Una luna escarlata se asomaba por mis ojos, lo único que sintió era el pasto suave de un bosque desconocido, pareció un sueño, un sueño onírico del que me acababa de dar cuenta, solo que algo interfería la experiencia, sintió un enorme frio en mis extremidades, y un liquido escurriendo de mi pecho.

Mi mano se movía temblorosa hacia mi pecho, el espeso liquido humedecía mi tacto, el fuerte olor a hierro no me dejaba pensar, seguí moviendo mi mano hasta que me tope con algo que sobresalía de mi pecho, al tocarlo parecía frío y afilado, en ese momento no sabía que pasaba, mi mente tratar de procesarlo, solo un segundo después, al darme cuenta de que pasó mi respiración empezó a entrecortarse, trajo de respirar más fuerte, el pánico me empezó a inundar, no sabía que hacer, y poco después de que el dolor comenzara a aparecer, varias preguntas pasaron por mi cabeza, preguntándome si esto era un sueño, el dolor era tan real que no lo parecía, pero aun tiene el pequeño atisbo de esperanza de que pronto despertara, así, espere.

1 minuto….

2 minutos….

3 minutos….

4 minutos….

El tiempo se movía, y no parecía despertar, mi respiración se hacía más entrecortada con el pasar de los minutos, me costaba mucho más el tomar una pizca de aire, trate de levantarme, mi cuerpo se sentía mucho más débil que antes.

“Idiota, idiota, idiota, ¡¡¿por qué no te levantaste antes?!!”

El solo hecho de respirar se estaba volviendo doloroso en este momento, pero trate de levantarme, mientras me acercaba al árbol más próximo, y ahí lo note, unas finas y plateadas tijeras de metal incrustadas en mi pecho.

Mis ojos saltaron, el saber que tenía algo incrustado en el pecho era horrible, pero verlo directamente me estaba desmoronando, mi cabeza estaba procesando nuevas preguntas, ¿quién?,¿cuándo? ¿Donde? ¿Como? ¿Por qué?

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La conciencia me estaba carcomiendo por dentro, no sabía que hacer, trate desesperadamente de quitar las tijeras pero antes de siquiera tocarlas, todo repentinamente parecía estar en calma, mi mente se sentía una paz indescriptible de un momento a otro(Probablemente por la falta de oxígeno en mi cerebro), tenía pavor sobre ello, pero, estaba sintiendo realmente satisfactorio, la oscuridad estaba tocándome con el velo de la muerte, y el abismo me saludaba alegremente, parecía tan tranquilo ahí adentro, el shock recibido hace un momento parecía nada frente aquel lugar del cual no conocía su profundidad, lleno de vacío, lleno de secretos…

Mi corazón ardía, pero se apagaba lentamente como las ultimas briznas de un fuego fatuo y poco después todo repentinamente, se apagó…

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Se escuchaban los suaves vientos de la mañana, estaba adormecido completamente, quería abrir mis ojos pero el sol que pegaba en mi cara no me lo permitía, me preguntaba quien abrió las cortinas de mi habitación, pero de repente me levante, y con mis manos toque a mi alrededor, esta, no era mi cama, mire a los alrededores y lo único que veía era bosque, un bosque grande y frondoso, recordé mi sueño de anoche, y mire mi pecho, no había nada, ni unas tijeras, ni sangre, solo un hoyo en mi camisa, cerca de mi pecho, estaba confundido, no entendía nada, pero mire a lo que parecía era un short, había sangre en él, y estaba goteando de arriba, toque mi nariz solo para sentir aquel liquido olor a hierro, y antes de que pudiera siquiera pensar en la razón de ello, un fuerte dolor de cabeza me había golpeado, gran cantidad de recuerdos que me eran inexistentes estaban golpeándome como si de un bate se trataran, estaba llorando y mi cabeza estaba ardiendo, parecía un infierno, sentí que me iba a desmayar en el momento, pero, el dolor iba disminuyendo, mi irregular respiración se estaba calmando y yo me estaba recostando en el árbol.

“Shinn”

Ese es el nombre de los recuerdos, mire mi cuerpo, este no era mi cuerpo, era el de un niño, la ropa era diferente, de algún modo parecía algo que llevaría un niño en un internado. Llevaba puesto una camisa blanca con el chalequin arriba, unos shorts y unos zapatos con medias.

Todo, era extraño, los recuerdos aún se estancaban en mi mente, y no sabía que decir al respecto.

El bosque ondulaba por el viento y mis pasos se volvían cada vez más pesados, los recuerdos desordenados agitaban mi cabeza, solo seguía un camino prefijado por la memoria muscular del cuerpo, al parecer estaba acostumbrado a pasear por este bosque.

El tiempo pasaba y el sol se alzaba por los vastos arboles del lugar, en la lejanía se veía un viejo conjunto de edificios, parecían aislado del mundo, y se entre dejaba ver la silueta de una persona mirando a mi dirección, su boca se abre y escuchas el grito de la joven mujer.

“Shinn, por que estuviste desaparecido por más de 4 días!!!, sabes lo preocupada que estaba la directora al no encontrarte?”

No sabía, que decir, ni siquiera sabía quién era esa señorita, los dolores de cabeza estaban incrementando y mi sudoración se dejaba notar.

“Shinn, me escuchas!!?, oye Shinn, responde!!” los gritos de exclamación preocupados de la mujer farfullaban por el vasto campo entre nosotros.

El sonido se volvía menos audible, y mis ojos se volvían a entrecerrar, lo único que veía era a la mujer preocupada corriendo hacia mi ubicación y pocos segundos después, todo empieza a ponerse oscuro de nuevo.