El sol de la mañana iluminaba Lukrania y la oficina del detective Crownwell cuando este estaba tomaba su café matutino en un intento de aliviar el sueño que lo invadía, grandes ojeras, cabello alborotado, entre otros signos de descuido poco usuales en el, la razón de esto podía verse desperdigada por toda su oficina, papeles en el suelo, anotaciones en las paredes, el mapa de la ciudad en pizarra de chinches casi inutilizable de tantos rayones, la búsqueda del vigilante de mano dura lo estaba enloqueciendo, pero no puede parar, la situación ahora es crítica, la amenaza de la que se percató hace 3 noches lo tiene en vilo desde entonces, mientras terminaba su café, el detective enciende la televisión para ver las noticias, claro que acaba escupiendo el televisor al ver que su hombre misterioso había tenido una feroz pelea con Dirts Storm la noche anterior, eso explicaba por que la luz de su oficina parpadeaba tanto anoche, el helicóptero que había abierto fuego contra ellos traía una cámara integrada que transmitía en vivo toda la escena, y logro capturar algo que al detective le vino como anillo al dedo, la breve discusión entre Dirts Storm y Armstrong antes de que el generador explote: [...]''Sacate a mi familia de tu boca mugrienta "[...].
Crownwell entonces recordó algo, revolvió los papeles de su escritorio hasta encontrar el informe que le dio el forense, aquí se mencionaba que el vigilante tenía un hermano, Juan, que ya había fallecido, pero si Armstrong le tenía aprecio como el detective lo suponía de seguro debía de visitar su tumba cada tanto, así que Crownwell, con una idea factible al fin de como encontrar a Armstrong, parte rumbo al cementerio de Lukrania.
Por otro lado, Armstrong y el doctor Parriz se encontraban en su escondite, el científico dormía mientras que el vigilante estaba sentado en su cama, pensativo, ¿que iba a hacer ahora?, el doc le había dicho que la central eléctrica era la única fuente de energía lo suficientemente potente para realizar el experimento de manera exitosa, además, la pelea de anoche le había pasado factura, su condición había avanzado un centímetro hacia su hombro. Armstrong se viste y camina por la sala del escondite cuando de repente una alarma comienza a sonar, este corre hacia una de las mesas, aquí, un pequeño aparato de una serie que Parriz había diseñado indicaba algo, y él sabía lo que era, por lo que sube por las escaleras que dan al exterior y escala por los edificios, aunque sea a plena luz del día debe actuar, ya que por lo que parece un enemigo ha vuelto a actuar, Armstrong se mueve a la zona sur de la ciudad, llegando casi a los límites con Trash City, tras inspeccionar visualmente la zona por fin divisa lo que buscaba, un camión rojo estacionado de culata frente a una casa, Armstrong baja rápidamente y se acerca con sigilo al lugar, se coloca bajo una de las ventanas con el fin de oír lo que pasa adentro pero no escucha nada, tras un minuto se impacienta y decide ingresar de un salto por la ventana, pero para su sorpresa el lugar estaba vacío, confundido examina el lugar, todo parecía estar normal, a excepción de un extraño olor y humedad por todas partes, es entonces que bajando las escaleras se asoma un personaje conocido y a quien esperaba ver ahí.
_ Vaya que te gusta causar desastres, esta casa aun tiene la luz cortada _ era Marco, quien traía algo en su mano que después arroja al suelo frente al vigilante, era una antena, y se veía rota _ Tu estúpido ayudante no es nada estúpido en verdad, tarde más de lo que me hubiera gustado en deducir como siempre sabias donde estaba, aun así, ya tengo lo que quiero, fallaste _ Armstrong hace sonar sus nudillos con furia.
_ La otra vez te rompí la nariz, ahora te voy a romper el orto _ le dice amenazante, Marco, quien aun tenia la venda en la nariz de aquella vez, hace un pequeño gesto de enojo y sube las escaleras, Armstrong se apresura a seguirlo, pero cuando sube no se percata de un cable al final de estas el cual activaba una trampa, al tropezar con él una mancuerna atada a un cable desciende desde el techo y lo golpea en la cara, haciendo que pierda el equilibrio y caiga por las escaleras que acababa de subir, ademas de claro, romperle la nariz, se levanta algo aturdido cuando la puerta de la casa se abre, era Death Bichera.
_ Vaya que está oscuro aquí, ¿te molesta si enciendo una vela?_ dice sosteniendo el objeto ya prendido para posteriormente dejarlo caer al suelo, al hacer esto una potente llamarada comienza a extenderse por la casa, Death Bichera cierra la puerta y Armstrong, aún aturdido por el golpe, va hacia esta pero al abrir es recibido por el jardinero-mercenario Anti-Grass.
_ Nada personal maestro _ dice y le da un balazo en la cabeza que lo tiende en el suelo, luego los tres villanos suben al camión y se van, Anti-Grass, desde la parte de atrás de la cabina, observaba la casa incendiándose por los retrovisores del vehículo.
_ Che, ¿No hubiera sido mejor si tapeabamos las puertas y ventanas?_ tras decir esto la estructura de la casa se viene abajo, lo cual lo sorprende.
_ No creo que eso sea necesario _ dice Death Bichera luego de soltar una leve risa _ Pero hey _ hablando con Marco _ ¿Seguro que eso lo matara?_.
_ Tal vez, a pesar de su resistencia y regeneración trata de evitar el daño siempre que puede, además, ¿si sobrevive que va a hacer?, no fue muy capaz de aplicar su famosa mano dura allá atrás _.
_ Seh, tienes razón _.
Mientras ellos se alejaban rumbo a Trash City, desde Lukrania venía llegando al lugar el doctor Parriz, guiándose por el humo encuentra la destruida casa, baja del auto y con un extintor se abre paso entre las llamas y maderas rotas hasta llegar a un bulto del cual sobresale el brazo violeta oscuro de Armstrong, por lo que con su máximo esfuerzo físico posible comienza a retirar las tablas y escombros para sacar a su colega de ahí y llevarlo al auto, tras unas horas el vigilante despierta sobresaltado, y con dolor de cabeza, Parriz estaba junto a él con una libreta.
_ Fascinante, daño cerebral crítico, quemaduras de tercer grado y solo tienes una pequeña jaqueca _ exclama con entusiasmo.
_ ¿Doc...?, ¿Que paso?_ pregunta confuso.
_ Puedo hacerte la misma pregunta, yo solo me desperté para ver que uno de los sensores de Marco había activado la alarma, que te habías ido sin cubrir la entrada y que los vecinos de la zona reportaban un incendio, tuve que saltarme varios semáforos en rojo para llegar antes que los bomberos _.
_ Esos forros me estaban esperando, descubrieron la maquina que invento para encontrarlos, aun así esta vez fue diferente, el alemán no estaba acompañado de sus secuaces comunes, eran solo 2, un tipo con un parche y ropa de trabajo y otro con máscara de gas y traje de goma rojo _ tras escuchar esto el doctor Parriz deja caer su libreta.
_ Oh no, no puede ser, ese era Death Bichera _.
_ Ah si, ese para el que usted trabajaba _.
_ Esto es malo, muy malo, si Marco se alió con ese monstruo es porque deben estar preparando algo grande _.
_ Huyeron a Trash City, seguro van a ver al deforme gordo ese del HPYB, no tardare en encontrarlos _ dice Armstrong y trata de levantarse pero Parriz lo detiene.
_ No no no, o al menos no hasta que logremos realizar el proceso de transición cuerpo físico a patrón electrónico en ti, si vas a enfrentarlos ahora tal vez no te maten pero sí causarán daños que hagan avanzar tu condición, observa _ dice y con un instrumento de medición señala el brazo de Armstrong _ En solo 2 días la anomalía de tu brazo avanzo 2 centímetros, a este paso no duraras mucho _.
_ Ash, lo sé, pero no hay mucho que pueda hacer doc, ¿si no paro a esos hijos de puta quien lo va a hacer?_ dice enojado y se levanta de la cama, luego busca su campera y comienza a subir las escaleras para irse.
_ ¿Así que ignoraras mis consejos e iras de todas formas eh?_ le dice desde abajo Parriz.
_ No voy a buscar a esos forros ahora, pero no porque me lo dijiste, si no porque ya se me está haciendo tarde para hacer algo _ le responde Armstrong antes de salir del lugar.
El científico suspira exhausto cuando un sonido llama su atención, era el microondas que ya había terminado de calentar su comida.
Armstrong no mentía, solo salio para realizar su rutina diaria, caminar por la ciudad hasta llegar al cementerio para visitar la tumba de su difunto hermano, el camino fue como siempre, tal vez un poco más deprimente de lo usual, tras una larga caminata al fin llega a su destino, y como siempre hacía, busca la tumba de su hermano y se queda ahí, claro que esta vez sería diferente a las otras, mientras mantenía su posición estoico un silbido por detrás hace que voltee.
_ Vaya que eres difícil de encontrar _ era el detective Crownwell que había estado de guardia esperando su llegada desde la mañana, Armstrong no duda en ir hacia él con furia por perturbarlo en ese momento _ Hey hey hey, espera un momento no quiero pelear, vengo a hablar, tal vez pueda ayudarte con el asunto de Marco _.
_ Tendrás que mentir mejor que eso _ le responde el vigilante.
_ Si te quisiera cagar te hubiera dado un tiro en la nuca o hubiera esperado para seguirte a tu casa _ al oír esto Armstrong se calma un poco y decide escuchar a quien no hace mucho fue su enemigo _ Mira, vos y yo de seguro tenemos formas diferentes de pensar, no te voy a decir que no sabía que lo que estábamos haciendo el otro día en el puerto estaba mal, pero es algo que ni vos ni yo aprobamos, además, esto es más grande que las ambiciones de Marco, pero al final la decisión es tuya, me cagas a palo acá mismo o aceptas que nos ayudemos mutuamente contra este enemigo común _ tras escuchar el discurso Armstrong se acerca a Crownwell y le extiende la mano, el detective esboza una sonrisa y le da un apretón, pero entonces Armstrong lo jala hacia el y con la otra mano le da un puñetazo que lo noquea, iba a marcharse ahí mismo pero entonces se detiene a pensar.
_ Mmm _ dice observando el cuerpo inconsciente de Johan.
Varios minutos después el detective se despierta en el escondite del vigilante, se endereza sobre la cama tomándose la cabeza con dolor, pronto nota a Armstrong viéndolo desde la oscuridad.
_ Bueno, parece que tomaste las 2 opciones _ le dice mientras se levanta.
_ Capaz seas útil, capaz... _ comienza a caminar por la habitación _ Ya se que necesitas mi ayuda, ¿pero porque yo te necesitaría a vos?_.
_ Bueno para empezar trabaje con Marco durante años, éramos amigos, lo conozco, o creía hacerlo, se como pelea y por lo tanto cómo enfrentarlo, además de que se algunas cosas de la abominación que le robo al gobierno, y por otro lado se que es lo que planea, se a vuelto aliado de individuos que superan nuestras capacidades individuales _.
_ Eh peleado contra el alemán varias veces y no soy un aficionado como para no identificar sus formas de combatir, y habla vos de individuo, yo no trabajo solo _ tras esto el doctor Parriz ingresa en escena.
_ ¿Buenas tardes señor...?_ dice el científico.
_ Crownwell, Johan Crownwell _ responde el detective y luego vuelve a dirigirle la palabra a Armstrong _ ¿Este nerd es tan bueno que rechazas mi ayuda?_.
_ Ja, comprendo sus dudas señor Crownwell pero yo no soy un cualquiera, mi intelecto es superior al de cualquier persona que usted haya conocido, eso lo incluye a usted por cierto, eh inventado y/o fabricado cosas con las que solo podría soñar, aun así eh de decir que su equipamiento para el combate es cuanto menos pintoresco, arcaico, dudo que usted mismo lo haya hecho, pero pintoresco _ le dice el doc.
_ Eh..., si, solo recuerde darme mis cosas antes de que me vaya _.
_ Bueno, si ya terminamos..._ dice Armstrong mientras se acerca a Crownwell para noquearlo otra vez.
_ Un momento, te has esforzado mucho en dejarme como un inútil pero créeme que no lo soy, en la mañana vi las noticias donde mencionaban que ''alguien'' había estado peleando con Dirts Storm en la central eléctrica, y tengo la corazonada de que quien quería usar esa energía no era el negro, eras tu, ¿o me equivoco?_ Armstrong frunce el ceño pero antes de poder hacer cualquier cosa Parriz interviene.
_ Continué _.
_ Bueno, haber trabajado como agente del corrupto gobierno de esta ciudad tiene sus ventajas, eh sabido mantener un bajo perfil dentro de lo que cabe y mi antigua credencial me abre algunas puertas todavía, en especial esas que ahora están bajo llave y con guardia 24/7, creo que entienden a dónde quiero llegar _ dice Crownwell mientras enciende un cigarrillo y en su cara se dibuja una pícara sonrisa, Armstrong y Parriz se acercan el uno al otro para hablar.
_ Este quiere que le rompa la cabeza _ dice Armstrong.
_ ¿No lo entiendes? podría ser nuestra única oportunidad de tener acceso a la preciada fuente de energía _ responde Parriz.
_ Ash, bien, pero si se quiere hacer el vivo de vuelta con esa actitud de agrandado lo duermo y lo dejo otra vez en el cementerio _ se aparta de Parriz y mira a Crownwell _ Muy bien, ya que venís en paz ofreciendo tu ayuda la aceptamos _ le responde y vuelve a acercarse al científico _ Hablen de cómo va a ser, yo me voy a la mierda afuera un rato _.
_ Excelente, esta colaboración sin duda será benéfica para todos _ dice Crownwell con entusiasmo, luego se acerca al doctor Parriz _ Hey nerd, porque luego no me das una muestra de lo que tu llamas ''equipamiento de primer nivel''_.
Saltamos a la mañana temprano del día siguiente, vemos al vehículo del detective dirigiéndose hacia el norte, a la central eléctrica, en este viajan, además del susodicho, sus 2 nuevos aliados, sentado atrás va Parriz con los bolsos de la otra vez, en frente, Armstrong, quien lleva su campera y unos guantes para ocultar su brazo, y Crownwell, vestido de traje y con su credencial de agente en el pecho.
_ ¿Puedo preguntarte algo?_ le dice este último al vigilante _ ¿Cómo fue que te volviste lo que eres ahora?_.
_ No es algo que te importe, pero como el viaje es medio largo y ya me estoy aburriendo..._ Armstrong comienza a relatarle su historia al detective, muchos años han pasado ya pero esos recuerdos siguen en su mente, recuerdos del día donde lo que era, murió:
Domingo 2 de Mayo de 1982, esa mañana el soldado Carlos Soto y su pelotón se encontraban realizando tareas de reconocimiento a unos 2 kilómetros de puerto Stephens, todo parecía ir bien, en la medida en que eso fuera posible en una guerra, cuando a las 8:50 Hs comenzaron a recibir fuego de morteros desde detrás de una colina cercana, esto los obligó a romper formación y replegarse para luego poder contraatacar, decidieron movilizarse al antes mencionado puerto para así tener una mejor posición de resistencia y posterior ofensiva, tras una mortal carrera en la que más de uno de sus compañeros cayo, al fin llegaron a su destino, el lugar estaba estaba desierto, las pocas personas que ahí vivían se había exiliado para evitar verse inmersas en el conflicto, los soldados decidieron repartirse entre las casas, metiéndose la mayoría en una que destacaba de las demás por su tamaño y porque parecía ser de materiales más resistentes, una vez dentro comenzaron a hablar de que harían ante el ataque, mientras algunos revisaban el lugar en busca de algo útil, Carlos y otros 2 soldados descubrieron una puerta que bajaba a un sótano poco iluminado pero con provisiones como comida enlatada, bengalas, y un barril de combustible, el saldado Soto iba a dar aviso a su superior y los demás de esto cuando uno de lo que estaba allí abajo con el advierte algo.
_ Mira, es una escotilla _.
En efecto eso era, la entrada metálica estaba medio escondida gracias a una pequeña pared pero no evitó que pudieran encontrarla, parecía estar fuertemente cerrada del lado de adentro por lo que los 3 hombres comenzaron a idear cómo abrirla, pensando que lo que sea que está ahí resguardado debe ser valioso y con suerte útil en esa situación.
_ No la abrimos ni en pedo, ¿no hay algún soplete por ahí? _ dice uno.
_ Ya revise todo, no hay nada que podamos usar _ dice el otro _ a menos que..._ agrega mientras ve una de las granadas que tenía.
_ Estás loco, con el quilombo que hace eso el enemigo va a saber dónde estamos y capaz volamos nosotros también _ le dice Carlos, pero entonces oyen como las bombas caen fuera del lugar.
_ Eso nos va a pasar si no la abrimos _.
Tras unos minutos de debate son interrumpidos por su superior al mando, el capitán Jose Manuel Lavalle , el cual desciende al sótano visiblemente nervioso y agitado.
_ ¿Que? ¿Que están haciendo acá? ¿¡Buscan huir haciendo un pozo cobardes!?_ les recrimina.
_ No mi capitán, bajamos a buscar provisiones y encontramos esto _ le responde uno de los soldados.
El oficial se acerca a los hombres y ve la escotilla, la observa pensativo mientras las explosiones parecen acercarse cada vez más.
_ Ábranla, como sea _ les dice.
_ Mi capitán, perdone mi intromisión pero creo que lo mejor que podemos hacer ahora es rendirnos _ dice Carlos.
_ No diga idioteces soldado, sus camaradas de armas han muerto allá fuera, rendirse ahora sería faltarles el respeto _ le respondió el capitán, tras esto ordenó a los hombres tomar resguardo luego tomó una granada y la colocó junto a las bisagras de la escotilla, las cuales fueron destrozadas por la explosión.
This book was originally published on Royal Road. Check it out there for the real experience.
Una vez que retiraron la pesada tapa descubrieron una escalera que descendía hasta perderse en la oscuridad, el capitán encendió una bengala y la dejó caer por el agujero, observando como el fondo de este parecía estar a unos 100 metros.
_ Bajen, a prisa, cubriré la entrada para que el enemigo no nos encuentre _ les ordena el oficial.
Los hombres comenzaron a bajar la escalera en la oscuridad apenas perturbada por el rojo brillo de la bengala en el fondo, cuando por fin llegan al fondo ven iluminado en rojo la entrada a una especie de pasillo oscuro, varias puertas con nombres sobre estas, pero fuertemente cerradas, sus esperanzas se agotaban con la luz de la bengala pero al apagarse esta notan un tenue y titilante brillo al final del pasillo, tras llegar el capitán y a falta de una mejor idea deciden ir hacia ella, la luz venía de detrás de una puerta, que por suerte, o quizá desgracia, estaba abierta.
Los hombres ingresan para encontrarse una habitación en completo desorden, vidrios rotos, manchas secas, papeles desperdigados, y una mesa larga en medio, no parecía ser un simple bunker para bombas.
_ ¿Qué carajos es esto? _ dice uno de los soldados.
_ Mmm _ el capitán ojea uno de los papeles _ Parece un informe científico, debe ser un laboratorio o algún tipo de centro de investigación, doctor...¡¿William Tucker?! _ dice sorprendido y confundido.
_ ¿Que ocurre mi capitán?_ pregunta Carlos.
_ Conozco a ese hombre, eh leído acerca de su trabajo, es un genetista, se enfocaba en el ser humano, le perdí el rastro hace unos años, ¿Que podría estar haciendo acá?_.
Los hombres ingresan a una habitación contigua, con un desorden similar pero con varias puertas.
_ Debe haber algo de utilidad por acá, registren el lugar, usted soldado Soto, conmigo _ ordena el capitán, por lo que el grupo se divide.
Los compañeros de Carlos se adentran en una sala con cajas, muchas de ellas, tenuemente iluminada por luces rojas de emergencia en el techo, al abrirlas se decepcionada ya que tienen solo insumos de laboratorio, algo inútiles en su situación, aun así, deciden continuar adentrándose con la esperanza de que alguna tenga suministros valiosos, el lugar resulta ser un enorme almacén que los hombres no acababan más en recorrer, sumándole a eso el tiempo que les demoraba inspeccionar las cajas de los sectores, así se les pasan los minutos sin que se den cuenta.
_ ¡Puta que lo re pario! _ exclama uno de ellos mientras patea una caja por frustración al no encontrar lo que buscaba.
_ Cálmate un cacho, tenemos que tener paciencia _ le dice el otro.
_ Ya me estoy pudriendo de ser paciente _ le responde.
Pero al final la suerte parece sonreírles cuando uno de ellos encuentra una lata de atún en el suelo, al apresurarse a tomarla logra ver otra, y otra, ambos se apresuran a vaciar una de las cajas de suministros de laboratorio y comenzar a juntarlas.
Por otro lado Carlos y el capitán estaban explorando más áreas del laboratorio cuando encontraron una puerta doble con la inscripción ''M.M Project'' sobre esta, curiosos deciden entrar, este cuarto era diferente a los otros, grandes y polvosos tanques a modo de columnas con formol adornaban las paredes, las mesadas llenas de muestras de tejido y lo que más captó la atención de nuestros protagonistas, una gran pizarra con ilustraciones de alta calidad de lo que parecía ser el esqueleto de una persona con terribles malformaciones, junto a raros símbolos que no parecían ser letras de algún alfabeto conocido.
El capitán Lavalle se acerca a la pizarra mientras que Carlos ojeaba curioso aquellos tanques de formol cuando cree ver algo dentro de uno de ellos, con su brazo limpia la capa de suciedad que opacaba el cristal pero lo que ve le da tal susto que cae hacia atrás dejando escapar un disparo de su arma el cual rompe el tanque y vierte su contenido por el suelo, Carlos se apresura a pararse e ir hacia su capitán con temor, este por su parte se acerca curioso a la escena, yaciendo en el suelo una criatura de aspecto regordete, careciendo de un cuello, con piernas que asemejan a las de un terópodo, largos brazos que acababan en pinzas afiladas, con una piel de un color morado oscuro, el oficial gira al ser con su pierna para revelar lo que había espantado a su soldado, la cabeza de la criatura, era un cráneo humano, unido por ''tiras'' de piel al resto del cuerpo, lo que parecían ser cuencas vacías en realidad eran grandes y negros globos oculares, y tallado en la frente, uno de los símbolos de la pizarra.
_ ¿Que mierda es esto?¿donde mierda estamos?_ dice Carlos con temor, pero su capitán lo ignora.
_ Fascinante _ dice este último mientras analiza el cuerpo de la criatura _ Esto debe ser en lo que Tucker trabajaba _.
_ Hay que hacer mierda todo esto _ dice el soldado.
_ Espere un momento soldado, ¿no ve lo que hemos logrado?, descubrimos el arma secreta que los ingleses estaban creando, porque destruirla si podemos usarla en nuestro beneficio _ le responde el capitán.
_ Pero señor, esa cosa es una abominación, soltar algo así en el campo de batalla sería un crimen imperdonable _ dice Carlos.
_ Abominación para nuestros enemigos quizá, para nosotros son el pase a la victoria, ¿no quiere ver a su país triunfante soldado? venga aquí y ayúdeme a recoger esto _.
Carlos observa atónito como su capitán carga sus bolsillos con los papeles desperdigados y empapados en formol.
Volviendo con sus compañeros, estos habían seguido el camino latas hasta una zona mas oscuro del almacén, rápidamente los invade un olor fétido, ¿comida podrida tal vez?, piensan ellos, siguen avanzando un poco más cuando chocan con algo en la oscuridad, parecía ser otro montículo de cajas pero más irregular, deciden encender otra bengala, hacer esto les revela el horror, en efecto si eran cajas lo que había allí, pero no era lo único, entre el montón asomaban extremidades de cadáveres ya en un estado de descomposición avanzado y peor aún, roídos, observaban la escena paralizados cuando de entre desorden algo se asoma, emitiendo gruñidos y haciendo sonar sus dientes, era una de las criaturas que Soto y Lavalle habían encontrado, con la diferencia de que ésta estaba viva.
El ser se acerca curioso a los hombres, uno de ellos toma una de las latas de atún y se la da, esto parece entretener a la criatura pero entonces más comienzan a aparecer y acercarse, siendo visibles incluso en la oscuridad gracias a un tenue brillo que emite el símbolo en su frente, viéndose ampliamente superados los soldados arrojan la caja de atún hacia los monstruos, entre varios la destruyen en segundos pero otros siguen aproximándose lentamente a ellos, finalmente son vencidos por el miedo y comienzan a correr, huían por los pasillos que ya habían cruzado mientras a sus espaldas rugidos que recordaban a gritos humanos se les hacían cada vez mas próximos, finalmente uno de ellos se detiene.
_ ¿¡Que haces boludo!?_ le dice su compañero.
_ Vos corre, te voy a ganar tiempo _ le responde mientras alista su arma.
El otro sigue con la huida mientras ve hacia atrás como su compañero parecía lograr abatir a varias de las criaturas, pero eran muy resistentes y volvían a levantarse en pocos segundos, finalmente lo atrapan y como si fueran pirañas lo rodean para comenzar a devorarlo.
_ ¡Noooooo!_ en su rabia el hombre arroja una granada a los monstruos, cuya explosión se ve potenciada por los químicos que algunas de las cajas contenían, varias de las criaturas ahora si que no vuelven a levantarse y el lugar empieza a incendiarse lentamente.
Volviendo con Carlos y el capitán, estos son alertados por el ruido de la explosión por lo que abandonan lo que estaban haciendo y van a ver que pasa, tras llegar a la habitación en la que se habían separado encuentran al soldado bloqueando la puerta con su cuerpo.
_ Capitán..., Carlos..., hay que salir de acá _ les dice conmocionado.
_ ¿Que pasó soldado?_ pregunta el capitán.
_ Monstruos, ahí adentro, bichos con pinzas y cráneos ,comiendo cadáveres y a..._ su relato es interrumpido por un vómito de asco y repulsión por lo que había visto.
_ ¿Lo ve capitán? hay que destruir todo esto _ dice Carlos.
El capitán ve como el potente incendio se expande por todo el almacén.
_ Primero hay que salir de acá, no podemos arriesgarnos a usar la escotilla, debe haber otra salida, en caso de emergencias _.
Los hombres se disponen a encontrar una ruta de escape, dividiéndose otra vez en 2, solo que esta vez el capitán fue solo, por su parte, Carlos y su compañero hablan de lo que vivió este último en el almacén con mas detalle.
_ ... entonces la granada hizo que unas cajas con químicos explotaran, eso pareció matar a esos bichos _ le relataba.
_ Si todavía quedan de esas porquerías tenemos que hacerlas cagar a todas y quemar todo este lugar maldito también _ le dice Carlos.
Finalmente logran encontrar una gruesa puerta metálica que conduce a un túnel por el cual podían escapar del fuego y los monstruos, junto a esta, algunas armas, municiones y más importante, explosivos, con tan solo verse los hombres sabían que hacer, desperdigar los explosivos por el complejo y dejar que ardan causando una explosión en cadena, así que se ponen manos a la obra, Carlos va primero hacia el cuarto del proyecto M.M, destruye todos los tanques de formol para potenciar el fuego cuando llegue aquí, ademas de dejar un explosivo, pero mientras estaba por irse alguien lo golpea desde atrás, era Lavalle.
_ ¿Es acaso usted ignorante soldado?¿acabará con todo este conocimiento como si no fuera nada?_ le dice este.
_ Estoy haciendo lo correcto... mi capitán _ responde Carlos en el suelo.
_ Comete un acto de desobediencia y traición, entrégueme ese explosivo _ le ordena el capitán pero el soldado lo ignora _ Dije que lo entregue, ¡ahora!_ vuelve a ordenar a punta de pistola.
_ Baje el arma capitán _ dice apuntando con su arma el compañero de Carlos.
Antes de que las cosas entre los hombres escalaran a mayores un fuerte golpe los alerta, eran las criaturas las cuales habían logrado derribar la puerta y estaban buscándolos por las instalaciones, los tres olvidan momentáneamente sus diferencias y se dirigen rápido a la salida de emergencia, tras de ellos, los horribles gritos de esas monstruosas cosas que cada vez son más próximos.
Las criaturas les pisaban los talones cuando por fin veían la puerta que daba a la salida, logran entrar y Carlos la bloquea con dificultad, su compañero iba a ayudarlo pero entonces cae al suelo abatido, el capitán lo había matado.
_ Nooooo, hijo de putaaa _ dice esforzándose por cerrar la puerta.
El capitán, sin decir una sola palabra se dispone a matarlo también pero decide irse cuando una de las criaturas logra meter su cabeza y morder el brazo de Carlos, el soldado grita de dolor y rabia mientras a su capitán cerrar la puerta de escape y correr por la salida, cuando de repente un potente estruendo comienza a acercarse con velocidad, su plan de la explosión en cadena había funcionado, sus ojos se iluminan con la llamarada que venía hacia él, fulminando a todos esos monstruos en el proceso, Carlos hubiera estado agradecido de tener una muerte rápida e indolora como esa, desgraciadamente, el destino tenía otros planes.
El soldado abre sus ojos y se reincorpora, ¿fue todo un sueño?, pues no, y lo comprueba al ver la puerta metálica bastante magullada y parte del cuerpo del ser que lo estaba atacando destrozado en el piso, eso lo hizo volver en sí y apurarse a revisar su brazo, pero se sorprende al ver que estaba intacto, nada más grave que lo que parecía un hematoma en la zona que la criatura mordía.
Aún algo aturdido Carlos trata de salir de ahí, pero el capitán había cerrado la puerta desde fuera, aunque en el fondo sabia que era inútil intenta forzar la puerta con todas sus fuerzas, tras un sonido metálico, como si algo en la puerta se hubiera roto, esta se abre, Carlos felizmente sorprendido sale corriendo como puede de ahí, tras recorrer el largo túnel sale al exterior y toma una bocanada de aire fresco, al fin, pero la paz le dura poco cuando unos exploradores del bando inglés lo divisan a la distancia, comienzan a dispararle, el soldado no alcanza a indicarles que se rinde antes de tener que tomar refugio tras unas rocas, los exploradores lo flanquean y cuando uno estaba por sorprenderlo Carlos emerge y de un solo golpe noquea al inglés, atónito de su propia fuerza no presta atención al segundo que estaba tras él, este le dispara por la espalda haciendo que caiga al suelo, luego se acerca para examinarlo más de cerca cuando contra todo pronóstico, Carlos se levanta, el inglés no entiende lo que pasa y rápidamente vuelve a disparar, pero Carlos apenas se inmuta.
_ No..._ dice.
El inglés disparó por tercera vez, esta vez a las piernas lo cual hace que Carlos caiga sobre su rodilla, pero luego vuelve a pararse sin problemas.
_ No no no..._ dice mientras observa la mancha en su brazo, cuyo color le era familiar.
_ What in the fuck kind of thing are you?_ le dice el explorador inglés atónito.
Carlos entonces se abalanza sobre él y tras doblegarlo con facilidad comienza a ahorcarlo mientras se lamenta a gritos, finalmente tras matarlo se deja caer al suelo envuelto en un llanto desgarrador, había comprendido que, en efecto, Carlos si había muerto en la explosión, quien salio de ese bunker era un monstruo.
_ Así que desde entonces sos Armstrong _ dice Crownwell.
_ No me digas así _ le responde el vigilante.
_ ¿Eh? ¿no es así como te dicen todos?_.
_ La prensa de mierda me dio ese nombre, están con esa pavada de ponerle nombre en inglés a las cosas, lo odio _.
_ Eh...ok... ¿pero cómo fue que volviste de las Malvinas?_.
_ Logré colarme en un barco una vez, me dieron por muerto junto a todo mi pelotón, el capitán incluido, hijo de puta, ojala hubiera sido yo el que lo mató, desde ahí pasé muchos años oculto, de bajo perfil, haciendo changas para comer, aunque según el doc realmente no necesito hacerlo _.
_ Mmm, vaya caso el tuyo _ la central eléctrica ya se veía cerca _ Muy bien, recuerden lo que les dije, déjenme hablar a mi _.
Los 3 llegan hasta la puerta del lugar, el guardia se acerca al auto para inspeccionar aunque no tarda mucho en abrirles al ver la credencial de Crownwell, una vez dentro buscan un lugar apartado de la vista de los trabajadores para poner el plan en marcha.
_ No pierdan tiempo, se supone que solo hacemos una breve inspección _ le dice el detective a sus compañeros.
El doctor Parriz, disfrazado como un trabajador de la corriente comienza a ensamblar el dispositivo mientras que Armstrong monta guardia disimuladamente.
_ Oiga doctor ¿exactamente qué hace esa cosa?_ pregunta el detective al científico.
_ Es algo complicado de explicar pero básicamente la máquina escanea el cuerpo de Carlos y traduce esa información en un patrón electrónico como los que tenemos en el cerebro, después usa la energía eléctrica para convertirlo en dicho patrón que luego insertará en mi cerebro pasando a existir dentro de mi mente _.
_ Un momento, ¿que diferencia tiene eso a tener un recuerdo de él?_
_ Oh no sea tonto, un recuerdo de el seria solo una imagen superficial, lo que insertare en mi cuerpo sera todo, su consciencia incluida, la misma estará aislada de la mía una vez que ya este en mi cerebro _.
_ Debe tenerle mucho aprecio para hacer todo esto por el _ dice el detective sin haber entendido del todo.
_ Vaya que si, el me enseño que aquellos que poseemos un don debemos usarlo para ayudar a los demás y hacer lo correcto, oh bueno, parece que ya está todo listo _ el científico llama a Armstrong el cual se prepara colocándose las agarraderas que conectan a la máquina.
_ Todo listo doc _ dice el vigilante.
_ Muy bien, el proceso iniciará en 3... 2...1 _ un ruido de descarga seguido de destellos en la máquina indican que el proceso había comenzado, Crownwell retrocede cubriéndose los ojos, logrando divisar por momentos como se iluminan las agarraderas de Armstrong al mismo tiempo que su cuerpo parece brillar un poco también, tras un último dilumbre que ciega momentáneamente a Crownwell el vigilante parecía haber desaparecido de la escena, por su parte el doctor Parriz estaba de rodillas en el piso.
_ Doctor, ¿qué fue lo que pasó?¿funciono?_ pregunta efusivo el detective.
_ Considerando que no estoy muerto, que no hay estática en el aire y que tengo una horrible jaqueca yo diría que sí _ responde con dificultad el científico.
_ ¿Y Armstrong?¿puede oírlo o algo?_.
_ Si mis cálculos fueron correctos el debe poder oírnos a nosotros pero yo no al él mientras tenga esto _ Parriz señala un pequeño dispositivo en su oreja, similar a un de esos aparatos para oír _ Mientras tenga esto activado Carlos no podrá hablar o ser visible para mi, ademas de no poder tomar control del cuerpo, ahora si no es molestia podri..._ Parriz cae inconsciente por un golpe de Crownwell.
_ Wow, no había escuchado tanta cháchara científica desde que nos asignaron junto a los de investigación _ levanta el cuerpo de Parriz y lo lleva junto a la máquina, luego le coloca las agarraderas _ Hey _ dice para Armstrong _ Hoy en la mañana los escuche hablando y esa parte de noquearme y dejarme en el cementerio una vez que ya no les fuera útil no me gusto ¿sabes? _ se coloca en posición en la máquina _ Mira, entiendo que no me tengas mucha confianza o aprecio pero la situación está algo ''complicada'' y no tengo tiempo de ganarme tu confianza de la forma tradicional _ activa el dispositivo y el proceso vuelve a iniciar, tras unos segundos Crownwell está apoyado contra la máquina algo aturdido, con rapidez la desarma y guarda en los bolsos que luego carga hacia su auto pasando lo más inadvertido posible de las miradas de los trabajadores del lugar, una vez dentro arranca camino a Lukrania, tomándose la sien con dolor de a ratos.
Tras un viaje que se sintió más largo de lo habitual el detective llega al escondite de Parriz y Armstrong, tras bajar toma asiento en uno de los catres, revisaba sus bolsillos buscando una pastilla para el dolor de cabeza cuando oye una voz, deja de hacer lo que hacía para prestar atención, vuelve a oír una voz, como a la distancia, pero...¿de donde?, el lugar estaba bajo tierra y no era grande como para que alguien que estuviera ahí con él fuera el responsable, Crownwell entonces se levanta y va hacia la sala donde Parriz trabajaba, se apoya contra una mesa algo confundido por lo que acababa de pasar, es entonces que vuelve a oír voces, solo que ahora más claro.
= Crownwell =.
_ ¿¡Qué diablos!?_ dice este sobresaltado.
= Crownwell =.
_ ¿Quién eres?¿Donde estas?_.
= Estamos en tu cabeza imbécil =.
_ Oh dios _ dice Crownwell y cae al suelo al ver la figura de difuminada de Armstrong frente a él, pero mayor es su confusión cuando al tratar de enderezarse continúa viendo al vigilante como si este estuviera pegado en sus ojos _ ¿¡Qué carajo!? _ dice mientras frota estos con efusividad.
= Espere un momento señor Crownwell =.
_ ¿Parriz?_ ahí estaba también el científico _ Se ven... borrosos _ les dice.
= Oh eso es porque no estamos ''aquí'', estamos dentro de su cerebro, lo que ve son solo proyecciones de cómo nos veíamos antes de ser insertados en su cabeza = le responde.
_ ¿Pueden verme también?_.
= Podemos ver lo que tu ves si nos concentramos, sino te vemos a ti en un vacío oscuro =.
= Si, por desgracia = agrega Armstrong.
_ Ugh, es más extraño de lo que pensé que seria _ dice el detective.
= Bueno, sin duda esto no es como tenía planeado pero... no me quejo de los resultados, ahora señor Crownwell ¿podría tratar de relajarse? respire hondo, ponga la mente en blanco =.
El detective le hace caso a Parriz y en un parpadeo es este quien ahora se encuentra parado en el escondite.
= ¿Que mier...= Crownwell ahora se encontraba en aquel abismo que Parriz había mencionado, no había nada, todo era oscuridad, sólo podía verse a sí mismo y a la figura de Parriz frente a el.
_ Entiendo que la situación sea confusa para usted señor Crownwell pero no se preocupe, aproveche su momento de relajación para interponer mi ser electrónico ante su propia conciencia, luego su cuerpo leyó mi código genético y lo sobrescribió sobre el suyo, guardando una copia claro, que ahora está en mi cerebro, debería poder volver a tomar el control cuando quiera, solo déjeme hacer unas cosas primero _ Parriz se quita el aparato del oído y luego se dirige hacia su microondas, mientras tanto Johan trataba con todas sus fuerzas comprender su situación actual, claro que debía apresurarse en hacerlo.
= Así te quería agarrar traicionero y la conc...=.
= No para, no me dejaste otra alternativa =.
= Dientes en la jeta no te voy a dejar =.
_ No se preocupe señor Crownwell, Carlos no puede dañarlo en ese estado _.
= ¿A no?¿Cómo voy a pasar el tiempo teniendo que ver a este pelotudo sin poder golpearlo?=.
_ Recomiendo que resuelvan sus asuntos personales con calma, pero ahora Carlos, concéntrate en tomar el control _ Armstrong rápidamente hace lo que Parriz le dice y ahora él es quien está en el escondite.
_ Mmm, entiendo que voy a tener que limitar mis horas afuera, ¿no doc?_ dice el vigilante.
= En efecto, revisa sobre la mesa, es algo que eh estado preparando para ti = A lo que Parriz se refería era una especie de brazalete el cual Armstrong debía colocarse, este tenía una pantalla que indicaba el tiempo hasta que su condición avanzará de nuevo, ahora mismo le quedaban apenas unos minutos.
= ¿Qué es eso?= pregunta Johan.
= Oh solo es un pequeño dispositivo que cree para que Carlos pudiera saber cuándo es que su maldición va a avanzar y así coordinar el cambio de conciencia =.
= ¿Su que?¿Que no está enfermo?=.
= Ah sí, los diferentes estudios que realice sobre muestras de tejido de Carlos me llevaron a la conclusión que lo que el porta es una maldición, aparentemente pasada a él desde las criaturas a las que enfrentó en Malvinas, los extraños símbolos que describe debieron haber sido alguna especie de runa o algo por el estilo, en base a mis observaciones la maldición comienza a consumir el cuerpo de Carlos luego de las primeras 8 horas del día, reiniciando el ciclo cada día, claro que ese tiempo se acorta si usa sus poderes =.
= Eso no suena muy científico =.
= * suelta una pequeña risa* Entiendo que no lo comprenda, una ciencia así de avanzada puede ser difícil de entender para las mentes menos entrenadas, ahora si me disculpa voy a tomar control del cuerpo una vez más, mi comida ya debe estar lista =.
= Hey, ¿porque debo dejar que lo hagas pero tu a mi no?=.
= La personalidad mas fuerte tiene prioridad sobre las otras, usted esta primero, Carlos segundo y yo al tercero, el dispositivo en mi oído era por si Carlos trataba de salir a actuar fuera de su horario, aunque ahora que esta usted no creo que haga falta =.
_ Si, ponele _ dice Armstrong.
Tras esperar a que Parriz comiera Johan vuelve a tomar control del cuerpo.
_ Agh, qué raro se siente _ dice.
= Bueno, vos mandas la batuta ahora, ¿que vamos a hacer?=.
_ Somos un equipo, pero como bien dices, estoy a cargo, el doc es el cerebro, el ''nerd'' del grupo, tu eres el músculo, ''Armstrong'', no te queda mal, y yo soy la astucia, la picardia, yo soy ''el líder''_.
= Bien ''líder'', ¿ahora que onda?=.
_ ¿Qué te parece si visitamos a nuestro viejo amigo Marco? se me antoja saludarlo más que nunca _ dice con sarcasmo.
= *sonríe * No me sentaría nada mal = responde tronando sus puños.
Fin