Novels2Search
En Busca De Ti [Spanish]
Capítulo 2: Primeros Sentimientos

Capítulo 2: Primeros Sentimientos

El timbre de la escuela sonó y los niños comenzaron a salir corriendo hacia el patio, ansiosos por el recreo. Yo, Manuel, aún tenía los ojos puestos en la pizarra, intentando descifrar la última ecuación de matemáticas que nos había dejado la profesora. No era que no me gustaran las matemáticas; simplemente, mi mente estaba ocupada en algo mucho más fascinante: Karla.

Karla era la nueva del colegio. Había llegado a nuestra clase al comienzo del año escolar y, desde el primer momento, atrajo la atención de todos, no solo por su risa contagiosa sino también por su forma de ser tan única. Tenía el cabello castaño claro que caía en ondas suaves sobre sus hombros y unos ojos grandes y curiosos que brillaban con una intensidad especial. Pero lo que más me llamó la atención fue su sonrisa; una sonrisa que parecía iluminar cualquier lugar en el que se encontrara.

En ese momento, en sexto de primaria, no tenía idea de lo que significaba el amor, pero sí sabía que cuando estaba cerca de Karla, mi corazón latía más rápido y mis palabras se enredaban en mi garganta. Era como si estuviera viendo la vida a través de una lente diferente, una en la que cada pequeño gesto suyo tenía un significado profundo.

El recreo llegó y, como todos los días, corrí hacia el patio, donde el bullicio de los niños jugando y gritando llenaba el aire. A pesar del caos, mi atención estaba completamente centrada en Karla. Hoy era el día en el que, por fin, iba a hablarle. La había observado en los días anteriores, siempre rodeada de un grupo de amigas, pero hoy estaba sola, sentada en una banca cerca del columpio.

Con un poco de valentía y mucho nervio, me acerqué. "Hola, Karla," dije, tratando de sonar casual aunque mi voz temblaba un poco.

Ella levantó la vista de su libro y me sonrió. "Hola, Manuel. ¿Qué tal?"

Fue como si me hubiera dado una pequeña victoria con esa sonrisa. Me senté junto a ella, intentando ocultar mi nerviosismo. "¿Qué estás leyendo?" pregunté, mirando el libro que tenía en las manos. Era una novela de aventuras, algo que me parecía interesante pero que nunca había tenido el coraje de leer.

The narrative has been taken without authorization; if you see it on Amazon, report the incident.

"Es una historia sobre un grupo de amigos que se embarcan en una gran aventura," respondió ella con entusiasmo. "Me encanta cómo los personajes se apoyan mutuamente."

Eso me hizo pensar en cómo me gustaría ser uno de esos personajes que siempre están allí para ayudar. "Eso suena genial," dije. "¿Te gustaría contarme más sobre el libro?"

Karla comenzó a hablar con entusiasmo, describiendo los detalles de la historia y sus personajes favoritos. Me di cuenta de lo mucho que me gustaba escucharla, no solo por lo que decía, sino por la forma en que sus ojos brillaban al hablar de algo que le apasionaba. Me sentí como si estuviera compartiendo algo especial, algo que solo nosotros dos entendíamos.

A medida que el recreo avanzaba, nuestra conversación se volvió más fluida y natural. Hablamos de nuestras materias favoritas, de los juegos que nos gustaban y, eventualmente, de los sueños que teníamos para el futuro. Me sorprendió lo fácil que era hablar con ella, como si nos conociéramos de toda la vida.

Cuando el timbre finalizó el recreo, sentí una mezcla de tristeza y alegría. Había disfrutado mucho el tiempo que pasé con Karla, pero también me di cuenta de que la conversación había terminado demasiado rápido. Me levanté, tratando de ocultar mi decepción. "Me ha gustado mucho hablar contigo," le dije con sinceridad.

Ella me miró con una sonrisa que parecía iluminar el día. "A mí también, Manuel. Deberíamos hacerlo más a menudo."

Y así, con esa promesa en el aire, volvimos a nuestras aulas, cada uno con su propio pensamiento. Para mí, el resto del día transcurrió en un estado de euforia silenciosa. Nunca antes había experimentado algo así, y aunque era un amor inocente y juvenil, me di cuenta de que había encontrado algo valioso en esa breve conexión.

Esa tarde, mientras me dirigía a casa, sentí que el mundo había cambiado un poco. Aquel primer acercamiento con Karla, aunque simple y lleno de inseguridades, me enseñó que incluso a una edad temprana, el amor puede ser una fuerza poderosa y transformadora. Era solo el comienzo de una búsqueda que, aunque incierta, prometía ser tan apasionante como el primer libro que Karla había compartido conmigo.