Synopsis
La sangre no olvida, y las sombras no perdonan. En el principio, no hubo guerra, sino un pacto roto. Una mentira disfrazada de verdad. De ese pecado original nacieron las razas que hoy se enfrentan, atadas al odio eterno por la sangre y la traición. Y aunque los siglos han borrado las huellas de los primeros días, la historia no ha olvidado sus nombres: Lilith, la exiliada; Caín, el maldito; y Licaón, el transformado. Sus decisiones, sus pecados, trazaron el sendero hacia la masacre que marcó la caída del Consejo de Sangre y con él el último bastión de paz.
Esto es lo que se sabe, o lo que se ha permitido recordar.