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Rogué que mi madre no hiciera tanto problema cuando le avise que iría a casa de Mario y dormiría ahí, su comportamiento completamente posesivo ante mi persona me hacia querer perderme en un bosque y no regresar por un adorable y muy buen tiempo, pero sabia que ella lo hacia por mi bien, aunque hay cierta diferencia entre ello. 

Baje las escaleras colocando mi mochila en el ultimo escalón, si lograba el permiso seria mucho mas fácil ir por ella y poder salir de aquella casa antes de que mi madre s arrepintiera, entre a la cocina, el olor a comida inundo fácil y rápidamente mis fosas nasales. Estaba dándome la espalda, me seria mas fácil de aquella forma. 

- Mamá - le llame. - Quiero pedirte permiso para algo. - 

Se dio la vuelta y pude ver su rostro, estaba neutro, sin ningún tipo de expresión y aquello solo podría significar una cosa, enojo. 

- No. - 

Su voz severa resonó. Un "no" recibí por respuesta, su mal humor se sentía en el aire y podía ser cortado con una ligera tijera. 

- Ni siquiera sabes a donde quería ir. Mamá eso no raya ni un poco en lo justo. - 

- Lo justo lo decido yo, así que no iras. Lávate las manos y a cenar. - 

Hice caso, camine hasta las escaleras y tome la mochila que había dejado ahí, me encargaría de avisarle a Mario que no podría ir. Le inventaría cualquier excusa o al menos un deje de verdad. Después de haber hecho lo anterior, baje de nuevo las escaleras y me pose en una de las sillas cerca de la mesa, mamá dejo la cena frente a mi y dio un beso en mi frente, sabia lo que significaba: trabajo. 

- Nos vemos, iré a la empresa, tengo papeles pendientes. Regreso por la madrugada. - 

- ¿Los puedes hacer en casa? - 

- Alex, ya hemos hablado de ello, no puedo pasar el trabajo a la casa solo por que mi niño quiere. - 

Suspire y cerré mis ojos, asentí y me levante a besar su mejilla, dos segundos después ella salió con su bolso por la puerta, solté un largo y frustrante suspiro, cada día era peor, salía cerca de las siete u ocho y regresaba aquello de las dos de la mañana, se que se mataba trabajando, y se lo agradecía pero sabia que aquello no le hacia bien a su salud, además yo necesito amor, amor de mi mamá y no solo su dinero y posesividad. 

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- Una noche mas. - 

Comí y lave los utensilios, guarde la comida en un recipiente y me fui a mi cuarto, los ánimos se me habían bajado en gran cantidad, mi cama ni siquiera estaba bien acomodada, lanzándome hacia ella me golpee con un zapato que estaba encima. 

- Mierda, debo limpiar. - 

La noche estaba cayendo tan rápidamente que la pereza y el sueño me consumía, estaba pensando en las posibilidades que tengo de tener poderes, digo, quiero tener poderes, o al menos un amigo fantasma, Dios eso seria excelente. Las ventajas de tenerlo serian las máximas, aunque como todo conlleva grandes desventajas y responsabilidades. 

Un ruido en la planta baja se escucho pensé que era mi madre, espere a que subiera y me dijera buenas noches o al menos tocara mi puerta avisando su llegada, pero minutos y mas minutos y no subía, me preocupe y baje rápidamente pero nada, al subir las escaleras escuche una pelota caerse en mi habitación. 

Sin querer pero el miedo se estaba apoderando de mi, subí lentamente cada uno de los escalones rogado a todos los cielos y dioses que aquello que había escuchado sea solo mi imaginación, pero otro sonido retumbo en el largo pasillo, se escuchaba como pequeños rebotes, como cuando una persona esta rebotando una pelota antes de lanzarla al aire. 

- ¿Hola? - 

Espere unos segundos y camine un poco mas, llegue a la puerta de mi habitación, la abrí y el letrero de "Love Yourself" brillaba en una de las paredes principales de mi habitación, no había absolutamente nada fuera de lo normal en aquella habitación, a excepción de la figura negra en una de las esquinas. 

Espera, ¡¿Una sombra negra?! contuve el grito que estaba por salir y tome el bate que estaba justo al lado de mi puerta y entre por completo a la habitación. Me acerque para atacar pero rápidamente aquella figura desapareció, ahora firmemente estaba pensando que probablemente todo haya sido parte de mi imaginación y que fue producto de el estrés. 

Deje el bate en el suelo y me acosté en la cama, mirando hacia el letrero. 

- Es un buen letrero, ¿Qué significa? - 

Oí a mi lado. 

- Significa "Amate a ti mismo" - pronuncie. 

- Profundo. - dijeron a lado y justo ahí de nuevo algo hizo click en mi interior y me aleje. Cayendo de la cama. - Oye tranquilo, amigo. ¿Estas bien? - 

- ¿Qué eres? - 

Pregunte con el miedo en todo mi cuerpo, aquello sonrió y lo próximo me dejo atónito. 

- Soy Vanky, el amigo fantasma que pediste. - 

Ahora si estaba jodido. Lo próximo, me desmaye y no supe de mi. 

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Ggarcia