En un ambiente solemne, un niño, con la pierna derecha lesionada, cogeaba por un campo de batalla. Los graznidos de los cuervos eran el unico sonido que se escuchaban. A lo lejos, el niño pudo divisar una sombra, que se acercaba lentamente hacia el, entremedio de las llamas. El niño lo vió mas de cerca, y cuando la sombra atravesó por completo las llamas, visualizó unos ojos rojos que destacaban de su gran figura sombría.
Al verlo, el niño se desplomó en el suelo, sin poder creer lo que estaba viendo, esos ojos le resultaban familiares. A medida que la sombra se acercaba, lenta, pero vigurosamente, unos cuervos que revoloteaban cerca de el, se posaron en ambos brazos del niño. Al quedar inmovilizado, este intentó forcejear, pero fue en vano. Cada vez mas cuervos lo acorralaban, y mientras el niño, con lagrimas es sus ojos, empezaba a rogar para que se detuvieran, estos lo hicieron, pero no por las imploras del niño.
Cuando el joven volteó la mirada hacia arriba, se quedó congelado al ver una figura imponente enfrente suyo. El niño se tapó la cara, mientras sollozaba, pero el sujeto misterioso, soltó una breve frase.---Estas perdido, chico?.
La voz gruesa del hombre no hizo mas que intimidar mas al niño, quien seguia sollozando, y rogando para que lo dejara tranquilo. Esta figura misteriosa, le apuntó con su katana al cuello, el niño se quedó callado abruptamente, y levantó el cuello, mientras no podía desviar la mirada de la escalofriante katana.
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El hombre le repitió la pregunta.---Estas perdido, chico?.---Su voz se aclaró un poco mas, pero seguia siendo intimidante. El niño titubeó un Si. Mientras su labio inferior tiritaba sin freno alguno. El hombre bajó la katana de su menton, y se dió la vuelta, y le soltó una frase que el joven nunca olvidaría.
----Sigueme, si quieres sobrevivir a esta guerra. Si no quieres, lo aceptaré, solo seguirás siendo alguien debil por siempre.
El niño hizo una mueca de dolor, al recordar un evento pasado, y se levantó, secandose las lagrimas, aceptando la propuesta del misterioso hombre. Corrió hacia el, pero su pierna derecha no lo permitía, y el niño cayó al suelo de nuevo, soltando un breve grito de dolor.
El hombre misterioso al escuchar el grito, se volteó lentamente, viendo como unos cuervos se paraban alrededor del niño. Y con una leve sonrisa, dijo, con una voz mas ronca----Veo que... les caes bien. Es impresionante... al parecer, tienes un fuerte vinculo con ellos.
El niño no entendia una palabra de lo que el señor estaba diciendo, pero intentó levantarse de nuevo, y cogeando, llegó hacia donde estaba la misteriosa sombra, que lo aceptaría, como a un "hijo".