeza, logré incorporarme. Tenía que averiguar dónde estaba y tampoco era sensato permanecer mucho tiempo en este lugar atiborrado de miasma.
Con la mirada borrosa y un intenso zumbido en los oídos que solo empeoraba mi dolor de cabeza emprendí mi camino, tratando de reconocer marcas en los árboles o alguna otra seña familiar en este bosque. Me costaba mucho esfuerzo poder hacerme paso por entre los árboles, mi andar se tambaleaba y necesitaba apoyarme cada tanto sobre los troncos.
No sé qué tanto tiempo estuve caminando, pero llegué a un claro lo suficientemente amplio para explorar visualmente la zona. Por sobre las montañas de árboles, logré vislumbrar una estructura claramente artificial, parecía ser un castillo humano…. Y mi objetivo.
La arquitectura no se parece a nada que hubiera visto, por lo cual queda claro que estoy en otro continente. Aunque no me complace la idea de pedir auxilio, mucho menos a un grupo de humanos; Lo menos que puedo hacer es pedir indicaciones. Si son lo suficientemente sofisticados para vivir en un castillo, al menos deben ser civilizados.
“¡¿Quién anda ahí?!”
A pesar de mi respiración irregular y vista borrosa, empuñé mi arco en dirección al crujir de unas ramas.
“¿Un lobo? No, el color y el tamaño son diferentes.”
Parecía ser un perro domesticado lo que alertó mis sentidos. Hace algunos años que empezaron a ser introducidos a la aldea como ayudantes de cacería y guardianes para las granjas. Son bastante fieles y han aminorado mucho las cargas de trabajo, además he oído que son buenos animales de compañía.
No pretendo decir ser una experta en el trato con los animales, pero lidiar con perros cazadores está dentro de mi área de experiencia.
Lo único que debes hacer es usar una voz firme cuando… oh, son 2 los perros; en realidad son 5 y me están rodeando… tranquila, sólo tengo que enfocarme en el líder y demostrar mi dominio sobre ellos.
Me acercaré lento, lento. Está empezando a gruñir, ¿Por qué gruñe? Un perro de caza tiene mejor comportamiento… ah claro, es que estos no son perros de caza, eso explica por qué de pronto todos empezaron a perseguirme e intentar comerme… ¡¿Esto es lo que sienten las liebres?!
Correr nunca significó un esfuerzo para mí, puedo seguirle el paso a cualquier animal salvaje con el mínimo cansancio, esto es si hablamos del bosque que es mi hogar. El denso miasma a mi alrededor ya me presenta suficiente obstáculo, pero al correr en estas condiciones no puedo evitar tomar grandes bocanadas de aire; provocando que la tóxica niebla entre más rápido a mis pulmones.
Esto es malo. Mi respiración es cada vez más dificultosa y los perros salvajes, incluso el que parece un trapo sucio, me están alcanzando. Ser comida por perros es una muerte aún más humillante que la del tío Kaiah; de la cual no tengo tiempo para relatar ahora.
En un momento donde parecía que todo terminaba, logré ver mi posible salvación. La distancia no es óptima, pero con un poco de esfuerzo puedo tomar impulso y saltar a un lago que podía ver frente a mí; Quizás eso desaliente a los perros, que claramente no han tocado el agua en meses; Juzgando por su apariencia y olor.
Un salto, dos y tres, tomando impulso pateando contra un árbol logré la suficiente altura para librar el resto de la distancia. No fue la maniobra más elegante, pero cumplí mi propósito. Las frescas aguas del lago serán mi refu… ¡¿Por qué el agua es verde?!
El chapuzón inicial no fue la peor parte, sino el reflujo de agua entrando a mi boca luego que inconscientemente traté de tomar aliento. La buena noticia es que perdí a mis perseguidores, la mala es que creo que me trague un pez muerto.
“¡¿Por qué todo va de mal en peor?”
Regresando a la orilla del lago, pude escuchar voces a mis alrededores, así como ver balsas y demás estructuras. Quizás en otras circunstancias podría apreciar las pulcras construcciones y el intrigante diseño de los pequeños barcos que flotaban sobre el agua, pero no es el momento.
Esto es alguna especie de punto de reunión, hay humanos por todas partes, podía ver grupos bastante grandes caminando a la orilla del lago o sobre las balsas, de cierto modo incluso parecían estarse divirtiendo, pero ¿cómo? Deberían estar en el suelo jadeando desesperadamente por el miasma en el ambiente, ¿Será que son inmunes?
Como si no fuera suficiente con mi reciente enfrentamiento con perros salvajes, ahora un grupo de gansos aletean furiosos a mí alrededor. ¿Acaso esos humanos entrenaron animales para atacar a los intrusos? Lo deduciré más tarde, cuando estos gansos dejen de querer sacarme los ojos.
Los humanos a mí alrededor se acercaban más y más, claramente los alerté con mi ridícula maniobra. No parecían estar armados, pero eran demasiados para poder hacerles frente, así que me incorporé y corrí despavorida de regreso al bosque. Si mi teoría es acertada, estos ataques han sido obra suya. Humanos tramposos, siempre peleando sucio.
Para mi fortuna, los humanos perdieron interés en mi búsqueda casi al instante, por lo que pude internarme de nueva cuenta en el bosque. El intenso ruido y asfixiante miasma no me han permitido siquiera observar detenidamente el ambiente a mi alrededor, incluso perdí de vista el castillo al que pretendía acercarme.
Quizás sea lo mejor, ya pude ver lo peligrosos que son los habitantes de este lugar.
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Con lo caótica que fue la situación, apenas hace un momento pude notar el problema más apremiante.
“Mi arco, ¿dónde está mi arco? ¡Lo tenía hace un momento!”
Debió ser durante el salto a ese lago donde se extravió. Pero no puedo volver a ese lugar ahora, esos gansos demoníacos y la horda de humanos están ahí. ¡¿Qué voy a hacer ahora?!
“Tengo que… volver. Pero no puedo… los gansos, los perros…”
Con pasos temblorosos, intenté caminar por entre los árboles; sin embargo, me fue imposible mantener el equilibrio por mucho tiempo antes de colapsar. Mis sentidos estaban siendo estimulados al grado de dejarme prácticamente inconsciente.
Necesitaba algo, un tipo de ancla en la cual enfocarme; el trinar de un ave, el correr del agua, cualquier cosa.
Tal cual si mis rezos fueran escuchados de un modo que no esperaba. Un suave y rítmico sonido llegó a mis oídos; no reconozco que tipo de instrumento es, más del familiar sonido de cuerdas, o al menos es lo que parecía. A diferencia del arpa, este sonido parecía venir generado de un eco, como si fuera tocado en contra de un objeto hueco y provocara que el sonido resonara.
¿Acaso se trata de música?
La tranquilizante y rítmica secuencia de sonidos, donde el simple acorde de las cuerdas y la intérprete vocal se complementan perfectamente. El vaivén de notas musicales creando un sentimiento de tranquilidad que se convierte en melancolía al mezclarse con la voz de la cantante relatando un encuentro con su ser amado; su tono desconsolado llenando mi alma de tristeza, más sin embargo reflejando un profundo amor.
La repetición de las palabras y el ritmo hipnótico de la melodía hacían que cada frase tuviera un peso aún mayor, ¿Se trataba de una despedida? ¿Será el sentimiento reconfortante del abrigo a manos del ser amado ante un mundo frio y desesperanzador? Sea lo que fuese, era desgarrador y hermoso en partes iguales.
Usando todo mi empeño, logré concentrarme en el sonido de la música para acallar el intenso ruido que me rodeaba; Poco a poco recuperando la calma mientras reposaba sobre una especie de camino empedrado.
“Oye, amiga… ¿Estás bien?”
¡Rayos, me distraje demasiado! Sin que me hubiera dado cuenta, un extraño se había acercado lo suficientemente a mí como para que su sombra me cubriera. Ese olor es inconfundible por más que traten de ocultarlo, es un humano.
A primera vista su apariencia era bastante común. Cabello negro particularmente pulcro y una tez ligeramente morena.
Lo extraño yacía en su vestimenta. No parecía apropiada para una travesía en el bosque; una camisa blanca demasiado limpia para las circunstancias, al igual que pantalones negros de una tela tan delgada que no ofrecía protección alguna a los peligros de la naturaleza.
“¿Te lastimaste? Estás toda llena de tierra."
“No necesito tu compasión, humano. Puedo hacerme cargo de mí misma.”
Haciendo lo imposible por no mostrar debilidad, me puse de pie tan rápido que me sentí mareada, haciendo que el humano riera. ¿Acaso se está burlando de mí?
“¿Qué es tan gracioso, humano?”
“Nada, es que parece que vas rumbo a una convención. Si buscas la TNT, te equivocaste de día y de lugar, esa es en Tlatelolco.”
Las palabras de este individuo no tenían ningún sentido, ¿Acaso es necesario que lo diga todo con esa entonación tan extraña?
“No tengo tiempo para tus palabrerías, sólo dime dónde estoy y seguiré mi camino.”
“¿No sabes dónde estás? En serio te diste una buena mal pasada. Estás en Chapultepec, amiga.”
“Cha-Chapl…Chapupu…”
“¡Síguele, ya casi lo logras!”
“E-El lugar no es importante ahora… como sea, ¿eres tú el origen de esa armoniosa melodía?”
“Ah no, esas son las bocinas de por allá, está chida la música, ¿No?”
Cada vez que parece logro comprender lo que dice, sus palabras dejan de tener sentido al instante.
“Esa música… no sé por qué, pero logró tranquilizarme. Es un sentimiento misterioso y desconocido.”
“Ah, Órale. No pos que intenso. Oye, ¿y vives por aquí? Te vas a acabar los pies si sigues caminando descalza.”
Es verdad, entre tanta confusión no había tenido tiempo de razonar lo que estaba sucediendo. Sea donde fuera este… “Chapupltec", no es ni por asomo cerca de mi hogar….
“¿Amiga? Si quieres pásame tu dirección y te pido un Uber, ¿sale?”
“Guarda silencio por un segundo. Necesito preguntar, ¿conoces el Reino de Melingrath?”
“¿Y eso qué es? ¿De esa serie sacaste tu disfraz?”
Tal como lo temía… Estoy en un lugar totalmente distinto. La preocupante revelación, sumada a mí ya deteriorado estado físico y mental, me hizo caer nuevamente al suelo.
“¿E-estás bien? No te me vayas a morir de insolación o algo.”
Aprovechando que el humano se inclinó frente a mí; sujeté el trazo de tela que colgaba de su cuello para acercar su rostro al mío, tengo que hacerle saber mis condiciones, aun si esto me obliga a descartar mi orgullo y pedir ayuda.
“Escucha, humano... No sé lo que está pasando aquí, pero agradecería infinitamente tu asistencia.
Claramente eres oriundo de esta región y no pareces ser un bandido, así que pido que me brindes abrigo mientras recuperó energías.”
La mirada perdida del confundido individuo dejaba en claro que no nos estábamos entendiendo. ¿Quizás si me comunico en términos locales?
“¿Tápame… con tu rebozo…?”
“… No sé si estás cruda o pacheca, pero… creo que estas pidiendo un lugar para dormir, ¿no?”
“Sí, precisamente.”
No fue precisamente mi momento más brillante, pero logré conseguir que me comprendiera. En estos momentos necesito contar mis victorias.
“Solo será un descanso rápido para tomar aliento y reorientarme.”
“¿Y para eso me estás agarrando del cuello? En serio eres mala para pedir favores.”
“No puedo arriesgarme a que escapes, no me encuentro en condiciones para atraparte si lo haces.”
Después de un momento de incertidumbre donde el humano guardó silencio, su rostro cambió y dejo ver una sonrisa tan tonta que estuve a punto de golpearlo en la cara por burlarse de mí.
“Me sentiría mal por dejarte aquí, además de que con esas fachas que traes… Mira, si te parece bien, puedes quedarte un ratito a agarrar fuerzas.”
El humano presentó ante mí una máquina metálica que no había notado estaba tras él, por su apariencia, podría suponer que es un medio de transporte.
“Súbete en la rejilla, nomás agárrate bien.”
Montando su corcel de metal, el humano señaló una pequeña plataforma enrejada por sobre la rueda trasera. No era precisamente el lugar más cómodo para sentarse, pero pude lograrlo luego de un poco de labor de equilibrio.
Asintiendo con la cabeza, el humano empezó a accionar su vehículo, bastante mejor de lo que imagine. Si bien el arranque fue lento, luego de un tiempo el artefacto logró una velocidad estable, dejándome libre para revisar mi entorno.
Lo que alcancé a ver fue impresionante, aunque el paisaje pintoresco del bosque parecía ocultar la verdadera naturaleza de este lugar. Pronto comencé a notar inmensas estructuras que llegaban hasta el cielo, multitudes de personas por doquier; tantas que no parecía posible.
“¿Q-Qué clase de país es este? Esos monolitos, ¿acaso su reino es habitado por gigantes?”
El humano simplemente negó desdeñosamente con la cabeza. En serio detesto esa actitud tan condescendiente.
“¿Te pegaste en la cabeza o algo así? Ya me estás asustando…”
“¡¿Y qué hay de esas carrozas metálicas?! ¡¿Por qué el cielo es tan gris?! ¡¿Qué hace un piromante allá y por qué nadie lo detiene?!”
“¡Tranquila, ya párale que nos vamos a caer!”
Mi confusión y entusiasmo me hicieron perder la calma, lo admito. Luego que el humano prometió darme explicaciones, decidí no exteriorizar mis preguntas por ahora. Sin embargo, era difícil enfocar la vista; la cantidad de elementos desconocidos a mí alrededor eran demasiados. Sin duda alguna me encontraba muy lejos de mi hogar.
Edificaciones tan altas que eclipsaban el sol a nuestros alrededores; más humanos de los que había visto en toda mi vida, reunidos en un espacio tan reducido que parecían un muro impenetrable. Tantos humanos y ninguno presentaba síntomas de cansancio ante el miasma del ambiente, son iguales que los extraños del bosque. ¡Estos humanos no pueden ser normales!
“Humano, ¿ustedes también respiran, cierto?”
“Si, como 20 veces por minuto.”
“Me parece difícil de creer, ¿acaso no les afecta este veneno?”
El humano simplemente me dirigió una mirada confundida. Nunca supe que los humanos fueran tan resistentes.
“Espérame un rato, tengo que ir a comprar para la comida, no te vayas a perder.”
“No pretendo lanzarme a las fauces de esas bestias metálicas, humano. Esperaré aquí.”
¿Acaso pretende tratarme como a un infante? Que altanero es este humano.
Recargada contra la fría pared de roca, cerré los ojos mientras esperaba al humano. El efecto del miasma y los desorientadores sonidos poco a poco aminoraban su efecto en mí, no diré que me estoy acostumbrando, pero al menos se redujo mi dolor de cabeza.
“¿Qué es ese sonido tan desagradable?”
El estridente sonido de lo que parecía ser una voz artificialmente chillona captó mi atención.
Los caminos negros por los cuales esos artefactos con ruedas circulaban parecerían el último lugar para que un humano intente establecerse, pero a lo largo de nuestra travesía he visto domadores de esas fieras en cada cruce.
Algunos, como aquel piromante, los enfrentaban con el ardor de sus llamas; mientras que otros parecían negociar con los ocupantes, posiblemente acordando alguna cuota arbitraria de peaje. Sé bien que los humanos adoran cobrar hasta por el derecho de viajar.
Sin embargo, este cruce en particular presentaba algo que heló mi sangre. Una criatura a la cual nunca había visto, cuya apariencia tomaba la forma humana pero retorcida y atemorizante.
Un atuendo con colores tan vivos que dolían a la vista; claramente con la intención de advertir a sus oponentes, así como una enmarañada melena tricolor al igual que una expresión cual no era más que una burla al rostro humano, con facciones grotescamente exageradas, puntualizado con una gigantesca nariz carmesí.
Para colmo de males, esa criatura intercambió miradas conmigo, justo ahora camina en mi dirección. ¡¿Por qué justo ahora que estoy desarmada?!
“Hola, amiguita. ¿Te ofrezco un globito?”
“¡A-Alejese de mí, hombre horrible! ¡Se lo advierto!”
Desde cerca, la apariencia de esta criatura era aún más inquietante. Por alguna razón la pigmentación de su piel parecía escurrir por su cara en forma de un líquido espeso. ¡¿Por qué nadie más parece alarmado?!
“¿Qué pasa, amiguita? ¿Estás perdida?”
“¡El que está perdido eres tú, bestia del mal!”
A pesar de no tener armas o apoyo, al menos puedo romperle la cara con mi puño… salvo que el humano me detuvo en el momento justo, ¡¿acaso también es aliado de este demonio?!
“Hay disculpe señor esta chava no es de aquí y solo conocía al payaso de la película esa.”
“Ah sí. Esa película sí que nos dio en la madre, está peor que los chamacos meados que andaban haciendo escandalo vestidos de payaso.”
¿Eh? ¿Por qué de pronto los manierismos de esa criatura cambiaron tan repentinamente? ¿De dónde salió esa voz tan grave?
De la nada, la fachada inquietante del monstruo se desvaneció y lo que vi era a un humano normal, aunque claramente solo en el interior.
“Oye niña. Perdón si te asusté. No quiero que pienses que todos los payasos somos monstruos come-niños, somos trabajadores honrados como cualquier otro. Toma un globo y pórtate bien.”
Con ese tono de voz; casi tranquilizador, la criatura se alejó luego de entregarme la peculiar esfera flotante atada con un delgado hilo. ¿Esta es una interacción humana normal?