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Uno

La luz del sol de mediodía se filtraba por los ventanales de una opulenta y vacía mansión, haciendo relucir unos pasillos que se habían limpiado automáticamente por el sistema de la casa. Décadas atrás, ésta había estado amueblada y decorada según los gustos orgullosos de su dueña…, antes de que infiriese su esclavitud y los rompiese al igual que su autoengaño.

Desde la única habitación sin daños de la casa, se escuchaba una melodía tocada delicadamente en un piano de cola, tallado en madera mediocre y sin arreglar. Las paredes y el suelo estaban hechos de una madera oscura mucho más cara, pero con una pintura negra deshecha por el desánimo de su cuidadora.

Sus manos se elevaron de las teclas al llegarle un comunicado de asistencia urgente a través de los hilos. Levantándose con un suspiro, tomó un cuadernillo que estaba encima del escritorio, añadiendo un par de notas más al pentagrama.

{...}

Uno llegó a su estación de trabajo habitual, y tomó la carpeta confidencial de hoy sin siquiera molestarse en sentarse en la butaca. Las primeras hojas describían evidencias sobre un grupo rebelde emergente que tenía la capacidad de interceptar la conexión de los hilos, lo que le hizo levantar una ceja al conectarlo mentalmente con la creciente seguridad en las comunicaciones en la última década.

Curiosamente; los rebeldes tenían una paleta de rojos asociados con la sangre, en vez de el negro simbolizando la violencia humana que llevaban ascendidos y encadenados, y del blanco representando la pulcritud en los edificios gubernamentales y uniformes de su personal.

Su ceño se fue frunciendo al pasar las hojas, sintiendo algo en un rincón de su mente que había dejado empolvar décadas atrás…

Uno había agarrado la foto de un niño en edad de reclutamiento. Y las imágenes de una niña de mirada inocente estallaron en su cabeza una vez más.

Fue hace mucho tiempo.

El mundo estaba cubierto en cenizas. Los pocos supervivientes a la casi extinción de la biosfera tenían como premio poder contemplar su propia arrogancia, materializada en forma de pesadilla. Entonces, un mensaje empezó a transmitirse: todos aquellos que dispusiesen de amplios conocimientos en cualquier especialidad, fuese cual fuese, habían sido llamados al cráter de la primera bomba.

Un grupo reducido de los presentes se reunió para decidir el futuro de la nueva civilización, que perdura hasta los tiempos actuales: el veredicto fue que las personas no podían ser libres, pues usarían su libertad para ser violentas las unas contra las otras. Los fundadores acabaron con los pocos núcleos independientes alrededor del globo y unificaron a la humanidad bajo un mismo gobierno por primera vez. Sin embargo, las medidas que tenían a disposición para controlarla eran insuficientes, pues ni siquiera podían hacerlo con sus propios soldados… La idea de los hilos empezó a tomar forma como la solución permanente a ello: unas redes de millones de nanobots que podían reemplazar tejido humano completamente, pudiendo crear órganos que se reparasen al poco tiempo y fuesen superiores en cualquier sentido a los naturales… Pero que también daban un control total sobre el anfitrión a cualquiera que hubiese averiguado cómo acceder remotamente.

Así, empezaron a reclutar anualmente a infantes con unas particularidades específicas en el sistema inmunitario que permitiesen más fácilmente substituirles los huesos y órganos vitales con conjuntos de hilos; y en los casos no totalmente posibles como el cerebro, implantarles los suficientes para poder modificar su comportamiento como quisiesen. Después, cosían la piel apartada durante las operaciones para darles un aspecto indistinguible de un ciudadano normal. Esos eran los soldados. Los policías. Los encadenados.

La población restauró sus números rápidamente gracias a las incubadoras, repoblando cada vez más zonas del planeta conforme se construían ecosistemas artificiales cerrados para los nuevos habitantes.

Sin embargo, esto también reveló una vulnerabilidad de los encadenados: la alta mortalidad de su proceso de creación podía parcialmente arreglarse con sujetos que tuviesen ciertas características inmunitarias; y, posteriormente, clonando a los supervivientes en las incubadoras para mantener sus números masivos. No obstante, algo que nunca podría corregirse serían los fallos que podían ocurrir en las distintas etapas de producción, siendo específicamente el de inhibición de control remoto a voluntad el que provocaría las primeras rebeliones en las ciudades. Siendo un error muy específico y difícil de detectar, se decidió que el proyecto Ascensión se pondría en fase de pruebas humanas.

Uno fue Lili. Y Lili fue una niña.

Lili había sido identificada como prometedora para la ascensión por una patrulla cuando su madre y ella salían de una panadería con las sobras que les habían regalado. Los soldados le dijeron a su madre que su hija sería de gran ayuda para “mejorar las vidas de todos”…

Uno de los soldados tomó a la niña de la mano con suavidad, haciendo que a ella se le iluminasen los ojos con esperanza ingenua…, hasta que su madre cayó de rodillas en llanto. El encadenado aceleró el pasó mientras los otros se quedaban atrás para seguir hablando con su madre.

«Mamá...»

{…}

Lili fue educada en la historia moderna y sus violentos conflictos, continuando con las decisiones que se habían tomado en las últimas décadas para prevenirlo y lo que se esperaba de ella. Cuando su crecimiento terminó, la llevaron a una sala de operaciones que estaba equipada con más máquinas de lo usual como para ser una de encadenados. Al despertar después de unos días en coma inducido, se encontró ciega del ojo derecho, descubriendo al tocarse una gran incisión cosida a lo largo de esa zona.

Levantándose contra el letargo para mirarse al espejo; cubierto por una manta que habían dejado en la sala, lo que antes era Lili sintió una parálisis de horror que se fue tornando en náuseas por lo que era ahora: su ojo izquierdo había sido substituido por un disco que parecía hecho de espejo, pero que sólo reflejaba cuando enfocaba su vista en algo, siendo mate el resto del tiempo. No tenía ni piel ni pelo, habiendo sido reemplazados por un material negro sintético. Incluso, llevaba un uniforme similar al de los encadenados que no era más que parte de su nueva “piel”, por lo que nunca podría deshacerse de este. Sin el sopor del coma, notaba los hilos que la formaban por dentro ajustarse al moverse...

Vomitó delante de su reflejo por lo que era ahora, jadeando y encogiéndose en el suelo mientras intentaba sostenerse la cabeza.

Los doctores que estaban monitoreándola liberaron gas somnífero en la habitación aislada y desactivaron los filtros de aire de los hilos para que llegara al cerebro. El prototipo había sobrevivido, pero sólo las pruebas determinarían si sería lo suficientemente funcional para poder ser usado.

En las semanas siguientes, Uno descubriría las diferencias entre una ascendida y una encadenada: sus habilidades de combate eran completamente únicas; y, lo más relevante, su cerebro había quedado intacto para compensar las posibilidades de muerte extra que provocaba haber substituido el resto de su cuerpo con hilos; es decir, no podían controlar su mente, y por eso estaba obligada a hacer rutinariamente escáneres cerebrales que dejaban constancia de que sus sentimientos y pensamientos eran “apropiados”. No obstante, eso no significaba que no pudiesen, por ejemplo, ver lo mismo que ella y hacerle decir lo que ellos quisiesen.

Uno fue confiada con información que ninguna otra generación de ascendidos sería confiada jamás; con excepción de Ocho, que pasaría a ser un alto cargo en el futuro. En consecuencia, sus ilusiones de que se tuviera la prosperidad de la población como primer motivo para tomar decisiones murieron más pronto que tarde (Uno habría estado incuestionablemente de acuerdo en todo lo que pudiesen haber hecho -y que habían hecho- si no fuese por ese detalle, e incluso en el presente no había cambiado de opinión).

En un principio, Uno se negó a sí misma la verdad, aferrándose patéticamente a las esperanzas que había resguardado durante sus momentos más oscuros…

Y lo había acabado ahogando con sus lágrimas.

Repentinamente, el cuerpo de Uno se volvió rígido, bajándole la cabeza de golpe y haciéndole soltar la fotografía. Al parecer, había perdido demasiado el tiempo y se le había dado una advertencia en concordancia.

Mantuvieron su cuerpo rígido por más tiempo de lo usual, enfatizando el mensaje. Al terminarse, Uno volvió a acercarse a la mesa, respirando profundamente para calmarse. Dudó sobre si recoger la foto del suelo, rechazándolo finalmente por temor a que decidiesen castigarla de verdad. Esparció los papeles erráticamente, intentando encontrar uno en el cual pudiese focalizar su mente, y acabó escogiendo uno con las instrucciones de lo que tenía que hacer.

Una risa amarga y ácida que solía salírsele al escuchar propaganda sobre las bondades del gobierno central brotó al leerlo: ellos estaban al corriente de que el primer ataque insurgente iba a estar dirigido contra ella para disminuir el control de su territorio. Para hacerlo más simple, cada ascendido tenía un área de población asignada para supervisarla y vivir en ella, con la de Uno teniendo propósitos estratégicos para los dos grupos combatientes.

Lo que se pretendía de verdad era que Uno se enfrentara a solas contra ellos, para medir si deberían elevar el nivel de amenaza o seguir con lo planeado. En papel, un solo ascendido debería poder acabar con ellos, pero había habido rumores de que habían conseguido crear un soldado capaz de rivalizar con los ascendidos. Uno era absolutamente prescindible por su “falta de entusiasmo” y por ser demasiado anticuada en contraste con las nuevas generaciones. Y ni siquiera su territorio era tan importante como para llorarlo en caso de pérdida.

{…}

Uno había comprado un trono blanco y unas cortinas, colocándose en el centro de la sala de baile vacía y oscurecida. Sonrió al notar como un grupo rebelde entraba a la estampida por la puerta principal, disipando la amargura de su pecho. A partir del único de sus pies que estaba tocando el suelo, salieron unos hilos ambarinos y semitranslúcidos que le atravesaron primero la superficie del cuerpo, y luego el suelo con perforaciones limpias. Uno dirigió sus manos como una directora de orquesta, provocando un coro de gritos agónicos al descuartizarlos y empalarlos con sus hilos.

Una única persona apareció en el fondo del pasillo, moviéndose a una velocidad incluso mayor que la de la propia Uno. Ella se sacudió la pesadez y la tristeza que había vivido durante décadas para colocarse con uno de sus codos apoyado en el asiento, ladeándose ligeramente en esa dirección. Sin que le hiciese falta moverse, los hilos abrieron las cortinas para empezar el espectáculo:

Open the curtains,

lights on,

don’t miss a moment of this experiment.

Oh, the rules are strange,

like clock in reverse,

keep your eyes buttered until the end...

Abre las cortinas,

las luces encendidas,

no pierdas un momento de este experimento.

Oh, las reglas son extrañas,

como reloj en reversa,

mantened los ojos abiertos hasta el final…

Uno se levantó a la velocidad de un latido y avanzó a paso tranquilo, dejando atrás los misiles que habían explotado justo donde estaba sentada.

Which “you” are you going to be?

Hmm, inside the mirror do you see…

…Someone else in that body?

¿Cuál “tú” vas a ser?

Mmm, ¿en el espejo ves…?

¿...A algún otro en ese cuerpo?

ÉL había saltado hacia su rostro con la intención de cortarla a la mitad. Uno abrió de golpe su “ojo” izquierdo, devolviéndole su reflejo. Entre los dos aparecieron varios hilos que le golpearon a él con tanta violencia que le arrancaron el brazo con la espada y lo apartaron de ella.

Dance!

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One, two, three steps,

¡Danza!

Un, dos, tres pasos,

Uno hizo una barrida con el brazo para que los hilos lo aferraran y obligasen a sentarse en el suelo…

Sit like a puppy,

untill I finish my read!

Siéntate como un cachorrito,

hasta que termine mi lectura!

...E interrumpió el movimiento apuntando al suelo para que los hilos le bajaran la cabeza con la misma falta de delicadeza.

Cut it off, cut down your loss,

Córtalo, corta tu pérdida,

Uno bailó, dirigiendo los hilos a bloquear la entrada y evitando que los demás entrasen.

Esto era un dúo.

all that stubborn defiance is gonna get you killed

in a world built on convenient mistakes!

¡toda esa terca desobediencia va a a matarte

en un mundo construido sobre descuidos convenientes!

Él se había esperado a que se le regenerase el brazo para romper las cadenas, haciendo tanta fuerza que su piel quedó reducida a jirones en algunos puntos; tanto por el los hilos de Uno como los suyos propios que le rasgaron desde dentro. Ella se percató, haciendo brotar unos nuevos justo debajo que lo hubieran matado si no se hubiera apartado a tiempo.

For the blind puppets,

there is comfort in the strings.

Para los títeres ciegos,

hay seguridad en los hilos.

Él recuperó la espada.

If you’re gonna oppose me,

at least make it interesting theatrically.

Si vas a oponerme,

al menos hazlo interesante teatralmente.

Uno acabó el verso encogiéndose los hombros y apuntando con la cabeza por encima del derecho con una sonrisa. Él, que ya se había dando cuenta de que ella no estaba siendo controlada, sino que se lo estaba tomando como entretenimiento, decidió hablar con ella.

-¿Los titiriteros no te consideran lo suficientemente importante como para controlarte?

-¿Y a ti no pueden controlarte?

-No, los nuestros sólo quieren liberarnos.

Uno entrecerró los ojos con una desconfianza afilada.

-Tú sabes cómo son.—la voz del rebelde era casi una pregunta, casi una afirmación. Había asumido que el círculo cercano a los altos mandos los apoyaba fielmente…, pero ella parecía lo opuesto a esa creencia.

-¿Después de años ejecutando órdenes…? No revivo esperanzas.

Uno empezó a desplazarse otra vez, haciendo crecer hilos detrás de ella mientras lo miraba, dudosa sobre atacarlo; así que reforzó la entrada mientras lo decidía. El rebelde endureció su mirada y se lanzó sobre ella.

Y otra vez fue bloqueado.

How does it feel to be free…?

The gate closed on me.

¿Cómo se siente ser libre…?

La verja se cerró detrás mía.

Él se detuvo, sintiendo como su tono cambiaba a uno más triste. Uno se alejó, acelerando rápidamente cada vez que su frustración aumentaba.

¡So; I leaped down, down, and down I go

and I told myself «I'm a tough girl»!

¡Así, salté abajo, abajo y abajo yo voy,

y me dije a mí misma «Soy una chica dura»!

Uno hundió los dedos en la pared de piedra y se encorvó apretando los ojos.

Down, down, and down I went

and I could never, never, ever touch the soil.

And my heart went right, and my head went left,

and I ended sickened.

Abajo, abajo y abajo fui

y nunca , nunca, jamás, pude tocar el suelo.

Y mi corazón fue a la derecha, y mi cabeza fue a la izquierda,

y acabé poniéndome enferma.

Levantó la cabeza, girándola hacia la izquierda. Puso dos dedos sobre su corazón y lo perforó, arrancando hilos hacia el exterior.

No podía sentir dolor, ¿así que qué más daba?

Sure, I'll be your marionette,

tug on some of my threads,

Claro, yo seré tu marioneta,

tira de algunas de mis cuerdas,

Perforó cuello y tiró de los hilos.

gimme orders of artificial beauty-

Maybe we're all cold machines…

dame órdenes de belleza artificial-

QUIZÁS SOMOS TODOS FRÍAS MÁQUINAS…

Como reflejo de su furia, brotaron decenas de hilos del suelo a su alrededor y apretaron todo a su alcance hasta reducirlo a polvo. Su cuerpo se deformó y dividió en pedazos pendientes de hilos, incluida la incisión que ocupaba toda la cavidad del ojo derecha y los bordes del disco en la izquierda, dejando entrever sus hilos internos.

Stuffed in human FORM,

hunting sins eaten by prideful gods.

DENTRO DE UNA FORMA HUMANA,

cazando pecados comidos por dioses orgullosos.

Las cadenas de nanobots que parecían componer los “huesos” de la zona alta de su espalda crecieron, cortándole la “piel”; y formaron unas estructuras intermedias entre brazos y alas, naciendo en ellas otras más pequeñas con forma de punta de flecha en lugar de plumas. Uno redirigió su furia hacia los soldados que acababan de hacerse paso a través de los hilos. La interrupción la sacó de su inestabilidad mental, permitiendo a las distintas partes en las que se había dividido su cuerpo juntarse.

Con sus hilos y “flechas” arrojadizas, partió proyectiles y desvió láseres mientras avanzaba hacia ellos. Él intentó detenerla, pero Uno consiguió desviarlo a tiempo y obtener las primeras muertes en la batalla entre ellos dos. Mientras mataba a más de sus compañeros rebeldes, se le dirigió de nuevo:

All that precious bravery is gonna get you killed

in a reality that feeds on the minority.

If you’re going to surpass me,

at least have the audacity to kill me thoroughly.

Toda esa preciosa valentía va a hacer que te maten

en una realidad que se alimenta en la minoría.

Si vas a sobrepasarme,

al menos ten la osadía de matarme exhaustivamente.

Finalmente, él se impulsó a la velocidad superior que había visto en un inicio, embistiéndola y golpeándola con el mango de la espada en la cara para detenerla. Al perder la concentración, las armas insurgentes abrieron agujeros por todo su cuerpo, que se cerrarían de todas formas poco después. Uno creó una nueva barrera para enfocar su atención de nuevo en su verdadero enemigo, pero él intentó razonar otra vez.

-Pueden ponerte en coma hasta que todo el sistema caiga.

Uno pestañeó sosegadamente, percibiendo la indirecta. Sin embargo, Uno había dejado de ser optimista e inocente hace tiempo: si reemplazaban a los dictadores actuales, nada impedía que ellos no pudiesen controlarla en su lugar.

-Yo no revivo esperanzas. No creo en ellas.

Se mantuvieron la mirada. Poco a poco, él se puso en posición, seguido de ella. El encadenado modificado se había guardado en un principio la mayor parte de su fuerza física, esperando no tener que revelarla por si estaban vigilando a través de la vista de Uno, pero ahora no le quedaba más remedio que detenerla por cualquier medio. Sintió un chasquido en la base de la columna, indicando que sus restricciones se habían levantado. Así, cortó a través de sus hilos y de sus “extremidades” cristalinas que ella había puesto a modo de escudo por instinto, rompiéndolos en pedazos y empujando a Uno hacia atrás.

Habiendo sido superada, Uno sintió algo que no había sentido desde su niñez: libertad.

Iba a morir, y estaba feliz.

Su ejecutor, que no se había atrevido a herirla de muerte hasta ahora, se percató de que ese era su último deseo.

«I think I'm ready to leave»

«Creo que estoy lista para irme»

«El cerebro es el único órgano no regenerable para cualquiera operado con hilos.»

Él caminó hasta ella lentamente, agarrando la cabeza para decapitarla.

-What colour do you see?—sonrió.

¿Qué color ves?

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